Cultural 06-11-2015

8
PÁGS. 4 y 5 JUEGO de gallos SUPLEMENTO SEMANAL DE LA HORA, IDEA ORIGINAL DE ROSAURO CARMÍN Q. GUATEMALA, 6 DE NOVIEMBRE DE 2015 Fotografía de Elí Orozco

description

Cultural 06-11-2015

Transcript of Cultural 06-11-2015

Page 1: Cultural 06-11-2015

PÁG

S. 4

y 5

JueG

o

de

gal

los

supl

emen

to s

ema

na

l d

e la

ho

ra, i

dea

ori

gin

al

de

rosa

uro

Ca

rmín

Q.

Guat

emal

a, 6

de

novi

embr

e de

201

5

Fotografía de Elí Orozco

Page 2: Cultural 06-11-2015

Página 2 / guatemala, 6 De noviembre De 2015

Mis iMpresiones sobre el libro “140 días de priMavera” y su presentación en la erre

literadura irresponsabilidades de la historiaPor LeoneL Juracán

Por DonaLD Josué urizar MiranDa

Fotografía de Ricardo Arriaza Vega (Flickr)

El martes tuve la mala suerte de encender la televisión y toparme con el nuevo programa que se transmite por la televisión nacional: Baila Fanta. Al parecer, el éxito obtenido por Combate

ha suscitado nuevas expresiones de esta cultura de masas. Programas que resultan de la repetición inconsciente de modelos que circulan en la televi-

sión internacional, pero que requieren el mínimo esfuerzo tanto por parte de los productores como de los televiden-tes. La fórmula es sencilla: crear un producto que ofrezca a cada partici-pante un reconocimiento mediático, mientras se venden las imágenes del

proceso mismo.

Como muchos jóvenes conscientes de su papel histórico en la reciente coyun-

tura política, había estado presente, sábado a sábado participando en las marchas, caminatas, vigilias y demás acciones contra el gobierno del depues-

to presidente otto pérez molina (con minúsculas) y roxana baldetti elías

(también, con minúsculas).

o que me resultó mucho más que incómodo fue observar a un grupo de jóvenes, probablemente entre los 12 y 15 años, dis-frazados de kaibiles, ¿Es

esto una broma de mal gusto? Llámen-me conspirafóbico, pero la verdad es que no me parece casualidad. Tanto si es un acto premeditado como si es la iniciati-va “inocente” de un grupo de jóvenes, el hecho me pareció ilustrativo de la falta de conciencia que se promueve en Gua-temala, tanto desde los medios de comu-nicación como desde la misma escuela.El por qué un grupo de niños se siente

identificado con la imagen del soldado, no se trata sencillamente de que hayan visto G.I. Joe, sino también que refleja el machismo, la militarización y la falta de conciencia histórica que se promueve no solamente en los medios masivos, sino desde la misma escuela.Otro, es el problema de la falta de iden-

tidad. Recibir con beneplácito las formas de cultura global sin cuestionar es tam-bién el resultado de no tener una pro-puesta propia, una imagen en la cual nos reconozcamos, sin tener que tomar de modelo a Rambo y Daddy Yankee.Pero no podemos esperar cambios cuan-

do La Identidad Guatemalteca sigue sien-do uno de los grandes temas pendientes. Y al decir esto, tampoco es que esté apelando a ese nacionalismo huero que consiste en ostentar símbolos patrios y folklorizar a los pueblos originarios. Es algo cuyas raí-ces están en la falta de una historia en la cual se reconozcan plenamente cada uno de los actores que conforman el presente.La identidad guatemalteca no es ho-

mogénea, y esto se debe, para empezar, a que no podemos reconocernos en una historia oficial que niega los lazos entre

abía de muchos amigos que habían atendido el lla-mado de la Galería Erre, Editorial RARA, Nómada y el estudio de Julio Zadik enviando su material a la

convocatoria promocionada vía facebook y tuiter para aportar fotografías tomadas durante las manifestaciones pacíficas en las plazas y calles del país. Ellos anuncia-ban una curaduría previa a la exposición y quería saber finalmente qué criterios utilizaron para plasmar la historia a tra-vés del lente fotográfico de los artífices de la masa crítica que salió, sábado a sábado, a las calles durante estos últimos meses.Después de una hora de tráfico en una

rotonda, llegué finalmente a la Galería La Erre. Al ver las fotografías, no pude alejar el sentimiento que significó ver esa Pla-za de La Constitución abarrotada un 25 de abril en la ciudad de Guatemala y un Parque a Centroamérica en Quetzalte-nango inundados con voces vituperando la renuncia de otto y baldetti; esas lágri-mas derramadas de mi parte cuando vi descender por la 12 avenida de Xela a la histórica - pero durmiente - Universidad de San Carlos de Guatemala junto a sus alumnos, profesionales conscientes y so-ciedad civil hermanada después de años de segregación social. Después de esa regresión mental, co-

