INSTITUCION EDUCATIVA EMILIANO GARCIA GIRARDOTA

e-mail iemilianog@une.net.co

Área: SOCIALES Educador: Ruth Mery Saldarriaga Silvia Cifuentes Arango.

Grado: Décimo Periodo: Primero Eje (ver estandar) Tiempo estimado:10 semanas

ESTANDAR NÚCLEO LOGRO INDICADOR

La defensa de la condición humana y

el respeto por su diversidad:

multicultural, étnica, de géneros y opción

personal de vida como

recreación de la identidad

colombiana.

-El error como posibilidad de crecimiento y aprendizaje. -La ética civil como referencia humana de convivencia y comportamiento. -El respeto a la vida, la justicia y la tolerancia, como fundamento de las opciones personales o sociales. -La conciencia como juez último de las opciones vitales y valorativas.

1. Identificación de las condiciones que hacen del error una posibilidad de aprendizaje.

2. -Relación de los principios básicos en los que se funda la ética civil con los comportamientos cotidianos

3. -Reconocimiento del respeto a la vida, la justicia y la tolerancia como los principios universales que orienten las opciones personales y sociales

1. Identifica las condiciones que hacen del error una posibilidad de aprendizaje. 2. -Relaciona los principios básicos en los que se funda la ética civil con los comportamientos cotidianos 3. -Reconoce el respeto a la vida, la justicia y la tolerancia como los principios universales que orientan las opciones personales y sociales del individuo

Sujeto, Sociedad Civil y Estado comprometidos con la defensa y promoción de los deberes y derechos humanos, como mecanismo para construir la democracia y buscar la paz

-Derechos colectivos (medio ambiente, trabajo, educación, salud). -Convivencia pacífica (derechos de tercera generación y medio ambiente sano, etc.). -Mecanismos de protección

1. Identificación del origen histórico de los derechos de tercera generación

2. Relación de los derechos de la tercera generación con los derechos de primera y segunda generación

3. Identificación de los mecanismos de protección de los

1. Identifica el origen histórico de los derechos de tercera generación 2. Relaciona los derechos de la tercera generación con los derechos de primera y segunda generación

2.

3 PRESENTACIÓN

Iniciamos nuestro recorrido por las Ciencias Sociales de décimo ocupándonos de tu crecimiento personal a partir de las posibilidades que te brinda la vida diaria. Recordaremos las normas, prohibiciones y aspectos del manual de convivencia y estudiaremos con más detenimiento los derechos humanos de la tercera generación, sus características, las críticas que han suscitado, .la situación de los derechos en las poblaciones mas vulnerables y algunas organizaciones e instituciones encargadas de promover y defender los derechos humanos. 4. CONOCIMIENTOS PREVIOS

� Origen, características y clasificación de los derechos humanos

� Marco conceptual del manual de convivencia

� Concepto de Ética, Justicia, Tolerancia, Aprendizaje

5. PALABRAS CLAVES

� Derecho

� Manual

� Mahatma Ghandi

� Tolerancia

� Error

� Etnica

� Absolutismo

� Fundamentalismo

� Tutela

1.

6. DESARROLLO DEL NUCLEO TEMATICO � Manual de convivencia: desarrollo de actividades basadas en éste (taller,

sustentación escrita, juego concéntrese)

� Ficha No. 1 El error como posibilidad de crecimiento y de aprendizaje

� La ética civil como referencia humana de convivencia y comportamiento. (ficha No. 2)

� -El respeto a la vida, la justicia y la tolerancia, como fundamento de las opciones personales o sociales.(ficha No. 3)

� -La conciencia como juez último de las opciones vitales y valorativas (ficha No. 4)

7. EVALUACIÓN Actividad Metodología Valoración Fecha

(acciones populares y de grupo). -

derechos humanos, en los ámbitos nacional e internacional

3. Identifica los mecanismos de protección de los derechos humanos, en los ámbitos nacional e internacional

Evaluación Sustentación individual

10% Segunda semana

Juego concéntrese Sustentación individual

10% Tercera semana

Desarrollo de fichas Trabajo escrito 40% Durante el período Sustentación de fichas

Exposición oral Evaluación escrita

40% Durante el período

8. BIBLIOGRAFIA

� Manual de convivencia

� MELO MORENO, Vladimir y otros. Identidades. Bogotá. Ed. Norma, 2003. 296

p

� VASQUEZ GOMEZ, Beatriz. El libro de la convivencia. Bogotá. Ed. El Tiempo,

2006 320 p

� www.hrw.org/spanish/index.html

� www.mediosparalapaz.org/index.php?idcategoria=0

� http://www.defensoria.org.co

El error como posibilidad de crecimiento y de aprendizaje (Ficha No. 1)

