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CRITICÓN, 84-85, 2002, pp. 233-243. Antonio Vieira: un predicador portugués frente a la oratoria sagrada española Hugues Didier Universidad Jean Moulin, Lyon 3 «O Emperador da língua portuguesa»: así le llamó al Padre Antonio 1 Vieira (1608- 1697) el mayor poeta portugués del siglo xx, Fernando Pessoa. No sólo es una figura cumbre de la literatura lusitana, sino también de la historia nacional de Portugal. Por eso, con motivo de su «recuperación histórico-política», muchos aspectos de su personalidad, de su acción, de su vida, e incluso de sus sermones, resultan ocultados o falsificados. ANTONIO VIEIRA Y ESPAÑA En el marco de este artículo para Criticón, no sería decente prescindir de los vínculos, a menudo adversos, que unen al Padre Antonio Vieira con España. Si consultamos la Bibliothèque de la Compagnie de Jésus (tomo X), de Sommervogel, notamos la importancia de las versiones castellanas de sus sermones. Por ejemplo, el sermón italiano, Le cinque piètre délia fionda di Davide, pronunciado en Roma ante la reina Cristina de Suecia en 1676, fue traducido al castellano y publicado en Lisboa en 1695 (Sommervogel, n° 16), señal de la permanencia del bilingüismo peninsular. Del titulado Heráclito Defendido (Sommervogel, n° 17: «Sácale a luz D. Ignacio Paravicino»), sólo nos queda un texto español, siendo la versión portuguesa una simple traducción. En cuanto a la colección portuguesa, más o menos completa, de los Sermóes 1 Escribimos Antonio en vez de Antonio para conformarnos con las normas gráficas de la lengua portuguesa.

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CRITICÓN, 84-85, 2002, pp. 233-243.

Antonio Vieira:un predicador portugués

frente a la oratoria sagrada española

Hugues DidierUniversidad Jean Moulin, Lyon 3

«O Emperador da língua portuguesa»: así le llamó al Padre Antonio1 Vieira (1608-1697) el mayor poeta portugués del siglo xx, Fernando Pessoa. No sólo es una figuracumbre de la literatura lusitana, sino también de la historia nacional de Portugal. Poreso, con motivo de su «recuperación histórico-política», muchos aspectos de supersonalidad, de su acción, de su vida, e incluso de sus sermones, resultan ocultados ofalsificados.

A N T O N I O V I E I R A Y E S P A Ñ A

En el marco de este artículo para Criticón, no sería decente prescindir de losvínculos, a menudo adversos, que unen al Padre Antonio Vieira con España. Siconsultamos la Bibliothèque de la Compagnie de Jésus (tomo X), de Sommervogel,notamos la importancia de las versiones castellanas de sus sermones. Por ejemplo, elsermón italiano, Le cinque piètre délia fionda di Davide, pronunciado en Roma ante lareina Cristina de Suecia en 1676, fue traducido al castellano y publicado en Lisboa en1695 (Sommervogel, n° 16), señal de la permanencia del bilingüismo peninsular. Deltitulado Heráclito Defendido (Sommervogel, n° 17: «Sácale a luz D. IgnacioParavicino»), sólo nos queda un texto español, siendo la versión portuguesa una simpletraducción. En cuanto a la colección portuguesa, más o menos completa, de los Sermóes

1 Escribimos Antonio en vez de Antonio para conformarnos con las normas gráficas de la lenguaportuguesa.

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(Lisboa, en nueve partes, de 1679 a 1694; Sommervogel, n° 19), le corresponde la seriede los Sermones varios, en castellano, publicados en Madrid en 1664, edicióncompletada en 1678, 1685, 1687, 1689, 1696, 1711, 1712 y 1734. Un éxito que no seexplicaría si la unidad cultural peninsular no hubiera existido nunca o si hubiesedesparecido en 1640, con lo que los portugueses suelen llamar A Restauraçâo.

