Aplausen de Samuel Hugo y Laurencio Figueroa R.

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SISTEMA NACIONAL de IMPRENTAS MÉRIDA Colección Ramón Palomares rednacional deescritores deVenezuela Samuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez APLAUSEN

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Poesia

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Samuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez

AplAusen

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Ukumarito (voz quechua), representación indígena del

Oso Frontino, tomada de un petroglifo hallado en la

Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de

Mora. Mérida – Venezuela.

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El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder

Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial el perro y la rana, con el apoyo y la

participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objeto fundamental

brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se

ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso

a la publicación de autores, principalmente inéditos. A través de un Consejo Editorial Popular,

se realiza la selección de los títulos a publicar dentro de un plan de abierta participación.

Como homenaje a uno de los maestros de la Poesía en Hispanoamérica, la Colección Ramón Palomares, en aras de fomentar este género, da espacio a la creación de autores inéditos y ya publicados, quienes en su afán por encontrar propia voz han decidido confrontar la palabra con la crítica, poetas y un público anónimo que finalmente es lector sin cortapisas de su obra. Mediante estas publicaciones intentamos dar justa difusión a una poesía merideña poco domeñada, inaprensible al lenguaje impuesto por directrices del esquema, dispuesta a preservar los sonidos de un español venezolano cada día más persistente en el tiempo invariable de la palabra.

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Fundación Editorial el perro y la ranaRed Nacional de Escritores de Venezuela

Imprenta de Mérida. 2011Colección Ramón Palomares

APLAUSENSamuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez

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© Samuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez© Fundación Editorial el perro y la rana, 2011

Ministerio del Poder Popular para la CulturaCentro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio,

Caracas – Venezuela 1010Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986

[email protected]@elperroylarana.gob.ve

http://www.elperroylarana.gob.ve

Ediciones Sistema Nacional de Imprentas, MéridaCalle 21, entre Av 2 y 3. Centro Cultural Tulio Febres Cordero, nivel sótano

Mérida – [email protected]

Red Nacional de Escritores de Venezuela

Gabinete Ministerial de Cultura- Mérida

Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida – FUNDECEM

Consejo Editorial PopularEver Delgado

Guillermo AltamarHermes Vargas

José AntequeraJosé Gregorio González

Simón ZambranoStephen Marsh Planchart

Wilfredo Sandrea

Edición Alfredo Romero

Héctor Bello

Diseño y diagramaciónYesYKa Quintero

ImpresiónYesYKa Quintero

Dibujo de portada Hugo Figueroa Brett

Fotografía de portada© Luis Rodríguez

Depósito Legal: LF40220118002976 ISBN: 9789801419945

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APLAUSENSamuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez

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A mis hijas Fabiana e Isabella

A mis hermanos,

Carolina, Patricia, Gioconda (Gioco),

Hugo Hugo (el general), Sandra, Kafka,

Casandra, Francisco (el hombre feliz),

Santiago (el ebanista)

Antonín, Camila y nuestro hermano de besos

Elvis

A aquellos que han aguantado mis amores,

mis malacrianzas y mis borracheras,

mis amigos: Juan Paul, Freddy, Ron Fagioli,

Onio, Carolina Semprún.

A los amigos de mi padre que han sido siempre más míos:

Hésnor, César David, Carlos Contramaestre,

Francisco Hung (El chino), mi tío Raúl…

Y por qué no? A mí mismo soñador.

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Presentación

Siendo pequeño después de una operación del estrabismo, me dispuse para el día del padre hacerle un regalo a mi padre, en un cuaderno de caligrafía, hice algunos poemas y revelé historias. Eso acompañado de unos dibujos de mi padre, que me hizo recién operado. Dicho cuadernito se lo dio a Caupolicán.

Después, hice un poemario de portada azul, lo llamé de todo un poco, y se lo entregué en Casa Paco, lugar don-de mi padre concurre y abrevia la vida. Esa tarde le leía a todos los presentes dichos poemas.

Vino algún cumpleaños de esos míos, muy mío, y mi padre con una selección de algunos poemas, hizo vein-te poemas de Samuel Hugo, fueron unos pocos hechos a manos de él, para mis amigos en mi fiesta. Después hizo otros, para los amigos de él, empastados, muy bellos.

Y ahora yo hago con mi modestia AplAusen, para la fa-milia, para los amigos, para eso son los poemas, para ese mundo intimo que te vive. Espero les guste.

Samuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez

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Prólogo

Nació uno de esos octubres con Pedro cantando “..de las noches la de octubre es más hermosa” y la égida tunante de Samy Davis o la del Anacobero. La verdad es la de Becket, yo falsificaba los nombres propios a las cartas de su madre y su madre hacía un ovillo de encantamiento donde nació Samuel, con un ojo ido y el otro fijo al parlamento de boleros, disturbios domésticos y poemas. AplAusen decía a los cuatro años, luego de hacer una pirueta antes que la epilepsia le enseñara a convulsionar en los instantes do-lorosos y gracias lejanos. Lengua mocha y con atributos naturales de gentil, creció con las palabras justas ¿dónde coloco esta planta?, ¿quién es el caballero?. Desde la ternura supo ocuparse de la modestia y de la dura razón de ser galante ante la ferocidad de su hermano Francisco César Francisco, quien no le dio más golpes pues no le cabían. Así creció mi hijo. Los otros son nuestros –Samuel es mío– por la elegancia de sus frases escritas y la manía de saberse pordiosero, torpe y poeta.

A los doce años escribía libros para que su padre le asistiera, todos eran festejos a la casa, a los guacamayos, a sus hermanos y a su padre. La adoración a su padre le trajo un centenar de poemas que le fueron dando oraciones que traspasaron esos límites, mas no los del cariño y la bondad hacia una dama o a algún amigo. Con virtud para ello ha devenido a cocinero, a pelador de cebollas las cuales des-barata mientras piensa en el próximo verso, Fabiana, su hija sufrirá como yo de versos y vivirá contenta bajo esa lluvia de letras que bifurcan la huella. Vivir al lado de un poeta de estirpe clásica es sumamente doloroso, mucho más doloroso debe ser para él mirando alrededor donde las huestes que lo rodean con capuchas, alabardas, es-

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padas cañones y dinero hacen de la vida un zaperoco de odio, hipocresía, angustia y dudas. Samuel pela cebollas y escribe poesías. Las escribe no para saberse poeta o serlo, él es natural, hijo y ahora padre y agrupando sus elecciones de entonación diáfana y rigurosa, presenta estas oraciones que no tienen otra apetencia que la de un joven que quiere sacar la cabeza de la cocina y respirar.Sometido al rigor de su belleza como ser, abdico a su fa-vor y en la fidelidad de aún vivir, a ustedes lectores, doy mis disculpas por la elegancia pulcra de estas cebollas encumbradas de mi hijo Samuel Hugo y Laurencio.

