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EMU[E HATEFILAH: LA ORACIÓN La EMU[ (Tefilah: La Oración 1 ), plegaria, o rezo es la comunicación entre el hijo de D’os y su Padre que está en los Cielos. 1 Incluye varias formas: 1. Amidah: Plegaria estructurada que abarca: Loor al Eterno, peticiones, reconocimiento y acción de gracias. 2. Brajot: Bendiciones a Hashem por todos los aspectos de la vida de Sus hijos. 3. Kadish: Exaltación al Eterno como agradecimiento.

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EMU[E HATEFILAH: LA ORACIÓN

La EMU[ (Tefilah: La Oración1), plegaria, o rezo es la comunicación

entre el hijo de D’os y su Padre que está en los Cielos.

1 Incluye varias formas: 1. Amidah: Plegaria estructurada que abarca: Loor al Eterno, peticiones, reconocimiento y acción de gracias. 2. Brajot: Bendiciones a Hashem por todos los aspectos de la vida de Sus hijos. 3. Kadish: Exaltación al Eterno como agradecimiento.

Los rezos u oraciones se hacen tres veces al día:

1. [JYHZ (Shajarit: Servicio para las Plegarias Matutinas)

2. EHQO (Minjah: Servicio para los Rezos Vespertinos)

3. BJYSO [Maariv], o [JBYS (Arvit: Servicio para las

Oraciones Nocturnas)

Se realizan en forma individual (en privado), o en la Sinagoga (en

público y dirigidas por un Rabino, un Jazán2, u otra persona designada).

Están compuestas por loas, pedidos, poemas, declaraciones, proclamas y

cánticos que se entonan a solas, o colectivamente…

La Tefilah acompaña al individuo en cada momento de su vida: En

la alegría y en el duelo, en el gozo y en la pena, en el nacimiento, el

matrimonio y la muerte. Esto nos enseña que podemos gozar,

emocionarnos y llorar, siempre que lo hagamos dentro de un marco

digno.

2 Heb.: Cantor Litúrgico.

La Plegaria se rige por normas que constituyen un triarmónico:

1. En relación con el Tiempo de Oración:

a. Shajarit, u Oraciones3 Matutinas

b. Minjah, o Plegarias Vespertinas

c. Arvit , Maariv, o Rezos Nocturnos (Nm 28: 4, Dn 6: 10,

Mt 14: 23, Lc 1: 9 y 6: 12)

3 En el Pensamiento del Pueblo del Lleno de Gracia, los términos oración, plegaria y rezo son sinónimos. Todos provienen de un único vocablo hebreo: Tefilah.

2. Relativas al Lugar de Oración:

La Tefilah personal debe realizarse en un lugar privado. En el

caso de la oración colectiva, la Sinagoga es el sitio idóneo, ella es

la Casa de Oración por excelencia. En este Lugar Puro, la Kehilah

localmente congregada, es decir, la Edah, ofrece públicamente su

devoción a D’os. En cualquier sitio en donde se rece debe

guardarse Reverencia (no olvidar delante de Quién se encuentra) y

volverse hacia Yerushalaim (hacia el Oriente en el caso de los que

oran desde Occidente, al Norte, para los que se hallan al Sur, etc., I

Ry 8: 38-39, Is 56: 7, Dn 6: 10, Mt 6: 5-6, Lc 9: 45-46)

3. Relacionadas con el MMU[OMMU[OMMU[OMMU[O (MITPALEL: El que ora,

el que reza y el que hace plegarias):

Ha de orarse con inteligencia y conciencia de lo que se dice,

para no convertir la Plegaria en rutina y en vana palabrería (Mt 6:

7, Avot 2: 18, Brajot 4: 4). No debe haber distracciones, prácticas

irrespetuosas ni ligerezas durante el tiempo de Tefilah

Las Normas Triarmónicas se resumen en una sola Regla:

¡Reverencia!... Y tienen la posibilidad de ser cumplidas en el tanto que

se tenga presente la siguiente expresión:

¡Sabe ante Quién te encuentras!

En una Comunidad de Creyentes en Yeshúah, el Rezo es dirigido

únicamente al Eterno, es decir, a NJOZBZ FQJBA (Avinu

Shebashamaim: Nuestro Padre que está en los Cielos), siempre, y

solamente, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj. Debe iniciarse con

loas de exaltación, continuar con las peticiones y acabar con

reconocimiento y acción de gracias.

