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  • ~ \ l.

    ESTRUCTURA SOCIAL DE AMRICA LATINA:

    DE LAS CASTAS A LAS CLASES

    CARLOS M. RAMA*

    CUAN DO se emplean para definir la Amrica Latina ,cifras extradas de la estadstica que se han promediado entre los 200.000,000 de habitantes, si bien es cierto que ellas permiten caracterizar la regin como uno de los tpicos continentessubdsarrollados, se pierde de vista el perfil independiente y distinto de cada uno de los pases, y termina incluso por empobrecerse la visin que recoge el estudioso.

    As por ejemplo, expresiones tan categricas y estadsticamente exactas, como las que usara recientemente el escritor mexicano Carlos Fuentes, cuando afirma: "De los 200 millones de Amrica Latina, 140 millones de ellos, trabajan casi como siervos, 70 millones se encuentran radiados de la economa monetaria, 100 millones son analfabetos, 100 millones sufren de enfermedades endmicas, ciento cuarenta millones estn subalimentados", etc.' .

    Estos promedios aritmticos, en ocasiones, derivan de situaciones econmica y socialmente diferentes. La baja renta por habitante y por ao, puede deberse en un pas al atraso tecnolgico, o al analfabetismo, y en otro en cambio responder a una fluctuacin negativa de la moneda local frente a la moneda internacional fuerte, o mostrar una coyuntura financiera desfavorable como sucede a menudo en los pases perifricos. Por otra parte, a fuerza de manejarse promedios, (que a menudo utilizan como equiparables estructuras no comparabIes), se tiende a olvidar que cuando Amrica Latina alcanza los guarismos generales, como los sealados, esto implica automtica

    .* Profesor de la Universidad .de Mo~tevideo, Uruguay. . . 1 Tambin debiera tenerse en cuenta el Caso de las sociedades primitivas contem

    porneas sobre las cuales antroplogos o etnlogos han acumulado recientemente un material vasto e interesante.

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    mente la existencia de zonas donde esos mismos guari~mos son vistos como metas casi inalcanzables, a tal punto es bajo su nivel econmico, social y cultural.

    Es necesario siempre recordar que la expresin Amrica Latina es ante todo una conceptuacin de tipo cultural, que hace referencia a un pasado histrico comn, o muy similar, pues las distancias entre iberoamericanos y lusoamericanos no son demasiado pronunciadas, y un presente cultural vinculado directamente a sus fuentes ibricas, itlicas y franceses, e incluso --en la mente de muchos de sus intelectuales- con un porvenir histrico comn.

    Lo que une la historia y la cultura superior oficial, desune la geografa, la raza, la economa, las ideas, y como resultado, la misma' estructura social. Una comprensin adecuada entonces de las "veinte Amricas Latinas" debe pasar necesariamente por el conocimiento de estos aspectos, de los cuales nos interesa destacar el correspondiente a la estructura de la sociedad. Efectivamente todas y cada una de las estructuras societarias latinoamericanas se pueden definir separadamente, como un resultado histrico en que confluyen las races ms profundas de cada zona, y explican en definitiva su distinta personalidad, y actitudes, en el plano interno e internacional.

    El estudio de la estructura social

    El estudio de las estructuras sociales nacionales latinoamericanas, a cargo de sus economistas y socilogos 'es relativamente reciente, pero ya se cuentan libros que renen un material considerable y aventuran teoras sugestivas sobre el mecanismo de los sectores socioeconmicos, la distribucin de la poblacin en urbana y rural, 'los ndices de poblacin activa, y particularmente sobre sus estratos sociales.

    Obras sobre Mxico, Argentina, Guatemala y Uruguay entre 1951 y 1960, han procurado definir ese camino,"

    En otro plano han sido de gran utilidad las encuestas regionales, como las emprendidas por el Departamento de Ciencias Sociales de la Unin Panamericana en los aos 1950-1951 sobre clases medias, a pesar de su carcter impresionista y a menudo, incluso, mitolgico. Tambin los trabajos cumplidos por los centros catlicos de investigacin social bajo la direccin de sacerdotes belgas (FERES) en 1958

    2 Nos referimos a Jos Iturriaga, La estructura social y cultural de l!fxico, Mx., FCE, 1951, Gino Germani, Estructura social de la Argentin, Anlisis estadstico, B.A., Raigal, 1955; Mario Monteforte Toledo, Guatemala. Monografa sociolgica, Mxico, UNAM, 1959, Y Carlos M. Rama, Las clases sociales en el Uruguay, Montevideo, Nuestro Tiempo, 1960. '

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    1961, Yposteriormente la propiciada por el Centro Latinoamericano de Investigaciones Sociales de la UNESCO en Ro de Janeiro, levantando muestras de estratificacin en las ciudades de Buenos Aires, Ro de Janeiro, Montevideo y Santiago de Chile (1960-1963). En general estos trabajos conciben las clases como agrupaciones de grupos ocupacionales, o aceptan literalmente el criterio de los antroplogos norteamericanos como Lloyd Wamer.

    Franceses como Moraz, Lambert, Bourrcaud, Chevalier y Bastide sobre el tringulo Brasil-Pero-Mxico, o de los antroplogos norteamericanos como Adams, W olf, Mintz y 'Wagley sobre la zona antllana, andina y el Brasil rural, colaboran en nuestro mejor conocimiento, y preparan las condiciones para el conocimiento cientfico del tema."