Hugo Figueroa BrettSan Jacinto, Maracaibo

Septiembre 2010

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alcoba

Para Carlos Contramaestre, eterno amigo

Ésta es la acera de enfrente dondenos sentamos una tarde.Allí todavía están marcadas nuestras sombras.Hace un rato que no voy a que mi padrepero siempre vuelvo a ese instantedonde me hablaste.Allí me hablaste,allí entendí porque toda mi vida estaba arreguindado de mi padre y sus amigosy sus conversaciones inteligentesY no jugaba con los míos.

Sí, Carlos.Esto te lo escribo para decirte que nació Fabianapara decirte si en algún palmo de ese extenso cielohas visto mi milagroy lo festejas como yo.En esta acera,en este pedazo de concreto que de seguro levantóHugo con Néstorhablamos por última vez.Era una tarde de grisesY había cierto viento.

Entoncesdesde allí he tratado de ser un buen hombre.Desde allí a mi padre nunca se le volvió a perder dinero de las carteras.

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Porque yo se los sustraía para mis torpezas de muchacho.Desde allí soy un poco más inocente,a tal punto que el amor a veces me ciega y no me

[deja ver.

Hoy, mi amigo, te escribo.Yo le he robado a mi padre cuatro amigos suyosque los quiero como míos,ojalá él me disculpe.

Francisco Hung, eterno amigo de mi hablar incoherenteY las noches de boxeo.El hombre de las avellanas y el licor: César DavidEl de los jinetes y las invenciones que tanto me gustan: HésnorY tú, con tu libro de Borgesy tus risas.

Así lo quise escribir hoycon esta palabra sutil que tu ayudaste a crear,con la garganta de mi padre. Así, Carlos, Contramaestre de mi vida.Aquí, esta señal de amorAquí, Fabiana,que en su tiempo sabrá de tiy de nuestra aceray nuestra vida juntos.

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alguna verdad

Suelto la risaha vuelto el olora ajos quemados.Es peculiar el acento del viento mientrasabro mi boca y despliego la palabra,sostengo la promesa de mi amiga.Aquella que le hice ayer,uno nunca puede quedarle mal a los amigos,Ese es mi vicio,unos buenos amigos.La verdad que me solicita. Revivo, en alguna parte habrá alguien igual.

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amada madre...

A la memoria de mi abuela Ana,bastión de esta familia

Te saludo, amada madreque desde los tiempos del fuego nos quisistenos bendijiste,a nosotros caballos de neblina y amor. Aquellos seres semejantes a tu risa, al laberinto de tus ojos.

Ahora te recuestas, amada madre, del trajín de los enfermos,aquellos a los cuales visitabas en el jeep amarillo de la Sanidad.Hoy descansas del caminar continuo de las veredas de la Urdanetadonde crecí yo,donde creció Francisco,donde crecieron tus nietas,aquellas ninfas plagadas por tu belleza. Así te hago esta palabra, un universo donde quepan tú y tu hamaca,y el níspero que está tirado en el frente de la casa; un universo donde entremos tus nietos,la lebrancha, el burgués, la chenga cuatrera, la cunaguara, potro loco alias Federico Rosillo también, el maute, el mocoso, y Nathalia Rosa, que parece un Saltimbanqui.

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Allí bella mujer, entonces decidiremos tendernos al sol y consumarnos al compas de tu vida, amada madre.

Abuela, aquí estos caballos de neblina y amor se vuelven vapor que dejan tus respiraciones allí, mientras dormitas,mientras descansas del trajín de tus años,velaremos tu sueñoy tú velaras nuestras vidas.

Y yo, en esta cárcel de celoste abrigarémi bella mujer...

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amanece

Hurgando entre los sueños descubríotro empolvado,allí vivía él entre mis neuronas rotasy las cosas que mi memoria quería agotar.Los sueños siempretienen que vivir,respirar.

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ancestros

Para Ron Elis, y su abuela enferma

Mi abuela Carmen era educadora y peleaba. Era comunista, socialista, no recuerdo, simplemente me amaba y no lo sabía.Mi abuela Ana trabajaba en la Sanidad, traía las bolsas llenas de comida por la vereda.Sudaba-Después yo le besaba los senos sudados, la amo.

¿Y tu abuela que hacía? Mi buen amigo,de seguro te cantaba operas italianas,te hacía aguas tibias para los pies,o sencillamente te daba la bendición.Con eso uno existe. Con eso uno puede vivir.

Y tu abuela, querido amigo está peleando por su vida. Con tu amor, con tu risa tenuetú la resistes,ella te resiste. Yo te aguanto todo esto que sientes, tranquilo, tenemos a Dios,la plegaria de mis ancestros, de mis abuelas, ellas nos empapan de su eternidad. Son fuertes.

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Así que sonríe, caminemos que yo tengo su fuerzay para los dos alcanza.

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arcas de lujo

Fabiana,se nos fue Armando.Un buen amigo de tu abuelo Hugo, demasiado amigo,demasiado noble.Abuelo de César,amigo de viajesde palabras dentelladas.

Fabiana,se nos fue Armando.Padrino de Franciscohombre que nos amóque nos hizo bienque perdura en los cuentos más bellos salidos del alma de Hugo. Si lo hubieras conocido te hubiera dicho: Mirá esta muchachita Hugo, igualita a vos, quien te quiere más que yo.

Así era él.En las profundidades de mi memoria está con su pelo blanco, sus lentesy las arrugas del tiempo.No eran arrugas en verdad, eran nuestras veredas, las de San Jacinto donde tantas veces nos honró.

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ave césar

Para mi bello sobrino César

El aire trae consigo partículas de caminolas idas y las venidas del César con su risa,pidiéndome el toilette para sus oficios,Así me despierto.

El César come galletas saladas,de mirarlas se quiebran en su boca.Me pregunta donde vivía Diossi arriba, si abajo.Yo simplemente le dije: en el corazón.Terminó sus galletasy dijo: voy a barrery yo veíala iniciación de la ternura.Pensaba en Francisco,en el honor de ser el padre del César.Con sus risas diestras me despidió,entonces me imaginé un imperioy a él,un niño con su gracia.

Ave César.

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bajo el amParo de tu sombra

Para mi hermano Elvis

Hombre,viste estas dolencias mías,has brotado tu sombrasobre mis penitencias.

Hermano,tus manos llenas de oleosmás tibias que las mías,envueltas por el humo de tus pipashan bordado mi hombría.

Así callado,así ruidoso en tus borracheras,así querido en Carolina.

Hombre,aquí tu sombratrae las lámparas y las luciérnagasa la sinagoga,refresca mi heriday empuña tu beso.