mencé a buscar las fichas de las obras expuestas, la cronología de las marchas a través de los lentes, las manifestacio-nes de los departamentos del interior que acudieron al llamado bajo la consigna #RenunciaYa y sobre todo, los nombres, o las impresiones de los propios fotógrafos que exponían sus fotografías. No encon-tré nada de ello.Sólo vi una especie de “puzzle” desar-

mado y desproporcionado con relación a las diversas proporciones del papel fo-tográfico expuesto, sin un orden, sin cro-nología, sin narrativas, sin mensajes: solo los rostros crudos, las mentadas de madre y los rostros de personajes destacados y emergentes dentro del acontecer sociopo-lítico- cultural y la coyuntura derivada de las marchas, documentando en un 99% - me atrevo a decir - lo vivido SOLAMEN-

LS

de los latifundistas que en 1821 intenta-ron la anexión a México, y luego se hicie-ron la guerra por problemas comerciales. El Himno Nacional que todos cantan dice

“Y lograron sin choque sangriento…” y al decir esto se pasa por alto que apenas dos meses después de la declaración de 1821, Mariano Bedoya y Remigio Maida, mu-rieron en una de las primeras escaramuzas entre quienes apoyaban la anexión y los que se oponían, se olvidan los 200 asesinados en El Salvador por Vicente Filísola, en compa-ñía de sus tropas lideradas por los oficiales Arzú, García Granados, Montúfar, Pavón y Aycinena. Los enfrentamientos en ciudades como León, en Nicaragua y Comayagua, en Honduras.Esto no es nada nuevo, se conoce en me-

dios académicos, ¿Pero por qué no se dis-cute fuera de ese ámbito? Porque muchos son los que pagados por la “Asociación de Amigos del País” (váyase a saber de qué país son amigos) se han prestado a una historia oficial que resulta discontinua, evitando hablar de los momentos en que sus intenciones se hacían manifiestas. Como cuando los investigadores Pedro Pérez Valenzuela y José Joaquín Pardo fueron perseguidos por revelar el Acta redactada por los conservadores de 1821.Personalmente, también he tenido que

ver los extremos a los que se puede llegar para mantener esa visión hegemónica de historia. Durante 1997, cuando se cele-braban los treinta años de la entrega del Premio Nobel a Miguel Ángel Asturias, anduve investigando quién era Asturias como persona, y cuál era su postura ante la dictadura de Jorge Ubico. Esto me lle-vó a entrevistar a Miguel Ángel Vásquez, quien había sido su secretario en París. Entre otras múltiples anécdotas, me con-tó que la fama bohemia del Premio Nobel, proviene de esa relación conflictiva con el Presidente, pues la mayor muestra de in-conformidad que tuvo, fue presentarse al Congreso cuando se discutía la reelección de Jorge Ubico, en 1943, en avanzado es-tado etílico y llevando como regalo un ramo de flores para el Presidente. Picado por la curiosidad, fui a la he-

meroteca para corroborar el dato, y nada, los periódicos de la época men-cionaban la reelección del dictador por “voto unánime” del Congreso. ¿Estaba el voto de Asturias ahí? Fui entonces a buscar el diario de Actas del Congreso, donde afortunadamente pude constatar que el voto no había sido unánime, un solo diputado se había opuesto: Felipe Valenzuela, padre del actual periodista. Sin embargo, las dos páginas en donde estaría la firma de Asturias, habían sido arrancadas. Supongo que en un acto de “Vandalismo académico”.

el pasado prehispánico y el presente. La misteriosa desaparición de los mayas, se sigue enseñando en muchas escuelas, apañado por la falta de difusión de los recientes hallazgos arqueológicos, la ab-soluta falta de iniciativa para incorporar estos conocimientos a la historia oficial, y el papel negativo que juegan ciertas pe-lículas y documentales. Claro, no podía-mos esperar otra cosa, cuando las investi-gaciones más completas sobre estos temas son financiados por universidades nor-teamericanas y europeas, en las que los investigadores guatemaltecos aparecen muchas veces como simples “colaborado-res”. Sin que podamos hacer un recuen-to detallado de la otra colaboración, que prestan los saqueadores y coleccionistas privados que los financian.