El Decálogo de la felicidad NO HAY fórmulas milagrosas ni varitas mágicas. Para ser feliz hay que pensar, sentir y actuar de acuerdo a los valores que cada uno considera primordiales. Unos preferirán la ética, otros la religión o el amor. Lo esencial es no dar el brazo a torcer. 1 No cambies. No hace falta tratar de transformarse en la persona que nunca se ha sido. Lo más acertado es observarse detenidamente a uno mismo y, con ayuda de lápiz y papel, separar las razones que añaden y restan felicidad. Al reflexionar, igual resulta que el novio de la niña o la hipoteca tampoco son motivo auténtico de desilusión. 2 Serenidad ante todo. No hay que dejarse desbordar por un revés, aunque parezca que se hunde el mundo. Debe afrontarlo con la mayor serenidad del mundo. No es cuestión de cerrarse a las emociones que provocan los conflictos pero sí de mantenerlas bajo control. Un buen ejercicio consiste en rememorar aquel suceso que hace tres años nos pareció tan catastrófico y que hoy es parte del anecdotario personal. El lama Zopa Rimpoché es de los que creen que los problemas se pueden transformar en felicidad. 3.Ojo con los puntos ciegos El teórico Daniel Goleman no ha podido buscar un calificativo más acertado para definir esas mentiras que cada persona se cuenta a sí misma para obviar todos aquellos sucesos que pueden desmontar toda una estructura vital. Entre las parejas, en la vida cotidiana, y hasta en las altas esferas políticas, los puntos ciegos existen como un trueque del subconsciente. A veces, correr un tupido velo demasiadas veces al día puede desembocar en patologías. Las mentiras vitales, como las definía Ibsen, hay que administrarlas con cuentagotas. 4.Vivir el presente. Parece obvio, pero hay quien se pasea por la vida como un zombi. Unos anhelan ese momento en que se sentían de verdad felices y radiantes. Tan enfrascados están en aquello que ya no existe que se vuelven incapaces de saborear el día a día. No es que ahora su vida sea más aburrida, es que ellos se han negado a disfrutarla. La misma ineptitud para abrazar la felicidad aqueja a los que fantasean con que el futuro les proveerá de todo lo que desean. 5. Introducir novedades Por pequeñas que sean siempre son bien recibidas. "La imaginación y el espíritu contienen posibilidades ilimitadas para hacer la vida más interesante y agradable", explica Serafín Ruiz, autor de "El arte de ser feliz". Un baño nocturno en el mar, una tarde para uno solo, una pequeña escapada al campo o la ciudad, una cena especial, enseñar a los niños los juegos de la infancia... Sólo hay que pensar un poco para sorprender a los demás. Incluso a uno mismo. 6. Permitir las emociones Es lo que aconseja Elena Gismera, psicóloga social. El dolor, la ira, la tristeza, la soledad o el desánimo son emociones que forman parte de la vida diaria. Cuando se glorifica la infelicidad y uno se recrea en ella, puede parecer que existe una confabulación global contra uno mismo. Hay que encajar el dolor y permitir que fluya para poder ser felices. Sentirlo, para desprenderse de él. 7. Amor. Es un sentimiento que asegura la felicidad cuando es auténtico. No hay estado que genere tanta efervescencia y complicidad. Claro que en muchas ocasiones se interpretan como amor los celos enfermizos, el egoísmo y la necesidad patológica de poseer a la otra persona. Esos amores posesivos y destructivos lo mejor es desterrarlos para siempre. Quien bien te quiere no tiene por qué hacerte llorar. 8. Acción. No es cuestión de calzarse los tennis y la sudadera e ir trotando, de un lado para otro, pero la actividad es básica para sentirse bien. Levantarse por la mañana y no tener nada más que hacer que sentarse frente al televisor es bastante desalentador para lograr la felicidad. Aunque se esté en vacaciones, siempre es posible asistir a cursos de vacaciones creativas, cajas de compensación , aprovechar para poner en práctica eso que siempre soñó realizar o colaborar con alguna asociación de voluntariado. Además de sentirse útil, se crean nuevas amistades. 9. Optimismo. Formar un tándem con la frustración es lo más adecuado para minar la salud y las relaciones con los demás. Ya desde niños hay que saber aceptar que las cosas no siempre son como uno desea. Los adultos que se revuelven, amargan y programan venganza cuando ascienden a otro compañero en el trabajo o cuando su pareja no les dedica todo el tiempo del mundo, merecerían llevar chupete en lugar de carné de identidad. 10Naturalidad. Fuera corsés y falsas poses. No hay que avergonzarse de uno mismo, que para algo está la autoestima. Hay que estar de acuerdo con las propias convicciones. La felicidad precisa de

