Precisiones históricas

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Rev Esp Geriatr Gerontol 2004;39(5):349 CARTA AL DIRECTOR Sr. Director: El artículo de los Dres. Alonso et al 1 , interesante en cuanto a su temática y objetivos, aunque en mi opinión cuestionable en algunas de las consideraciones que ex- pone, desliza colateralmente un par de errores históricos que, con cierta frivolidad, se vienen colando de manera repetida en diversas publicaciones españolas. No es mi objetivo ahora comentar el fondo del artículo, pero sí creo que nuestra Revista, en la medida en la que es el órgano oficial de la SEGG, no debe dejar pasar por alto inexactitudes históricas perfectamente documentadas. El primero de estos errores hace referencia a la fecha de aparición del término «geriatría». Se trata de una ex- presión cuya paternidad corresponde, efectivamente, a Ignatius Nascher, nacido en Viena en 1863, retirado en 1929 y fallecido en Nueva York en 1944, quien la utilizó por primera vez en 1909 2 . No en el año 1914 como seña- lan los autores. Al hilo de ello, aprovecho para recordar un espléndido libro histórico donde una de las figuras más prominentes de la gerontogeriatría de Estados Uni- dos, Nathan Shock, recoge en detalle los antecedentes de la creación de la IAG (International Association of Ge- rontology), la documentación oficial de sus primeros congresos, incluida la lista de delegados oficiales de los diferentes países, y otros datos sobre el nacimiento de numerosas sociedades nacionales 3 . El segundo error tiene que ver con la figura del Beltrán Báguena, promotor y primer presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, a quien los autores atribuyen la primera cátedra de Geriatría española en la Valencia de 1947. ¡Ojalá hubiera sido verdad! Se habría adelantado en 30 años a la aparición de cualquier cáte- dra de una especialidad clínica en las universidades es- pañolas y, sin duda, estaríamos ahora muchísimo mejor en lo que respecta a la enseñanza del pregrado de nues- tra disciplina. El profesor Beltrán Báquena fue, durante más de 20 años y hasta su muerte en 1966, catedrático de patología médica en la Universidad de Valencia. En 1946 solicitó y obtuvo autorización del claustro de la fa- cultad de medicina para organizar unos cursos de Geria- tría de posgrado que fueron los primeros estructurados de manera oficial en Europa en el marco de la Universi- dad. Estos cursos dieron lugar a unas «Lecciones de Ge- riatría» editadas por la Editorial Saber en 3 pequeños vo- lúmenes entre 1947 y 1948. Su carácter pionero fue reconocido tanto por la Sociedad Británica de Geriatría como por el propia IAG, que así lo hizo constar de forma expresa en el cuarto Congreso Internacional celebrado en Merano-Venecia en 1957. La realidad es que hasta que en 1999 la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense estableció la primera —y única hasta el momento—, no ha habido ninguna cátedra específica de Geriatría en nuestro país. Sobre estos y otros aspectos históricos en relación con la Geriatría y su desarrollo en España y en el mundo hay una documentación muy abundante, a menudo en publicaciones de fácil acceso. También hay personas ex- pertas e igualmente accesibles con las que se puede consultar. Me limitaré a citar a este respecto, entre nues- tros compatriotas, el nombre del ex Presidente de la SEGG y Director Honorario de la Revista, Dr. Jiménez Herrero. Como comentario final añadiré que para ador- nar artículos que pretenden tener un carácter doctrinal como el que da origen a estos comentarios no merece la pena incorporar unos datos históricos sin contrastar que contribuyen a la perpetuación de errores manifiestos y, por extensión, hacen cuestionar al lector otras afirmacio- nes del texto que se presenta. BIBLIOGRAFÍA 1. Alonso T, Alonso-Ruiz MT, Arana A, et al. Necesidad del desarrollo de servicios especializados de atención al anciano frágil. Rev Esp Gariatr Gerontol 2004;39:122-38. 2. Nascher IL. Geriatrics. NY Med J 1909;90:358-9. 3. Shock NW. The International Association of Gerontology: a chronicle 1950-1986. New York: Springer Publishing Company, 1988. Precisiones históricas J.M. Ribera Catedrático de Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Clínico San Carlos. Madrid. España. 349 105

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Rev Esp Geriatr Gerontol 2004;39(5):349

C A RTA A L D I R E C TO R

Sr. Director:

El artículo de los Dres. Alonso et al1, interesante encuanto a su temática y objetivos, aunque en mi opinióncuestionable en algunas de las consideraciones que ex-pone, desliza colateralmente un par de errores históricosque, con cierta frivolidad, se vienen colando de manerarepetida en diversas publicaciones españolas. No es miobjetivo ahora comentar el fondo del artículo, pero sícreo que nuestra Revista, en la medida en la que es elórgano oficial de la SEGG, no debe dejar pasar por altoinexactitudes históricas perfectamente documentadas.