Digamos que si pusiéramos en un solo volumen el compendio de nuestras lagu-nas históricas, no tendríamos un libro de historia sino el mapa de un archipiélago. Aquí donde debemos reconocer como ene-migos de la nación a los historiadores que encubren las mentiras, destruyen archivos, y presentan una versión parcial de los he-chos. Naturalmente, comprendemos que la objetividad de los investigadores siempre, y de forma inevitable irá marcada por su in-terpretación personal. Pero no se trata sola-mente de uno o dos de ellos, sino del relato histórico en su conjunto, que promueve una visión de país excluyente.La fecha misma en que celebramos la

independencia tiene sesgos que favore-cen los intereses de una clase política, que detenta el poder desde la Colonia hasta nuestros días. ¿Por qué no se aclara que el Estado de Guatemala, como lo conoce-mos hoy no nació el 15 de septiembre de 1821, sino el 17 de abril de 1839? Porque hasta hoy en día prevalecen los intereses

Page 3: Cultural 06-11-2015

Guatemala, 6 De noviembre De 2015 / PáGina 3

Mis iMpresiones sobre el libro “140 días de priMavera” y su presentación en la erre

Por DonalD Josué urizar MiranDa

Fotografía de Ameno Córdova

TE en ciudad de Guatemala.Me tomé la tarea de recorrer y rebuscar

entre el material fotográfico esa cohesión y ese despertar de un país que derrocó, por la vía democrática, un gobierno pro militar que nos tiene sumidos en la peor crisis económica y social de la historia democrática de Guatemala. No encontré nada de ello. Sin embargo, pude hacer es-tas lecturas:Noté DEMASIADAS alusiones al Pala-

cio Nacional de la Cultura y lo que signi-ficaba en el ideario colectivo: el derroca-miento, por la vía pacífica de un gobierno opresor, corrupto y ladrón. NO vi foto-grafías de un Parque a Centroamérica en Quetzaltenango que fue inundado masi-vamente dos veces: el 16 de mayo y el 27 de agosto, NO vi fotografías de la valiente Antigua Guatemala que impidió que Ma-nuel Baldizón diera su mitin en mayo.No encontré fotografías de Sumpango

Libre, ni fotografías de Despierta Hue-hue, ni fotografías de #HagámonosElPa-ro, ni la histórica unión de campesinos y estudiantes en mayo, ni la histórica foto-grafía de #UniversidadEsPueblo ondeada por alumnos de universidades privadas y la Usac, ninguna alusión a las grandes marchas multitudinarias para el #Paro-Nacional del 27 de agosto, ninguna alu-sión a los pueblos indígenas que se ma-nifestaron junto a las juventudes urbanas en diversos episodios de la coyuntura nacional.Lo que sí encontré -en vastedad- fueron:

DEMASIADAS alusiones a la “Revolu-ción de los Carteles” -como algunos aca-démicos denominaron la gesta- con men-tadas de madre demostrando la rabia, DEMASIADAS “selfies” frente al Palacio Nacional de la Cultura o la Catedral Me-tropolitana, la alegre batucada que ame-nizaba los desfiles y las marchas, retra-tos de júbilo, alegría, rabia, descontento, gozo, o -por qué no- la moda de ir al par-que y reconocer la plaza como centro de intercambio e interrelaciones humanas.Después de recorrer la exposición, y

mientras comenzaban a llenarse los espa-cios por la presentación del libro, tomé mi lapicero y escribía cada inquietud en mi agenda multipropósito. Me cuestioné:¿Cuántos de los que comenzaron a lle-

nar las sillas estuvieron investigando por su cuenta sobre la realidad del país? ¿Cuántos de los presentes conocían -en realidad- la línea editorial de Nómada y el quehacer de La Erre como centro cul-tural? ¿Cuántos asistieron porque Nóma-da y Plaza Pública, como periódicos de investigación y análisis digitales, fueron los primeros en visibilizar los escenarios posibles de incidencia real y política de las marchas ciudadanas? ¿Cuántos iban

a la exposición porque su fotografía sería publicada en un libro y querían lucir su nombre?¿Cuál era la intención real de la capitaliza-

ción del descontento popular para La Erre al presentar la exposición fotográfica en su recinto? ¿Cuál sería el impacto mediático para Nómada al aparecer por primera vez publicados físicamente en un libro con to-dos los reportajes generados a partir de la cobertura de las marchas desde el 25 de abril? ¿Qué beneficios económicos le gene-raría al estudio de Julio Zadik esta labor al-truista para evitar la amnesia colectiva que padece Guatemala?¿Cuántos asistieron asiduamente a título

personal, con amigos o en familia, con la convicción de que este sería un proceso a largo plazo y que no culminaría con el derrocamiento de otto y roxana? ¿Cuán-tos fueron a las marchas por la “moda de los selfies indignados” en la Plaza de La Constitución, con carente -o nula- con-ciencia crítica a los modelos políticos es-tablecidos en Guatemala?¿Cuántos se decepcionaron -aún más- del

