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INTERACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS DE ECO-PLACER Y
HATO VIEJO DEL DEPARTAMENTO DEL CAUCA FRENTE A LOS ACTORES
SOCIALES
INTERACTION OF THE PEASANT ORGANIZATIONS OF ECO-PLACER AND
HATO VIEJO OF THE CAUCA DEPARTMENT AGAINST THE SOCIAL ACTORS
Jacquelyn Jiménez Cañizales*
Resumen
El presente trabajo indaga sobre la interacción de las organizaciones campesinas,
la identificación en relación con el Comité de Integración del Macizo Colombiano
(CIMA). Asimismo, se busca caracterizar las relaciones de estas con actores
sociales tales como organismos estatales, empresariales y universidades. La
investigación se fundamenta en los conceptos de identidades rurales, actores
sociales y economía solidaria y se aplicaron las metodologías de “Los seis
sombreros para pensar” (Edward de Bono), y el análisis de actores sociales.
Palabras claves: actores sociales, Identidades rurales, economía solidaria,
organizaciones campesinas.
Abstract:
The present work explores the interaction of peasant organizations, identification in
relation to the integration committee of the Colombian massif (top). Likewise, it seeks
to characterize the relationships of these with social actors such as: state agencies,
social organizations, business and universities. The research is based on the
concepts of: rural identities, social actors and solidarity economy, to achieve with the
research the methodologies of a) "the six hats to think" (Edward de bono), and b)
stakeholder analysis were applied social.
Keywords: social actors, rural identities, solidarity economy, peasant organizations.
* Estudiante de Contaduría Pública, pertenece a la línea de investigación Contabilidad, Sociedad y Desarrollo, coautor William Macías Orozco. [email protected]
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Introducción
La intención del artículo es analizar las identidades rurales a través de las
experiencias de las organizaciones campesinas de Eco-Placer y Hato Viejo
ubicadas en el municipio de Timbío-Cauca; así como la relación que tienen las
organizaciones con actores estatales, organizaciones sociales, institucionales y
empresariales. Cuestión necesaria de abordar, en tanto el rol que juega los actores
sociales en la relación con los campesinos de estas organizaciones y el
desconocimiento de la identificación de los participantes con el CIMA, el territorio
Macizeño y el campesinado.
Todo lo anterior se puede resumir en las tres siguientes interrogantes de
investigación: 1) ¿Cuáles son las identidades que agencian las organizaciones
campesinas de Eco-Placer y Hato Viejo ubicadas en el municipio de Timbío-Cauca?;
2) ¿Cómo las organizaciones campesinas estudiadas se relacionan con otros
actores sociales?; y 3) ¿Cómo juegan las identidades de las organizaciones
campesinas y en su relación con el CIMA? Esto es importante si se tiene en cuenta
que en ocasiones la relación con el CIMA tiende a ser dificultosa y conflictiva.
Para llegar a cabo la investigación se aplicaron las metodologías de “seis sombreros
para pensar” y actores sociales, en las organizaciones campesinas de Eco-Placer y
Hato Viejo.
Lo primero que se hizo fue la socialización en las organizaciones. Después, se hizo
una reunión con los asociados de las fincas donde se pudo cumplir con el objetivo
de “los seis sombreros para pensar” (Edward de Bono, 1985), haciendo que la gente
manifestara lo que quería. De modo similar, en cualquier reunión es muy útil hacer
desviar a la gente de su rol habitual y llevarla a pensar de un modo distinto sobre el
tema del caso. Lo que se hizo fue que identificaran la memoria, sentimientos,
beneficios, problemas y apuestas de las organizaciones. Así mismo, con la
metodología de actores sociales, se realizó en conjunto donde los asociados iban
contando sus experiencias y la relación que tenían con esos actores. Entonces,
identificaban con quienes se relacionaban las organizaciones campesinas como
instituciones, organizaciones sociales, economía política, comunidad,
universidades y cuáles son sus relaciones con ellas (si son aliados, adversarios o
se apoyan).
A continuación, se abordará el tema de la identidad. Se parte del trabajo de Giménez
(2008), quien considera que:
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En una primera aproximación, la identidad está relacionada con la idea que tenemos
acerca de quiénes somos y quiénes son los otros, es decir, con la representación
que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás. Implica, por tanto,
hacer comparaciones entre las gentes para encontrar semejanzas y diferencias
entre ella. Cuando creemos encontrar semejanzas entre las personas, inferimos que
comparten una misma identidad que las distinguen de otras personas que no nos
parecen similares. (p. 11)
Es posible afirmar que para estudiar las identidades se debe partir de lo que los
participantes de las dos organizaciones campesinas dicen respecto a quiénes son
y quiénes son los otros. A partir de ahí, se debe identificar cómo se distinguen de
los demás, a través de cómo trabajan las fincas campesinas; y observar si se
identifican con respecto a la identidad campesina, al territorio macizeño y la
economía solidaria, que consiste en fincas comunitarias que trabajan
solidariamente, buscando que tengan una identidad antes los demás.