La difusión en España y en la América española2 de los sermones de Vieiraconstituye de por sí un hecho impresionante, sobre todo si tenemos en cuenta el hechode que su nombre viene asociado a la ruptura de la unidad peninsular en 1640. Lapregunta básica —como patriota portugués, ¿odiaba Antonio Vieira a España y a losespañoles?— es a la vez evidente y absurda. Resulta obvia porque no es difícil encontrarpalabras de suma violencia en determinados sectores de su obra. Evidentemente, paraél, los enemigos de la recién recobrada independencia portuguesa sólo pueden serenemigos de Dios. Así se lee en su tratado Historia do Futuro:

Oh, acabe de entender Castela quem défende Portugal e contra quem peleja! Com muidesigual inimigo se toma quem quer guerrear contra Deus! [...] Nao peleja Castela só contraos exércitos de Portugal: peleja contra os exércitos de Portugal e contra o Senhor dosExércitos!3

Para comprender cuál fue la actitud de Vieira para con «el país vecino», hace faltacomprender también lo que fue la separación de «Portugal» y «España» en la realidadpolítica, social y cultural de la época, la cual no es la del siglo XIX, ni de los siglosposteriores. Debemos prescindir de un común y anacrónico discurso «nacional» o«nacionalista», tan español como portugués, además de muy universal. Constituye unerrror de perspectiva proyectar en pleno siglo xvn el «principe des nationalités», que eshijo adulterino de nuestra Revolución de 1789 y del romanticismo. Vieira ni fue nipodía ser «antiespañol» de la misma forma que lo han sido muchos portugueses de losúltimos dos siglos. Aquel llamado «emperador de la lengua portuguesa» no rechazó eltradicional bilingüismo castellano-portugués. Vieira compuso en castellano sietedécimas Al jabalí que mató la Señora Princesa Doña Isabel*1. Y el famoso sermónitaliano Le cinque piètre délia fionda de Davide fue traducido al castellano, y no alportugués, por su propio autor5.

Cuando la inscripción de la lápida de Vieira en Lisboa, redactada en 1897, le alabapor haber sido «sempre patriota», comete un descarado anacronismo. La actuaciónpolítica de Vieira se desarrolló en un contexto de mesianismo católico y de crisis defidelidad dinástica totalmente ajeno a nuestra mentalidad plasmada aún por el«principe des nationalités», el cual ni es religioso, ni es dinástico en su esencia. Vieirano quería la separación de Portugal y Castilla, sino la capitalidad de Lisboa, prometidae incumplida por Felipe II; más que todo, deseaba la substitución de la Casa de Austria(«O Quarto Imperio») por la Casa de Portugal («O Quinto Imperio»), como cabeza de

2 Sor Juana Inés de la Cruz, por ejemplo, elogió a Vieira en su Carta atenagórica (Crisis sobre un sermónde un orador grande entre los mayores). Véase Sommervogel n° 19, Tomo X, p. 661.

3 Historia do Futuro, 1992, p. 66.4 Sommervogel, X, p. 679.5 Publicado en Madrid por José Fernández de Buendía, en la Imprenta Imperial, 1676.

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una monarquía universal católica. Así lo exigía el propio Dios, así venía profetizado enel capítulo 7 del libro de Daniel6, por lo menos según la interpretación que de él dabaAntonio Vieira7.

E L SERMÂO DA SEXAGÉSIMA ( 1 6 5 5 )Y L A O R A T O R I A S A G R A D A E S P A Ñ O L A

Dejando pues para otro lugar el amplio tema del profetismo dinástico de Vieira —elEvangelio del Quinto Imperio—, cabe situar su oratoria sagrada en el contextopeninsular, aunque se dio en portugués. Él no podía dejar de tener en cuenta el océanode sermones que durante el siglo xvn se dieron en castellano desde Perpiñán hastaLisboa, e incluso en Cagliari... Con un siglo de antelación reacciona como otro jesuita—José Francisco de Isla, en su Historia del famoso predicador Fray Gerundio deCampazas, alias Zotes (1758)— contra los excesos, el estilo recargado y pedante detantos sermones. Ejemplo de dicha reacción lo da el Sermâo da Sexagésima, de 1655:

Será porventura o estilo que hoje se usa nos pulpitos? Um estilo tâo empeçado, um estilo tâodificultoso, um estilo tio afectado, um estilo tâo encontrado a toda a arte e a toda a natureza?Boa razâo é também esta. O estilo há-de-ser muito fácil e muito natural. Por isso Cristocomparou o pregar ao semear: Exiit qui seminat seminare. Compara Cristo o pregar aosemear, porque o semear é urna arte que tem mais de natureza que de arte. Ñas outras artestudo é arte; na música tudo se faz por compasso, na arquitectura tudo se faz por regra, naaritmética tudo se faz por medida. O semear nâo é assim. É urna arte sem arte; cair onde cair.Vede como semeava o nosso Lavrador do Evangelho.