La ELYB (Brajah: Bendición) es una Tefilah breve y especial que

se pronuncia en ciertas ocasiones. Existen distintas clases de Brajot

(Heb.: Bendiciones): De satisfacción, antes de llevar a cabo una

Mitzvah (Heb.: Mandamiento), de elogio y de agradecimiento. Inician

con la siguiente declaración:

E[A KFYB

FQJEMA EFEJ

...NMFSE KMO

[BARUJ ATAH

ADONÁI ELOHEINU

MÉLEJ HAOLAM...]

BENDITO SEAS TÚ,

OH ADONÁI, NUESTRO D’OS,

REY DEL UNIVERSO...

El ZJDX (Kadish: Declaración de la Esencia Purísima del Eterno,

y exaltación con acción de gracias) es una plegaria singular que se

realiza para agradecer a Hashem a causa de muy diversas situaciones. En

todos los casos, se trata de una proclama de exaltación al que habita en

la Alta Mansión.

Refleja gratitud a D’os, por eso, según la Tradición de algunas

Kehilot (Heb.: Comunidades) Mesiánicas4, tiene que darse a conocer el

motivo del agradecimiento (Lc 17: 15-16, Jn 11: 41). Suele empezar con

la siguiente exclamación aramea:

AYB EOZ ZDX[JF MDC[J

...E[FSYL AYB-JD AOMSB

[ITGADAL VEITKADASH SHEMEH RABAH

BEOLMAH DI-VRAH JIR’UTEH...]

EXALTADO SEA SU EXCELSO NOMBRE

Y RECONOCIDA LA ESENCIA DE SU PUREZA,

EN EL MUNDO QUE CREÓ CONFORME A SU VOLUNTAD...

4 Es decir, de Creyentes en Yeshúah Hamashíaj.

La EDJOS (Amidah: La oración hecha, estando de pie) es la parte

fundamental del tiempo de Tefilah. Fue compuesta por Ezrah, el Escriba,

y por la Knéset Hagdolah (Heb.: La Gran Asamblea) en la época de la

construcción del Segundo Templo, hace cerca de veinticinco siglos…

Es una guía de oración que incluye todas las necesidades y deseos

de la vida de un hijo de Hakadosh-Baruj-Huh. Es una plegaria, pero

también una proclama. Refleja la Condición, o Estatus de hijo del

Eterno. En cuanto a la Tefilah, y tomando en cuenta todos sus elementos

constitutivos, se considera que la Amidah sería lo mínimo que Hashem

esperaría de Sus hijos. (Mt 6: 9-13, I Ts 5: 17).

Se realiza en los Tres Tiempos5 de Oración. Es un Madrij (Heb.:

Instructor, tutor y guía) básico que incluye:

1. Loas de exaltación

2. Peticiones elementales y prioritarias del ser humano

3. Loas de acción de gracias

Este formato permite al creyente hacer de la Tefilah no sólo un

profundo y racional acto devocional, sino también una firme disciplina

que le proporciona la oportunidad de rezar con entendimiento y la

posibilidad de tener presentes las peticiones, con la expectativa de la

respuesta del Eterno y con el ardiente deseo que darle gracias y de

testificar a causa de Sus Milagros, Proezas, Portentos y Maravillas.

5 Matutino: Desde la salida del sol y hasta el final del primer tercio del día (05:00-09:00 hrs.). Vespertino: Desde las nueve horas y media, después del principio del día, hasta la puesta del sol (14:30-17:30 hrs.). Nocturno: A partir de la caída de la noche y hasta la medianoche (17:30-00:00 hrs.).

Se conforma de tres partes:

1. Las tres bendiciones iniciales: Encierran loores a D’os y

se proclaman todos los días

2. Las trece bendiciones intermedias: Están constituidas

por peticiones y sólo se declaran durante los días comunes

o de trabajo

3. Las tres bendiciones finales: Hacen parte de las

oraciones diarias. A través de estas últimas se ruega a D’os

para que acepte nuestros rezos, expresándole nuestro

reconocimiento y solicitando Su Bendición

Yeshúah Hamashíaj ratificó el formato y la intención de la Amidah

cuando impartió Su Esquema Sintético al que se conoce como Avinu

Shebashamaim (Heb.: Padre nuestro que estás en los Cielos).