    Tipologa de las clases sociales

    Una tipologa de las sociedades latinoamericanas contemporneas implica obviamente una clasificacin, por lo menos. esquemtica, de los pueblos de la regin en grupos bastante diferenciados. Para su definicin es necesario atender a los materiales emergentes de los estudios cientficos hechos recientemente y asimismo las caractersticas de su dinamismo social, y hasta el conocimiento de su particular historia.

    Como siempre sucede con cualquier tipologa la inclusin de algunos pases podra cuestionarse por estar en vas de rpida transformacin y ser a menudo simultneos los rasgos que les vinculan a dos de los grupos establecidos. En principio hemos dispuesto en cada grupo en primer trmino al pas ms caracterizado, y por orden decreciente de "intensidad" siguen los dems pases. Por tanto, los ltimos son aquellos que a nuestro parecer muestran ms caracteres propios de una situacin transistoria.

    A nuestro parecer, y hechas esas salvedades, es posible distinguir los siguientes grandes grupos histricos, a saber:

    1 9) SOCIEDADES CON SISTEMA CASTA-CLASE, 33 millones de latinoamericanos.

    29) SOCIEDADES LATINOAMERICANAS TPICAS, 123 millones de latinoamericanos.

    39 ) SOCIEDADES SEMIDESARROLLADAS: 32 millones de latinoamericanos.

    a La bibliografa norteamericana resulta resumida de los anales del seminario de Stanford (1964), presentados por Charles Wagley en Social Science Reseercb on Latin Amerit, New York, Columbia Univ. Press, y los franceses de los anales correspondientes de los sucesivos coloquios de Bordeaux (1963), Toulouse (1964) y Paris (1%5) organizados en el cuadro de sus respectivas universidades ..

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    4Q ) SOCIEDADES EN UNA ETAPA REVOLUCIONARIA SOCIALISTA: II millones de latinoamericanos.

    El .. primero de estos .grupos corresponde a las estructuras ms arcaicas de la regin, que mantiene en forma relativamente fsil muchos de los elementos caractersticos de la vieja sociedad colonial surgida del contacto de los conquistadores ibricos o franceses con las etnias indgenas o africanas. Incluso en algunos casos es posible percibir la conservacin de instituciones que, los indios posean antes de la llegada de Coln, como es el caso de la "comunidad", o lasque resultan de los sistemas de agricultura tradicional, y economa artesanal. Los pases que integran este grupo son, a nuestro parecer, Guatemala, , Ecuador, Hait, Honduras, Nicaragua, Per, Panam, El Salvador, Paraguay y la Repblica Dominicana, que cubren casi totalmente Amrica Central, la zona andina y las Antillas.'

    En ellos predomina la poblacin autctona india (que casi siempre porcentualmente cubre ms del 40:% del total de habitantes), o de origen africano, lo que sucede particularmente 'en el caso de Hait.

    La inmensa mayora de la poblacin (entre el, 51'% en Paraguay al 8070 en Hait), vive de actividades definidas como primarias (agricultura, ganadera, etc.), y por tanto escasean las ciudades, o las existentes slo excepcionalmente tienen las caractersticas metropolitanas. Dems est decir que las costumbres SOn tradicionales, la vida poltica tiene intensidad. muy menguada.

    El rasgo ms importante del punto de vista de la estructura social, es la dualidad que en su interior presentan estas sociedades. Divididas por la lengua, las costumbres, y en definitiva, por la cultura, en todos sus aspectos conviven en cada pas dos sociedades: una ampliamente mayoritaria, perosin peso social y poltico constituida por los analfabetos campesinos, que hablan incluso lenguas no-europeas, y que forman una casta (sociolgicamente hablando, en los trminos que la definieron para los EE.UU. del Sur), y otra sociedad, sta s, dividida en las clases sociales tpicas de la sociedad capitalista, que habita en las ciudades, y que representa el exponente de modernidad social nacional, culminada por una lite acaudalada y refinada."

    Las capas o estratos medios de estos grupos de pases son invariablemente inferiores en tamao al 15'% de la poblacin total, y su importancia poltica y social es prcticamente nula. .

    .4 Podra.n asimilarse a este grupo sociedades coloniales que no han accedido a la independencia, como por ejemplo Puerto Rico?

    5 Nos referimos a obras como J. Dollard, Castle and class in a Soutbern Town, New Haven, 1937 y G. Myrdal, AI1 ItTTte17Can dilemma, New York, 1944.