inoperante e ineficiente trabajo del Con-greso de la República de Guatemala que no hizo más que entrampar una Reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos? ¿Cuántos de los presentes fueron escépticos a los cambios que efectivamente se lograron realizar? ¿A cuántos de los que estaban pre-sentes abarrotando el espacio de la Erre les caló el mensaje que “nuestros sueños NO

caben en sus urnas” y se abstuvieron de vo-tar en primera y segunda vuelta?Mientras dialogaba con el papel, apare-

ció el Embajador de Estados Unidos de Norteamérica, Todd Robinson y su equi-po de seguridad, en primera fila...Fue entonces cuando comenzó el con-

versatorio entre Martín Rodríguez (Nó-mada) y algunas de las protagonistas de este movimiento social generado a partir de la indignación ciudadana, Ana Raquel Aquino Smith, de Landivarianos (Uni-versidad Rafael Landívar), Regina Solís de Acción UVG (Universidad Del Valle de Guatemala) Gabriela Carrera (SO-MOS) resaltaron puntos álgidos en cuan-to a la comunicación, convencimiento del por qué salir a las calles y cómo canalizar dichos esfuerzos en un movimiento - pla-taforma ciudadana a largo plazo. Resalto las perspectivas de las tres pa-

nelistas: si bien provienen de las univer-sidades privadas que se unieron a la Usac y crearon la Coordinadora Estudiantil Universitaria de Guatemala CEUG, pri-meramente asumieron su rol dentro de la clase media urbana guatemalteca, capaz de articular esfuerzos y bisagras de poder entre la clase baja y la clase alta y desde ese reconocimiento pretenden impulsar las reformas necesarias para despertar a un cúmulo de estudiantes universitarios alienados y desinteresados en el aconte-cer político nacional. Pero mientras ellas dialogaban, a pesar de que el salón estaba

lleno, siempre me seguía la duda al res-pecto de las convicciones de los presentes: ¿Por qué fueron a La Erre: por moda o por interés genuino?¿Cuántos saldrán nuevamente el 14 de

enero a las 14:00 horas a manifestar su re-pudio a la clase política que llevó al poder al comodín del sistema para que los cambios se generen para dejar todo igual, o peor?¿Cuántos estarán dispuestos a ASUMIR

EL COMPROMISO y sacrificar comodi-dades, rechazo social, familiar y de los adultos que propiciaron este aluvión que nos lleva al precipicio como Nación?Por el barullo que impedía, por momen-

tos, escuchar el conversatorio, comprendí la etiqueta (hashtag) que proclama: #Es-toApenasEmpieza reflejada en el momen-to justo:Y culmino con esto: Desconozco las ra-

zones por las cuales se “invisibilizaron” los logros y las luchas de otros grupos y movi-mientos surgidos en el interior del país...Pero recalco: en la medida que la ciudad

capital, COMPRENDA que Guatemala no abarca solamente el distrito metro-politano sino un territorio compuesto por 22 departamentos y 339 municipios, 23 grupos étnicos descendientes de los mayas, xincas y garífunas; con el mis-mo número de idiomas y conviviendo en 108,889 kilómetros cuadrados de prima-vera, el país y la historia DIFÍCILMEN-TE podrá cambiar y garantizar equidad a todos los guatemaltecos.

Page 4: Cultural 06-11-2015

Guatemala, 6 De noviembre De 2015 / PáGina 5PáGina 4 / Guatemala, 6 De noviembre De 2015

M ientras en el resto del país la muchedumbre está corriendo a finales de octubre para probarse su traje nuevo de Jalogüín y ver si les

queda bien, cobrar el cheque de la quincena para comprar embutidos potencialmente cancerígenos del fiambre o elaborando un barrilete decente que resista los vientos de la época; en Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, la población (de mayoría mam) se encuentra envuelta en su fiesta titular, una de las celebraciones más intensas y con mayor arraigo y riesgo que se pueden observar en toda la región mesoamericana.Los jinetes han venido preparándose

durante más de un mes absteniéndose de vicios y otros placeres. Aunque no todos conservan la misma mística de antaño, puede observarse en sus rostros la convicción de que están próximos a sumergirse en algo verdaderamente importante y trascendental.Fortunato Pablo, todosantero de pura

cepa, explica que quizá el origen de esta expresión se remonta a la época colonial, inmediatamente después de la conquista, cuando a las poblaciones mayas no se les

permitía criar ganado caballar ni vacuno, únicamente les era permitido el manejo del ganado lanar. Fortunato comenta que el Juego de Gallos es producto de la rebeldía del pueblo mam de Todos Santos Cuchumatán de saberse capaces de dominar un caballo y poder conducirlo hasta el cansancio sin temores ni dudas.El 31 de octubre, un día antes del evento,