En torno a la constitución de actores es difícil la relación que las organizaciones
pueden tener. Al respecto, Touraine (1987) dice:
La desarticulación del campo social y de las conductas colectivas, la subordinación
de los actores sociales a los actores políticos y más aún al Estado, y la autonomía
de la producción ideológica que son los tres temas ya analizados, determinan en
gran parte la naturaleza y las formas de acción de los movimientos sociales. Tres
ideas tienen entonces que ser destacadas. En primer lugar, los movimientos
sociales responden a una intervención del Estado más que a iniciativa de otros
actores sociales. En segundo lugar, no hay movimiento social importante
unidimensional; solamente la combinación de tres orientaciones: clasista,
modernizante y nacionalista permite la formación de actores sociales importantes.
Finalmente, los movimientos sociales están subordinados al funcionamiento de
sistemas políticos y al enfrentamiento de las ideologías (p. 130).
Los actores sociales se relacionan entre sí y establecen relaciones de alianza-
oposición. En este trabajo se parte de tres ideas derivadas de los análisis de
Touraine en torno a la constitución de actores.
La primera, si las organizaciones se relacionan con el Estado y cómo lo hacen. En
la segunda, mirar si algunos actores sociales son más relevantes que otros para
estas, si se imponen o subordinan a otros. Y, por último, analizar si las
organizaciones campesinas están sujetas al funcionamiento político o a la oposición
de las ideologías. Se busca que las organizaciones campesinas identifiquen las
relaciones de actores sociales importantes, como apoyo, aliados o adversarios.
Aquí se muestran algunas relaciones. En la finca Eco-Placer las Institucionales
como el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), Sena, gobernación,
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alcaldía, Ministerio de Agricultura. Organizaciones sociales que están relacionadas
con la Asociación de Usuarios Campesinos (ANUC), Concejo Regional Indígena del
Cauca (CRIC), Proceso de Unidad Popular del Sur Occidente Colombiano
(PUPSOC). También tienen una relación con la economía política como Cartón
Colombia, Federación Nacional de Cafeteros. Algunas universidades las han
apoyado, como la Universidad Javeriana y la Metropolitana de México.
Mientras que la finca Hato Viejo se relaciona con el CIMA como organización social,
también actores de la economía política capitalista como Cartón Colombia, al igual
que instituciones estatales (Junta de Acción Comunal, Incoder, Corporación
Autónoma Regional del Cauca, CRC). También la comunidad de Yanaconas y
grupos de jóvenes.
Con las organizaciones campesinas se quiere mostrar cuál es la apreciación que
tienen y qué pretenden con la economía solidaria. (Coraggio, 2011):
No están exentas, sin embargo, de desarrollar prácticas que conspiren contra los
valores trascendentes o los objetivos prácticos declarados, pero desde el inicio se
autodefinen como “sin fines de lucro”, lo que no las vuelve anticapitalistas, pero sí
las hace no-capitalistas. Su confrontación o competencia con el sistema de
empresas capitalistas –en los mercados, en el territorio, en el Estado, en la
sociedad– requiere como estrategia ensanchar continuamente el campo de la
economía social, para que las relaciones medidas por los mercados puedan tener
también una dosis de solidaridad y de precio justo, al ser crecientemente
transacciones entre empresas de la economía social. Ello implica que una parte de
los excedentes de estas organizaciones se dedique a expandir el sector creando o
subsidiando las etapas iniciales de otras organizaciones que comparten su lógica, y
que pueden ser de muy diverso tipo. (p. 47)
Habitualmente en las organizaciones capitalistas predominan unas relaciones
jerárquicas en las que el gerente o el jefe es el que gana dinero, no se redistribuyen
beneficios, el trabajo es asalariado, subordinado y no tomas decisiones. Lo que
busca esta economía es que sea social como solidaria, un trabajo no individual sino
familiar, comunitario, colectivo, de diversos tipos, que sean acordadas por los
miembros de la empresa y arreglos voluntarios; que actúen haciendo valores de
solidaridad y cooperativismo, donde aquí los precios sean justos y sea una
integración de todos los esfuerzos; y la distribución sea de una manera más
igualitaria: que todos aporten en comunidad. No solo producir utilidades monetarias,
sino enfocarse en generar valores de uso para satisfacer las necesidades y calidad
de las relaciones sociales. Además, para ser solidarias deben serlo no solo al
interior de la organización sino al exterior. Convertirse en actores colectivos,
capaces de transformar la sociedad, las instituciones y políticas estatales.
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Las identidades que agencian las organizaciones Eco-Placer y Hato Viejo
(Asofinca)
¿Cuáles son las identidades que agencian las organizaciones Eco-Placer y Hato
viejo?