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    El segundo de estos grupos de pases no es solamente el ms tpico de la hora actual del continente, por el nmero de sus integrantes, el 65'% del total de latinoamericanos, sino porque sus ndices por obvias razones aritmticas son los que se ajustan mejor a los valores generales regionales a que aludamos al principio. En l se incluyen pases de vida social, hoy particularmente dinmica, como Mxico, Brasil, Venezuela, y Colombia:. Las sociedades de estos pases -han superado incluso a veces en forma revolucionaria, como sucediera con Mxico en 1910, la etapa de la sociedad arcaica de casta-clase, del grupo anterior, tienen hoy clases sociales abiertas, definidas en los conceptos admitidos por la sociedad contempornea, con "independencia de las barreras que determinan las razas y las culturas. '

    Es importante consignar que no falta por cierto la heterogeneidad social en estos pases. Es el caso del Brasil, donde la regin de la costa ha recibido un importante contingente de africanos, y en el interior subsisten los remanentes de la poblacin india; Tambin en una escala geogrficamente ms reducida, pero ms resistente al cambio por el fenmeno del cantonalismo, el caso de Venezuela y Colombia, estados en cada uno de los cuales hay que distinguir diferentes "pases" raciales, culturales, econmicos y geogrficos.

    Como en el primer grupo, la mayora' de estos 123' millones de hombres son campesinos, incluidos muchos labradores que no han ingresado todava en la economa de mercados, y viveri en pequeas parcelas que les procuran su sustentacin, pero el crecimiento del sector secundario en los ltimos aos es marcadsimo.Alrededor de los centros industriales recientemente cr7ados se nuclean los grmenes de una Clase obrera, e intereses comerciales, industriales y de los detentores de poder, que definen una suerte de burguesa nacional. .

    La situacin de las capas medias es incipiente, en primer lugar por razones numricas (oscilan entre el 15 Yel 20:% de.Ia poblacin), y su mismo reciente nacimiento; pero no ha faltado Un experto en desarrollismo .que vea en ellas uno de los grupos de ms porvenir social, econmico y poltico de toda la Amrica Latina,"

    El tercer grupo (Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica), corresponde genricamente a lo que se ha llamado la "Amrica blanca", es decir el territorio colonizado sistemticamente por los europeos, donde la poblacin indgena, que era muy escasa, ha sido exterminada o reducida a "reservas", y que no conserva grupos importantes de origen

    6 Gino Germani ha demostrado (Poltica y sociedad en una poca de transicin, BA, 1962) que la hiptesis de Bert F. Hoselitz (Economic Grounb in Latin Amrica, Estoco1mo, 1960) no se apoya en los hechos.

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    africano. Explicablemente la homogeneidad racial y cultural es la mxima de Amrica Latina.

    Es la zona latinoamericana culturalmente ms adelantada,donde los ndices de analfabetismo son ms bajos, la urbanizacin (que es muy antigua), es predominante al punto que la poblacin rural oscila entre 221lJ"o y el 3570 de los habitantes, salvo en Costa Rica. Incluso las ciudades metropolitanas son dominantes, y la mayor parte de la poblacin urbana tiende a residir en agrupaciones de ms de un milln de habitantes.

    Los sectores socioeconmicos dominantes son los secundarios y terciarios. Como la industrializacin se inici generalmente a .fines del siglo X!IX, a la fecha sus efectos se han reflejado en la estructura social, y sta vive hoy el crecimiento de los servicios pblicos y privados. Explicablemente las clases medias, que suponen ms del 20% de la poblacin, siempre con la excepcin de Costa Rica, son de tipo urbano?

    El rgimen de.opinin pblica est difundido y este hecho se impone en trminos polticos. Las clases medias (que en las capitales llegan a controlar hasta la mitad de la poblacin), tienen un gran peso poltico y cultural. Los problemas sociales y de las opciones polticas utilizadas regularmente en estos pases guardan estrecha relacin con las usuales en Europa, de donde provienen casi siempre las pautas culturales ms utilizadas.

    Este grupo de pases es el que presenta una conciencia nacional ms afirmada, donde es ms indudable la presencia de pueblos-naciones, y ese hecho por su misma antiged.d se ha visto reforzado o afirmado por la historia.

    El ltimo grup'o de pases est constituido por las sociedades actualmente en una etapa histrica revolucionaria, bajo un signo socialista.

    El pas ms tpico es obviamente Cuba, cuya revolucin. iniciada en 1959, y posteriormente evolucionada hacia el marxismo, implica la destruccin del sistema de inversiones extranjeras, pero tambin de las clases propietarias superiores cubanas. La aniquilacin de los estratos superiores, en el caso de Bolivia -el segundo de los pases del grupo-- se aprecia en el sector de la gran minera del estao, y de la gran propiedad territorial, as como en los sectores basados en el ejercicio del poder,"

    7 El caso de Costa Rica es muy particular, por cuanto ~ bien es cierto que debe estar incluido en este grupo por su estructura social, y especialmente por la importancia de sus estratos intermedios, y homogeneidad cultural, social y tnica, es un pas predominantemente rural.

    8 Para Bolivia se aprecian movimientos contrarrevolucionarios, que corresponden a la reaccin de los estratos sociales desplazados, aparte de una intervencin exterior

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    El proceso de desestructuracin del sistema de estratificacin soeial prerrevolucionario (que les inclua en el primer grupo de pases latinoamericanos), es simultneo de un proceso de estructuracin de una nueva jerarqua social de estratos cuya misma novedad hace difcil hacer precisiones definitivas. Es evidente que junto al ascenso de ciertos grupos y ocupaciones, se puede apreciar un desarrollo cuantitativo de los tecnoburcratas, la intelligentsia, y particularmente del proletariado industrial.