El sermón no puede ser artificio. Vieira vincula el problema de la naturalidad en laoratoria sagrada con el problema de las citas bíblicas. Según Vieira, tanto másdesvinculado de la Sagrada Escritura, cuanto más articial o artificioso resulta el sermón,cuya naturalidad tiene que manifestarse en las palabras que emplea. La cita, sea bíblicao de otra índole, no puede ser un vano adorno. Todo ha de venir sin violencia:

Assim há-de ser o pregar. Hào-de cair as cousas e hâo-de nascer; tâo naturais que vâo caindo,tâo próprias que vanham nascendo. Que diferente é o estilo violento e tiránico que hoje seusa! Ver vir os tristes passos da Escritura, como quem vem ao martirio; uns vêm acarretados,outros vêm torcidos, outros vêm despedaçados; só atados nâo vêm! Há tal tiranía? Entâo nomeio disto, que bem levantado está aquilo! Nâo está a cousa no levantar, está no cair: Cecidit.Notai urna alegoría própria da nossa língua, O trigo do semeador, ainda que caiu quatrovezes, só de tres nasceu; para o sermâo vir nascendo há-de ter très modos de cair: há-de caircom queda, hade cair com cadencia, há-de cair com caso.

Prosigue el famosísimo Sermâo da Sexagésima detallando las tres exigencias de laoratoria sagrada. El vínculo con la naturaleza debe de ser tan evidente como el vínculocon la Biblia. Y «naturaleza» es primero la de las palabras:

6 Daniel 7, 23-27.7 Sobre el «no-patriotismo» portugués de Vieira, véase mi estudio, 1999a.

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A queda é para as cousas, a cadencia para as palavras, o caso para a disposiçâo. A queda épara as cousas, porque hào de vir bem trazidas e em seu lugar; ha-de ter queda. A cadencia épara as palavras, porque nao hâo-de ser escabrosas ni dissonantes; hâo de ter cadencia. Ocaso é para a disposiçâo, porque há-de ser tâo natural e tâo desafectada que pareça caso e nâoestudo: Cecidit, cecidit, cecidit.

La falta de naturalidad es también la falta de analogía con la Palabra de Dios. Con loscultistas, ésa ya no se oye en las iglesias. Vieira da pues un nuevo sentido a la parábolaevangélica: las espinas son los que no acuden a oír sermones sino como a un mundanaljuego del espíritu:

Os piores ouvintes que há na Igreja de Deus, sao as pedras e os espinhos. E porqué? Osespinhos por agudos e as pedras por duras. Ouvintes de entendimentos agudos e ouvintes devontades endurecidas sao os piores que há. Os ouvintes de entendimentos agudos sao mausouvintes, porque vêm a ouvir subtilezas, a esperar galantarias, a avaliar pensamentos, e asvezes a picar a quem os nâo pica.8

L A N A T U R A L E Z A , « M A T E R I A P R I M A » D E L S E R M Ó N

Ser natural para un predicador sería expresarse tal como hablan la naturaleza físicay el mundo visible. Tal vez fortalecido por la educación que recibió en Brasil, yseguramente apoyado en la teología de la Edad Barroca, Antonio Vieira posee unconcepto muy positivo del mundo creado por Dios. El universo que nos proponen lossentidos y tal como lo creó Dios es a la vez el proto-predicador y el proto-sermón. Odicho con otras palabras, la naturaleza es la primera Escritura que propuso Dios a loshombres, al fin y al cabo tan decisiva y tan clara como la Biblia. Tal teoría de lanaturaleza como protobiblia había sido ampliamente desarrollada por otro jesuita, elPadre Juan Eusebio Nieremberg en sus obras exegéticas9. Si no se puede dejar de verque tal aproximación a la naturaleza como Palabra de Dios posee rasgos tanto«franciscanos» como «ignacianos», tampoco dejaremos de ver lo que consuena con lallamada mentalidad barroca:

Já que falo contra os estilos modernos, quero alegar por mim o estilo do mais antiguopregador que houve no Mundo. E quai foi ele? Cœli enarrant gloriam Dei et opera manuumejus annuntiat Firmamentum diz David. Suposto que o céu é o pregador, deve de ter sermôes edeve de ter palavras; tem palavras e tem sermôes; e mais, muito bem ouvidos. Non suntloquellœ, nec sermones, quorum non audiantur voces eorum. E quais sào estes palavras docéu? As palavras sio as estrelas, os sermôes sâo a composiçâo, a ordem, a harmonía e o cursodélas.

Palabra de Dios dada en la naturaleza o repetida por ella, y palabra del predicadortienen que ser paralelas o análogas. Claras, aunque sea «cette obscure clarté qui tombedes étoiles»:

8 Vieira, Obras escolhidas, vol. XI {Sermôes H), p. 215.9 Didier, 1999b, pp. 342-344.

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Nào fez Deus o céu em xadrez de estrelas, como os pregadores fazem o sermâo em xadrez depalavras. Se de urna parte há-de estar branco, da outra há-de estar noite; se de uma partedizem desceu, da outra hâo-de dizer subiu . Basta que nào havemos de ver num sermâo duaspalavras em paz ? Todas hâo-de estar sempre em fronteira com o seu contrario? Aprendamosdo céu o estilo da disposiçào e também o das palavras. As estrelas sao muito distintas e muitoclaras. Assim há-de ser o estilo da pregaçâo; muito distinto e muito claro.10

S E D E B E H U I R DE LA M E T O N I M I A

Se debe abandonar todo artificio alejado de la naturaleza y por eso, abominar de lametonimia. Las siguientes frases pueden ser consideradas como una indirecta contraalgunos abusos de sermones castellanos, nada «democráticos», diríamos hoy, porqueno van dirigidos al pueblo, a la masa de los feligreses, ya que sólo los pueden entenderuna minoría. Vieira no quiere ser culto, en el sentido español o, mejor dicho,aurisecular de la palabra. La manera con que alude aquí al «negro bozal» no deja deparecemos sintomática de cierta enajenación racial típica de una sociedad esclavista.No perdamos de vista el hecho que uno de los bisabuelos de Antonio Vieira eraprecisamente un esclavo negro11 y que todos los retratos pintados o grabados delpredicador jesuíta manifiestan rasgos netamente africanos:

Tal pode ser o sermâo: estrelas que todos vêem, e muito poucos as medem. Sim, Padre; porémesse estilo de pregar, nao é pregar culto. Mas fosse ! Este desventurado estilo que hoje se usa,os que o querem honrar chamam-lhe culto, os que o condenam chamam-lhe escuro, masainda lhe fazem muita honra. O estilo culto nao é escuro, é negro, e negro bocal e muitocerrado.

Y prosigue, con tono rebelde, el que había llegado ya a ser un teórico de laRestauraçào de Portugal, quizás sugiriendo el necesario rechazo del hegemónico sermóncastellano:

É possível que somos portugueses, e havemos de ouvir um predicador em portugués, e naohavemos de entender o que diz?

A continuación condena más precisamente los adornos latinizantes del sermón culto:

Assim como há Lexicón para o grego e Calepino para o latim, assim é necessário haver umvocabulario do pulpito. Eu ao menos o tomara para os nomes próprios, porque os cultos témdesbaptizados os santos, e cada autor que alegam é um enigma. Assim o disse o CeptroPenitente, assim o disse o Evangelista Apeles, assim o disse a Águia de África, o Favo deClaraval, a Púrpura de Belém, a Boca de Ouro. Há tal modo de alegar? O Ceptro Penitentedizem que é David, como se todos os ceptros nao foram Penitencia; o Evangelista Apeles, queé S. Lucas; o Favo de Claraval, S. Bernardo; a Águia de África, Santo Agostinho; a Púrpura deBelém, S. Jerónimo; a Bouca de Ouro, S. Crisóstomo. E quem quitada ao outro cuidar que aPúrpura de Belém é Herodes, que a Águia de África é Scipiâo e que a Boca de Ouro é Midas?