¿Pero cuáles son, concretamente, esas categorías o grupos de pertenencia? Según
los sociólogos, los más importantes –aunque no los únicos– serían la clase social,
la etnicidad, las colectividades territorializadas (localidad, región, nación), los grupos
de edad y el género. Tales serían las principales fuentes que alimentan la identidad
personal. Los sociólogos añaden que, según los diferentes contextos, algunas de
estas pertenencias pueden tener mayor relieve y visibilidad que otras
(Giménez,2008, p 14).
De aquí se parte de las dos identidades que son clase social y la identidad territorial;
la identidad personal no es poco relevante, sino más bien la identidad colectiva. Las
organizaciones se identifican como el territorio macizeño y el campesinado y lo
colectivo; las políticas con que se identifica la empresa Eco-Placer son con las
apuestas del CIMA, los principios y las propuestas, en torno a las prácticas
solidarias que hacen como la planeación colectiva, la recuperación de las prácticas
tradicionales, siembra de semillas, minga, movilizaciones, préstamos de semillas y
trabajo colectivo. El CIMA les ha apoyado en la finca San Gerardo y los principales
problemas para el desarrollo radican en que no han tenido ayudas para obtener
fondos.
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Figura 1. Finca San Gerardo, visita a la organización Eco-Placer.
Fuente: Propia.
En la finca Eco-Placer los participantes dicen que se sienten campesinos porque
han nacido en el campo. Les gusta mucho lo que saben hacer, construyendo y
defendiendo el territorio. Siguen haciendo escuela agroambiental solidaria, con esto
buscan el reconocimiento de experiencias relevantes en agricultura orgánica, en
experiencias de vida de alto valor humano, tecnológico, de transformación humana,
de productos y servicios. Por lo cual se identifican con el CIMA, como una
organización que ayuda a los campesinos para tener un terreno y trabajarlo.
Pertenecen por convicción, se identifican con la organización porque es un beneficio
para los campesinos y comunidades. De este modo podrán ayudarse unos a otros,
hacer trabajo comunitario, desarrollar lazos de hermandad para dejar un futuro más
promisorio a sus hijos. De ahí que no desaprovechan la oportunidad de participar
en muchos de los eventos que el CIMA organiza para fortalecer las asociaciones y
organizaciones de campesinos, como son las salidas a otros municipios o
departamentos, foros, reuniones, integraciones, capacitaciones y movilizaciones.
Igualmente, la familia participa en el CIMA asistiendo a las convocatorias, puesto
que la asociación no cuenta solo con un vocero sino todos participan
comunitariamente.
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Figura 2. Finca Hato viejo, visita a la organización.
Fuente: Propia,
En relación con los participantes de la finca Hato Viejo, mencionan que se identifican
como campesinos porque han vivido en el campo y quieren cooperar con las
actividades ancestrales. La mayoría viven en el sector urbano y han estudiado. Para
ellos el CIMA es una figura organizacional que identifica al grupo de campesinos.
Sin embargo, se identifican con la organización por sus causas y conocen sus
apuestas agroambientales: soberanía alimentaria, transformación,
comercialización, respecto por el medio ambiente, recuperación por la economía
campesina. Asimismo, practican las apuestas participando y articulando con las
otras organizaciones.
Las identidades políticas para ellos, además de los principios de la organización,
son articulación, solidaridad, participación, movilización, entre otros. También
aprovechan las actividades del CIMA como marchas, muestras artesanales,
encuentros culturales, escuelas campesinas y movilización.
Los principales problemas de la asociación Hato Viejo son la falta de oportunidades
para acceder a recursos económicos para el desarrollo de las actividades de la
asociación. Les interesa más que les financien para continuar: que la finca los
sostengan a ellos y no ellos a la finca. No están del todo del acuerdo con el CIMA:
manifiestan que se ha ido decayendo en relación con las capacitaciones, falta de
coordinación y porque la dinámica se ha enfocado más en lo político. Una crítica
recurrente es que las capacitaciones del CIMA no son prácticas. No obstante,
algunos asociados manifiestan que si Cartón Colombia entrega recursos hay que
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aprovecharlos y recibirlos. A pesar de todo el CIMA les ha apoyado obteniendo el
predio de la finca Hato Viejo.
En ese caso no hay autonomía porque están permeados por el individualismo,
clientelismo, la búsqueda de ganancias y no la conformación de un actor colectivo
capaz de agenciar sus propios proyectos (no financieros) de vida (Giménez, 2008).
Lo dicho para Hato Viejo se sostiene ya que se puede decir que desconocen la
historia del CIMA; solo algunos miembros la referencia, se distancian de los valores
como solidaridad o de principios como la movilización. Cuando proponen soluciones
se centran en la gestión de proyectos y no en propuestas de construcción de una
economía solidaria o la movilización social frente al Estado.