Su Amidah, sabiamente sintetizada, se puede esquematizar de la

siguiente forma:

LOAS DE EXALTACIÓN

1. AVINU SHEBASHAMAIM (Padre nuestro que estás en los

Cielos)

2. ITKADASH SHEMEJA (Purísimo es Tu Nombre)

PETICIONES

3. TAVOH MALJUTEJA (Que Tu Reino sea establecido

visiblemente)

4. YEASEH RETZONEJA KAASHER BASHAMAIM GAM

BAÁRETZ (Que Tu Voluntad sea hecha en el Planeta Tierra de la

forma en que ya se ha hecho en los Cielos)

5. ET LÉJEM JUKENU TEN LANU HAIOM (Impártenos la porción

diaria de Tu Torah)

6. UMEJAL LANU AL JOVOTEINU KAASHER MAJALNU GAM

ANAJNU LEJAIAVEINU (Haznos diestros para perdonar de la

forma en que Tú nos perdonas continuamente)

7. VEAL TEVIENU LIDÉI NISAIÓN (No permitas que tropecemos

en las trampas del Maligno)

8. KI IM TEJALTZENU MIN HARAH (Líbranos del Mal)

LOAS DE ACCIÓN DE GRACIAS

9. KI LEJA HAMAMLAJAH (Tuyo es el Reino)

10. VEHAGVURAH (Tuyo es el Poder)

11. VEHATIF’ÉRET (Tuyo es el Peso de la Pureza)

12. LEOLMÉI HAOLAMIM AMÉ”N (Siempre, por siempre y para

siempre... Tú eres Adonái/Señor D’os, Mélej/Rey y Neemán/Fiel)

La guía básica de la Amidah se utiliza en los seis días de trabajo.

Hay formas especiales para los Shabatot6, las cuales excluyen las

peticiones (de conformidad con Is 58: 13-14) y, en su lugar, añaden

declaraciones relacionadas con el Séptimo Día; así también, las

Amidot7que se declaran durante las Festividades, eliminan las peticiones

diarias y agregan dichos relacionados con ellas.

El esquema8 de la Amidah para los seis días de trabajo es el

siguiente:

6 Heb.: Días de Reposo. Pl. de Shabat: Séptimo Día, instituido por Hamakom. 7 Heb.: Plural de Amidah: Oración que se hace, estando de pie. 8 Menciona la introducción de la bendición con el fin de plantear el tema, o el lineamiento a seguir. La costumbre de algunas Kehilot de creyentes en Yeshúah Hamashíaj es: 1. Completar la temática con el texto del Sidur (Heb.: Libro de Oraciones), 2. Continuar con la línea expositiva, en forma espontánea, agregando porciones de la Berit Mejudéshet (Heb.: Alianza Renovada), o bien... 3. Seguir una alternativa que tome en cuenta las dos anteriores.

LOAS DE EXALTACIÓN

1. Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

Patriarcas

2. Tú eres Poderoso por siempre, oh Adonái

3. Tú eres Purísimo y Tu Nombre es Purísimo

PETICIONES

4. (1) Tú das Conocimiento al ser humano

5. (2) Haznos regresar, oh Padre nuestro, a Tu Torah

6. (3) Perdónanos, oh Padre nuestro, porque hemos transgredido

7. (4) Mira nuestra aflicción

8. (5) Sánanos, oh Eterno, y seremos curados

9. (6) Bendice, oh Hashem, D’os nuestro, este año

10. (7) Toca el Shofar Grande de nuestra Liberación

11. (8) Restaura a nuestros Jueces

12. (9) Quebranta a los enemigos y oprime a los soberbios9

13. (10) Sé Sostén y Esperanza de los que han sido justificados

9 En tiempos de Ezrah, el Escriba y de la Gran Asamblea, la Amidah estaba formada por dieciocho Brajot (Heb.: Bendiciones), de ahí el sinónimo de Shmonah Esreh (Heb.: Dieciocho). Mucho después se agregó “quebranta a los enemigos y oprime a los soberbios”. En la actualidad se conserva el sinónimo, aunque hayan llegado a ser diecinueve bendiciones.

14. (11) Regresa, con Misericordia, a Yerushalaim, Tu Ciudad

15. (12) Has regresar al Vástago de David, Tu siervo

16. (13) Oh Padre Misericordioso, escucha nuestra voz

LOAS DE ACCIÓN DE GRACIAS

17. (1) Tú Te agradas, oh Adonái, D’os nuestro, en Tu Pueblo Israel

18. (2) Nosotros Te agradecemos

19. (3) Pon Paz... Libra mi lengua del mal... El que ya hizo la Paz en Su

Alta Mansión, siga perfeccionando la Paz en nosotros y en todo Israel...

Digan: En el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!

A esta altura, considero importante referirme a algunos detalles

relativos a la compostura que ha de asumirse durante la proclama de la

Amidah: Al decirla, de pie y en dirección de Yerushalaim, se declara,

como un Maaseh Nevií10, que se está delante del Rey de todos los reyes

y del Señor de todos los señores. Al colocar las manos sobre el pecho,

con la palma izquierda cubriendo el puño derecho, se admite que la

Tefilah es la prioridad, y que, por ello, se renuncia a toda otra obra. El

puño derecho habla de la Justicia de D’os. La palma izquierda representa

Su Misericordia... ¡En Él, ambas son Ejad (Heb.: Armonía perfecta entre

componentes completos y autónomos)!

