La era del petroyuan

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La era del petroyuan Oscar Ugarteche y Ariel Noyola Rodríguez ALAI AMLATINA, 10/01/2014.- El siglo XXI es testigo de una creciente disputa entre grandes potencias por el control de recursos naturales estratégicos (minerales, agua, biodiversidad y toda fuente de energía primaria) y la creación de nuevas divisas. China, que ya se convirtió en el primer importador mundial de petróleo conforme a las mediciones de corto plazo de la Agencia Internacional de Energía (AFP, 10/10/2013) tendrá un papel protagónico. Su participación será 40% de la demanda global de energía para 2040. La consultora Wood Mackenzie calcula que 70% de la demanda petrolera china se satisfará mediante importaciones para 2020, un aumento de 146% que implicaría un gasto aproximado de 550,000 millones de dólares (mdd). De ahí que Pekín haya decidido apostar por un mayor acercamiento con Medio Oriente y una mayor inversión en la zona amazónica y del Caribe a fin de asegurar sus fuentes de suministro. En diciembre de 2013, el ministro de relaciones exteriores chino Wang Yi, realizó una visita a Riad (capital de Arabia Saudita), sede del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que integra a seis petromonarquías (Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) en el marco de una gira por la región que incluyó a Palestina, Israel, Argelia y Marruecos. En 2013, el presidente Xi Jinping visitó México, el Caribe y Suramérica, siempre con el tema energético presente.

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La era del petroyuan

Oscar Ugarteche y Ariel Noyola Rodríguez

ALAI AMLATINA, 10/01/2014.- El siglo XXI es testigo de una

creciente disputa entre grandes potencias por el control de recursos

naturales estratégicos (minerales, agua, biodiversidad y toda fuente

de energía primaria) y la creación de nuevas divisas. China, que ya se

convirtió en el primer importador mundial de petróleo conforme a las

mediciones de corto plazo de la Agencia Internacional de Energía

(AFP, 10/10/2013) tendrá un papel protagónico. Su participación será

40% de la demanda global de energía para 2040. La consultora Wood

Mackenzie calcula que 70% de la demanda petrolera china se

satisfará mediante importaciones para 2020, un aumento de 146%

que implicaría un gasto aproximado de 550,000 millones de dólares

(mdd).

De ahí que Pekín haya decidido apostar por un mayor acercamiento

con Medio Oriente y una mayor inversión en la zona amazónica y del

Caribe a fin de asegurar sus fuentes de suministro. En diciembre de

2013, el ministro de relaciones exteriores chino Wang Yi, realizó una

visita a Riad (capital de Arabia Saudita), sede del Consejo de

Cooperación del Golfo (CCG) que integra a seis petromonarquías

(Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes

Unidos) en el marco de una gira por la región que incluyó a Palestina,

Israel, Argelia y Marruecos. En 2013, el presidente Xi Jinping visitó

México, el Caribe y Suramérica, siempre con el tema energético

presente.

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El deslizamiento de Pekín hacia Medio Oriente se ha producido por la

pérdida de credibilidad de la política exterior estadounidense en la

región tras su “viraje estratégico” en Siria e Irán (2013) y los pasos

en falso en Afganistán (2001), Irak (2003), Egipto y Libia (2011).

Arabia Saudita entró de la mano de Estados Unidos financiando a los

opositores y perdió confirmando que no está comprometido con ellos

(Financial Times, 07/01/2014). Ahora podrían querer jugar a ganador

con China a través de una mayor cooperación económica bilateral

(China Daily, 23/09/2013). Tienen 140 empresas chinas operando en

la construcción de infraestructura, las telecomunicaciones y la

industria petroquímica en proyectos que suman 18,000 mdd (Asharq

Al-awsat, 20/11/2013). Como para coronar su visita, Wang convocó

al príncipe Saud al-Faisal a iniciar negociaciones para establecer una

Zona de Libre Comercio entre China y el CCG.

China quiere comerciar petróleo en yuanes. La moneda de cotización

y comercialización del petróleo y los metales es una cuestión de

distribución mundial de riesgo y de poder. El crecimiento exponencial

del mercado de derivados a partir de 1994 aumentó la volatilidad en

los mercados de renta variable en general y de commodities en

particular bajo el argumento de “diversificar el riesgo”. El riesgo hoy

está en operar en dólares.

En el mercado de futuros de petróleo y de commodities operan dos

tipos de inversionistas: los que adquieren contratos de futuros para

estabilizar el precio de compra/venta determinando hoy las

condiciones y posponiendo la ejecución de la operación a “futuro”; y

los que especulan, que son los bancos de inversión a cuenta propia o

a cuenta de terceros. Actualmente hay tres mercados de futuros de

petróleo en el mundo y están dolarizados: el London Intercontinental

Exchange Futures Market de Londres; el Nymex de Nueva York y el

Dubai Futures Exchange de Dubai. Todos bajo control mayoritario de

la banca de inversión de origen estadounidense. Apuestas

especulativas en el mercado de futuros podrían estar inflando en al

menos 50% el precio del petróleo según diversos especialistas.

Mientras que el Tesoro de Estados Unidos ha introducido un creciente

“riesgo cambiario” a través de su política monetaria y crediticia;

China parece dispuesta a contrarrestar esta situación con la emisión

de futuros denominados en yuanes a través de la Bolsa de Futuros de

Shanghái (SHFE por sus siglas en inglés). En un primer momento, la

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meta es posicionar a la SHFE como el mercado de referencia

petrolero para los países de Chiang Mai + 3. De acuerdo con el

presidente de la SHFE, Yang Maijun: “China es el único país en el

mundo que es a la vez productor, consumidor e importador de

petróleo. Con lo cual reúne todas las condiciones necesarias para

establecer un exitoso mercado de futuros de petróleo” (Reuters,

21/11/2013). Los dados se han tirado.

La SHFE aún no lo específica, pero en caso de que los futuros en el

mercado de Shanghái puedan ser adquiridos por inversionistas no

asiáticos, éstos aumentarán de facto el uso del yuan en el mercado

petrolero mundial. La consecuencia previsible será una reducción de

la demanda global de dólares y la consecuente apreciación de las

monedas del resto. Esto es delicado tomando en cuenta que la

economía mundial marcha bajo un contexto de estancamiento que

bordea la deflación. La era del petroyuan está por comenzar.

- Oscar Ugarteche es Economista peruano, trabaja en el Instituto de

Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del

SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América

Latina (OBELA) www.obela.org y presidente de ALAI www.alainet.org

- Ariel Noyola Rodríguez es Miembro del proyecto OBELA, IIEC-UNAM.

Contacto: [email protected]

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