cada jinete celebra junto a su familia una especie de despedida, una celebración que asume la posibilidad de que la muerte les quite el brillo de los ojos al siguiente día. Un almuerzo especial es preparado por las mujeres que integran la familia del jinete, mientras sus primos, tíos, hermanos e hijos se encargan de ayudar a vestir al jinete con un atuendo especial para participar en el Juego de Gallos. El caldo de carnero estuvo delicioso y mientras algunos rezan otros brindamos con aguardiente deseando buena suerte.El estruendo de una bomba en el cielo

anuncia que el jinete está listo para bajar al baile. Un baile en donde se reúnen varios jinetes junto a sus familias e invitados. Salimos del cantón Tuitnom, las mujeres llevan tamales y carne. Al llegar a la casa del primer capitán, el encargado de los caballos

que se usarán por la mañana, somos recibidos por una marimba. El momento se presta para la euforia y los marimbistas tocan sin parar, una tras otra, piezas que parecieran ser las variaciones armónicas de la misma melodía. El aguardiente y las cervezas van y vienen, conforme avanza la noche se hace cada vez más evidente la ebriedad de muchos, algunos no resisten y caen o se recuestan en alguna esquina, los conatos de trifulca son frecuentes en estas fiestas pero nunca pasan de un par de manotazos antes de que los demás intervengan para detener la riña. El baile termina casi al amanecer. El jinete

ha estado tomando y bailando con apenas algunos descansos, gritando su tristeza o llorando su alegría, nadie puede saberlo más que él. Sube a su casa para tomar un baño, entonces baja rejuvenecido con una cerveza en la mano y montado en uno de los caballos que trajeron de Chiantla el día anterior. Las mal denominadas “carreras de caballos” están por comenzar. Es muy difícil para el turista inocente sacarse de la cabeza que el juego de gallos no es como la vuelta ciclística… no se trata de una competencia para ver quién llega primero. El Juego de Gallos no tiene ganador.Continuará.

Juego de GallosPor Salazar ochoa

Fotografías de Elí Orozco

Page 5: Cultural 06-11-2015

Guatemala, 6 De noviembre De 2015 / PáGina 5PáGina 4 / Guatemala, 6 De noviembre De 2015

M ientras en el resto del país la muchedumbre está corriendo a finales de octubre para probarse su traje nuevo de Jalogüín y ver si les

queda bien, cobrar el cheque de la quincena para comprar embutidos potencialmente cancerígenos del fiambre o elaborando un barrilete decente que resista los vientos de la época; en Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, la población (de mayoría mam) se encuentra envuelta en su fiesta titular, una de las celebraciones más intensas y con mayor arraigo y riesgo que se pueden observar en toda la región mesoamericana.Los jinetes han venido preparándose

durante más de un mes absteniéndose de vicios y otros placeres. Aunque no todos conservan la misma mística de antaño, puede observarse en sus rostros la convicción de que están próximos a sumergirse en algo verdaderamente importante y trascendental.Fortunato Pablo, todosantero de pura

cepa, explica que quizá el origen de esta expresión se remonta a la época colonial, inmediatamente después de la conquista, cuando a las poblaciones mayas no se les

permitía criar ganado caballar ni vacuno, únicamente les era permitido el manejo del ganado lanar. Fortunato comenta que el Juego de Gallos es producto de la rebeldía del pueblo mam de Todos Santos Cuchumatán de saberse capaces de dominar un caballo y poder conducirlo hasta el cansancio sin temores ni dudas.El 31 de octubre, un día antes del evento,

cada jinete celebra junto a su familia una especie de despedida, una celebración que asume la posibilidad de que la muerte les quite el brillo de los ojos al siguiente día. Un almuerzo especial es preparado por las mujeres que integran la familia del jinete, mientras sus primos, tíos, hermanos e hijos se encargan de ayudar a vestir al jinete con un atuendo especial para participar en el Juego de Gallos. El caldo de carnero estuvo delicioso y mientras algunos rezan otros brindamos con aguardiente deseando buena suerte.El estruendo de una bomba en el cielo

anuncia que el jinete está listo para bajar al baile. Un baile en donde se reúnen varios jinetes junto a sus familias e invitados. Salimos del cantón Tuitnom, las mujeres llevan tamales y carne. Al llegar a la casa del primer capitán, el encargado de los caballos

que se usarán por la mañana, somos recibidos por una marimba. El momento se presta para la euforia y los marimbistas tocan sin parar, una tras otra, piezas que parecieran ser las variaciones armónicas de la misma melodía. El aguardiente y las cervezas van y vienen, conforme avanza la noche se hace cada vez más evidente la ebriedad de muchos, algunos no resisten y caen o se recuestan en alguna esquina, los conatos de trifulca son frecuentes en estas fiestas pero nunca pasan de un par de manotazos antes de que los demás intervengan para detener la riña. El baile termina casi al amanecer. El jinete

ha estado tomando y bailando con apenas algunos descansos, gritando su tristeza o llorando su alegría, nadie puede saberlo más que él. Sube a su casa para tomar un baño, entonces baja rejuvenecido con una cerveza en la mano y montado en uno de los caballos que trajeron de Chiantla el día anterior. Las mal denominadas “carreras de caballos” están por comenzar. Es muy difícil para el turista inocente sacarse de la cabeza que el juego de gallos no es como la vuelta ciclística… no se trata de una competencia para ver quién llega primero. El Juego de Gallos no tiene ganador.Continuará.