10 Heb.: Hecho, o Acto Profético.

La convicción de que se está delante de Hakadosh-Baruj-Huh

conduce a la reverencia que se expresa:

1. Dando tres pasos hacia delante, inmediatamente antes de

iniciar la Amidah... ¡Nos acercamos al Rey con reverente

respeto!

2. Haciendo cuatro reverencias durante la Amidah:

a. Al inicio de la primera Brajah (Heb.: Bendición): Baruj

Atah Adonái... (Bendito seas Tú, oh Adonái...)

b. Al término de ésta: Baruj Atah Adonái maguén Avraham

(Bendito seas Tú, oh Adonái, Escudo de Avraham)

c. Al comenzar la décimo octava Bendición: Modim anajnu

Laj... (Nosotros Te agradecemos...)

d. Al final de ésta: Baruj Atah Adonái Hatov Shimja

(Bendito seas Tú, oh Adonái, Bueno es Tu Nombre)

3. Al acabar la Amidah, se inclina hacia delante y se da tres

pasos hacia atrás, como el siervo que se despide para salir

de la Presencia de su Amo. Aún inclinado se hacen las tres

últimas reverencias... Declarando: 1. Su Reino, 2. Su Poder

y 3. El Peso de Su Esencia Purísima:

a. Hacia la izquierda y se dice: Oseh shalom bimromav... (el

que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión...)

b. Hacia la derecha y se dice: Huh berrajamav iaaseh shalom

aleinu... (Él, con Su Misericordia, siga perfeccionando la

Paz en nosotros...)

c. Hacia delante, diciendo: Veal kol amó Israel veimrú

beshem Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n! (Y en todo Su

Pueblo Israel... Y digan, en el Nombre de Yeshúah

Hamashíaj: ¡Amé”n!)

Al hacer Kavanah (Heb.: Balanceo hacia delante y hacia atrás en

señal de atención y de intención) se está, así, afirmando que todo el ser,

incluyendo el cuerpo, participa en el Propósito de la Oración.

Al proclamar la tercera Bendición de la Amidah (Tú eres Purísimo,

y Tu Nombre es Purísimo), al pronunciar tres veces la palabra Kadosh

(Heb.: Purísimo), se levantará, en cada ocasión más, sobre las puntas de

sus pies para, finalmente, dejar posar los talones con una ligera flexión

de las rodillas, con el afán de manifestar, también como un Maaseh

Nevií, que la Pureza del Eterno es Alta, Sublime y Sobrecogedora.

GUÍA PRÁCTICA PARA HACER TEFILAH

EN LOS DÍAS COMUNES

SHAJARIT, O TIEMPO MATUTINO DE ORACIÓN

(05:00-09:00 hrs.)

El cuerpo despierta, los ojos se abren y el mundo se reaparece en

cada amanecer, abriendo una nueva hoja en el libro de nuestra

existencia, con la sensación de que la vida se renueva en nuestro

cuerpo, por la mañana, debido a la Generosidad de D’os, que nos

acompaña durante todo el día, guiándonos por el Camino del Gozo

Pleno, la Verdad y la Rectitud. Por eso, lo primero que hacemos cada

día, apenas abrimos los ojos, es agradecer al Eterno por haber

colocado Fuerza y Pureza en nuestro cuerpo.

Puede sentarse en el borde de la cama y decir: Modeh

(hombre)/Modah (mujer) aní lefaneija Mélej Jai veKaiam shehejezarta

bi nishmatí bejemlah rabah emunateja, amé”n… Te agradezco, oh Rey

Viviente y Eterno, que has devuelto el alma dentro de mí... Con Piedad:

¡Grande es Tu Fidelidad!... ¡Amé”n!

Después de haber dicho Modeh aní..., los varones11 mayores de

trece años hacen Netilat Yadaim (Heb.: Purificación de las manos),

dicen: Baruj Atah Adonái Eloheinu Mélej haolam asher kidshanu

bemitzvotav vetzivanu al netilat yadaim, amé”n… Bendito seas Tú, oh

Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo, que nos has apartado con Tus

Mandamientos y nos has recomendado la purificación de las manos…

¡Amé”n!... Vestidos y con Kipah (Heb.: Casquete... Cubierta para la

cabeza), se envuelven en la Talit (Heb.: Manto de oración de cuyas

cuatro puntas se sujetan los Tzitziot, o flecos), se colocan los Tefilín12,

de conformidad con la forma que se describirá en el apartado de Signos

del Pacto... Se dice: Elohái neshamah shenatata... Como aparece después

del siguiente comentario...