El cooperativismo considera que el mercado promueve uno de sus valores
centrales: la autonomía de las iniciativas colectivas y los objetivos de centralización
y eficiencia económica que no son acogidos por los sistemas económicos
centralizados. Frente a la comprobada inviabilidad e indeseabilidad de la economía
centralizada, las cooperativas surgen como alternativa de producción factible y
plausible, a partir de una perspectiva progresista, porque están organizadas de
acuerdo con principios y estructuras no capitalistas y, al mismo tiempo, operan en
una economía de mercado (de Sousa Santos, 2012, p. 49, 50).
Lo que la finca Eco-Placer tiene, es que los asociados consideran el cooperativismo
para su forma de producción y el arraigo al territorio. Entonces se promueven
valores como la autonomía de decisiones colectivas y unos objetivos centralizados,
no van con el capitalismo donde no se redistribuyen beneficios, el trabajo es
asalariado, subordinado. Poco a poco los asociados manifiestan que han venido
luchando por un trabajo colectivo. No obstante, esta economía actúa impulsando
valores de solidaridad: acuerdan con los miembros de la empresa arreglos
voluntarios y cooperativismo; se preserva de la vida, disminuye el desperdicio y la
contaminación, ponderando más al valor de uso sobre el valor de cambio de lo
producido. Es factible y meritorio lo que esta organización hace.
La identidad colectiva es un elemento que potencia el mantenimiento de las
organizaciones. Se encuentra constituida por un conjunto de atributos, de
semejanzas y diferencias, que limitan la constitución simbólica de un “nosotros”
frente a un “ellos”. Para Delgado (2009), la identidad colectiva implica que los
miembros de un grupo definan y proporcionen vocabularios, marcas o rasgos
distintivos que imprimen un sentido de pertenencia, para que los participantes y
simpatizantes constituyan sus identidades individuales, de tal forma se una entre sí
en un contexto más amplio, como el ofrecido por las experiencias colectivas. Lo
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anterior lleva a pensar en ellas como entidades interactivas, producto de los
procesos relacionales de intercambio y negociación de individuos o grupos, en el
esfuerzo mancomunado por trazar caminos que orientan la acción colectiva de sus
miembros (Burbano, M. H., 2014 p. 37).
Estas organizaciones se identifican con las políticas que plantea el CIMA (soberanía
alimentaria, transformación, comercialización, respeto por el medio ambiente y
recuperación de la economía campesina), haciendo prácticas solidarias como el
trabajo colectivo, la recuperación de las prácticas tradicionales, minga,
movilizaciones, compartiendo saberes, semillas y sabores, entre otras. Las
organizaciones son muy interactivas y se relacionan con diferentes actores sociales
con quienes intercambian saberes. Más allá de interactuar piensan en sus intereses
y beneficios como campesinos y colectivos, y van generando un aprendizaje
colectivo, fortaleciendo y mostrando su eficiencia como identidades. Sin embargo,
una de las fincas entra en controversia pues, a pesar de sus identidades y prácticas,
se orientan a la búsqueda de recursos económicos y no manifiestan un fuerte
sentido de pertenencia frente al CIMA. Existen problemas internos para el trabajo
colectivo y en ocasiones una mirada centrada en la rentabilidad.
Eco-Placer y Hato Viejo se identifican con lo colectivo, pero siempre hay algo que
separa a Hato Viejo. Por las críticas que tienen hacia el CIMA, toman distancia,
dejando sus intereses y beneficios colectivos y predominando más lo individual.
Su papel es pugnar por transformar la economía, la sociedad y la política,
construyendo un nuevo poder social. La política que necesitamos es una que articule
las responsabilidades y obligaciones con los intereses, las identidades, las
demandas y las luchas por el pleno ejercicio de los derechos políticos y sociales,
que abra una esfera pública no dominada por los medios de comunicación
mercantilizados, donde puedan elaborarse sentidos compartidos evitando que se
prioricen las soluciones para los grupos con más capacidad de presión, dándoles
impunidad para de hecho enajenar los derechos legítimos de otros sectores sociales
(Corraggio, 2011, p. 205 )
Lo que Eco-Placer busca es que se pronuncie en la política lo que estas fincas
vienen practicando en sus organizaciones, con los principios, las propuestas,
valores, identidades colectivas, cooperación social, relaciones con actores
colectivos y su lucha que se ha dado con las movilizaciones, paros y escuelas
agroambientales en el trascurso de los años. Construir otra sociedad que enmarque
en otras convenciones distintas a la individualización, demostrando al gobierno otra
forma de la economía y que ellos puedan ser parte también como otras
organizaciones de la economía del sistema, que la reconozcan y puedan tener su
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derechos, donde puedan obtener sentidos compartidos evitando que prevalezcan
las soluciones solo para los grupos con más capacidad de influencia.