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caja de Pandora

A mi padre

Estas habichuelas están rancias,al igual que este beso tirado en la punta de mi boca,aquí lo dejaste mujer de alubiasaquí me ofreciste un confín y el oro de los buscadores.Esta mirada mía no es la mismani tus ojos en ella.Volviste al camino de antescon una flor distinta a los días de mayo.Fusilaste mi sueñoaprendiste de mis risasla forma peculiar de la alegría,aunque río muy poco.Te fuiste, dejaste en mí la lejanía de un siempre,no regresas para los octubres ni para las fiestas decembrinas.No vienes para los asuetos de la semana mayorsolo se me hinca en la memoria tu rostro impregnado de belleza.

Postergo la inteligencia. La otorga mi padre a los diosesy la habita.Ella es muy de él, la abusa,son maneras de amar las de mi padre.Y esta mujer ha dejado una marcay una figura para que la olvide.

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cantaclaro

A la memoria de Rubén Arapé,amigo de mi infancia

Yo hubiera querido parecerme a él,a mi amigo Rubén, aquel buen estudiante y deportista pero sobre todo y sobre él, el buen amigo.El amigo de las comparsas y los cuentosel amigo de las risasun líder en el salón.

Si, todavía a mi mente saltan los recuerdosde aquel colegiodonde siempre fuimos felices,donde siempre desquiciábamos a las maestras,tuvimos juntos desde el infinito caminar del principio. Si, yo hubiera querido ser como él, aquel que siempre me metía a jugar beisbol, jugábamos con una pelota de

[tenis que alguien llevaba en el terreno.Entonces yo, más torpe, no atajaba la pelota, pero el siempre me elegía para su equipo.

Así de nobles era mi amigo que aun ahora en Enero sentimos el estallido de su partida. Si, Rubén, aquí lo sentimos todos,Pocholo; Paul, Roberto, Mario, Jorge,Nelson, Evana, Juan Carlos, Juan David , Eduardo Tomey,Eduardo Prieto, Rómulo y tantos aquellos

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que no me recuerdoo que mi mente no logra recordar. Si, mi amigo,yo hubiera querido ser como tú, tan sonriente,tan simplemente amigo.

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canto

Divisoal nacer de la luz.Los edificios del fondo la repelen,y mi imagena contraluz en el dibujo de un amigo.La mujer en la espera mientras las calles hacen el ruido de siempre.

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caracolas

Para mi hermana Carolina

Visible rastro que dejastepara encontrarte en estas noches donde duele la herida,la froto con las hebras de tu pelo perfumado.Pienso en tu aguante,entonces aguanto yo más que tú,pienso en tu risa transeúnte, aquella de la memoria de Hésnor,trato entonces de reírme tanto más que tú.

Visible,tu toquemujer abusa de mi tiempo,recorre mi sangre.

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casandra

Poema a mi hermana Casandra Lira

Esa mujer en el espejo del pasillo de la casa que no duerme eres tú tus palabras sólidas golpean nuestros oídos.

Patricia te ama, así es su sangreindelebleconstante.

Te hemos dejado atrás como un recuerdo belloque no quisimos irrumpir, solo lo hacemos para refrescarnos la memoria tupida de cosas banales. Así no debe serel amor, hermana.

El amor es la neurona y el corazón, es la sangre y tu piel traslucida a la vida, es tu palabra y en los ojos de nuestro padre tú. Así debería ser nuestro amor.Testamento de nuestra vida.

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catarsis

De testigola vieja señora aquella que me amamantaba en las tardes.Ahora ellacon sus piernas dolidasy sus preocupaciones del día.

De testigo el aire y las sobras de la respiración de mi hija,aquella que me abunda.

De testigoyo desgranando esta palabramientras sigo soñando.

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cabalidad

Para mi hermano Francisco

Sostengo tu premura mientras aguantas mis tardanzasAsí hombre van y vienen los calambres como el Columpio de César David.Tientas mis palabrasme ayudas en esta lejanía,nos sustentas. Sostengo tu sonrisa,es muy pesada.A mí me cuesta digerirlaporque no rió tanto como túpor eso Carolina te ama aun más.Sostengocuando me pides tu vidapero nunca me lo pides.Yo sí,te abusote usopara aliviar la míay me proteges.

Por eso lo digo bien hermano mío,tú eres Mayor.

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cenicienta de la mar

Para mi sobrina Gabrielaguardiana de la mar serena

Esta brújula que tengo es para orientarme en medio de la tierrapara la mar serena.Tus estrellas bordando el sonidode la diana al amanecer que rompe.Es así entonces, mujerdonde izas tu estandarte sobre el poniente,y de este lado del hemisferio el amor de tu madreGabriela.Ponte a dos nudos de esta letra,navega dos leguasy pesa tus travesías,como dirás tú,con tantas alegrías que te han perpetrado.

Es así, mujerque este caracol de aguatiene nuestras voces y ellas oirás cuan orgullosos de ti estamos.No te preocupes por el mástil, lo pondré yo al saberte serena.Mira el viento,Siéntelo.Mira las estrellas,su infinito,y en esas tardanzas que nos apremian a veces la vidabusca siempre a tu madre,que la mar las acompañará.

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comienzo de nuevo

Hoy que empiezo a trabajar después de un largo descanso

Las hornillas asimilan mi cuerpo frente a ellas,de nuevolos olores marchitos de la cebolla,mientras el acero y la mantequilla se penetran.

Aquíla algarabíade la estación de proteo,el dios del fuego o del sol,el polvo de las botas lo desenfundo,parece que pesan más hoyluego de este mes sin usarlas.Hoy de nuevolas risas de mis ayudantes mientras les ordenoalguna maroma con los alimentos,las ollas con las aguas tibias,el calor,el sudor de la chaqueta,la presión del sitio.Y otra vez yo,sensato ante el fuegoy la vida.

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de la vida al amor

Para mí, en esta convalecencia de mi operación

Se cuela el frio por esta hendija que un pájaro deshiló en su vuelo.Así, en esta tonta espera que es necesariamientras mi padre hace consomés y me escribe sobre mi cancel y las linternas.Mi madre portadora de mis dolenciasy mis amores al cuido, se presenta.

Los amigosque tanto llenaron esta alcoba repleta de olores distraídos.Las llamadas de mis hermanos errantes, mi mujer, con su calmadiciéndome que al tiempo le debemos verter el amor de nuestra hija.

Hoy descansosentadoapretando esta hendijaque mi abuela llora.

Mi traje azul de marinero quedó en estas fotos,ahora sé del dolor,del amor,de la vida.