El primero de estos errores hace referencia a la fechade aparición del término «geriatría». Se trata de una ex-presión cuya paternidad corresponde, efectivamente, aIgnatius Nascher, nacido en Viena en 1863, retirado en1929 y fallecido en Nueva York en 1944, quien la utilizópor primera vez en 19092. No en el año 1914 como seña-lan los autores. Al hilo de ello, aprovecho para recordarun espléndido libro histórico donde una de las figurasmás prominentes de la gerontogeriatría de Estados Uni-dos, Nathan Shock, recoge en detalle los antecedentesde la creación de la IAG (International Association of Ge-rontology), la documentación oficial de sus primeroscongresos, incluida la lista de delegados oficiales de losdiferentes países, y otros datos sobre el nacimiento denumerosas sociedades nacionales3.

El segundo error tiene que ver con la figura del BeltránBáguena, promotor y primer presidente de la SociedadEspañola de Geriatría y Gerontología, a quien los autoresatribuyen la primera cátedra de Geriatría española en laValencia de 1947. ¡Ojalá hubiera sido verdad! Se habríaadelantado en 30 años a la aparición de cualquier cáte-dra de una especialidad clínica en las universidades es-pañolas y, sin duda, estaríamos ahora muchísimo mejoren lo que respecta a la enseñanza del pregrado de nues-tra disciplina. El profesor Beltrán Báquena fue, durantemás de 20 años y hasta su muerte en 1966, catedráticode patología médica en la Universidad de Valencia. En

1946 solicitó y obtuvo autorización del claustro de la fa-cultad de medicina para organizar unos cursos de Geria-tría de posgrado que fueron los primeros estructuradosde manera oficial en Europa en el marco de la Universi-dad. Estos cursos dieron lugar a unas «Lecciones de Ge-riatría» editadas por la Editorial Saber en 3 pequeños vo-lúmenes entre 1947 y 1948. Su carácter pionero fuereconocido tanto por la Sociedad Británica de Geriatríacomo por el propia IAG, que así lo hizo constar de formaexpresa en el cuarto Congreso Internacional celebradoen Merano-Venecia en 1957. La realidad es que hastaque en 1999 la Facultad de Medicina de la UniversidadComplutense estableció la primera —y única hasta elmomento—, no ha habido ninguna cátedra específica deGeriatría en nuestro país.

Sobre estos y otros aspectos históricos en relacióncon la Geriatría y su desarrollo en España y en el mundohay una documentación muy abundante, a menudo enpublicaciones de fácil acceso. También hay personas ex-pertas e igualmente accesibles con las que se puedeconsultar. Me limitaré a citar a este respecto, entre nues-tros compatriotas, el nombre del ex Presidente de laSEGG y Director Honorario de la Revista, Dr. JiménezHerrero. Como comentario final añadiré que para ador-nar artículos que pretenden tener un carácter doctrinalcomo el que da origen a estos comentarios no merece lapena incorporar unos datos históricos sin contrastar quecontribuyen a la perpetuación de errores manifiestos y,por extensión, hacen cuestionar al lector otras afirmacio-nes del texto que se presenta.

BIBLIOGRAFÍA

1. Alonso T, Alonso-Ruiz MT, Arana A, et al. Necesidad del desarrollo deservicios especializados de atención al anciano frágil. Rev Esp GariatrGerontol 2004;39:122-38.

2. Nascher IL. Geriatrics. NY Med J 1909;90:358-9.3. Shock NW. The International Association of Gerontology: a chronicle

1950-1986. New York: Springer Publishing Company, 1988.

Precisiones históricasJ.M. Ribera

Catedrático de Geriatría. Servicio de Geriatría. Hospital Clínico San Carlos. Madrid. España.

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