¿Cuáles son las identidades presentes en cada organización (Eco-Placer y
Asofinca) frente a actores sociales estatales, de la economía política
capitalista y organizaciones sociales?
¿Cuáles son las identidades que agencian las organizaciones Eco-Placer y Hato
Viejo?
Así se define el cuadro general de análisis de los actores del desarrollo (Touraine,
A., 1987):
Estos actores no son ni clases ni estratos modernos o tradicionales ni naciones o
movimientos nacionales ni agentes de una dominación imperialista, sino más bien
actores mixtos. Todos estos ejes de análisis se combinan de maneras distintas en
los diferentes modelos de desarrollo, porque no hay desarrollo enteramente
endógeno, actores modernizantes y tampoco desarrollo —o subdesarrollo—
totalmente exógeno, determinado por el flujo positivo o negativo de capitales, de
modelos culturales o de recursos militares provenientes de un centro hegemónico
externo (p. 9).
Al observar las organizaciones abordadas para ver el tipo de actores que se
configuran, se encuentra con una mezcla de varios. Estos no se relacionan con
actores que tengan sus mismos beneficios, a fin de establecer alianzas claras y
redes de acción colectiva. Tampoco se identifican de forma clara con los
campesinos, sino más bien un interés en que predominan luchas por sus beneficios
e intereses individuales. Los asociados están más centrados en la rentabilidad de
la finca Hato Viejo y expresan que se identifican con el campesinado, pero muchos
de ellos van a retomar las actividades ancestrales. No están del todo de acuerdo
con el CIMA, que es una organización que se identifica con los campesinos, ellos
prefieren recibir recursos de actores como Cartón Colombia.
Los asociados de Hato Viejo manifiestan que Cartón Colombia genera afectación al
recurso hídrico, la tala de árboles y daños por los cultivos extensivos, disminución
del bosque nativo y división de las organizaciones, debida a los proyectos y entrega
de dineros que tal multinacional adelanta para hacer viable esa explotación
maderera. Para los campesinos los principios y propuestas no van con lo que Cartón
Colombia hace y es un adversario, pero igual piensan que si Cartón Colombia
entrega recursos hay que aprovecharlos y recibirlos. En Hato Viejo los asociados
manifiestan no pertenecer a ningún partido político y es una decisión de orden
personal de cada asociado. Solo han votado de manera grupal por Alberto Castilla
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al Senado quien se comprometió con un proyecto de ley enfocado a los derechos
del campesino.
Aprender a producir juntos, visualizar el valor de independencia confiable, de la
cooperación, ir creando lazos sociales solidarios por esta vía no parece imposible,
porque la misma objetividad de los procesos tecno productivos populares lo irá
haciendo necesario. Pero la clave más difícil de la lucha cultural es poder ver los
deseos y necesidades de satisfactores como construcciones sociales y, por tanto,
políticas, antes que como una naturaleza universal que, sin embargo, permite a unos
pocos una realización personal utilizando una libertad que es a costa de la opresión
de otros (Coraggio, 2011, p. 227).
Al contrario que con Hato Viejo, Eco-Placer sí se identifica con otra economía que
es de la cooperación, de crear lazos sociales solidarios, identificándose con el
CIMA. Los principios y las propuestas, en torno a las prácticas solidarias que hacen
como la planeación colectiva, la recuperación de las prácticas tradicionales, siembra
de semillas, minga, movilizaciones, prestamos de semillas y trabajo colectivo. Han
venido trabajando como una economía solidaria con relativo éxito a pesar de que
no han podido acceder a créditos bancarios.
Los asociados de Eco-Placer afirman que han venido luchando desde tiempos atrás
por sus derechos como campesinos, por la emancipación humana, siguen
buscando alternativas en perspectiva de cambio social y anticapitalismo y están
contando desde sus saberes, semillas y sabores, que es en lo que los pueblos
campesinos deben de insistir. Es importante que les reconozcan el trabajo y
también el gobierno los tenga en cuenta como a los indígenas, afros, desplazados,
etc.
Con el CRIC, a través del CIMA, se ha hecho un acompañamiento. La relación con
los indígenas está mediada con la organización CIMA, lo cual le ha permitido una
buena comunicación. Así mismo, se señala la existencia de la relación con
universidades. En relación con la Universidad Javeriana, esta apoya la mesa
campesina por la cual la finca San Gerardo ha venido luchando, además adelanta
estudios sobre tierras en la zona. Un estudio de esta universidad les permitió
conocer donde están ubicadas multinacionales mineras y la situación en que se
encuentra la zona en la relación con este tema. Igualmente, la Universidad
Metropolitana de México estuvo conociendo el proceso organizativo del CIMA y los
asociados, donde le otorgaron un reconocimiento a la organización.