10 Vieira, vol. XI (Sermôes II), pp. 222-224.1 1 Azevedo, 1992,1, pp. 14-15.

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Naturalidad: hace falta volver a la lengua de cada día, a la manera con que la gentesuele expresarse en las calles de Lisboa:

Se houvesse um advocado que alegasse assim a Bartolo e Baldo, havíeis de fiar dele o vossopleito? Se houvesse um homem que assim falasse na conversaçâo, nào o havíeis de ter pornéscio? Pois que na conversaçâo seria necedade, como há-de ser discriçâo no pulpito?12

V l E I R A Y E L E S P Í R I T U D E L O S J E S U Í T A S

El Sermâo da Sexagésima, que pronunció en la Capilla Real de Lisboa en 1655, noencierra solamente una teoría del sermón. Es también una autojustificación de Vieira.Había huido de Brasil para conseguir protección de la Corona para los indios tanamenazados por los colonos. Además, sus Tapéis fortes, es decir los proyectos de pazcon los holandeses que había propuesto al rey Juan IV, habían provocado la ira de lospernambucanos que le apodaban «o Judas de Brasil»13. No quería ser un misionariojesuita sospechado de haber abandonado la misión:

Ecce exiit qui seminal seminare. Diz Cristo que saiu o pregador evangélico a semear a palavradivina. [...] Entre os semeadores do Evangelho há uns que saem a semear: sâo os que vàopregar à índia, à China, ao Japâo; os que semeiam sem sair, sâo os que se contentar compregar na Patria. Todos terâo sua razâo, mas tudo tem sua conta.14

Vieira vivió y actuó tanto en la corte de Portugal o en la de la reina Cristina deSuecia como entre las naciones indias de Brasil cuyos idiomas dominaba. Fue cortesanoy político a la vez que misionario desterrado lejos del mundo europeo y de lascomodidades de la vida civilizada. Puso en práctica el arte jesuítico de adaptarse alinterlocutor hasta extremos increíbles: con igual facilidad trató con Manase Ben Israel,con esclavos negros, o con eclesiásticos romanos. También quiso conformarse conambos tipos de santidad de su orden, y hasta cierto punto lo consiguió: el modelo dadopor San Ignacio de Loyola durante los últimos años de su vida y el de San FranciscoJavier en la India.

Una dimensión esencial tanto de su vida como de sus sermones y demás obrasprocede de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. En el marco de laliteratura espiritual española del siglo xvi, ésta es obra bastante excepcional. No esningún tratado espiritual que valga por lo original, lo elevado y poderoso de susespeculaciones. El contenido teológico de los Ejercicios espirituales resulta más bienpobre o se limita a una escasa serie de elementos catequéticos. Es ante todo un métodoque de por sí no vale nada, o, lo mismo que un libro de gimnasia, no tiene ningún valorfuera de la práctica. Es camino para rezar, y rezar metódicamente, y también para elegirun estado de vida. Desde luego, son «Ejercicios espirituales para vencer a sí mismo yordenar su vida, sin determinarse por afección alguna que desordenada sea»15.

1 2 Vol. XI, pp. 225-226." Vol. XII, p. 204.1 4 Vol. XII, p. 204.1 5 Ejercidos Espirituales, §21, p. 202.

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Los Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola explican el aspecto sensorial,concreto o imaginativo de los sermones de Antonio Vieira. El método, plasmado por elfundador de la Compañía de Jesús, es una topografía espiritual. El ejercitante tiene queser concreto en su meditación u oración, nada abstracto, nada especulativo. Deseos desu corazón y anhelos espirituales los tiene que colocar, concretar, organizándolos comoobjetos, en un espacio determinado, mediante la imaginación. La mística ignaciana esmística de lo concreto. «¿Queréis ver? Pues ved» suele decir Vieira16. Es lo que se llamaen el dialecto de los jesuítas, «la composición de lugar» o, mejor dicho, «la composiciónviendo el lugar», cuya definición hallamos en el librito de los Ejercicios:

La composición será ver con la vista de la imaginación el lugar corpóreo donde se halla lacosa que quiero contemplar. Digo el lugar corpóreo, así como un templo o monte, donde sehalla Jesucristo o Nuestra Señora, según lo que quiero contemplar. En la invisible, como esaquí de los pecados, la composición será ver con la vista imaginativa y considerar mi ánimaser encerrada en este cuerpo corruptible y todo el compósito en este valle, como desterradoentre brutos animales; digo todo el compósito de ánima y cuerpo.17