frescura y "de cierto equilibrio. No es cuestión ni de inflar el globo artificialmente ni de pincharlo hasta que se reduzca a la nada. Es preciso responsabilizarse de nuestra vida y hacerlo sin artificios", apunta Elena Gismero, psicólogo social. La Búsqueda de la felicidad Todas las personas aspiran a ser felices. Sin embargo, todos tienen ideas muy distintas de aquello en lo que consiste la felicidad humana. Para unos, está en el goce máximo de los placeres. Para otros, depende enteramente de la acumulación de riquezas. Para algunos más, lo esencial en la vida es adquirir fama o prestigio. Parece que cada una de estas cosas, sin embargo, resulta insuficiente para ser felices. Los placeres, siendo buenos, cuando se buscan afanosamente dejan siempre insatisfechas a las personas; y, cuando se disfrutan en exceso, pueden hasta destruir el cuerpo un disfrute desmedido de los placeres puede transformarse en dolor. El dinero no es más que un medio, nunca un fin; así, si bien el dinero bien usado, puede ayudar a la felicidad, cuando se convierte en un fin en sí mismo, termina por crear infelicidad. La fama o el prestigio es algo que depende de otros; además, es algo efímero, que viene de un momento otro y pasa pronto. La libertad humana Mientras que los animales todo lo que pueden hacer es luchar por sobrevivir en medio de las múltiples vicisitudes de la naturaleza, los seres humanos están en el mundo para construir una vida tal como la desean. Por eso, a diferencia de los animales, pueden ser felices. Ahora bien, si los humanos pueden ser felices, es precisamente porque son libres, es decir, porque pueden elegir el tipo de vida que les parece mejor. Sin embargo, la libertad humana hace más compleja la vida, pues obliga a pensar en el proyecto de vida que se quiere construir. La libertad no es una conquista definitiva, sino una condición que impone la tarea de construir la forma de vida anhelada para que las personas se realicen. Así, nuestra libertad tiene múltiples implicaciones. La libertad implica • Tener muchas posibilidades de acción distintas, para elegir entre esas posibilidades. • Ser responsables de lo que se hace, por lo que no se pueden eludir consecuencias de las acciones. • Estar sujeto a cometer errores, puesto que las conductas no están programadas, sino que son el fruto de la libre elección. Nada de esto ocurre con los animales. Ellos no tienen las posibilidades de elección que tienen los humanos, ni cometen propiamente errores, puesto que su conducta está dada por sus necesidades de supervivencia. ¿Se debe evitar el error a toda costa? La libertad humana hace seres imperfectos y, en cuanto tales las personas pueden incurrir en errores. Esto parece hasta cierto punto inevitable. La razón es muy clara: las personas no lo saben todo y necesitan ir aprendiendo muchas cosas a lo largo de toda la vida, lo que genera una gran posibilidad de errar. Además, hay muchas cosas que se aprenden por la experiencia, e incluso por medio del método de ensayo y error. Parece, pues, que, hasta cierto punto, existe cierto derecho a la equivocación, sobre todo en las personas jóvenes. Pero ¿hasta cuándo y de qué manera? No toda la vida, por supuesto, pues a medida que se crece los errores pueden ser más costosos y graves, sobre todo, porque, cada vez más, nuestros errores pueden afectar a las personas. Sobre todo, no es justificable de ninguna forma el incurrir siempre en los mismos errores, como si no fuéramos capaces de aprender de la experiencia. Tenemos que sacar el mejor partido de cada uno de los instantes de nuestra vida; y, sobre todo, no nos neguemos a nosotros mismos la posibilidad de aprender que nos ofrece cada una de nuestras experiencias. Si, en ocasiones, ese aprendizaje implica cometer algunos errores, ello no es tan grave, siempre y cuando sepamos aprender de nuestros propios errores. “Caer para levantarse no es caer” No parece, pues, necesario evitar todos los errores, sino sólo aquellos que puedan comprometer de forma seria nuestro desarrollo futuro. De todas maneras, hay cosas en las que las personas no se pueden equivocar, pues las consecuencias que acarrean son tan graves que pueden dañar seriamente la vida. Existen innumerables casos de personas que cometen errores cuando están muy jóvenes, y pagan las consecuencias el resto de su vida. Por eso aunque estés joven, debes pensar antes de actuar, tratar