El sistema mundo capitalista global impone una individualización fragmentadora que
hace extremadamente difícil construir un “nosotros” para pensar y construir otra
sociedad que encuadre otras formas de individuación. Dada la centralidad y
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opacidad de la economía en la generación del imaginario social, será decisivo para
romper ese círculo vicioso, en la resolución de los problemas acuciantes de la vida
cotidiana, convencernos y convencer a otros de que hay formas mejores,
observables o verosímiles, de organización micro y mesoeconomica, y que esa
forma puede ser inventadas, evaluadas y rectificadas voluntariamente. Pero a la vez
debemos convencernos y mostrar que, para sostenerse social, económica y
políticamente, esas forman requieren constituirse en un sistema orgánico, algo que
no podemos hacer sin cooperar, asociarnos, debatir y reflexionar justo en
democracia (Coraggio, 2011, p 161, 162).
Se vive en un mundo capitalista donde es difícil encontrar empresas con lazos
solidarios, pero no imposibles, donde todo el tiempo se pasa pensando
individualmente sin importar de los demás, hace que haya una separación de
pensamiento y hacer más difícil construir una mejor sociedad o simplemente sacar
una empresa adelante que solo piensen en un objetivo común, deseo, necesidades
y satisfactores sociales o el beneficio para todos. No es imposible, en estas
organizaciones campesinas se muestran que son empresas con trabajos colectivos
donde tiene unos principios y propuestas, en el cual hacen prácticas solidarias y
planeación colectivas y siguen haciendo escuela agroambiental solidaria,
construyendo y defendiendo el territorio, vida digna e integración social. Aunque se
refleja más en la finca Eco-Placer que en Hato Viejo porque, a pesar de que ambas
trabajan colativamente, en la segunda, predomina el pensamiento individualista.
Estas organizaciones muestran que para sostenerse social, económica y
políticamente se puede, con la cooperación, asociarse como lo hacen con otros
actores el Estado. Al igual se vive un sistema armónico y poder que otras empresas
puedan seguir por el camino de una economía solidaria, para pensar y construir una
nueva sociedad donde se piense en el bien común.
En las organizaciones se observa que, a pesar de que en una de ellas son más los
actores de desarrollo que los actores sociales, también hay una relación con los
actores colectivos.
¿Cómo las organizaciones campesinas se relacionan con otros actores
sociales?
Una estrategia integral que vaya pautando como nuevo habitus las respuestas,
convergentes a pesar de ser adecuadas a las condiciones de cada lugar y población,
de cada ensamble de actores colectivos emergentes o consolidados, mostrando su
eficiencia y generando un aprendizaje colectivo, base de la constitución de nuevos
actores colectivos (varios “nosotros”) y, finalmente, de un sujeto histórico portador
de este proyecto de transformación; como parte de lo anterior, una politización
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democrática de la gestión de lo público, articulando diversas comunidades, grupos,
intereses, identidades e instituciones, alrededor de una definición siempre en
proceso pero compartida de bien común y un sistema de gestión participativa de los
recursos públicos (Coraggio,2011, p 223).
Este nuevo habitus reúne, a pesar de las situaciones de cada población, como un
actor colectivo saliente o fortalecido, en la cual estas organizaciones muestran su
eficiencia, generando un aprendizaje colectivo. En la finca Eco-Placer el adversario
que tienen es ANUC, con quienes han tenido choques debido a los procesos de
tierras. se diferencia respecto de esta organización porque está más inmersa en la
cultura política tradicional. No logran acercarse a los intereses de los campesinos,
de hecho, han criticado a la organización. Para ellos Cartón Colombia no van con
las practicas colectivas que estas aplican y afirman que afectan los acueductos dado
que en la parte alta han sembrado eucalipto cerca de los ojos de agua. Los
asociados aseguran que convocan reuniones en el municipio de Timbío (Cauca) y
ofrece dineros para proyectos a fin de legitimar la presencia de la multinacional en
el territorio, dividir a las comunidades y garantizar la viabilidad de sus proyectos.
Los aliados como PUPSOC se articulan a través de la mesa campesina. Aunque
esta organización no tenía presencia ha ido tomando fuerza por el proceso de
tierras. Del mismo modo con DIACONIA, la organización Eco-Placer recibe
capacitaciones que la fortalecen, en temas de derechos humanos, organizaciones
políticas, apoyo intelectual y acompañamientos. En este mismo sentido se han
recibido capacitaciones de la ONU en temas de economía solidaria y derechos
humanos. Estas capacitaciones fortalecen a la organización, son actores colectivos
con unos mismos intereses y un trabajo recíproco.
Los actores sociales con quienes la organización se relaciona (de apoyo),
anteriormente se habló de que tienen una relación con el CRIC y las universidades
como la Javeriana y Metropolitana. Esta última, otorgó un reconocimiento a la
organización por sus procesos, en el que han tenido un apoyo mutuo con lazos
solidarios y aprendizaje colectivo. Han aportado temas sobre el agua, la minería y
capacitaciones sobre temas ambientales. Igualmente, le han aportado con sus
experiencias campesinas.
