Trato de entender a la FIL

Yo soy Jacinto, un visitante más de la Feria Internacional del Libro, ingresé a la expo Guadalajara sin pagar y todo porque tengo una amiga que es de

prensa y me prestó su acreditación afuera del lugar, a ella ya le habían sellado el brazo izquierdo para que los dos pudiéramos entrar sin pagar

un peso. No se los demás visitantes pero yo acudí un par de días.

Catálogo de Libros en FIL

En realidad mis propósitos eran dos; el primero comprar unos cuantos libros y el segundo simple y sencillamente pasar la tarde caminando por todos y

cada uno de los pasillos de las editoriales, no planeé ir a ninguna conferencia ni nada de esos súper encuentros de intelectuales, si acaso

acudiría a una que otra presentación de algún libro en la que me aseguraran que me fuera a divertir.

Valorando la cultura.

Acudí jueves y viernes honestamente me sorprendió, yo nunca había estado en lugares como esos ni en ferias de nada más que en las de los pueblos. Nada que ver. En este lugar de Guadalajara había demasiada

gente, tanta que ni siquiera pude cumplir a plenitud mi primer propósito, como planeé comprar varios libros me fuí con un bolso del mandado de los grandes y al caminar por los pasillos la gente me golpeaba con sus

brazos, o también con sus bolsos.

Editorial llena

Me sorprendí con tanta gente y todos esos libros en los que a simple vista se podía hacer un escaneo de los títulos, creo haber visto de todo; desde superación personal, novelas de misterio de esas que se vuelven best-

seller, clásicos de literatura, libros de fotografía, de colección, en fin… me imaginé a un visitante buscando un libro y no encontrándolo, seguro para

esa persona sería una gran decepción.

En las rebajas literarias.

Por otro lado, traté de calcular las ganancias de las editoriales, en mis dos días de visita no vi ni un solo puesto editorial vacío, fueron en vano los cálculos pues para mi pobre capacidad matemática las ventas fueron incalculables, de lo único que estoy seguro es que han de haber sido

buenísimas ganancias, con todo y el robo de libros.

Inventario

Al caminar hacia una explanada que divide el área internacional del resto de la FIL, me decepcioné un poco. Me percaté que había muchos

adolescentes con su uniforme escolar desde que ingresé al recinto, pero al llegar a esa área me topé con la sorpresa de que la gran mayoría de esos

estudiantes se encontraban sentados, acostados, o incluso algunos dormidos, quizás suene un tanto intolerante por este tipo de quejas, pero

en realidad me parece que si van a traer estudiantes adolescentes es porque les interesa la literatura, que aceptémoslo no por ser estudiante te

debe gustar leer.

Desaprovechando la literatura

Solo pensé en que ojalá el próximo año los lugares gratuitos a la FIL cuesten trabajo para que se valore un poco más el hecho de estar ahí, en lugar de solo ir a acostarse o a autorretratarse para sus álbumes de Facebook “Yo en la FIL 09”. O para que Yordi Rosado les firmase su ultima edición del

“Quihubole qué”.

Pero al contrario de lo anterior, me encontré con muchas personas que si aprovecharon el evento; cargaban con presunción sus grandes bolsas

cargadas de libros, su periódicos gratuitos, o el programa de actividades de la feria, me encontré con que muchos de esos pasquines estaban

marcados con las actividades preferidas del dueño, interesante y desmintiendo a esos que dicen que en este país no hay lectores o

cultura.

Aprovechando la literatura

El invitado de este año a la feria fue la cosmopolita ciudad de Los Ángeles, California, y este hecho supongo ocasionó la visita de muchos de sus

residentes a colaborar en el evento. Consigo se trajeron sus automóviles un poco modificados al estilo chicano low-rider y un grupo de músicos para que alegraran las noches de la explanada Expo-Guadalajara, entre ellos Ozomatli, Poncho Sánchez, Los Lobos y Wayne Shorter Quarter.

Se admira a los chicanos

Personalmente creo que lo mejor de los angelinos fueron los eventos musicales, seré honesto pero con toda esa cultura de chicanismo y

Hollywood, no creo mucho en la intelectualidad que pueda existir, admito su alto valor cultural desde un sentido antropológico; tantas razas

mezcladas han formado una cultura popular muy vasta que se dejó ver entre la gente caminante y los conciertos, pero nada más. Reitero es mi

opinión y respeto a quien no coincida.

El pabellón del evento, no me gusto mucho, yo lo llamé “el lugar mas frío del centro del mundo”, en sentido literal y no; la decoración creo era muy

simple y pobre para el gran arte angelino. Salí de la FIL como por eso de las ocho de la noche con muchas ganas de

comer, intenté hacerlo en el restaurant que estaba dentro, pero mi presupuesto no lo permitió, para quien no lo sepa la comida, los libros y

cualquier producto con capacidad de comercializar es caro. .

El lugar más frío del mundo

Me dirigí a una obra de teatro organizada también por la FIL, en el teatro experimental de la ciudad de Guadalajara, la obra “1984” de George

Orwell llevada al escenario por una compañía (obviamente) angelina. No tengo mucha experiencia como espectador teatral, pero el hecho de ver

una obra subtitulada me pareció extraño, estuve muy atento a los actores, a la escenografía y a la pantalla superior, en fin salí maravillado y hasta

discutí con un amigo sobre el Gran Hermano que controla nuestro mundo. Llegamos a la conclusión de que en nuestros días ese hermano mayor se

llama dinero, pero esa es otra historia

Al llegar a mi casa como todas las noches, realicé una supuesta retrospectiva del día; y me vinieron a la mente esa infinidad de libros y de gente; solo puedo pensar en que ojalá las librerías estuvieran así de llenas en la cotidianidad, que ojalá se organizaran

más conciertos gratuitos de calidad como esos a lo largo del año, que se valoraran estos eventos en su totalidad y en que los libros fueran más baratos.

Libros y más libros

En la FIL hay de todo.

Tiempo para la diversión

Let me tell you something about L.A.

Trino Sorprendido

Una prueba del arte angelino