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desde la tierra de los héroes

Para Raúl Rivero

Mi tío Raúl pasajero del cautiverioaquel que de los barrotes las palabras dentelladas retumbaban entonces en mi prosa.Ahorainicia en España el descubrir de las palabras nuevas,son las muecas de un país ajenoque te concede el abrigo.Allí es Europa.Allí Miguel Hernándezy su elegía a Ramón,nuestro triunfo con él.

Mi tío Raúl,tío por sangre y palabray por confesiones de mi padre a media tarde,hace poemas,columpios de palabras gruesas.

Ahoraestá encerrado en su propia huella,aquella que piensay sabe su lugar y su destino.

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dos millas nauticas

Para mi amigo y compadre Freddy Simancas, al saber que trabajaré de nuevo para él, con él

Abre las latas de los porotosY pon el sartén a sudar su acero.Así es mi amigo, el artífice de mi paciencia y la agilidad en mis manos en el fuego conspirador.

Así, hoy de nuevo iré con mi amigo y mi aldaba de quehaceres a aprender aún más,a saberme más de él, a deberme más a ély sentirnos que el tiempo no ha pasado.

Así, mi amigo Freddy y yoecharemos la sal gruesa en nuestras manosy las tenderemosal fuego.

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Ebanista

Para mi hermano Santiago, hoy ebanista

Dos cuartas de madera mientras la lijadora piensaSudas,el aserrín te salpica los ojos.Tu nariz desenfundaAllí, te haces con una astilla el mundo,vuelves a los quehaceres,rondas esa puerta,te sacudes el polvo de esa madera.Comienzas de nuevo.

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el albatros sobre las orillas de la habana

De La Habanalos abrazos indelebles que nos dimos la última vezy tus palabras,las muy danzantes encima de mi joven poesía.Aquella vez, todavíano sabía aguardar a los sonetos tuyos.Todavíaaun trato de descifraraquella nota de aclaratoria que tanto me vive.

De La Habana, querido tíoel beso de una bella muchacha y el fino aire del malecón,Mientras caminábamos haciendo promesas,jurándonos el eterno amorque solo se promete en las partidas.El sol quebrando las olas del mar.Nunca probé ese marni su densidad.

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el árbol

Para mi padre

Un árbol nunca duerme,es eternocomo las maneras de amar, un árbol es un níspero,un pinoy los duendesno es sal de mar.Es un árbol conspirador del airemientras a uno le dan náuseas tanto calor.Un árbol es un habitante de la casa,es uno más, es miembro de la familia.Atardeces con él, amaneces con él,te mortificas para él y le hablas como hace abuela Ana.

Un árbol nunca descansate da sombrate da airete da hojas para el otoño y así quemarlas.Para decirle a Dios: este árbol cumplió con su vida.Un árbol se nutrete nutre,lo miras en la distancias y sabes que siempre estará,un árbol no se enferma.

Así es un árbolel de las manzanas,el de la serpiente,

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el de Gioconda.Así es un árbol, piensa,almuerza de la tierra y aguanta,aguarda,nunca se queja.

Mi padre es un árbol.

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el árbol del mango

Fabiana cumple tres meses mañana

En cada casa de esta ciudad que me venera y me antojahay un inquilino.En casi todas ellas un árbol no común,es el árbol del mango.Los patiosamanecen atiborrados de ellos.

Yo recuerdo haber comido demasiados mangos en casa de Astrid.Allí el níspero,los duendes de mi padrey el mango, no era una planta, ni una mata. Era un árbol fuerteque sentía nuestras vivencias.Sí, el patio amanecía de ellosTilda, la bella mujer negra que nos cuidabase paraba tempranito a recogerlos.Ella me llamaba Laurencio,es la única persona que me llamaba así,nos comíamos los mejores y los más majunches se los dábamos a los loros.Eran mangos con pectina, otros sin ella eran los de mi infancia, otros sabían a resol de las tardes. Hoy mientras caminabaveía los mangos,los árboleslos patios repletos de ellosy escribí esta palabra sobre elloslos mangos de la infancia.

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el rey del mundo

Para mi hermano Antonín en su cumpleaños, no sé cuantos, solo sé que es septiembre

Mis primeras palabrascayeron sobre el papel que tu padre me calzaba.Allí una constelacióny una primera luz.Ahora solo habitas una casa que dejamos nosotros de sentir,y la cuidas con el espesor de este amor que entre sus pasillosse contorsiona.

Entonces tú,hombre de mundo,persuades cada palabra,confiscas cada palabra que se alza. Allí cuidasamasduermessudasy fraguas.Todavía tu pelo encima de tus ojos,para mí aquí hay alguien que te amay te exige una presencia, Marino

Señala al mundo con tu dedo índice,es Septiembre.Siempre hay un Septiembre mientras te escribo.Hésnor aun más te queríay te escribió infinitos.

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Yo solo le escribo al dueño,al de los bucles,al del bautizo en la catedral,al del barco de madera,al de las luciérnagasy el arco azul.A este hombre sensato que se te ocurre vivir,al hombre que me abrazacada vez que me vey no me replica mi olvido hacia él,siempre Septiembre.

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el saltamontes del café chinchon

Para Yuri Hung, mi padrino

Mueve tus manos.En ellas la grandeza,el movimiento rotativo del Corazón.Mientras tú, tartamudoMientras yo, lengua corta.Mientras los dos hacemos aquello que nos enseñó ese hombre noble, tu padre,el silencio que nos sucede.

Mueve tus manos,bendíceme.En ellasla música desahoga mi palabra.

Mueve tus manos saltamontes,respira de nosotrosy música, más música.

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en el Presente

Cumplo con decir que me gusta bebery no bailo un coño,que todavía estoy solo.Que no tengo descendencia,que me aburro en las tardesy que no duermo en las noches.

Cumplo con decirque a menudo salgomuy seguido.Casi siempreson amigos estos seres que han llegado a mi tierrabaldía y fría.

Cumplo con esta palabra y la conjunciónexacta de mi ojo estrábico.Ya estoy aprendiendo a vivir,no sólo estoy imaginándomecosas que quiero que sucedan.

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en la esPera

Para mi hija Fabiana, ese día tan bello de su nacimiento

No sé de dónde se me ocurrió la loca idea de arrebatarle al tiempo unas horas,hacerlas míasmientras esperaba que nacieras.

Estaba entonces nervioso,no sabía nada de los nacimientos de las diosas del Olimpo.Como aun no sé cómo se cuida una de ellas.Pero esperé,caminando dos leguas de babor a estriborde proa a popa,es decir, de aquí para allá.

Entonces sucedió,saliste con tu porte y tu esfinge por la puerta.Abriste un poco los ojos,Me viste y dormiste de nuevo.Aun siento ese instante,creo que lo padeceré toda mi vida.