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Figura 3. Relaciones de actores sociales de la organización San Gerardo.
Fuente: Elaboración propia.
En relación con los participantes la finca Hato Viejo se muestran actores colectivos
como un apoyo. De manera general, estudiantes nacionales e internacionales,
generando intercambio de conocimientos. Los estudiantes van a ver las
experiencias en el marco de los procesos del CIMA. En relación con la Fundación
Universitaria de Popayán, se han recibido visitas y capacitaciones de diferentes
programas, que permiten fortalecer esta organización para poder tener intercambios
de conocimiento y aplicarlos para su finca.
Los actores aliados son, entre otros, la CRC. Con esta institución han tenido la
oportunidad de trabajar de manera positiva. En particular, de 1.900 árboles (robles,
nacederos, flor amarilla, guayacanes), destinados a generar sombríos, fortalecer los
nacederos de agua y generar cercas vivas para los potreros. También la institución
les ha apoyado con materiales para la delimitación de las fuentes hídricas y tienen
disposición para adelantar capacitaciones. Estos actores van generando un
aprendizaje colectivo, fortaleciendo y mostrando su eficiencia como actores
colectivos. La relación con Invías es buena, al contrario que con otras
organizaciones del Estado y obtuvieron la donación de 100 árboles.
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Figura 4. Relaciones de actores sociales de la organización Hato Viejo.
Fuente: Elaboración propia.
Lo que se observa de la finca Eco-Placer con respecto a Cartón Colombia es que
expresan su desacuerdo con lo que hacen y toman distancia. Lo contrario sucede
con los asociados de Hato Viejo, a quienes no les importa el efecto que les puede
causar, sino más bien, si les ofrecen dineros para proyectos. Esto está muy fuera
del contexto de lo que son estas organizaciones campesinas y de los principios que
deberían regir. Ya se dijo, Hato Viejo es una organización con una clases de
mezclas y no por un interés común, por lo que no alcanzan a identificar cuáles son
los intereses que tiene como campesinos. No consiguen constituirse como actores
sociales o colectivos porque no defienden sus intereses; actúan más como actores
de desarrollo.
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Figura 5: aplicación de metodología de actores sociales y los seis sombreros para pensar en las
organizaciones
Fuente: Propia
Las identidades de las organizaciones campesinas en su relación con el
Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA).
¿Cómo juegan las identidades de las organizaciones campesinas y en su relación
con el CIMA?
Figura 6. Reunión con la organización Eco-Placer Figura 7. Visitas a la organización HatoViejo
Fuente: Propia. Fuente: Propia.
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Pero aquí se presenta la pregunta crucial (Giménez, 2008):
¿Qué es lo que distingue a las personas y a los grupos de otras personas y otros
grupos? La respuesta sólo puede ser: la cultura. En efecto, lo que nos distingue es
la cultura que compartimos con los demás a través de nuestras pertenencias
sociales, y el conjunto de rasgos culturales particularizantes que nos definen como
individuos únicos, singulares e irrepetibles. En otras palabras, los materiales con los
cuales construimos nuestra identidad para distinguirnos de los demás son siempre
materiales culturales. “Para desarrollar sus identidades –dice el sociólogo británico
Stephen Frosh (1999)– la gente echa mano de recursos culturales disponibles en
sus redes sociales inmediatas y en la sociedad como un todo”. De este modo queda
claro en qué sentido la cultura es la fuente de la identidad. (p. 11)
Lo que distingue a otros grupos, en este caso la finca Eco-Placer, es la cultura que
estas tienen y su relación con el CIMA con quien construyen sus identidad para
distinguirse de los demás. Pertenecen al CIMA por ideología; se identifican con la
organización porque es un beneficio para los campesinos y comunidades. Por tal
razón construyen solidaridad, defienden el territorio y no desaprovechan la
oportunidad de participar en muchos de los eventos que el CIMA organiza, para
fortalecer las asociaciones y organizaciones de campesinos.
Como dice Giménez la gente echa mano de recursos culturales disponibles en sus
redes sociales inmediatas y en la sociedad como un todo. No está muy alejado de
esta organización: trabajan con lo que han venido aprendiendo por su cultura como
campesinos.
Figura 8. Recursos naturales de la organización Eco-Placer
Fuente: propia.
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Figura 9. Recuperación tradicional Figura 10. Frase que identifica al campesino.
Fuente: propia. Fuente: propia.
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En la organización de Hato Viejo dicen que se sienten campesinos y manifiestan
que participan en marchas, muestras artesanales, encuentros culturales, escuelas
campesinas y movilización. No están del todo de acuerdo con el CIMA porque
expresan que les mandan capacitaciones que consideran poco efectivas. Sin
embargo, piensan que es mejor ir directo a las prácticas y manifiestan que para la
organización no es una ayuda: lo que quieren es recibir recursos. Es una
controversia grande que esta organización no se centre en lo colectivo, dejando a
un lado las apuestas del CIMA, los principios de la organización y las propuestas,
con en torno a las prácticas solidarias.