Juego de GallosPor Salazar ochoa

Fotografías de Elí Orozco

Page 6: Cultural 06-11-2015

Página 6 / guatemala, 30 De octubre De 2015

Historia de los lacandones (Parte i)Por Fernando Mollinedo c.

guateHistoria.coM

l origen de los hach winik (“hombres verdaderos”) no es del todo claro; sin embar-go, son consistentes las prue-bas lingüísticas e históricas de que los lacandones pu-dieran provenir de mayas de

Yucatán que desde el siglo XVI o XVII emigraron durante diversos períodos hacia el sur, primero a las selvas del aho-ra Petén guatemalteco y posteriormente a lo que actualmente se conoce como la región de la Selva Lacandona de Chiapas (Fig. 1). Se han propuesto que esta mi-gración sucedió como una huida ante los esfuerzos de la colonia en congregarlos en asentamientos.Pueblo de filiación ch’olana. Estos la-candones coloniales no tienen ningu-na relación directa, más allá de haber

E

Chun K’in, anCiano laCandón, 1992. FotograFía de don usner

La palabra lacandón es una derivación castellanizada de la expresión chortí lacam-tum, que significa “gran peñón” o “piedra erecta”. Este gentilicio fue aplicado en tiempos de la colonia por los españoles para designar a varios grupos de indígenas “bárbaros” que se refugiaron en una espesa selva de Chiapas, que ahora lleva el nombre de selva lacandona. Esta palabra aparece a menudo en los archivos españoles. Sin embargo el arqueólogo estadounidense Joel Palka aclara que estos lacandones pertenecen, en realidad, en la mayoría de los casos, al grupo lacandón ch’olti, que es distinto de los lacando-nes modernos.

ocupado el mismo espacio físico, con la presencia de estos lacandones ch’olanos coloniales, en la zona del noroccidente de Guatemala, en la zona norte de los departamentos de Huehuetenango y El Quiché. Su presencia en estas regiones estuvo marcada tanto por hostilidad ex-trema hacia los pueblos vecinos (Chuj, Q’anjob’al), como por contactos amisto-sos y de apoyo recíproco con otros gru-pos (Ixil).La historia del pueblo lacandón se vincu-la tanto con México como con Guatema-la. Los lacandones son un grupo étnico indígena del tronco maya que habita en la selva lacandona que tiene una exten-sión aproximada de 662 mil hectáreas, en un medio selvático que representa para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales, más específicamente en el es-

tado de Chiapas, México.Los asentamientos lacandones invaria-blemente son erigidos en las cercanías de lagos, ríos y arroyos, los cuales repre-sentan un área de recursos de subsisten-cia; los límites comprendían una exten-sa zona hasta la cordillera de Ocosingo que los separa de Chiapas y una línea imaginaria de Tabasco y Yucatán, este territorio lo regaban los ríos de la Pa-sión, Chixoy, el Socoljá y el de San Pedro af luentes o tributarios del Usumacinta y el Lacantún. Los lacandones se dividie-ron en dos grupos denominados los del norte, que habitan principalmente en las localidades de Nahá y Metzaboc, y los del sur, ubicados en la localidad de La-can ha Chan Sayab.Abandonaron la ciudad lacustre de Lacam-Tun a fines del siglo XVI (años 1500), se retiraron hacia el sureste y eri-gieron una nueva cabecera a pocos ki-lómetros de distancia del río Lacantún, llamándola Sac-Bahián. Por esta razón pudieron prolongar su independencia por más de siglo y medio, hasta que fue-ron sometidos finalmente en 1695, al ser invadido su último reducto, Sac-Bahián, por tropas españolas venidas simultá-neamente de Chiapas y Guatemala.Los lacandones se llamaban a sí mismos hach winik, que significa “verdaderos hombres”. Se piensa que originalmente el vocablo lacandón se refirió a un grupo hablante de chortí el cual, en tiempos de la conquista, habitó en una pequeña isla en el río Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se autodenominaban “los del Lacantún”, que significa en chortí “gran peñón” o “piedra erecta” y al ser españolizado se convirtió en lacandón o lacandones. Los hach winik son hablan-tes de un idioma estrechamente relacio-nado al maya yucateco.Como colofón de conquista, los españo-les trasladaron algunos lacandones hacía el poblado de Dolores en territorio mexi-cano cerca de la frontera con Guatemala, y finalmente a Santa Catarina, departa-mento de Retalhuleu, donde en 1769 se documentó la presencia de los que ellos llamaron “últimos supervivientes” tres ancianos: dos hombres y una mujer. Es muy probable que algunos sobrevivien-tes terminaran mezclándose con los nuevos habitantes, y que otros se trasla-daran a otras zonas para alejarse de los invasores y preservar sus costumbres y lengua del pueblo maya originario de la