de medir las consecuencias de tus actos, y si te equivocas, aceptar con humildad y con verdadero arrepentimiento tu error. La libertad implica responsabilidad La responsabilidad es esa capacidad que tienen las personas de enfrentar las consecuencias, ante los otros y ante sí mismos, por cada uno de sus actos. Todos están obligados a responder por los posibles daños que puedan causarle a otras personas. En una sociedad, las leyes están hechas para eso: para que se responda por los daños causados a otros. La libertad, pues, no es algo absoluto. Tiene un límite: la libertad de los demás. Los derechos con los que se cuenta como persona no permiten atentar contra la libertad, los bienes o la seguridad de otras personas. También los errores tienen un límite, el cual depende de si ayudan al crecimiento personal y si, a través de ellos, se aprende a vivir mejor. Hay, entonces, personas que son capaces de actuar responsablemente ante sus propios errores. Para esto es preciso, en primer lugar, reconocer los errores propios y, a continuación, actuar de forma tal que se pueda reparar el daño hecho a otras personas y a sí mismos. Somos seres sociales y eso nos impone ciertas obligaciones Todos tienen responsabilidades consigo mismos, con las personas con las que se mantiene una relación cercana y también con la sociedad en la que se vive. Algunas de esas obligaciones están determinadas por la ley, pues todo ciudadano debe cumplir una serie de deberes para que la sociedad pueda funcionar: debe, por ejemplo, acatar las leyes, pagar impuestos, reparar los daños que haga a otras personas, entre otros. Pero hay también ciertos deberes que, aunque no estén expresamente ordenados por la ley, son necesarios para la convivencia entre personas, como el buen trato hacia las otras personas, el reconocimiento de sus derechos o la aceptación de las diferencias étnicas y culturales. Sin el reconocimiento mutuo de derechos y deberes sería imposible vivir en una sociedad democrática. De otra parte, la sociedad en la que vives aspira a la democracia como uno de sus más importantes ideales, y uno de los fundamentos básicos de una sociedad democrática es la libertad de pensamiento y de expresión. Esto significa que las personas tienen derecho a pensar lo que quieran y a defenderlo públicamente. Pero ese derecho, a su vez, impone ciertas obligaciones: aceptar que el punto de vista de los otros también puede ser válido. En consecuencia, se debe tener en cuenta lo que dicen los otros, porque eso ayuda a corregir y ampliar la perspectiva para juzgar las cosas. Estos factores se deben tener en cuenta porque, aunque en una democracia cada persona pueda definir qué le parece mejor y exista un espacio público en donde pueda defender sus creencias, esto no implica que cada quien obre siguiendo únicamente sus deseos, pues las acciones individuales tienen límites. No se debe tener miedo a cometer ciertos errores, siempre y cuando se tenga la capacidad de aprender de ellos. Para esto, se necesita desarrollar en una conducta autocorrectiva, es decir, una forma de actuar en la cual, aunque no se busque deliberadamente cometer errores, se asuma la actitud de corregir esos errores, de responder por sus consecuencias y, sobre todo, de aprender, para, en el futuro, no incurrir de nuevo en ellos. Una persona, en un momento dado, se puede equivocar siempre y cuando se den por lo menos estas condiciones: • Que el error no sea muy grave, que no sea de aquellos que puedan obstruir seriamente la vida propia o de otras personas hacia el futuro. • Que no se cometan repetidamente los mismos errores, sino que se aprenda efectivamente de la situación y corrija la conducta. • Que las personas sean capaces de reconocer los errores que cometen, en vez de empeñarse en defenderlos a toda costa. • Que estén dispuestos a dejarse corregir por otras personas. • Que cada uno haga de los errores una ocasión para el propio crecimiento como persona. Como dijo alguna vez M. Metterlinck, “con cada error que cometo descubro una verdad que hasta entonces desconocía”. Actividad Lee con atención el documento busca las palabras cuyo significado desconoces, y contesta las siguientes preguntas:

1. ¿Es posible lograr la felicidad? 2. Analiza… “los humanos pueden elegir el tipo de vida que les parece mejor” esto es posible en

esta sociedad? 3. Qué hace la sociedad para evitar que cada uno de sus miembros cometa errores? ¿Para qué

sirven los errores? 4. Escribe ejemplos de la vida real, de personas que por un error muy grave han destruido su

vida y la de otras personas cercanas a ellas. ¿Qué pueden hacer esas personas para reparar el daño hecho?

5. Termina la frase y sustenta: “ Tenemos derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho también implica…………………………………………………………………

La ética civil como referencia humana de convivencia y comportamiento (Ficha No. 2)

Sociedad civil: Conjunto de organizaciones e instituciones civiles autorreguladas, descentralizadas y voluntarias, basadas en valores morales y organizadas autónomamente frente al Estado. El Banco Mundial utiliza el término sociedad civil para referirse a una amplia gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro que están presentes en la vida pública, expresan los intereses y valores de sus miembros y de otros, según consideraciones éticas, culturales, políticas, científicas, religiosas o filantrópicas. Por lo tanto, el término organizaciones de la sociedad civil abarca una gran variedad de

organizaciones: grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos indígenas, organizaciones de caridad, organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones. Existe una gran pluralidad en cuanto al origen, intereses y características de las organizaciones que componen la sociedad civil, por esta razón se presentan desencuentros e incluso choques entre unas y otras. Por ejemplo, los objetivos de una organización defensora del medio ambiente pueden ir en contravía de los intereses de organizaciones sindicales que buscan la

ampliación del trabajo y el desarrollo de grandes industrias que provean de empleo a muchas más personas. Por último, el concepto de sociedad civil está íntimamente relacionado con la democracia, ya que esta última se ve reforzada de manera evidente cuando existe una sociedad civil participativa, que reclama y confronta al Estado, exigiendo que dé respuesta a las necesidades e intereses que no han sido canalizados por vía de la representación de los partidos políticos. Es así que los politólogos venezolanos Salvador Cazzato y Eduardo Romero, la han definido como “el espacio público por excelencia, el lugar donde los ciudadanos, en condiciones mínimas de igualdad y de libertad cuestionan y enfrentan cualquier norma o decisión que no haya tenido su origen o rectificación en ellos mismos”. Etica Civil Desde hace algunos años se viene hablando de "ética civil" para referirse a la dimensión moral de la sociedad en su conjunto. Con la expresión y el concepto de ética civil se alude al específico y peculiar modo de vivir y de formular la moral en la sociedad secular y pluralista. Por definición, la ética civil se presenta como el proyecto unificador y convergente dentro del legítimo pluralismo moral de la sociedad democrática.