A partir del estudio sobre el CIMA, plasmado por Macías (2016), conviene echar un
vistazo a si las organizaciones campesinas se relacionan desde el comienzo del
CIMA:
En estos años, la presencia de la organización social CIMA con su proyecto territorial
regional, ha modificado las configuraciones entre actores en el Macizo colombiano
a partir de diversas movilizaciones entre las que se cuentan las de los años 1991,
1996, 1999. Desde esta época, hasta el presente, la organización asiste a un
proceso paulatino de agroecologización. Además, en la primera década del siglo
XXI se intensifica la presencia de actores estatales ambientales y armados, y la
presencia de multinacionales sobre todo empresas mineras (p. 10)
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La empresa Eco-Placer, ubicada en la finca San Gerardo, tiene memoria y viene
desde la organización CIMA. Los participantes afirman que las tierras que poseen
hoy se consiguieron desde las movilizaciones de tiempo atrás. Los acuerdos
pactados entre el gobierno y los campesinos no se cumplen desde 1999 y ahora,
en el gobierno de Juan Manuel Santos, está presente el mismo diálogo, por lo que
las comunidades campesinas pierden la confianza en el gobierno.
La organización Hato Viejo viene desde hace tres años con el CIMA quien fue el
que les ayudó obteniendo el predio de la finca ya que los indígenas también estaban
paleando la misma tierra. Es una organización reciente que no viene desde las
movilizaciones de atrás, como Eco-Placer. Para los asociados no basta con que les
manden capacitaciones y les hayan ayudado a obtener el predio; piensan que es
más importante el recurso económico para poder seguir con el sostenimiento y
actividades de la organización.
Conclusiones
Se percibe una segmentación, a pesar de que ambas organizaciones pertenecen al
CIMA. Eco-Placer se ajusta más, ya que se sienten campesinos, se identifican
plenamente como territorio macizeño, en el plano individual y colectivo. La
organización se identifica con otra economía, la de cooperación, de crear lazos
solidarios.
La organización Hato Viejo viene con el CIMA hace tres años. Aunque realizan las
prácticas y actividades del CIMA, se cataloga mejor como un actor de desarrollo
(Touraine, 1987), debido a que en los marcos cognitivos de la organización se
encuentran mezclas de intereses, visiones y racionalidades de diversos actores sin
importar beneficios y objetivos que la organización tiene. Por ejemplo, manifiestan
que si un actor de economía política les ofrecieran dinero para que legitime su
proyecto, lo aceptarían sin importar que es una multinacional maderera.
Con la metodología aplicada se demostró las relaciones que las organizaciones
tienen con otros actores, al igual de cómo se identifican estas organizaciones con
la memoria, los sentimientos, beneficios, problemas y apuestas. En Hato Viejo se
observaron los problemas que tiene con el CIMA y se concluye que no tiene una
memoria. Eco-Placer lucha por su memoria junto al CIMA en apuestas
agroambientales, beneficios como trabajo solidario y cooperativismo. Quieren
transformar esta economía que practican con el Estado para tener una nueva
sociedad.
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En lo conceptos se nombran tres: 1) identidades rurales, donde se identificaron las
organizaciones, como territorios macizeños, campesinado y colectivos. Aunque
Hato Viejo se encamina más por lo individual. 2) actores sociales y cuáles eran las
relaciones que estas organizaciones tenían (actores colectivos, donde Eco-Placer
se relaciona con universidades, instituciones, organizaciones sociales etc.), y la
otra, actores de desarrollo, que Hato Viejo demuestra en su interés individualista. 3)
economía solidaria y transformación política, cómo trabajaban y aplican en las
organizaciones. Esta economía se ve más reflejada en la organización de Eco-
Placer donde se ha venido luchando en movilizaciones, paros, apuestas
agroambientales y apostando a la transformación de la política, demostrando que sí
se pueden hacer relaciones como actores colectivos.
Bibliografía
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corporación Eco-futuro y la cooperativa Camino Verde, organizaciones
sociales del norte del Valle del Cauca.
Coraggio. (2011). Economía social y solidaria, el trabajo antes que el capital.
Quito, Ecuador: Abya-Yala.
de Sousa Santos, B. (2012). De las dualidades a la ecología. La Paz: Red
Boliviana de Mujeres Transformando la Economía REMTE.
Giménez. (2008). Cultura, identidad y memoria, Materiales para una sociología de
los procesos culturales en las franjas fronterizas.
Macías. (2016). Configuración, dinámica y elemento de marco cognitivo
agroambiental del Comité de Integración del Macizo Colombiano- CIMA.
Touraine, A. (1987). Actores sociales y sistema político en América latina.
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