    Dinamismo de las estructuras sociales

    Es admitido que Amrica Latina, a pesar de la fama literaria de la siesta, vive momentos de un gran dinamismo, y la comprensin de

    sus estructuras sociales nacionales dbese ver a la luz de una transformacin rpida y constante: .

    A menudo estas transformaciones (o sus frustrados intentos), optan la forma. de revoluciones violentas (Mxico I9IO, Guatemala I944, Bolivia I952, Cuba I959), pero incluso en aquellos pases que notoriamente no se han visto afectados por esos acontecimientos, se viven momentos dinmicos importantes.

    En principio podra decirse que la tendencia general en el siglo xx es la liquidacin del primer grupo de sociedades arcaicas de castaclase. Es de ese grupo que han emergido en definitiva Mxico, Bolivia y Cuba, como Brasil en una fecha reciente, y estn hoy saliendo Repblica Dominicana, Paraguay, etc. La Revolucin Guatemaltecz de I944I954 con su intentada reforma agraria, la "revolucin de I946" de Hait, las recientes guerrillas peruanas, muestran a esta zona como un sector de explosiones sociales.

    Normalmente estos pases ingresaban en su evolucin en el segundo grupo (casos tpicos Mxico} Brasil entre I9IO y I945), pero recientemente se plantea una salida socialista, la posibilidad de una reestructuracin societaria de corte marxista, salteando la etapa' capitalista.

    Este ltimo grupo de pases, incluso compite como ideal societario ante las masas descontentas del grupo mayoritario de pases tpicamente subdesarrollados (Venezuela, Colombia, etc.), basndose en la heterogeneidad y la debilidad de una reciente estructura agraria abierta.

    activa que procura restablecer la estructura social prerrevolucionaria, por lo cual el panorama boliviano no es de una claridad suficiente. .

    Podra reclamarse la inclusin en ste' grupo de Mxico, pas que efectivamente ha vivido hace medio siglo una efectiva revolucin agraria, que en su momento quebr una arcaica estructura social, pero si bien es cierto que ese hecho explica el sector ejidatario, el pas no tiene un signo socialista definitorio o dominante.

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    La situacin es relativamente reciente, porque tradicionalmente, y apoyndose en los ideales de las clases medias urbanas, el modelo por excelencia de la Amrica Latina era el conjunto de pases de estructuras ms modernas, como los que integran el cono sur americano y Costa Rica. Chile en la costa del Pacfico, Costa Rica en Amrica Central y Argentina-Uruguay prcticamente en toda Amrica Latina, contaban con una admiraci6n explicable y estimulante. Si actualmente no tienen tanta atraccin no es tanto por la competencia ,que pudieran hacerles ante las masas el ejemplo cubano, el dinamismo mexicano y brasileo, sino ante todo por su ya endmica crisis econmica que se refleja en el mundo de las estructuras sociales.

    Lo .paradjico es que debiendo. contar presumiblemente con el apoyo de los pases europeos y USA, por complejas razones derivadas de la estructura de los mercados econmicos protegidos, han sido libra- dos a su suerte, en tanto sistemas competitivos cuentan con el auspicio, por ejemplo, de los pases socialistas.

    .Conocida la relacin entre una estructura de clases sociales abiertas, con clases medias nutridas, con las posibilidades de existencia de funcionamiento reai de sistemas democrtico-representativos, se comprende la importancia que a largo plazo tienen los fenmenos econmicos de crisis.

    La movilidad social vertical

    En .e1 plano nacional, local e incluso familiar, es interesante consignar la existencia de un constante movimiento ascensional dentro de las estructuras sociales latinoamericanas.

    Esa movilidad tiene.caractersticas. diferentes segn los grupos, e incluso afecta dentro de cada pas modalidades particulares.

    En general, sin embargo, casi siempre la movilidad horizontal o geogrfica comporta una movilidad social vertical ascendente. Un indio de Amrica Central o de los Andes, que abandona su "comunidad" para trasladarse a una hacienda o a un poblado mestizo; una familia del hambriento noroeste brasileo que recorre miles de kilmetros para trabajar en las' fbricas paulistas; o un paraguayo que emigra a la Argentina o al Uruguay, supone la existencia casi automtica de ese mismo fenmeno.

    Lo que en cambio parece no contar con el xito que obtuviera en el siglo XIX es la migracin trasatlntica. Ese movimiento prcticamente "cre" Argentina y Uruguay y pobl las provincias meridionales de Chile y Brasil, convirtiendo campesinos italianos, espaoles,

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    franceses, etc. en medianos propietarios y, ms a menudo, en integrantes de las capas medias urbanas. Salvo la Argentina entre 1945 y 1955, no ha habido una poltica regular inmigratoria en estas zonas, y las necesidades crecientes de mano de obra para la industria se han visto atendidas por la migracin interna.

    Al nivel de las familias hay asimismo, una movilidad digna de estudio. La creacin de los nuevos centros industriales en pases como Brasil, Colombia, Mxico, Chile, ha obligado a la rpida creacin de cargos de obreros, empleados, tcnicos, etc. que se han reclutado casi siempre en las familias de los estratos inferiores. La rnismaextensin de las zonas pioneras donde se construyen constantemente nuevas ciudades, como en la selva peruana, la Patagonia argentina, o mejor todava el Matto Grosso brasileo, y empresas nacionales como la fundacin de Brasilia, habra que estudiarles bajo ese mismo ngulo.