selva Lacandona.Los lacandones desde finales del siglo XVII (años 1600) son resultado de una mestizaje de pueblos que se consideran originarios de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco; emigraron durante diversos periodos de tiempo hacia la selva chiapaneca huyendo de los intentos de congregarlos en pueblos establecidos por las autoridades colonia-les, después de que los pueblos original-mente asentados en la región habían sido trasladados y reubicados en “pueblos de paz”, hablantes en su mayoría de las len-guas chol, chortí y tzeltal.Las referencias documentales sobre los actuales lacandones en la selva se remon-tan a las últimas décadas del siglo XVIII (años 1700) y dan cuenta de diversos intentos de reducción y catequización. El primero de ellos, entre 1788-1797, se refiere a la concentración de los lacando-nes en el poblado de San José de Gracia Real en territorio mexicano. El intento fracasó y éstos retornaron gradualmente a la selva. Desde esta época los nativos establecieron relaciones comerciales con los mestizos de Palenque.Hasta el año de 1832, la tribu lacandón se mantuvo refractaria a la civilización, sin aceptar arreglos - comerciales y menos someterse a las autoridades de la Fede-ración centroamericana. Por otra par-te, a los lacandones del sur se les intentó evangelizar, sin resultado alguno, a prin-cipios del siglo XIX (años 1800) siguió un segundo intento en 1862 por parte de religiosos capuchinos; sin embargo, aunque los religiosos se llevaron consi-go a algunos nativos, las penalidades del camino, la desavenencia de costumbres y el clima obligaron a éstos a permitir el retiro de los indígenas a sus lugares de origen.Hasta el Tratado con México de 1882, Chiapas, formó parte del territorio gua-temalteco. Pero la toponimia revela que el hábitat de los referidos indígenas abar-caba igualmente regiones del municipio de La Libertad, en el Petén, fueron re-beldes que no se sometieron a las auto-ridades de Guatemala, permanecieron aislados, independientes y altaneros, considerándose inmunes dentro de las defensas naturales que le ofrecían las abruptas montañas y encrucijadas de los ríos Lacantún, Chixoy y Usumacinta.

Continuará…

Chun K’in, anCiano laCandón, 1992. FotograFía de don usner

Page 7: Cultural 06-11-2015

Guatemala, 30 De octubre De 2015 / PáGina 7

Reseña

PoR CaRlos albeRto CeRdatwitteR: @CaRlosCivis

la señalVentana abierta

in Señal de Perdón es una creación literaria que mues-tra una vida entre líneas, esa que pocas veces las personas se atreven a contar. Gloria Hernández lo hace desde el

arte complejo del relato breve. Literatu-ra de alto impacto, porque la autora con pocos párrafos, provoca una gran ex-plosión en el entorno mental del lector.

Una conversación íntimaConversar con estos relatos, es vivir la sensación que siente la mano cuando se introduce en la geografía de una cabe-llera femenina de color negro que danza al ritmo del viento de la libertad puesta en cumbre, cuyos mechones vibran sin control, pero la mano sabe aferrarse al cuero cabelludo para mantener vivo el momento. Los textos no son, por fortu-na, muy racionales, sino exquisitamente emocionales, que invitan a navegar en las aguas que saben fundir lo femenino, masculino y todas las combinaciones que trae consigo el género humano. El lector, sin darse cuenta, se aferrará a los textos con los ojos del alma dilatados, sabrá relacionarla con la sensación del cabello negro. Cada relato de este libro se presenta ausente de todo dogmatismo, hay una honestidad literaria descarnada que, sin buscarlo, moviliza los aplausos de todos los lectores exigentes y sedientos de líneas humanas. El estilo que em-plea la autora en la construcción de las oraciones en cada pieza muestra una candidez calculada, porque la historia en su conjunto es compleja, desafiante y psicológicamente intensa.