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falange

Después que el día rompeViene éste, el agresor del papel.Mi escriturapara cesantear mis manos.Sigo el silencio

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gioconda

Para mi hermana Gioconda

Traslúcidamujer esbelta,mientras llegan los domadores del vértigoyo le temo a las alturas,me mareo,tengo laberinto en los oídosy el zumbido de tu carcajada

Así mujer llegas,siempre llegas,o cuando quieres llegar a esta tierra donde te espero.Ahora entiendo a Carolina y el amor hacia tu estrogo-noff,y cómo de una manera u otra nos lavamos las culpas del pasado.O será que no tenemos culpassi no que por fin nos atrevemosa decir cuánto nos amamosy nos merecemos.

Así octubre es pertinaz,este mes donde cumplimos los hijos de Hugo Figueroay lo alabamos.Ahora el silencio de tu presenciay el aullido de tu almaque sale para poner orden a las cosas.El hombre con sus maletas ha llegado a tu puerta con su jugo de tamarindoy tu almuerzo.

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Te ha besadoen ese gesto mi amor,la certeza de mi presenciaes destino esto que nos sucede,no es una mentira vulgar. Lo confieso.

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hábito

De la costumbre del amanecerme quedaeste caminar incoherenteel relinchar de mis pasosy la memoria de mi hija Fabiana

Quien perseverade la costumbre del escribir.Me recuerdo de las palabras fusilantes de mi padre para no usarlas,los abismos de Raúl para no caer en ellos.

De lo contrarioescribiría a su semejanza,eso no sería posible.Solo sueño a veces que escribo con ellos,de esta costumbre de defecarhacer mis heces en un cuenco.

No me queda nada,sólo mi abuelacon sus dolores de la vejezy su bello rostro cada mañanarezando al día que abre.

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humo

Para Elvis Rosendo

Qué haces a estas horas más tempranas que las míashombre del trazo.De seguro has despertadode tus diluviosy te has dado cuenta que te amamosy que al mismo tiempo tambiénte requerimos.

Has puesto a tus pies a desenvainar su cansancio.CaminasTe duermes a altas horasy amas.También de vez en cuando replicaslas palabras de nuestro padre,aquel que te besa y te hace suyo.

Qué haces a estas horas hermano,de seguro aún sigues muy despierto,aún noctambulo,aún nuestro.

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instantes, solo instantes

“La vida es solo eso, momentos…”Jorge Luis Borges

Fabianase ríe mientras su madre creyentefiel creyente de ella la alimentay la sustenta.El sol se reflejaen las ventanas de los edificios aledañosy en ellosla luz simple y natural que en ellos duerme.

Una siluetade alguna mujer cocinándole a su familia,las niñas alborotan la casacomo sólo Isabella logra hacerlo.Loreana,la hija de Juan, sigue el juego del laberinto y el abismo.La sonoridad de las paredes en ellas rebota sus gritos.

Ahora pienso en este fin de semana que pasécargando y descargando los ocios de mi madre, se mudó de morada.Logró afianzar sus pies en un suelo extrañopero que la verá salir al infinito.

También en el desenvainar de los sueñosveía pertenencias viejas, entre ellas, una sonaja de madera de mi nacimiento.

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Allí la guardé en ese closet nuevo y que trato darle su antigüedad.También,mientras andaba o trataba de que Francisco se acostumbrara a la absurda idea de ayudarnos un poco, el sudor hacía el recorrido de siemprede la frente a la punta de mi nariz,de la punta de la nariz a mis franelas mojadas por él.El sudor, ese habitante de esta familia, porque nosotros hemos sudadoy sudamos con gusto.

Entonces veía a mi madre,una mujer de esas mujeres fuertescriadas para ser fuertes y ajenas de la ayuda.Ella gritaba, hablaba,se quejaba de que sus hijos no servíamos para nada.Supongo que toda madre dice eso cierta vez de su vida.También nos llama sinvergüenzasBorrachos, vividores,hijos de un tal Hugo Figueroa.

Eso es nuestra madre artífice de nuestra humanidad y amor,habitantede la letra y su sonido,madrina de todas las graduaciones del liceo Rómulo Gallegos. Me acuerdo una noche que llamaron a que abuela amenazando que la iban a matar.Supongo que son cosas del destino,del inframundo en que ninguno de sus alumnos sacaba una buena nota.

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Le decían la espátula, a todos los raspaba.Fue un fin de semana largo, cansadovi como mi hermano Santiago vestía la misma fuerza de Francisco. Yo no tengo esa fuerza, sí.Se portó como un buen hombreél no le para muchas bolas a mami,el es un joven que cree que es inteligente.Lo que es honesto,verdadero,puro en sus risas. El nos quiere mucho a Francisco y a mí, a lo mejor nosotros no lo queremos tanto. Es hijo de un hombre que nos ayudó a crecer,un hombre que ahora sueñay vive en un laberinto de emociones.Un día nos compró unas literas,tanto así,que todavía perseveran para descansarnos en ellas.Santiagosimplementees hermanoy no hace caso.

Ya no hay ninguna mujer en la ventanay ya el sol está como distraído sus rayos van en direcciones distintas.Aquí donde vive mi mujer es un poco más tranquilo,vive en la zona Suren unos bloques o apartamentos.Se escuchan todos los cuentos de los vecinos, la familia de mi señora es indeleble.

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Son seis mujeres y Juan, todas las mañanas amaneceny al despertar se reúnen en la salay hablan y se cuentany se amenizan, eso es todo los días.No sé de qué conversansolo sé que se amanaunque Gloria su mamá a veces las quiera matar, son caracteres muy arrechos. Isabella es igualy Fabiana con sus tres mesessigue las huellas de su familia como debe ser.

Yo no seguí las mías, me extravié en algún puntoy me volví a encontrar ya tarde,pero sigo la silueta y la estela de Hugo, de Carolina, de Gioconda, de mis demás hermanos.Aunque el único hombre feliz de la familiaes mi hermano Francisco: siempre está feliz.

Así pasó el fin de semana entre mudanzas y recordatoriosentre nostalgias, entre sentiresentre la conversión de Santiago de un joven a un joven fuerte y paciente.Y los gritos de mamique siempre serán un atenuante en nuestras vidas.Es como la marca roja en la nuca de los Figueroa.

Ahora estoy aquí,en la casa de mi señorasobre una mesa de maderarecién pulida,

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comprada con el esfuerzo de una familia.Escribiendoalguna razón para que Fabiana lea algún poema míoy lo extrañe después de leerlo.Es este instantey mañana de pronto habrá otro igual.

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isabella

Para mi hija Isabella

Tormenta de azabache tu pelo rizos de la nocheFabiana allí encuentra su destino.

Hija, hoy que has dicho que soy tu padre bendigo tu santa palabra y junto a ella mi tercer nombre donde aprendiste a amarme de azúcar tu sueño.