    Las revoluciones politicosociales, en la medida que eliminan estratos enteros de privilegiados, o simplemente de rivales polticos han obligado a una rapidsima movilidad. La vida individual de figuras relevantes de los actuales dirigentes sindicales, generales revolucionarios, cuadros polticos e intelectuales progresistas de pases como Mxico, Guatemala, Bolivia y Cuba, son elocuentsimas. La movilidad, en cambio, es explicablemente menor en los pases ms adelantados, donde no solamente el desarrollo industrial se cumpli hace varias generaciones, . y por tanto hay situaciones relativamente cristalizadas, sino que por efecto de .la crisis de coyuntura actual, hay una regresin en el mercado de trabajo, e incluso la liquidacin de estratos de modestos integrantes de la vieja clase media tanto rural corno urbana. " .

    Educacin, p.-:;.lticp!, ejrcito e iglesia

    Los grandes "asensores", al nivel individual para los grupos organizados, han sido y son en Amrica Latina, los constituidos por la educacin, el ejercicio del poder poltico, o la integracin en sociedades parciales del tipo de las iglesias y el ejrcito.

    Por la misma importancia cuantitativa del analfabetismo, para muchas de las sociedades latinoamericanas la posesin de conocimientos, incluso al nivel elemental de la lengua nacional del pas, comporta el acceso de un status social relevante. En las "comunidades" de las montaas peruanas, los estudiosos han distinguido entre los indios, el gruP9 de los "cholos castellanizados", es decir aquellos que sin abandonar muchas de las costumbres indgenas tradicionales

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    son capaces, por su conocimiento de la lengua de cultura del pas, de servir en su beneficio de intermediarios entre su pueblo y la economa nacional de mercado.

    Los grandes progresos que en algunos pases se han hecho recientemente en el dominio educacional, (Mxico, Cuba, Colombia, etc.) tienen una inmediata repercusin en las estructuras sociales, su distribucin, dinamismo, sean castas o clases.

    La vida poltica, y el mero ejercicio del poder en todas sus formas, es tambin un factor principalsimo de ascenso social. Ya en los orgenes de los nuevos estados en la Revolucin Independentista del siglo XlIX, los generales victoriosos, a pesar, -en ciertas ocasiones- de su -origen popular, se incorporaron de pleno derecho a las clases superiores, y la historia de las famosas "revoluciones" de la zona tiene muchos y ms recientesejemplos en ese terreno.

    .En general la oficialidad de los ejrcitos profesionales latinoamericanos se recluta entre familias de las capas medias, o en sectores de la poblacin estimados secundarios, (por :ejemplo, entre quienes pertenecen a grupos culturales o tnicos menos prestigiosos que las oligarquas locales), y es explicable que su ascenso social se cumpla a menudo en forma violenta, quebrantando el status general nacional.

    La combinacin de una superior educacin con 10s beneficios de la organizacin asegura el poder a las corporaciones ms slidas y .antiguas de Amrica Latina como son las iglesias o los ejrcitos nacionales, a travs de cuyos rangos ascienden a la cspide de la sociedad a menudo gentes provenientes .de estratos medios y populares.

    El poder de ejrcitos o iglesias no implica necesariamente en Amrica Latina el ejercicio directo del poder, pues su capacidad de actuar como grupos de presin, les confiere un papel central en muchas sociedades, ahora respaldando un status qU(J poltico-social _determinado.

    El poder y la estructura de clases

    Se han hecho referencias al poder como elemento de ascenso social, eiinplcitamente como fuerza reestructuradora de la sociedad lationamericana, a travs -de las revoluciones. Pero incluso en las situaciones de equilibrio social el poder poltico, a travs de las estructuras polticas normales, ejerce una enorme influencia para ladefinicin de la vida de las clases.

    En el caso de Mxico entre las 400 empresas econmicas principales vemos que un 24,85ro de sus ingresos son provenientes de

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    las empresas estatales, superando al sector privado nacional con 19,04ro. En pases como el Uruguay el Estado proporciona la cuarta parte de todos los empleos de los sectores secundario y terciario.

    Dada la precariedad de la economa y el escaso dinamismo del mercado de trabajo, empleados '/ obreros de estos pases tienen una dependencia acentuada del presupuesto nacional, y explicablemente se interesan en su orientacin y problemas. La idea tan difundida entre los estratos medios y populares de usar el Estado como una fuerza nacionalista o anti-imperialista, resulta una consecuencia, en .buena parte de esos hechos.

    Explicablemente el acceso a las funciones principales del gobierno ya sea a travs de las formas regulares institucionales, ya por las violencias del "coup d'Etat", es una de las ms rpidas formas de ascenso social.

    Recientemente la aparicin de grupos de presin organizados como los sindicatos, las asociaciones patronales, los estudiantes, las universidades, apatte de las citadas corporaciones clsicas del Ejrcito y la Iglesia, muestan la importancia del poder para las sociedades latinoamericanas. La redistribucin del ingreso nacional adopta formas particulares nacionales, en definitiva de acuerdo al podero controlado por este tipo de grupos, y se cristaliza en formas estructurales societarias.