El Sermao da Sexagésima se conforma con las normas meditativas de los Ejercicios.El lugar que se ha de ver con los ojos de la imaginación lo puede dar o lo suele dar unconocido episodio del Nuevo Testamento. El ejercitante tiene que organizarlo paraevitar el riesgo de ir divagando, cuanto más que se vale de su sensibilidad eimaginación. Lo mismo se puede decir de otros tantos sermones, como por ejemplo delfamoso Sermao de Santo Antonio aos Peixesis. Ahí también, la ordenación de lafacultad imaginativa teje el sermón, mediante la composición viendo el lugar. Aquí, ellugar que se ha de contemplar es el mar y el universo de los peces.

El enfoque jesuítico o ignaciano aparece claramente cuando Vieira da el caso de unpredicador deseoso de evocar la Pasión de Cristo. Sólo con palabras no conseguiráconmover o convencer a sus oyentes. Lo mismo que la acción supera la palabra, la vistasupera el oído:

Viram os ouvintes em nos o que nos ouvem a nos, e o abalo e os efeitos do sermáo seriammuitos outros [...]. Porque entâo era Ecce Homo ouvido, e agora é Ecce Homo visto; arelaçâo do pregador entrava pelos ouvidos, a representaçâo daquela figura entra pelos olhos.Sabem, Padres pregadores, porque fazem pouco abalo os nossos sermóes? Porque naopregamos aos olhos, pregamos só aos ouvidos.19

No estamos en el marco de un pensamiento teológico contemplativo. La espiritualidadde la Compañía de Jesús es la de hombres no sólo «de palabras» sino también, y aúnmás, «de acción». Activo debe de ser un buen predicador. Como decía el propioAntonio Vieira:

16 Véase Saraiva, 1996, p. 38.1 7 Ejercicios espirituales, §47, pp. 207-208.18 Vol. XI {Sermôes II), pp. 157-202.19 Vol. XI {Sermôes II), p. 220.

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Antigamente convertia-se o Mundo, hoje porque se nâo converte ninguém? Porque hojepregam-se palavras e pensamentos, antigamente pregavam-se palavras e obras. Palavras semobras sao tiros sem bala; atroam, mas nâo ferem.20

V l E I R A Y L A B I B L I A

En el Sermâo da Sexagésima, no se puede determinar de manera muy clara si elsermón criticado es el de estilo español o castellano, o el de las demás órdenesreligiosas, por ejemplo el de los dominicos. Quizás sean los dos a la vez. Lo cierto esque el sermón criticado es sumamente confuso. Y si lo es, es porque carece de temaclaramente definido. El predicador debe subir al pulpito sólo cuando tiene un temaúnico y evidente:

Usa-se hoje o modo que chamam de apostilar o Evangelho, em que tomam muitas materias,levantam muitos assuntos, e quem levanta muita, caça e nâo segué nenhuma, nâo é muito quese recolha com as màos vazias. Boa razâo é também esta. O sermâo há-de ter um só assunto euma só materia. Por isso Cristo disse que o lavrador do Evangelho nâo semeara muitosgéneros de semences, senâo uma só, e nao muitas, porque o sermâo há-de ter uma só materia,e nao muitas materias. Se o lavrador semeara primeiro trigo, e sobre trigo semeara centeio, esobre o centeio semear milho grosso e meúdo, e sobre o milho semeara cevada, que havia denascer? Uma mata brava, uma confusâo verde.21

La acusación llevada contra los malos predicadores es muy grave. Si sus palabrasson tan confusas, es que, al fin y al cabo, resulta que son meramente suyas, meramentehumanas y no reflejan en absoluto la imperecedera Palabra de Dios:

As palavras que tomei por tema o dizem: Semen est Verbum Dei. Sabéis, Cristâos, a causa porque se faz hoje cao pouco fruto com tantas pregaçôes? —É porque as palavras dos pregadoressao palavras, mas nâo sào palavras de Deus. Falo do que ordinariamente se ouve. A palavrade Deus (como dizia) é tâo poderosa e tào eficaz, que nâo só na boa terra faz fruto, mas atéñas pedras e nos espinhos nasce. Mas se as palavras dos pregadores nâo sâo palavras de Deus,que muito que nâo tenham a eficacia e os efeitos da palavra de Deus?