Hoy, en esta casa de hueso y ternura que eres para mí,sembraré la luz sentida.Así vivirás,así aún más me amarás.

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la casa de las libélulas

Poema a la casa de mi amigo Freddy Simancas

Hace doce años conozco a Freddy Simancas,cocinero de profesión, amigo por mi necesidad de asistirle y abrumarle con mis historias,Yo voy a menudo a su casa, vive en Gallo Verde, diagonal a línea de taxis, pero en realidad no era una casa.

Era una pieza, un cuarto no de medidas muy grandes. Él allí con su esposa Karina y su hija mayor y su hija menor para aquel entonces, convivía. También había dos camas, una nevera, una cocina eléctrica Creo, y dos sillas de hierro y mimbre que se enterraban en la arena mientras bebíamos y reíamos. Tenía un pequeño piso de cemento que ocupaban nuestros pies exhaustos del trajín, del calor de las cocinas del ir y venir.Un día me dijo que construiría una casa Y yo le creí.

Así fue tomando forma aquella piezay vi como en doce años se fue levantando un fortín para sus hijas, que son ahora cuatro.En tantas de esas noches, mientras las varillas estaban templadasy los bloques tibios recién puestos,

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había una serie de jejenes acariciando el bombillo que nos fraguaba, y yo le decía: ¿y estas mosquitas? Moscas no, refuto él, son libélulas que vienen y van,que nos danzan,que han venido hoy a escuchar este llanto contigo,porque estoy feliz porque he erguido mi hogar porque tú has sido testigo.

Siempre que hablo con Freddy. Recuerdo todas las circunstancias,todas nuestras parrandas en ese cuartito y el pisito de cemento mientras Karinanos daba una cerveza y las sillas nos enterraban con ellas.

Yo creo que por eso hemos sido amigos tanto tiempo.Porque hemos visto como nuestras vidas han cambiadoy la hemos vuelto una casallena de libélulas.Por eso, ayer bebí de nuevo con mi amigoy lloramos igual que siemprey nos dijimos las mismas tonterías.Por eso le escribo este manifiesto,este verso mundano, este compromiso de resguardarle.

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la casa nos llama

Para mi hermana Camila

Si los sueños tuvieran un peso mi cabeza estaría siempre sobre mis manos,Camila.Yo soy un hombre que nos ha soñado mucho,por eso el domingo cuando estábamos reunidosdisfrutando de las atenciones de nuestro padre,viendo a Antonín desplegando su belleza,la felicidad se encontró.

Necesitábamos de ellaque la casa hiciera ruido, como nos dijo Francisco.Esa era el ruido de la casa su respiración fortuita.Por eso niña bella,causante del ordencada vez que pisas esta casa, tu casa, tu guarida de secretos.

El árbol de Gioconda prescribe la danza de sus hojaslos loros aun más hacen algarabíalas palomas atrevidas que andan por toda la casa a sus anchas se alegran.Francisco tenía razón.Es un ruido hermoso soportable.

Ahora sé que San Jacintoes nuestro.Así nuestro padre lo construyó,

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una casa donde todas nuestras gargantas anunciaban la alegría,donde sus hijos jugaran y fueran libres como el aire.

Esta es tu casa Hermana, porcelana nariz de doncella y albatros.Seguiré soñandopara nosotros dosSeguiré hablándole de ti a Fabiana,de Antonín y las maneras de su vida.De esta casa maravillosaque siempre nos guardanos aguantanos absorbe para nutrirse del testuz de nuestros huesos.

Hésnorcamina sobre la mesaallí sus huellasy en ellassu inmenso amor por ti.

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la llegada del sol

La luzalborota el agua quieta dondese golpean mis sueños.Allí los barcos hacen esas zanjas inmensas que los peces siguen.

El solpenetrasobre la superficiey la refleja hacia mis ojosaquellos ventanales de mi humanidad.

Allílas pequeñas canoasy los pescadoresdomadores del agualanzan sus redes no sé si pescan.

Amanece,estoy a dos leguas de esa orilla.A estas horas no hay calor, solo el astro rey se hace presentey me inquieta.

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la dama de francia

Para mi tía Maitte Hung, al saberla enferma. Es una mujer fuerte

Edif Piaff de seguro está cantando la Marsellesaa los ciclistas que andan deambulandocon las flores para sus amores,Maitte.De tu coraza se han alimentadotus hijos,nosotros, los que nos amaste más,aún mas que ellos.El chino, espléndido hombrese alimentó de tu coraza también,todos, Maitte.

Las esporaslas ferormonaslos paquilotermoslos amigos reunidos en la mesa de maderatomando el café, cuando la tarde se tendíaamada.Y sigues en pietodos ellos alimentándose de tiaún sigue erguida, Maitte.

Yuri, en el movimiento de sus manosha hecho esta orquesta de luces,toca su Corno, aquel caracolde metal y viento.Lo sopló y resopló para alejarte al tiempoy tú erguida y firme.

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Valentina, mujer nuestra,en su risa tú, calcada a la perfecciónabsoluta.Te recuerda a París y sus tardes de inviernocuando ya la lluvia cae a cantaros y no halladonde desahogarse.Tú, erguidaTú, bellaTú, existente.

Alexanderel Magno,el que guarda tus cariñosaquel vivió en tu falda,la volvió vueloy tú en pieDama de Francia,cantora de Piaff y la luz. Mujer que nos ha dado de sustento sus huesospagas por ello.Sigues como hasta ahoracon tu bellezacon la certeza que hay aceroy viga en tu sangre.Que tu coraza nos resisteque ya los ciclistas han encontrado floresmás bellas para honrarte hoy, Maitte.

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las batallas del soldado

Para el General de la familia: Hugo HugoSiempre tiene que haber un capitán

Hay vida en este cofre humano que suda y se despoja de sus heces para aliviar el dolor.Es así como se riega un árbol de la fe de un buen hombre como mi hermano Hugo.Hay aire en esta casa de palabra que soy ahora me paro y te saludoahora orino y te saludo.

Ahora trazo una raya de cal para saber que no estás tan distante de este punto donde te aguardo,ahora amo y te cuento y de seguro reirás porque te hace feliz verme tranquilo, lo sé,hay vida en este cofre de tuétano y sangre que soy. Solo miro la mar, es dulce, así que no es mar, es lagoy Mercedita nos ve.

Ahora sé que ella fue demasiado buena para nosotros, me lo ha contado Carolina, me tranquiliza saberlo.Me reprocho el no haberlo sabido. Ahora te escribo y me bebo un ron y sé que en algún momento de tu día, a menudo sabrásque tienes a un hombre de este lado del mundo,parándose firme y saludándote, hermano.

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las mitades de hugo

Para Odalis, mujer que ama al amador

Odalis,para empezarnosotros habitantes honestostus hijos,hijos de Hugo.