    De la crisis al desarrollo econmico

    En los ltimos aos se ha enfatizado prcticamente por todos los estudiosos sobre las relaciones de las estructuras econmicas con la estructura social.

    Las crisis econmicas originadas por la restriccin de los mero cados de exportacin, la inflacin monetaria, o la deterioracin de los trminos de intercambio con los pases industriales, han mostrado inmediatamente consecuencia en los planos societarios. En primer lugar reduciendo las posibilidades vitales en todas sus formas de las naciones lationamericanas, pero asimismo creando problemas internos graves. Las luchas de clases, y la conciencia de clases se han visto incrementadas rpidamente por aquellos hechos,"

    Las revoluciones sociales por un lado, o el desarrollo econmico por otro, no solamente son opciones polticas destinadas a procurar una salida a esas situaciones coyunturales, (como tambin a las es

    9 Para el caso del Uruguay hemos observado que incluso en las pocas de escaso dinamismo se llega a la negacin generalizada de la existencia de clases sociales, concepto al cual se yuelyeen las crisis econ6~icas (Y. oh. cit., cap. III, pargrafo 1).

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    tructurales del tipo de los problemas demogrficos, las consecuencias del latifundismo, etc.), sino que asimismo comportan decisiones sobre el porvenir de las estructuras sociales. La liquidacin de sectores ocupacionales enteros y su sustitucin por tecnoburcratas en los pases revolucionarios, afecta las antiguas pirmides sociales, como tambin lo hacen medidas fiscales, reformas monetarias, formacin de mercados regionales, polticas de vivienda, preconizadas por el des" arrollismo.

    A largo plazo sin embargo los hechos econmico-sociales ms decisivos siguen siendo la industrializacin y la urbanizacin, El ascenso de un nmero ya mayoritario de pases que viven altamente urbanizados, y el crecimiento de las cifras correspondientes al sector secundario, son los hechos recientemente ms decisivos para alterar el cuadro de las estructuras sociales. Millares y millares de excampesinos hoy son obreros industriales, o escalan (ellos o sus hijos) los puestos de empleados, tcnicos, etc. en ciudades engrosadas recientemente como Lima, Buenos Aires, Bogot, Sao Paulo o Mxico.

    El aumento de la renta general, la posibilidad de mejores y regulares ingresos en los niveles populares, .(como es tpico de las ciudades industriales), sin embargo desanima los intentos de ascenso vertical ascendente individual, y ese hecho debe ser. recordado para explicarse la situacin de sociedades ms consolidadas.

    Los protagonistas de la estratificacin

    Decir que en Uruguay hay cinco clases, o en Hait dos castas, referirse a estratos medios, o a capas proletarias, para quienes no tienen conocimiento directo de Amrica Latina siempre resulta equvoco por la tendencia a asimiliar los trminos a los esquemas conceptuales de la sociologa europea, norteamericana, o incluso compararlos con modelos ms lejanos.

    Incluso dentro de la propia Amrica Latina, dada su complejidad o diversidad, no dejan de ser til algunas precisiones y particularmente perfilar los protagonistas como necesaria introduccin al tema.

    "Castas" por ejemplo, es una palabra que ya usaban durante el coloniaje los espaoles para designar a los grupos resultantes del mestizaje entre los conquistadores y los pueblos de indios, o los grupos de africanos. Modernamente no tiene, ni puede tener el mismo significado que en la India, o incluso en el citado sur de los EE. Ul.l., sino que hace referencia a sociedades duales, universos sociales en el seno de sociedades nacionales, diferenciadas por razones de cultura.

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    Un indio se hace ladino en Guatemala, cuando se acultura, cambiando de costumbres, aprendiendo el espaol, viviendo en poblados urbanos. Un "gros home" del campesinado crole haitiano, cuando ingresa en el conocimiento del francs, y se incorpora a las actividades urbanas.

    En otro nivel recordemos que el tpico burgus europeo es un industrial o banquero, pero esa figura es todava rara en la mayora de los pases latinoamericanos, donde no existe, o por lo menos no cuenta con una tradicin social regular.

    Las sociedades latinoamericanas estn culminadas casi siempre por lites refinadas, cuyos caudales considerables le han permitido mantener un nivel cultural elevado, incluso forjado en el contacto con los centros mundiales del arte o del pensamiento, Sus bases econmicas, su antigedad, y hasta su estilo de vida se asemejan en cierto sentido a la vieja aristocracia europea, (son por lo pronto latifundistas rurales oligarcas y endgamos}, Pero no hay sin embargo forma de confudirles con un "landlord" ingls atentos a su comportamiento econmico. No residen en sus predios, y de sus posesiones rurales, de que estn ausentes, extraen rentas que invierten en las ciudades importantes, procurando vincularse en la banca, el foro, y la vida poltica.

    En las capas intermedias, y en casi todos los pases, se trata de sectores exclusivamente urbanos, y tiene una discutible importancia el mediano propietario, comerciante, modesto industrial) tan tpicos de las grandes sociedades europeas. Incluso el artesano donde existe est en vas de desaparicin, justamente frente al avance de la industrializacin y de la sociedad moderna.

