Limitaciones de los colorantes en la biopsia selectiva del ganglio centinela del melanoma
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Limitaciones de los colorantes en la biopsia selectiva del gangliocentinela del melanomaSr. Editor: En las últimas dos décadas se handesarrollado diferentes métodos para la biopsiaselectiva del ganglio centinela1. Con ellos se pre-tende detectar aquellos ganglios linfáticos quetienen mayor probabilidad de estar afectados,en primer lugar, en la diseminación tumoral lin-fática. Aunque se ha aplicado especialmente enlos cánceres de mama y melanoma2,3, tambiénse ha utilizado para otros tipos de tumores4. Ladetección de estos ganglios centinelas se realizamediante el uso de sustancias marcadoras quepenetran en el sistema linfático peritumoral, loque permite reconocer las primeras estacionesganglionares que se afectan, aislarlas quirúrgi-camente y efectuar un estudio histopatológicode las mismas que condiciona la realización ono de la linfadenectomía correspondiente y evitagestos intermedios de muestreo ganglionar alea-torio para la estadificación. Entre las sustanciasutilizadas destacan los colorantes y los marcado-res radiactivos. Tanto los unos como los otrosson moléculas de distintos tamaños que, unavez que pasan al sistema linfático, se acumulanen el ganglio centinela al ser fagocitados por cé-lulas del sistema reticuloendotelial, y permitensu visualización directa o identificación median-te sonda de detección de radiación gamma enla intervención, respectivamente. En nuestra experiencia con la biopsia selectivadel ganglio centinela en el melanoma, hemoscomprobado unos excelentes resultados en sulocalización con trazadores radiactivos, perotambién hemos realizado algunas observacio-nes que dan pie a comentar las posibles limi-taciones de los marcadores tintoriales.
Caso 1. Varón de 26 años con varios tatuajes, uno deellos en el antebrazo derecho y otro en la cara exter-na de la mitad distal del brazo derecho, realizados 15años antes, que consultó por una tumoración pig-mentada en el tercio proximal del mismo brazo. Laexéresis de la lesión con márgenes ajustados demos-tró un melanoma de extensión superficial de 2 cm dediámetro mayor y 1,6 mm de espesor de Breslow,por lo que se procedió a la ampliación de los márge-nes quirúrgicos a 1,5 cm y a la biopsia selectiva delganglio centinela. Dos horas antes de la intervenciónse administraron mediante inyección intradérmica,en torno a la cicatriz previa, cuatro dosis de 250 µCide sulfuro coloidal marcado con 99mTc (Lymphoscint,Solco Nuclear, Birsfelden, Suiza). Se registró unagammagrafía dinámica postinyección y se efectuaronregistros estáticos a los 30, 60 y 120 min. El estudiopuso de manifiesto un único canal de drenaje linfáti-co hacia la axila derecha y un solo ganglio centinelaque, en la intervención, se localizó mediante sondadetectora gamma (Gammed-2B, Eurorad, Estrasbur-go, Francia). En la disección axilar se evidenció queeste ganglio presentaba una coloración oscura, com-patible inicialmente con el aspecto macroscópico deuna metástasis de melanoma, aunque el estudio his-topatológico con hematoxilina-eosina y técnicas in-munohistoquímicas (S100, HMB45) demostró depó-sitos de pigmento no melánico (tinta) intersticiales yen macrófagos, con ausencia de melanocitos.
Caso 2. Mujer de 51 años con una lesión de 0,7 cmde diámetro en la región escapular derecha, diagnos-ticada de melanoma de extensión superficial con 2mm de espesor de Breslow y signos de regresión. Conla misma sistemática descrita en el caso anterior, sedetectó un ganglio centinela axilar derecho pigmenta-do que, en el estudio anatomopatológico definitivo,sólo puso de manifiesto melanófagos, sin evidenciarmetástasis.
En relación con los trazadores, diversos auto-res han comprobado la mayor tasa de sensibi-lidad de los marcadores radiactivos o de la
combinación de los dos tipos frente al uso decolorantes únicamente5-9. Por una parte, latécnica con los colorantes es más laboriosa yprecisa de mayor experiencia, ya que la sec-ción de canalículos linfáticos, con la siguienteextravasación del colorante y la tinción de lasuperficie de la grasa y adenopatías, puedehacer imposible una correcta disección e iden-tificación de estructuras. Por otro lado, los isó-topos radiactivos permiten una discriminacióncuantitativa entre ganglios, por la mayor inten-sidad de captación o actividad del ganglio cen-tinela con respecto a los que pueden conside-rarse secundarios (ganglios accesorios), lo quees difícil de distinguir en el caso de los marca-dores tintoriales. Además, el abordaje quirúrgi-co en el caso de los marcadores radiactivos esmucho más selectivo, lo que permite la cuanti-ficación perioperatoria, y en caso de realizarseuna gammagrafía preoperatoria se puede de-terminar si existe más de un drenaje implicadoy su localización topográfica. A esto se añadeque la pigmentación de las adenopatías puededeberse ya no sólo a la metástasis del melano-ma o al colorante, sino a la presencia de mela-nófagos, asociados o no a fenómenos de re-gresión tumoral o, como ocurrió en uno denuestros casos, a macrófagos cargados de co-lorante procedente de tatuajes. En conclusión, la pigmentación macroscópicade un ganglio linfático no implica necesaria-mente su infiltración por células metastásicasde melanoma, requiriéndose para este diag-nóstico el estudio histopatológico, a ser posiblecon técnicas inmunohistoquímicas (HMB45).Además, para la biopsia selectiva del gangliocentinela proponemos que, al menos para elmelanoma, los marcadores tintoriales se usenasociados a marcadores radiactivos, y nocomo único método de detección, con el finde facilitar la correcta identificación del verda-dero ganglio centinela.