La necesidad de una Etica civil: Puesto que los humanos son seres sociales, se pueden unir con otras personas que tienen ideales de vida semejantes para realizar ciertos proyectos. Hay, sin embargo, muchas personas que tienen actitudes, ideales y propuestas muy diferentes, incluso pueden ser opuestos. ¿Qué se debería hacer ante ellos? ¿Eliminarlos? De ninguna manera, pues la sociedad se convertiría en una jungla donde sólo impera “la ley del más fuerte”. Hay que aprender a convivir con aquellas personas cuyos ideales de felicidad son diferentes a los nuestros. Y, para que esto sea posible, es necesaria la existencia de por lo menos algunos compromisos mínimos que todos se declaran obligados a respetar. La llamada “ética civil” consiste precisamente en el reconocimiento de unos “mínimos” morales básicos necesarios para garantizar la convivencia en una sociedad democrática. Pero, ¿cuáles serían esos “mínimos”? Veamos los esenciales: • El respeto a los derechos humanos básicos, por lo menos los incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la ONU. • La aceptación del pluralismo, lo cual implica que en una sociedad pueden convivir personas con concepciones del mundo y modos de vida diferentes. Las sociedades en donde existe un partido oficial o una religión oficial, y donde se persigue a los disidentes, no son pluralistas. • La tolerancia, tanto por parte del Estado como de la sociedad civil, de aquellos que tienen modos de vida diferentes o de las minorías étnicas, raciales o religiosas. • La actitud de diálogo ordenado para negociar los conflictos que se presenten entre los ciudadanos y la existencia de

espacios donde se puedan discutir las distintas perspectivas. Educarnos para ejercer la ciudadanía: La ética civil supone que las personas se deben formar para ejercer como ciudadanos. El ciudadano es un sujeto de derechos y deberes que, cuando obra, intenta hacerlo de forma autónoma, es decir, basado en convicciones que son razonables y pueden ser defendidas públicamente mediante una buena argumentación. El ciudadano se diferencia del vasallo de la época feudal, que se comprometía, bajo juramento, a obedecer en todo a su señor; este último, a cambio, le ofrecía protección para su vida. Se diferencia también del mero súbdito, propio de las monarquías absolutas, que no sólo se encontraba bajo la autoridad absoluta de un monarca, sino que incluso debía estar dispuesto a dar la vida por él. Es muy diferente también del esclavo (antiguo o moderno) que vive bajo un régimen de explotación y dominación económica, política y cultural que le impide desarrollarse como persona. Lo que garantiza la existencia de una sociedad democrática no son sólo la Constitución y las leyes, o incluso ciertas instituciones (como el Parlamento, el sistema electoral o un sistema de administración de justicia independiente del Ejecutivo y del Legislativo); ni siquiera que se reconozcan formalmente ciertos derechos a los individuos o la existencia de mecanismos de participación. Más allá

de estos requisitos generales de la democracia, hay unos principios fundamentales para toda forma de vida democrática como: • El bien común, en contraposición a la mera defensa de los intereses particulares. • La búsqueda de la justicia, que es la finalidad misma de toda sociedad bien organizada. • La libertad individual, que permite a individuos diferentes desarrollarse de formas distintas y buscar su propia felicidad. Lo esencial para que una democracia funcione efectivamente es la existencia de ciudadanos capaces de hacer valer estos principios, es decir, de ciudadanos que busquen el bien común, que siempre intenten actuar de forma justa y sean respetuosos de la libertad individual, tanto la suya como la de los otros; ciudadanos con la capacidad de defender sus derechos y de cumplir responsablemente con sus deberes; y, sobre todo, ciudadanos que piensen por sí mismos, realicen juicios propios y estén dispuestos a participar activamente en las decisiones sociales. Todo esto supone que nos eduquemos para ejercer la ciudadanía, lo cual implica:

• Desarrollar la capacidad para pensar de un modo crítico, reflexivo y creativo.

• Desarrollar la capacidad para hacer juicios morales autónomos.

• Desarrollar la imaginación y creatividad.

• Desarrollar actitudes y valores democráticos, como el diálogo, la tolerancia y el respeto por la diversidad.

• Tener un conocimiento de nuestra historia, de nuestras instituciones, de las reglas que rigen la sociedad en que vivimos y de los principios que le dan sentido a esas reglas.

Ser buenos ciudadanos es una tarea difícil, pero también importante, por eso todos se deben preparar. Actividad Después de leer el documento y buscar las palabras cuyo significado desconoces, contesta las siguientes preguntas:

1. ¿La sociedad civil se puede considerar apolítica? Sustenta tu respuesta

2. ¿Porqué se puede afirmar que la sociedad civil es necesaria para la democracia de un país?

3. ¿Qué importancia podrían tener, para un país como el nuestro, los postulados de la ética civil? ¿Podrían ser útiles como una base para pensar en formas de resolver los conflictos internos de la sociedad colombiana?