    Los rangos de la clase media latinoamericana predominantemente estn formados por empleados, funcionarios, tcnicos, profesionales, etc., o sea la llamada nueva clase media. Estas gentes instruidas, activas, inquietas, a menudo disponiendo de un nmero limitado de posibilidades de trabajo, en buena parte dependen pecuniariamente de los presupuestos estatales. Su inseguridad econmica, su inestabilidad, su mismo control de la incipiente opinin pblica, determinan su activa y constante intervencin en el mundo de las decisiones pblicas, constituyendo partidos, o decidiendo estilos de vida poltica nacionales o regionales,

    En las clases populares, y por lo menos en la mayora de los pases, son: escasos los obreros fabriles al estilo de las zonas industriales clsicas. La clase baja est formada fundamentalmente por asalariados agricultores, peones campesinos, casi siempre de escaso nivel tcnico, y que a travs de distintas formas jurdicas de contratacin trabajan los latifundios de propiedad de la clase superior.

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    Las distancias sociales entre estas dos clases, por lo menos en el primer grupo de pases, estn ampliadas, (y complicadas) por problemas raciales y culturales. No debemos olvidar que casi siempre indio o negro analfabeto en Amrica Latina es sinnimo de pen agrcola asalariado.

    Pero incluso por debajo de la clsica pirmide social, y ahora seguramente sin posibles paralelos con los pases adelantados occidentales, Amrica Latina tiene un porcentaje considerable de poblacin marginal, gente al margen de la sociedad econmica y poltica regular, casi siempre desocupada o semidesocupada, que habita poblaciones miserables e integran esa "geografa del hambre" de que se: ha ocupado, por ejemplo, Josu de Castro.

    Incluso ciudades populosas, cuentan cifras abultadas de esta po-blacin marginal, que constituye un lastre para la economa, un problema gravsimo hasta en el plano poltico, y un centro constante de fenmenos tpicos de la desintegracin social.

    Sera posible comparar este estrato social, al que es difcil calificar de clase, con las poblaciones miserables de otros continentes del mundo subdesarrollado. Pero en ciertos puntos afecta ser la consecuencia de la rpida urbanizacin e industrializacin. Al estilo de los slums o bidonuilles europeos, se trata de una reciente fuerza de trabajo proveniente de las zonas campesinas, y en definitiva una forma de la movilidad horizontal. Gentes salidas de las comunidades indgenas,. o poblados miserables del interior, emigran hacia las capitales o ciudades importantes, trasplantando su miseria a los suburbios metropolitanos. Del vigor del mercado econmico industrial depende su absorcin en los cuadros regulares de la sociedad capitalista. la reiterada presencia de esos "cinturones de miseria", que con diversos nombres se conocen en Amrica Latina, es tanto como una confesin de incapacidad socioeconmica de las sociedades correspondientes.

    Conciencia de clases y conciencia nacional

    No han faltado autores que negaran la existencia de las clases sociales latinoamericanas, en cuanto categoras histricas, por faltarles la suficiente conciencia de clase. '

    Del anlisis precedente resulta claro que la toma de conciencia de clase, es particularmente difcil en pases donde incluso falta a la fecha la conciencia nacional, y en el seno del territorio estatal se encuentran, sin integrarse sociedades diferentes divididas al estilo de castas.

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    Esa situacin explicable en el primer grupo de pases,' no ha 'impedido la existencia de revoluciones histricas, en las cuales infe.riores- han insurgido contra superiores, como es el caso de Mxico y Bolivia.

    En toda Amrica Latina, y no solamente en el primer grupo de 'pases, es evidente que la clase, casta o lite superior, tiene un nivel elevado de conciencia de s misma, que se refleja en su constante 'actuacin como ncleo social organizado, en sus estructuras corporativas,' en su estilo de vida,' y hasta en su endogamia. En el caso de pases corno Hait, Colombia, Argentina o Pero, llegan a constituir verdaderas aristocracias oligrquicas, en el sentido tcnico de la pa:labra.

    Conspira sin embargo al establecimiento de una verdadera clase 'burguesa capitalista con conciencia de clase, y al mismo tiempo irn'buida de conciencia nacional, el notorio hecho de la importancia -de las inversiones extranjeras y el control econmico que los pases ms adelantados tienen normalmente de esos pases. Para tomar solamente un pas que merecidamente tiene la reputacin de haber alcanzado un satisfactorio grado de conciencia nacional, y nos referimos a Mxico, .sus economistas nos informan que por el ao 1960 de los ingresos de las 400 mayores empresas mexicanas, el 54,06% correspondan a las empresas extranjeras.'? . '

    Dbese sumar el hecho, tambin notorio, que muchos de estos pases casi siempre monocultores, comercian con un solo mercado industrial, en la proporcin del 50 al 80% de las transacciones de importacin-exportacin. . .-

    Estos fenmenos aunque analizados en el plano econmico y cultural, no se han suficientemente estudiado en el mundo de la estratificacin de la movilidad social.

    Parece evidente, con referencia exclusivamente a las clases superiores, que estos hechos implican una reduccin cuantitativa de sus efectivos locales posibles, y contribuyen a dificultarle su toma de conciencia nacional. En la prctica terminan por actuar al servicio de las empresas o intereses monoplicos extranjeros, y este hecho si bien es cierto que les da una conciencia de clase marcadsima frente al resto de la sociedad que integran, agravan las tensiones internas.