Antonio Piñero, Jorge Martínez-Escribanoa, Enrique Martínez-Barbab y Pascual Parrilla
Servicios de Cirugía General, aDermatología y bAnatomía Patológica.
Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia.
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Absceso de psoas por Streptococcus agalactiae secundario a espondilodiscitis lumbarSr. Editor: El absceso del músculo psoas (AP)es una entidad poco común, pero descrita enlos últimos años con mayor frecuencia. El APse clasifica en secundario o primario depen-diendo de la existencia o no de un foco infec-cioso localizado en alguna de las estructurasretroperitoneales relacionadas anatómicamen-te con el músculo psoas. Presentamos 2 casosde AP secundario a espondilodiscitis lumbarproducidos por Streptococcus agalactiae, ger-men que ha sido implicado de manera excep-cional como causa de AP.
Caso 1. Varón de 73 años con antecedentes de dia-betes mellitus no insulinodependiente y adenocarci-noma de próstata, tratado mediante resección tran-suretral una semana antes. Ingresó por fiebre y dolorlumbar desde el día siguiente a la intervención qui-rúrgica. En la exploración física destacaba tempera-tura de 39,5 °C y limitación de la movilidad lumbarjunto a maniobra del psoas positiva. El resto de la ex-ploración física fue normal. El hemograma demostró6,1 × 109/l leucocitos (81 N, 11 L, 5 M), Hb 96 g/l,plaquetas 135 × 109/l, VSG de 113 mm la primerahora; glucemia 187 mg/dl (10,3 mmol/l), creatinina1,1 mg/dl (941 mmol/l). Resto de parámetros norma-les. En el cultivo de orina se encontraron 40.000UFC/ml de Staphylococcus hominis. La radiografía detórax y un ecocardiograma fueron normales. La radio-grafía de columna lumbar revelaba un aumento de ladensidad de las vértebras L2-L3. La TC abdominalevidenció una imagen compatible con absceso en elmúsculo psoas izquierdo y la RM confirmó el diag-nóstico de espondilodiscitis L2-L3. En tres hemocul-tivos creció Streptococcus agalactiae. El paciente recibió tratamiento antibiótico hasta completar 6 se-manas. En una TC de control realizada 3 meses des-pués del diagnóstico se objetivó la desaparición delAP y de la espondilodiscitis.
Caso 2. Varón de 61 años diagnosticado de adeno-carcinoma de próstata 5 años antes, que ingresó porfiebre y dolor lumbar de 2 meses de evolución. En laexploración física presentaba limitación en la rotacióninterna de la cadera derecha con maniobra del psoaspositiva. El resto de la exploración física fue normal.El hemograma demostró 5,7 × 109/l leucocitos (58 N,27 L, 8 M, 4 E), Hb 87 g/l, plaquetas 412 × 109/l yVSG de 121 la primera hora. Los parámetros bioquí-micos, incluyendo glucemia, CK, AST, LDH y el siste-mático de orina, fueron normales. También fueronnormales la radiografía de tórax y el ecocardiograma.En la TC abdominopélvica y de columna lumbar seobservaron imágenes compatibles con absceso delmúsculo psoas derecho y espondilodiscitis L2-L3. Seefectuó punción-aspiración percutánea del abscesoobteniéndose un líquido purulento donde se cultivóStreptococcus agalactiae. Tres hemocultivos seriadosfueron negativos. El paciente precisó limpieza quirúr-gica del absceso, recibiendo tratamiento antibióticohasta completar 8 semanas. La gammagrafía y la TCabdominal de control realizadas a los 3 meses deldiagnóstico fueron normales.
La primera descripción de AP fue hecha porMynter en 18813. En el AP secundario los fo-cos infecciosos más frecuentes son el digesti-vo, genitourinario y el óseo1. En los últimosaños asistimos a un aumento en el número decasos de AP tanto primarios como secundariosen países desarrollados, en donde siguen sien-do más frecuentes los AP secundarios4. En es-tos últimos, los gérmenes aislados con mayor
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CARTAS AL EDITOR