4. Elabora un cuadro (trama) explicando las principales diferencias sociales, económicas y políticas entre un vasallo (Edad Media) un súbdito (monarquía absoluta), un esclavo (Edad antigua) y el ciudadano de una democracia

5. ¿Colombia cuenta con verdaderos ciudadanos? Sustenta tu respuesta

La conciencia como juez último de Las opciones (Ficha 3) Vitales y valorativas

La necesidad de tomar decisiones La vida humana es una cadena de decisiones. A cada persona le corresponde decidir cuál es el tipo de vida que quiere vivir. También cada quien se ve obligado a elegir las formas adecuadas de realización de ese estilo de vida que, con cada decisión, va eligiendo. Las decisiones diarias van desde las más elementales (por ejemplo, cómo vestirse o qué le gustaría comer) hasta decisiones fuertes” en las cuales se elige no ésta o aquella cosa particular, sino que se elige un modo de vida específico, por ejemplo, casarse o no, y con quién; estudiar una determinada carrera o profesión. o elegir vivir en un determinado lugar. Hay incluso decisiones que además comprometen a otras personas, cercanas e incluso lejanas y desconocidas. Cada una de las decisiones determinan cuál es el tipo de persona que una persona quiere ser y cuál es el tipo de mundo que quiere construir con sus acciones. Es muy importante tomar buenas decisiones, pues algunas decisiones: • No son reversibles, por ejemplo, tener un hijo es algo que compromete a un padre y a una madre por el resto de su vida. • Son determinantes para el desarrollo futuro, por ejemplo, la elección afectiva o profesional. • Pueden comprometer seriamente la libertad y felicidad, sobre todo cuando se toma una mala decisión, ya sea porque es incorrecta o apresurada. Hay decisiones vitales muy importantes en las que puede resultar muy grave equivocarnos. Lo que implica tomar decisiones Para tomar mejores decisiones, es importante que tener en cuenta, en primer lugar, que hay decisiones de distintos tipos. Veamos por lo menos tres tipos de decisiones: Decisiones pragmáticas. Son aquellas en las cuales no se duda, por lo menos en principio, de la bondad del objetivo que se desea. Puesto que el objetivo es claro, se trata de elegir los medios más adecuados para conseguir ese fin buscando. Las decisiones pragmáticas se rigen por criterios de: • Conveniencia, es decir, adecuación de los medios al fin previsto. • Eficacia o capacidad para lograr los efectos deseados con las acciones. • Eficiencia o capacidad para lograr los mejores resultados con la mayor economía de recursos. Así son, por ejemplo, muchas de las decisiones que debe tomar el jefe de una empresa cuando hay una crisis económica en ella: puesto que tiene clara meta de salvar la empresa, después de analizar cifras, consultar datos, hacer proyecciones y cálculos, debe finalmente optar por elegir los medios más adecuados para lograr acabar con la bancarrota de la empresa en el menor tiempo y con los menores traumas posibles. Decisiones éticas. Son aquellas en las cuales se intenta determinar qué es bueno de acuerdo con el tipo de persona que se quiere ser y el tipo de mundo que se desea construir. Para tomar una decisión ética no bastan los criterios de conveniencia, eficacia y eficiencia, se debe tener clara la historia personal, las cosas que más se valoran y por qué, y los ideales de vida. Aquí entran las decisiones fuertes” de las que hablamos al comienzo, como casarse o no casarse, y con quién, elegir una profesión o trabajo, elegir un lugar y un modo de vida específico. Todas estas son decisiones muy importantes, porque ellas son las que determinan cuál será el desarrollo futuro como personas. Decisiones morales. Son ese tipo de decisiones en las cuales ya no sólo se busca lo que es adecuado a unos fines determinados, ni sólo lo bueno para mí” en un momento dado, sino que se debe decidir sobre lo que es justo para todos. Este tipo de decisiones, por lo tanto,

compromete la vida personal y la vida de otras personas, que pueden ser allegados o miembros de la sociedad que son lejanos. Las decisiones políticas y económicas, puesto que afectan la vida de muchas personas, tienen que regirse por criterios de justicia, de igualdad, de tolerancia. Tomar este tipo de decisiones, relacionadas con leyes, políticas e impuestos exige una responsabilidad muy especial. Cualquier decisión que se tome, sea del tipo que sea, es siempre algo muy complejo, pues implica tener en cuenta distintos factores. Veamos algunos elementos que se deben considerar a la hora de tomar una decisión: • Reunir toda la información básica que sea pertinente, con el fin de que la decisión se base en un buen conocimiento y comprensión de los hechos del caso. • Tener muy claro cuáles son los motivos que llevan a actuar de una determinada forma, pues esto permite actuar de forma consciente y determinar hasta dónde una persona se puede comprometer con su decisión. • Tener claras las razones que justifican la elección que se ha tomado. Para esto, hay que construir una buena argumentación que muestre por qué una persona sensata debería obrar como nosotros pretendemos hacerlo. • Conocer muy bien las circunstancias específicas (qué, quién. cómo, cuándo, dónde, por qué, con qué instrumentos) de cada acción, pues sólo ese conocimiento garantiza plenamente que una persona es consciente del contexto en que toma la decisión. • Prever las consecuencias posibles de una determinada forma de actuar y calcular imaginativamente las posibles ventajas, desventajas, beneficios y daños, que se podrían seguir de la opción elegida. • Saber cuáles son los valores que entran en juego en cada una de las decisiones, pues. a partir de las opciones vitales y decisiones tomadas, se decide el tipo de vida y el mundo que se quiere construir. La importancia de los criterios Para elegir en una situación dada, se necesita saber qué es lo relevante en esa situación, para lo cual, se requieren criterios. Los criterios son las “herramientas” que se utilizan para hacer mejores juicios, es decir, para que los juicios sean más ponderados y reflexivos. Si, por ejemplo, debes decidir cuál es la carrera universitaria a seguir, debes tener una serie de criterios a través de los cuales puedas orientarte. Algunos de esos criterios podrían ser: la carrera debe realizarte como persona, ser una profesión digna y bien remunerada, permitirte prestar un servicio a la sociedad, acomodarse a tus posibilidades de financiación. ¿Cuánto pesa cada uno de esos criterios? Eso lo debes decidir tomando en cuenta todos los factores señalados: motivaciones, recursos, valores personales, circunstancias personales, entre otros. Para que las decisiones sean mejores, los criterios deben ser: Amplios y variados, pues permiten ver mayor cantidad de opciones y tener elementos de juicio más completos. Si se tiene un único criterio sólo se puede ver las cosas desde una perspectiva. Relevantes, es decir, adecuados a la situación. No todos los criterios son adecuados a todas las circunstancias; por ejemplo, el criterio de la eficiencia puede que no sea útil a la hora de elegir una pareja, pues el noviazgo o el matrimonio no son una empresa productiva. Flexibles, pues los criterios no tienen un valor absoluto sino que dependen de las circunstancias específicas. Una persona que, por ejemplo, aplica el mismo criterio rígido de productividad y economía a todos los actos de su vida pierde la capacidad para comprender que hay situaciones en donde otros criterios, como el cariño o el sacrificio por las personas que amamos, pueden ser mucho más adecuados.