Un atardecer que no terminaLeí este libro tres veces, una en Ma-nagua, otra en Guatemala y la última en México. Siempre sentí un pendien-te. Sin proponerlo, se convirtió en un encantador compañero de viajes. Cada vez que lo miraba no dudaba en abrir-lo y retomar algunas de sus historias, con la misma emoción que nace del encuentro con una bella amante en un sitio seguro y lejos de la trillada vida socialmente correcta, tal y como dos anónimos me lo demostraron en un aeropuerto mientras vivían ciertas lí-neas del “Estado del tiempo”.En Managua, con el calor que provoca la ruda honestidad, especialmente en la Avenida Bolívar; en Guatemala, entre los elementales prejuicios hijos a veces del buen clima, y, en México, en medio del arte y la diversidad locuaz en la ca-

Slle Madero, descubrí algunas verdades sobre Sin Señal de Perdón: sabe alum-brar las esquinas secretas del alma, tiene un hilo que une la confidencia, la complicidad y la intimidad de los personajes y, finalmente, presenta un juego interesante entre las propias his-torias que permite al lector sospechar que éstas se encuentran emparentadas. El lector podrá jugar a convertir en primos amorosos, esos que se besan de vez en cuando, cuatro relatos: “Aman-te”, “Otra vez”, “Estado del tiempo” y “El arte de perder”. Estas historias tie-nen la intensidad y exquisitez del amor clandestino, vibran en el papel.

Contragolpes inesperadosEntre las historias se esconden frases que pueden alterar el ritmo normal de la lectura: “yo siempre cayendo y tú, perdonando”, “su llanto le pertenecía”, “La traición más artera es aquella que se comete contra la propia dignidad” y, las que se pueden construir a partir de las imágenes tejidas con el blanco y negro de la pluma ágil y directa de la autora. Al interactuar con los relatos, y casi sin darse cuenta, el lector expe-rimentará un diálogo interior sobre temas secretamente fecundos. Fácil detener un tren con este pasaje: “Fiera salvaje eres, que no pudo acostumbrar-se a la ternura de mis manos. Tampoco concibes que te siga amando porque no alcanzas a entender más ideas que las tuyas (…) Comprende que la verdadera prisión eres tú mismo y que una mujer sin rostro, aunque no quieras, será la que, finalmente, te redima” (pp. 53-54).

Mirando fijamente sus ojos En la primera lectura, reproché a la autora la escritura en primera persona. Deseaba un poco más de caracteriza-ción de los personajes en sus propios mundos, me resistía y negaba a leer una especie de diario personal. Pero en la lectura final, aprendí a degustar los sorbos de los relatos tal cual se presen-taban y me embriagué del buen gusto en la dimensión de la fantasía literaria: del arte del relato corto.

Señales del libroSin Señal de Perdón (Magna Terra, Centroamérica, 71 pp.). Colección Conseja.

EllaGloria Hernández: mujer de mirada profunda, nacida en 1960, cuenta con una Maestría en Literatura Hispano-americana por la Universidad Rafael

Landívar, algo que por cierto no la hace escritora, pero sí conocedora de la lite-ratura de gran relevancia para estas la-titudes. Lo que hace a Gloria Hernán-dez una escritora digna de leer, es su alta capacidad de transmitir mundos psicológicamente complicados a través de breves relatos. Ya he conversado con ella, si café intermediario a través de su libro, y desde mi perspectiva, es una escritora representativa de la mujer que levanta su rostro y mira al sol mientras observa con curiosidad el mundo exte-rior y su propio yo para escribir con un estilo que desafía patrones literarios. Helen Umaña, en la solapa del libro, se refiere a Gloria así: “evita las posiciones extremas (…) De ahí su predilección por los grises de la dualidad humana”. Cierta postal en relato, prueba lo inver-so e invoca la palabra “quizá”.

la Hora obsequiará un ejemplar de Sin señal de perdón de Gloria Her-nández a la primera persona que lo solicité al correo de nuestro feliz edi-tor [email protected] (no olvide colocar su número telefónico).

¡Premonición!Seguramente Sin Señal de Perdón se convertirá en una tentación persegui-ble por cielo, mar y tierra. Por ahora, el bocado se puede conseguir con faci-lidad acariciando la obra en las libre-rías de Guatemala. Estoy empacando nuevamente, y el libro me da señal de su tentativa de vuelo hacia mi maleta. “Quizá” lo lea por cuarta vez.

www.carloscerdaescritor.com

Page 8: Cultural 06-11-2015

Página 8 / guatemala, 6 De noviembre De 2015

Fotografía de Jazmín Del Cid, estudiante de la Fototeca.

“La Llorona - Lágrimas de pintura” de VERZA

El Diplomado en Fotografía 2016 va dirigido a fotógrafos que busquen profesionalizarse y llevar su fotografía a un próximo nivel. A través de la práctica, crítica y proyectos, el alumno produce durante un año un portafolio: comercial, artístico o documental. ¡Inscripciones abiertas! Solicite su examen de admisión al 2336-8570.