El error fundamental de los malos predicadores es substituir palabras meramentehumanas a las de Dios:

Mas dir-me-eis: Padre, os pregadores de hoje nâo pregam do Evangelho, nâo pregam dasSagradas Escrituras? Pois como nâo pregam a palavra de Deus? Esse é o mal. Pregam palavrasde Deus, mas nâo pregam a palavra de Deus: Qui habet sermonem meum, loquatur sermonemverum veré disse Deus por Jeremías. As palavras de Deus pregadas no sentido em que Deus asdisse, sâo palavras de Deus; mas pregadas no sentido que nos queremos, nâo sào palavras deDeus, antes podem ser palavras do Demonio . Ten tou o Demonio o Cristo a que fizesse daspedras pao. Respondeu-lhe o Senhor: Non in solo pane vivit homo, sed in omni verbo, quodprocedit de ore Dei.7-2

2 0 Vol. XI (Sermôes II), p. 218.2 1 Vol. XI (Sermôes II), pp. 226-227.2 2 Vol. XI, pp. 236-237.

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En resumidas cuentas, Antonio Vieira no sólo pide a los predicadores que seantambién hombres de acción, como todos los jesuítas, y hombres capaces de mostrarlugares e imágenes, lo que hacen también los jesuítas por fidelidad a los Ejerciciosespirituales de San Ignacio de Loyola, sino también hombres-ecos de la Biblia.

A estas alturas, la originalidad del predicador portugués para con el hegemónicosermón castellano debe también interpretarse en el marco de la dramática historia de laBiblia en la Península Ibérica. Desde este punto de vista, Vieira aparece como unaexpresión de la idiosincrasia bíblica de Portugal frente a la de Castilla o de España,como la manifestación de una tendencia muy opuesta a las normas vigentes en la Iglesiahispánica, normas que se establecieron en la época de los Reyes Católicos y que laInquisición aplicó metódicamente, poniendo una barrera insalvable entre los seglares yel texto de la Sagrada Biblia.

Eminente ha sido el papel desempeñado por los reinos hispánicos durante la EdadMedia y a principios de los Tiempos Modernos en la historia europea de la Biblia. Losreinos peninsulares, mayormente Castilla y Aragón, conocieron un ardoroso fervorbíblico durante los siglos xm, xiv y xv, a raíz de la Biblia castellana patrocinada porAlfonso X «el Sabio» (1221-1284). El romancear de la Sagrada Escritura culminó en elsiglo xv con la llamada Biblia del Duque de Alba —que era «ecuménicamente» judeo-cristiana, ya que la hizo Rabí Moisés Arragel por encargo de Luis de Calatrava, maestrode la Orden de Calatrava (1430-1433)—, y sobre todo con una de las primeras Bibliasimpresas en idioma nacional, concretamente en «vulgar llemosí», eso es en catalán(Valencia, 1477-1478). Como se sabe, la recién nacida Inquisición (1471) hizo todo loposible para recoger todos los ejemplares de aquella Biblia catalana, junto con toda unaserie de escritos o impresos supuestamente judaizantes. El que seglares pretendieran serdirectores espirituales, cosa todavía corriente en tiempo de la Reyes Católicos, dejó detolerarse; se hizo todo lo posible para que los que ni eran monjes ni clérigos ydesconocían el latín, dejasen de tener acceso directo a la Palabra de Dios. Durante elsiglo xvi, se agudizó la reacción sacerdotal-monástica, culminando en 1556 con laprohibición de cualquier versión de los libros santos en romance aunque fueranparciales o fragmentarias. Sin embargo, con la Biblia Complutense, patrocinada por elCardenal Jiménez de Cisneros, y más tarde con la Poliglota de Amberes, obra de BenitoArias Montano (1571), sin contar con numerosísimos comentarios biblícos —todos enlatín, por supuesto—, España siguió siendo la «primera potencia bíblica» en Europadurante el siglo xvi. Pero la Biblia, ¡no era para el vulgo! Mientras que el Concilio deTrento no prohibía las traducciones de la Biblia a las lenguas populares o nacionales,con tal que vinieran controladas por el magisterio eclesiástico, España, rígidamente,quiso limitarse a la Vulgata, posición ya adoptada antes de que se reuniesen los PadresConciliares23.