Aunque los criterios se deben elaborar para cada circunstancia y para cada elección, es de suma importancia ser conscientes de los criterios que guían las decisiones. Eso ayuda a tomar decisiones más responsables y mejor razonadas. Construir en cada caso los criterios que han de orientar en las elecciones es uno de los signos de que una persona es crítica y reflexiva. La conciencia como juez último de las opciones vitales y valorativas Tener la información y los datos, para tomar una decisión es muy importante, pero insuficiente, pues lo que determina la elección de una opción como mejor frente a otra son las opciones valorativas. Por ejemplo, una persona puede considerar más importantes la justicia y la equidad que el rendimiento económico. Esa consideración determina radicalmente las opciones vitales y valorativas que realice. En la medida en que se tienen claras esas opciones, las elecciones pueden ser más sencillas de tomar, mejor razonadas y más ponderadas y reflexivas. Adicionalmente, a la hora de tomar una decisión todos los factores tienen que ser previamente examinados, pues ninguno de ellos pesa por sí mismo. Esto genera preguntas como: ¿qué pesa más y qué pesa menos?, ¿por qué?, ¿es más importante este criterio o aquel otro?, ¿por qué valoro más una cosa que otra? Todo esto es algo que se decide en cuanto se trata de una persona libre que busca su felicidad. Y la base de todo esto es la propia conciencia, que se convierte en el ]uez último” de todas nuestras opciones vitales y valorativas. Lo anterior, por supuesto, supone que debemos formar bien nuestra conciencia para que no pueda ser manipulada por otros y para que, cuando juzgue, lo haga con criterios amplios, relevantes y flexibles. Se necesita, pues, formar la conciencia porque ella es la que permite, ante las decisiones que diariamente se deben tomar, analizar las múltiples posibilidades de acción, razonar con coherencia para ver las posibles consecuencias de los actos, comprender los contextos y circunstancias de las acciones, reconocer los intereses y necesidades propias y de otros, y, especialmente, hacernos conscientes de las opciones valorativas que deben guiar los juicios. . La conciencia es también un producto social Aunque la conciencia pueda ser considerada como “juez último” de todas las opciones, no significa, de ninguna manera, que pueda ser considerada como un juez infalible. De hecho, la conciencia está condicionada de muchas formas distintas. En primer lugar, porque, como lo ha mostrado el psicoanálisis de Freud, muchos de los actos de las personas están determinados por motivaciones que son inconscientes y que no siempre se dominan suficientemente (hay, en muchas tendencias agresivas e irracionales, además de ciertos prejuicios sociales, que condicionan). En segundo lugar, porque en el mundo hay toda una empresa dirigida a manipular la conciencia, a través de la propaganda y los medios de comunicación masiva. En tercer término, porque cada persona está determinada por las condiciones de género, posición social, costumbres sociales y creencias religiosas, entre otros. Como dijo alguna vez Carlos Marx, ‘no es la conciencia la que determina la vida, sino vida la que determina la conciencia”. Como persona, no eres un ser aislado, sino un sujeto social que te encuentras inserto en una red de relaciones sociales (relaciones familiares, clase social, de género, etc.) que determinan lo que eres y el modo como actúas y eliges. La conciencia se va formando poco a poco y por la interacción de múltiples factores sociales. Algunos de esos factores (como la familia, la clase social o el género) no los determinas. Sin embargo, y a pesar de lo frágil que pueda ser la conciencia, cada persona es el agente directo de su propia formación. De esta forma, si bien no puede modificar algunas de las

condiciones en que una persona nace o vive, sí puede formar la conciencia para hacer mejores juicios y tomar decisiones vitales más sensatas y reflexivas. Puesto que la conciencia es el juez último de las opciones vitales y valorativas, le corresponde a cada uno educarla para que lo oriente mejor a la hora de analizar las situaciones que vive y de construir los criterios a partir de los cuales se juzgan los diferentes aspectos. Para esto se necesita que, por una parte, se haga el esfuerzo de clarificar permanentemente los valores que orientan nuestras opciones y, por la otra, que cada quien esté siempre abierto a la perspectiva de los otros mediante el diálogo, la escucha y la reflexión crítica. Actividad Lee todo el documento Contesta detrás de la hoja

1. Elabora un mapa conceptual del documento

2. Escribe un ejemplo para una decisión pragmática, una ética y una moral.

3. Cuando decidiste continuar en nuestra institución en la media técnica Gestión de Negocios, ¿que criterios tuviste en cuenta?