Esta estancia donde han llegado tus piesy se han resguardado del cansancio ciego del tiempoes San Jacinto,una casa hecha para vivir.

Ahora, tú y Estefanía.Ahora,tú y la alegría que le enviste a mi padre.Son épocas duras éstas donde tú tendrás que amarnos.

Odalis,los hijos de Hugo somos onceentre bellas damas, fuertes,son más recias que nosotros los hombres,y cuatro varones que han pasado la vida queriendo hacer el marmaromas de muchacho.

A esta hora Odalis ya te diste cuenta

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de que la mesaestá marcada. Que la casa donde ahora existes guarda nuestros secretosen las gavetas de mi padretan eternas como él, nuestra historia,las fotosy su aroma.

Ya de seguro estás más tranquila,no te apurespor parecerte a nosotros,no.Apúrate por amarnos y después de eso, bella mujerde la piel tersa,si no estás tan cansada de darnos tanto amorte darás cuentaque somos tu familia,las mitades de un hombre.

Ahora ves el piso debajo de él, nuestras huellaslos primeros bosquejos de esta vida plena.Allí CarolinaGiocondaSandraPatriciaCasandra con sus muñecas,Kafka, Camila.

Después verás los ladrillosen ellos

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la fuerza de Huguitoen el cemento entre cada ladrillo,Franciscoy Antonín, con su pelo largo besando a ton ton.Yo escribo.

Odalisya estamos entonces todoslos sartenes calientes, el olor a cebolla.Este hombre que amas.Túy el amor.Tú Y el presente.

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madrigal

A María Gabriela,quien se merece todas mis escrituras,

mi princesa y mi amor...

Alguna vez tú, Lucía,porque así te iba a llamar la mujer que te asistió al amor, tu madre, y de repente te puso María al caer el día,te cantaba yo mientras el amor nos rendía cuentasuna canción.Ahora tú, arca de bondades, estás para mis presagios y mis sueños.Alguna vez te dije que de las mujeres tú la que mas me amaba o la única que me ama.Te amo María y lleno la copa con tu nombre,así mientras te me calcas,cada día te me incrustas,respiran nuestras hijas, María. Te digoeste secreto a voces altas: el amor si nos existe,alguna vez princesa de mis cuentos de hadas te cantaba yo el Madrigal,y allíy solo allí,empecé a entender este amor vorazy sutilque me concedes María.

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mientras duermes

Para mi hija Fabiana, mientras la veo dormir

Te veo sumida en tu sueñoalborotando al silencio mientras tus gestosacarician a un ángel que pasa desapercibido.Es un bello silencioesto de verte dormidatranquila,Esperando la honda voz.Hoy te amo,mañana más, aún más.Ya vendrá alguien más amarte algún día mientras yo estoy acá cercaviéndote dormir.

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Para los tiemPos

Para mi madre

Si me preguntaran sobre el mundo no sabría si ponerme a escribir o ser parte del día.Si me dijeran que una mujer anda acariciando las bancas de una plaza donde duermen los sueños pensaría que eres tú.La que me diste vida,la que me pusiste en mis manos las palabras que cayeron como pétalos de una rosa.

Si me obsequiaran una golondrina le daría un besoy le pondría tu nombre para honrarla,para que sepa de sus deseos, para que vea el cielo con los tonos de tu rostro.

Si escuchara por las veredas de mi soledad que tú haces mis arcoíris donde suelo escribir, haría un mundodonde nazcan lluvias para los ocasos,donde las aguas de un mar sean el paradero de los viajerosque traen ilusiones para sus hijos.

Si pudiera darte un árbol para los tiempos que quedan,mamá, sería un nido donde tus sueños cabalguen y sepan de los míos.

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resisto

Tolero el aire que golpea mi herida,tambiénlos calambres a media noche,el dormitar en mis manos,las fiebres viejas que se penetran en los huesos.Tolero el amor, hay alegrías guardadas para mí.

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resonancia

Para mi Abuela Ana, un poco mal de sus oídos

Ya el animal semidiurno que esconde las estrellas del díatiene demasiado laberinto en sus oídos.Es el tiempo, dicen las crías,son las palabras antiguas que ya casi no llegan al tímpano.Ella escuchanuestra voz, la de sus nietos.Lo demás le parece ajeno,lo demás no importa.Solo nosotrosen esas coyunturas ya extenuadas de tanto oír a la vida.

El animal se presenta.Es más belloque siempre.Calienta sus aguas,dormita,no escucha las huellas que entran.Pero las vivey las siente,solo escucha a Francisco sentarsey hablarle.Lo demás es el mundo,lo demás es mentira.

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semeruco

A la memoria de mi tía Elba

Mis hermanos y yo,hace ratos de muchachos,éramos malabaristas sobre los tejados de San Jacinto,al fondo de nuestra casa vivía Elba nuestra tía.Nosotros abusadores de la altura nos subíamos a desojar un árbol que a ella le dolía era un árbol de semeruco, un árbol precioso que reía con ella y vivía para ella. Elba nuestra tíanos veía encaramados allí trepándonosy con una sonrisa nos decía: “muchachos bájense de allí”Así era Elba, muy de Mercedita.Había ratos donde íbamos a su casa, ella nos complacía,Ahora Rómer,dígame primo,dónde iremos a deshojar el semeruco mi hermanos y yoy que a punta de risas nos allanen el alma y la infancia. Así era ella amadasoñada,al fondo de nuestra casacon su coraza de amor.Dígame primosi el semeruco vive,

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si ha resistido los embates del tiempopara decirle a mis hermanosque lo desojemosy así ver a Elba sonriéndonos.Si no está le diré a mis hijasque sembraremos un árbol parecido a él, para recordarle.

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tintero

Para mi amigo la bestia, Alfredo Romero

Tengo un amigotan antiguo como el aire,amigo del tiempo de mi madre,amigo de las palabras dentelladas y las discusiones de mi madre. Él ahora es conspirador de mi palabra,la fragua y la moldea,alborota mi sueño,me asiste la escritura.Él ahora es autor y alfabeto de un librolleno de mis leyendas De segurome llamó anoche,me contaba que su corazón aplaudíay me decía bestia, bestia…mientras tomaba. Así es mi amigo,aquel que no recuerdo como entró a mi vidapero a los años, lo fui viendo más observando su palabra lógica. Así es el tintero donde el sueño de la escritura rompe la fuente y nace.Así me gusta que sea,Así es mi amigo.