Para comprender la actitud del Padre Antonio Vieira frente al hegemónico sermóncastellano, hay que tomar en cuenta el hecho de que la historia de la Biblia en Portugalno es idéntica a la de la Biblia en el Reino Unido de León-Castilla-Aragón-Cataluña. Elamor al texto revelado siguió más intenso entre los lusitanos, siendo menos severas lasprohibiciones inquisitoriales. No se produjo ningún intento serio de dar una versión

2 3 Didier, 1995 y 1996, pp. 122-133.

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portuguesa de la Biblia a la imprenta. En cambio, se desarrolló una provechosa«industria portuguesa del manuscrito bíblico». Tal o cual fragmento del Nuevo o delAntiguo Testamento romanceado podía leerse y copiarse, con tal que tomara forma deepístola con el nombre y firma del sacerdote u obispo que lo autorizaba. En tiempos dela unión de ambas coronas (1580-1640), la Inquisición trató de luchar contra este«abuso», lo mismo que intentó confiscar todos los manuscritos de las Trovas delzapatero-profeta Gonçalo Eanes Bandarra. Pero no lo consiguió24. Lo cierto es que launión peninsular fue, para Portugal, un momento de hondo «malestar bíblico». Elempleo intenso de la Biblia en los sermones de Vieira, las críticas que dirige a lospredicadores que no se valen de su autoridad y, por fin, la profunda creatividad de susobras de exégesis (Historia do Futuro en portugués y Clavis Prophetarum en latín)confirman, pues, la originalidad de Portugal con respecto a España.

W Didier, 1997, pp. 138-142.

Bibliografía

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«Lusitaniœ est imperare Orbi Universo. El Padre Antonio Vieira (1608-1697) y los autores"austrohispanistas" de Castilla», en Literatura portuguesa y literatura española, influencia yrelaciones, anejo n° XXXI de la revista Cuadernos de Filología, Universitat de Valencia,1999a, pp. 143-153.

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A N T O N I O VIEIRA 243

DIDIER, Hugues. «Antonio Vieira: un predicador portugués frente a la oratoria sagradaespañola». En Criticón (Toulouse), 84-85, 2002, pp. 233-243.

Resumen. Ya es tiempo de destruir algunas leyendas forjadas en torno a Antonio Vieira (1608-1697) duranteel siglo xix. No fue antiespañol, sino enemigo de la Casa de Austria. No condenó el tradicional bilingüismopeninsular castellano-portugués, sino las complejidades de la hegemónica oratoria sagrada española. Alaba lanaturalidad y la sencillez, y más aún los temas bíblicos. Esto procede del hecho de que la historia de la Bibliaen Portugal ofrece rasgos singulares.

Resume. 11 est temps de détruire certaines légendes forgées autour d'Antonio Vieira (1608-1697) au cours duxixe siècle. Il ne fut pas anti-espagnol, mais ennemi de la Maison d'Autriche. Il ne condamna pas letraditionnel bilinguisme péninsulaire castellano-portugais, mais les complexités de l'hégémonique éloquencesacrée espagnole. Il loue la simplicité naturelle et plus encore les thème bibliques. Cela vient du fait quel'histoire de la Bible au Portugal présente certains traits particuliers.

Summary. It is time to overthrow some xixth. century legends about Antonio Vieira (1608-1697). He did nothâte either Spain or Castile, but he loathed the House of Hapsburg. He did not criticize the traditionalPortuguese-Spanish bilingualism, but he fought against the intricacy of the widespread Spanish art of sacredoratory. He recommended outlessness and simplicity and above ail, biblical thèmes. Indeed, Portugal enjoys aspécifie national «history of the Holy Bible».

Palabras clave. Artificio. Biblia. Bilingüismo peninsular. Cultismo. Ejercicios espirituales. LOYOLA, Ignaciode. Naturalidad. Predicador. Sermón. Sociedad. VIEIRA, Antonio.

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Tercera parte:

Retórica sacra y Bellas Artes