    El funcionamiento de las empresas-sucursales extranjeras en los pases latinoamericanos, por otra parte, si bien es cierto que facilita la ampliacin de los cuadros medios de los pases inversores, reduce

    10 Corresponde a trabajos del economista mexicano Jos L. Carrea, citados por Pablo Gonzlez Casanova, LtI democracia en Mxico, Mx., Era, 1965, cap. VI.

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    explicablemente los correspondientes a la sociedad latinoamericana. y este hecho es tambin bsico en la toma de conciencia nacional.

    Finalmente en el caso de los amplios sectores de las clases populares, (obreros, mineros, campesinos) que reclutan en los pases latinoamericanos las empresas extranjeras, la inevitable lucha de clases por mejoras laborales se dobla y amplifica con la oposicin, incluso xenfoba, contra los capitalistas extranjeros.

    Nacionalismo, anti-imperialismo, conciencia de clase, entonces se presentan en Amrica Latina entremezclados en trminos originales, aunque tal vez similares a pases coloniales africanos y asiticos.

    Al producirse las revoluciones poltico-sociales del siglo xx, esto lleva a una complejidad social, pues aunque cumplidas por las masas populares, cuentan con el apoyo y simpata de amplios sectores medos, y hasta superiores, que proveen de cuadros, propagandistas, intelectuales, a movimientos que se perfilan como resutaldo, a la vez nacionales y socializantes.

    Prestigio profesional y expansin econmica,

    Es excepcional el caso de la clase alta colombiana que surgida en la propiedad colonial de la tierra, se ha orientado recientemente hacia la industria, la banca, etc. La industrializacin, siempre en el sector de las clases superiores, en muchos pases est a cargo de nuevos grupos emergentes incluso inmigrantes, (por ejemplo en la industria' textil los italianos, levantinos, etc.).

    Este fenmeno se superpone al citado hecho de las inversiones de empresas econmicas residentes en el extranjero, y en definitiva explica tambin las dificultades que encuentra la nacionalizacin e integracin de estas sociedades.

    Permite apreciar esta situacin que la escala de prestigio de las profesiones estudiada comparativamente con los pases europeos muestra la importancia que le acuerdan los latinoamericanos a las actividades profesionales universitarias, (medicina, abogaca, contable, etc.) y el desinters, o menor consideracin, que se tiene por las actividades comerciales e industriales. Tambin el casi unnime reconocimiento que supone actividades como terrateniente o sacerdote."

    Tambin sucede que estas escalas particulares de prestigio denuncian situaciones estructurales al interior de las mismas sociedades. Dbese recordar el caso de pases como Argentina o la Cuba prerevo

    'n Aludimos a trabajos como los que ha animado en Brasil Bertram Hutchinson, y que se han extendido a Uruguay, Argentina, etctera.

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    lucionaria, donde entre los empresarios son ms los nacidos en el extranjero que hijos del pas.

    Si la tendencia general a largo plazo es que las escalas de prestigio se acomoden a las pautas de los pases industriales adelantados, y asimismo que las clases superiores se nacionalizan constantemente, especialmente por la progresiva ampliacin de actividades econmicas, por mucho tiempo la sociologa latinoamericana mostrar tarnbin en estos aspectos la singularidad de la estratificacin latinoamericana.

    H eterodoxia metodclgic latinoamericana

    . La sociologa comparativa muestra exhaustivamente que la estratificacin latinoamericana posee caracteres originales, no puede ajustarse automticamente a las pautas consagradas de la ciencia social acadmica, y que es a menudo prematuro adelantar hiptesis que no tienen fundamento en investigaciones empricas.

    A menudo la realizacin de esas investigaciones no es posible cumplirlas en los trminos que resultan de la literatura internacional alusiva, con la adopcin pasiva de modelos culturales diversos, o teoras forjadas sobre el conocimiento de sociedades diferentes.

    No siempre la frecuentacin de la heterodoxia es aceptada por los colegas profesionales de los pases adelantados, y menos por sus adlteres locales cuya fuerza depende a menudo de situaciones burocrticas.

    Por tales motivos es estimulante la opinin del profesor francs Jean Duvignaud, cerrando justamente un coloquio sobre las clases sociales en el mundo, cuando afirma: '~l Tercer Mundo ofrece al espritu un campo de investigacin enorme que los sistemas del pensamiento europeo estn muy lejos de haber recorrido. Esta efervescencia que agita las estructuras sociales; esta revolucin permanente que agita toda sociedad incluso las ms dormidas, mismo las menos aparentemente vivas y hasta las ms burocratizadas; ese movimiento interno que puede tomar no importa qu forma y hasta transformar todas las estructuras, todo esto se expresa hoy en da bajo aspectos que no encuadran, es posible, can la "racionalidad" europea, y que nos obligan a nosotros a buscar modos de interpretacin, y hasta conceptos operatorios inditos" P

    12 Citado en pg. 226, Cahiers Internationaux de Sociologie, Vol. XXXIX, juilletdcembre 1965, Paris, del coloquio de Quebec sobre las clases sociales en el mundo actual.