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tío ramón

Para mi tío Ramón, quien me pidió un poema para él

Tu piel ha aguantado tanto solcomo el asfalto de las calles Ramón, hace tiempo que nos vemoshace un rato largo también que nos hemos empezado a querer. Recuerdo el Dodge Dart anaranjado que tenías,con una franja negra que le habías pintado tú, porque para aquel entonces había muchos así,que te confundías.También asemejo aquel juego de beisbol que fui contigo, me llevaste.Fue un día del natalicio de Urdaneta, creo que perdieron las Águilas.

Ahora te percibo más, en estos últimos años ha crecido nuestro amor en nosotros mismos. También recuerdo, tío, cuando nos mandabas a dormir a todos,llenábamos la casa de mayo y tu decías con voz de trueno: a cerrar los ojos, y así tuviéramos sueño o no teníamos que hacerlo.Ahora nos ha fatigado el tiempoy el amor se nos ha extraviado un poco. Tú tienes a tus hijas y a Ramón David,yo tengo a Fabiana,eso es bueno para comenzar el día.

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Has venido y te has idote has ido y has vuelto a regresar. Sé que nos es fácil que un hombre tiene que sembrar sus pies en la tierra y estar allí, estático,a que el sol lo recaliente y el viento lo ampare.

Pero hemos, tío, dado muchas vueltaspara saber que alguien nos ama. Eres fuerte porque Abuela así lo declama cada vez que hablo con ella,eres buen padre y Francisco es igual a ti de bueno,el es tu ahijado, así tenía que ser.Dos hombres buenos y justos.

Así que Ramón, que hacer ahora cuando a uno le está cansando tanto el amor.Que hace uno con ese amor que de joven de seguro le contabas a tu padremientras abuela lo regañaba y le escondía las botellas.Nada, sencillamente aceptar y luchar, preservar la esencia del hombre que eres. Y si no lo recuerdas, llama a Francisco o a mí que te lo haremos saber. Así se empieza un buen día, con la palabra sentida de un hombre a otro mejor.

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tranvía

Para Carmen BrettEste poema se lo hice casi un mes antes de su muerte,

nunca se lo declamé en vida, sino en su velorioPerdóname abuela

No te he querido lo suficienteno es tu culpano es culpa de nadie, es solo mi manera de vivir.Ha sido una brújula poco confiable, hoy siempre mi amor, siempre lo has tenido.

El general y Francisco te aman más que yo. Son buenos nietos,yo ocupo un espacio necesario en tu tranvía, Carmen. Este es un bosque disfrazado de palabras para decir lo siento, se me hizo tarde para quererte.Ayer me hablaste de la paz que yo te ofrezcoDe lo feliz que eras al verme.

Carmen, cada vez que respiras, tus nietos respiran,viven,perduran más que la luz.Repito no te he querido lo que te mereces. luchaste por tus convicciones .luchaste por tus creencias y ahora con los añospernotándote todavía. Luchaste por sobrevivir al amor de todos, eres bastión de una familia a la cual sustentantes.

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Carmen,dejaré de reprocharme el no amarte y abordaré tu tranvía, aquel que muchos hemos visto pasar por nuestra calle. La alborada es un pájaro quietoque rompe el silencio así como rompe mis esquemas y esta brújula llenas de divagaciones que soy.

Así naceré de nuevopara tener el tiempo suficiente y amarte lo justo.

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un hombre feliz

Para mi hermano Francisco, al cumplir 29 años es un hombre feliz

La eternidadla dejé con los grillos en San Jacinto.Solo poseoa este hombre bueno que es mi hermano Francisco.Allí me remontoa la niñez del siemprey a las pelas de mamá.Debe ser por eso que ríe tantoporque los golpes más fuertes los recibía yo.

Soy su hermano mayor,pero él es el que en mis ratos de ocio me aconsejay me despierta.Siembra el árbol de la fey toma sus aguardientes para el calorde su ornamenta.

Si la valentía se la dejé a mi padre con mis primeros poemas,ahora solo uso el coraje de mi hermano,lo antepongo a la tristeza.Mi hermano lucha,es fuerte, osadomuy mío.Y aldaba de las alegrías de la familia.

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ÍndicE

Presentación 9Prólogo 11Alcoba 13Alguna verdad 15Amada madre... 16Amanece 18Ancestros 19Para Ron Elis, y su abuela enferma 19Arcas de lujo 21Ave César 22Bajo el amparo de tu sombra 23Caja de pandora 24Cantaclaro 25Canto 27Caracolas 28Casandra 29Catarsis 30Cabalidad 31Para mi hermano Francisco 31Cenicienta de la mar 32Comienzo de nuevo 33De la vida al amor 34Desde la tierra de los héroes 35Dos millas nauticas 36Ebanista 37El albatros sobre las orillas de la Habana 38El árbol 39El árbol del mango 41

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El rey del mundo 42El saltamontes del café chinchon 44En el presente 45En la espera 46Falange 47Gioconda 48Hábito 50Humo 51Instantes, solo instantes 52Isabella 57Para mi hija Isabella 57La casa de las libélulas 58La casa nos llama 60La llegada del sol 62La dama de Francia 63Las batallas del soldado 65Las mitades de Hugo 66Madrigal 69Mientras duermes 70Para los tiempos 71Resisto 72Resonancia 73Para mi Abuela Ana, 73Semeruco 74Tintero 76Tío Ramón 77Tranvía 79Un hombre feliz 81

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Se terminó de imprimir en agosto de 2011en el Sistema Nacional de Imprentas

Mérida - VenezuelaLa edición consta de 500 ejemplaresimpresos en papel Ensocremi 55gr

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Samuel Hugo y Laurencio Figueroa Rodríguez (Maracaibo, 1974)Nació un 13 de octubre en la bella ciudad de Maracaibo, creció entre el arte de las letras. Su madre Mariel Beatríz Rodríguez Colina; licenciada en letras y su padre Hugo Rafael Figueroa Brett, hombre de mar, poeta y crítico de arte. Samuel Hugo cursó sus estudios de primaria y parte de la secundaria en el Instituto Experimental Cantaclaro; el cuarto año lo rea-lizó en el Colegio Rosmini, donde no le fue bien, por que se la mantenía soñando y fugándose de clases; su padre lo sacó de allí y curso cuarto y quinto año en el Instituto Salto Angel donde se graduó en ciencias; sus estudios superiores fueron fugaces, cursó un semestre de química en la Universidad del Zulia; estudió en el Instituto Juan Pablo Pérez Alfonso tres semestres de hotelería, abandonándolo por el arte sublime de la cocina, trabajó desde muy joven en esto. Su primer empleo fue en Fein Kaffe, lavando platos y haciendo jugos. Se sumergió de lleno en la cocina y se hizo cocinero hasta el día de hoy. Nunca dejó de escribir. Sus letras y sus papeles sueltos fueron recogidos por su padre para hacer libros familiares. Ahora la elegancia escrita de las frases de Aplausen salen para el disfrute de todos.