4. ¿Los medios de comunicación cómo manipulan nuestra conciencia? Explica

5. ¿En tu proyecto de vida tienes en cuenta la conciencia?

TERCERA GENERACION: LOS DERECHOS DE LA SOLIDARIDAD (Ficha No. 4)

Los llamados derechos de la tercera generación" surgida en la doctrina en los años 1980, se vincula con la solidaridad, incluyen en que toda persona tiene que NACER Y VIVIR EN UN MEDIO AMBIENTE SANO. no contaminado de polución y de ruido, y también el derecho a NACER Y VIVIR EN UNA SOCIEDAD EN PAZ. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a escala universal por lo que precisan para su realización una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario. Estos derechos fueron promovidos a partir de los ochenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos Estos derechos no han sido recogidos todavía en una declaración internacional, pero son tan básicos como los anteriores, porque si se vive en un ambiente contaminado o en un ambiente de guerra, difícilmente se pueden cumplir los derechos de la primera y segunda generación. Es necesaria la SOLIDARIDAD INTERNACIONAL para que se puedan cumplir los de la tercera generación: ¿cómo se podrá acabar con la contaminación del medio ambiente si unos países se comprometen a no contaminar pero otros no? ¿Cómo se podrá acabar con las guerras mientras no haya un firme compromiso de todos para controlar en tráfico de armas?

Derechos de la Tercera generación

Son los mas modernos y se conocen como los derechos de la solidaridad, ya que solo se pueden realizar con la acción solidaria de los estados, los individuos, la comunidad internacional, las empresas y entidades públicas y privadas. Este grupo fue promovido a partir de la década de los setenta para incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones de la comunidad internacional. La autodeterminación.

• La independencia económica y política. • La identidad nacional y cultural. • La paz. • La coexistencia pacífica. • El entendimiento y confianza. • La cooperación internacional y regional. • La justicia internacional. • El uso de los avances de las ciencias y la tecnología. • La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos. • El medio ambiente. • El patrimonio común de la humanidad. • El desarrollo que permita una vida digna.

Derechos colectivos y del ambiente o de tercera generación (Colombia)

Los derechos colectivos y del ambiente, contenidos en los artículos 78 a 82, tratan básicamente sobre el bienestar de la comunidad y el espacio público y ecológico. En ellos, se garantiza que la ley regulará el control de calidad de bienes y servicios ofrecidos a la comunidad. Además, el Estado se compromete a velar por la protección de la integridad del espacio público.

En cuanto al medio ambiente, la Constitución asegura que el Estado colombiano planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales. Asimismo, cooperará con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas fronterizas.

Finalmente, la carta constitucional "prohíbe la fabricación, importación, posesión y uso de armas químicas, biológicas y nucleares, así como la introducción al territorio nacional de residuos nucleares y desechos tóxicos".

Protección y aplicación de los derechos

Los artículos 83 a 94 están destinados a dar continuidad y efectividad a todos los derechos anteriormente mencionados. Para ello, se disponen mecanismos legales a los cuales, los colombianos podrán acudir, cada vez que sea violado cualquiera de sus derechos.

De los deberes y obligaciones

El artículo 95, establece que todos los colombianos están en la obligación de respetar las leyes preconizadas en la carta constitucional. Para ello, a través de nueve puntos fundamentales, sintetiza los deberes de los colombianos. Entre ellos figuran: el respeto a los demás y a las autoridades; el principio de solidaridad social; la defensa de los derechos humanos; la colaboración para el buen funcionamiento de la administración de justicia; y la conservación del medio ambiente.

Actividad Lee con atención el documento, analízalo y desarrolla las siguientes actividades detrás de la hoja:

1. Identifica en tu barrio, colegio y casa situaciones en las cuales se esté vulnerando el derecho al medio ambiente. Cómo remediar esta situación?

2. Explica en que consisten el derecho a:

a. Coexistencia pacífica

b. Identidad nacional y cultural

c. El patrimonio común de la humanidad

3. Busca en periódicos desarrollos concretos del derecho a la paz, analiza la noticia que escogiste y emite una opinión sobre el hecho.

4. Lee los derechos de la tercera generación contemplados en la Constitución de Colombia. ¿Qué hace el gobierno para que estos se cumplan?¿ Lo está logrando?

5. Teniendo en cuenta que los derechos de la tercera generación son colectivos, ¿Qué mecanismos tendrán que emplear los pueblos para lograr el cumplimiento de estos?

Recuerda El trabajo es individual

Fecha de entrega Miércoles 13 de Mayo

Como eres una persona responsable, no pedirás se te posponga la fecha de entrega.

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