11 El lavamiento de manos que realizan los varones es requisito antes de cumplir con la Mitzvah de Tzitzit y con la de Tefilín. La mujeres también realizan dicho lavamiento pero están dispensadas de las otras dos Mitzvot que se citaron: Su Sharet a D’os, en el hogar, enfocado a la familia, las exime del horario de oraciones. Dicho horario es imprescindible para la Observancia, antes de la salida del Sol, de la Mitzvah de Tefilín, la cual no deben cumplir. La Torah establece que los Tzitziot deben colocarse en la indumentaria de los varones para que éstos tengan presentes todas las Mitzvot. Ha de haber razones, relacionadas con el género, tomadas en cuenta por el Lleno de Gracia, por las cuales los varones necesitan más de este ejercicio. 12 Señales para la cabeza y para el brazo que, junto con los Tzitziot, serán abordadas, como tema, en el apartado de Signos del Pacto.

La EOZQ13 (Neshamah: Alma Espiritual) representa todo lo

bueno y puro que existe en el ser humano. En su corazón existen dos

fuerzas opuestas que luchan por dominar sus acciones: La fuerza del

Bien (de la Equidad, es decir, de observar la Torah) y la del Mal (de la

Iniquidad, esto es, de transgredir la Torah).

La Neshamah que Hashem colocó en el cuerpo, dirige al sujeto

hacia el Bien. Por eso, el individuo debe alentarla y fortalecerla para

propiciar el desarrollo de la Pureza, sin maldad ni error.

Agradezcamos al Purísimo por habernos otorgado esta Neshamah

maravillosa que, por la mañana, “nos devuelve” límpida y viva, después

de haberla cuidado durante la noche, cuando la depositamos en Sus

Manos para entregarnos al sueño.

13 La Neshamah (Heb.: Alma espiritual) no es sinónimo de Néfesh (Heb.: Alma viviente), es decir, la vida y los instintos de personas, o de animales. Más bien, corresponde a aquella parte, inmaterial e inseparable del cuerpo, que, después de la Renovación en Yeshúah, como componente integral e indivisible de la persona, entra en un proceso de restauración (novedosa, profunda y permanente) de su relación y de su realidad con D’os. En la noche, cuando se está dormido, la Neshamah no abandona el cuerpo, sino que, antes del sueño, y voluntariamente, es encomendada al Creador de todo, el cual la sigue cuidando mientras se está durmiendo. Al despertar, Él devuelve el deber personal de todas las hijas y de todos los hijos Suyos, de vigilar por su bienestar, por su alimento, por su dedicación y, en fin, por todo lo que Hakadosh-Baruj-Huh espera de él.

[ELOHÁI NESHAMAH SHENATATA BI TEHORAH HIH

ATAH BERATA ATAH IETZARTA ATAH NEFAJTA BI VEATAH

MESHAMERAH BEKIRBÍ VEATAH ATID LITELAH MIMENI

ULHAJAZIRAH BI LEATID LAVOH KOL ZMAN

SHEHANESHAMAH BEKIRBÍ MODEH/MODAH ANÍ LEFANEIJA

ADONÁI ELOHÁI VELOHÉI AVOTÁI RIBÓN KOL HAMAASIM

ADÓN KOL HANESHAMOT MOSHEL BEJOL HABERIOT JAI

VEKAIAM LAAD BARUJ ATAH ADONÁI HAMAJAZIR

NESHAMOT LIFGARIM METIM AMɔN]

Oh D’os mío: El Alma Espiritual que Tú me has otorgado es pura.

Tú la creaste y la formaste, la colocaste y la conservas dentro de mí. Un

día habrás de tomarla, pero me la devolverás en el Tiempo Venidero.

Mientras mi Alma Espiritual esté dentro de mí, Te agradeceré, oh

Adonái, mi D’os y D’os de mis Patriarcas, Regente de todas las obras,

Regente de todas las Almas Espirituales, Gobernador de todas las

criaturas. Vivo y Firme eternamente. Bendito seas Tú, oh Eterno, que

tienes la Potestad de hacer volver las Almas Espirituales a los cuerpos

muertos… ¡Amé”n!

SHEMAH ISRAEL

No se trata de una plegaria, sino de una grandiosa proclama que

encierra la Esencia de la Fe del Pueblo de Hashem, por eso se declara en

voz alta, de pie, la cabeza del varón mayor de trece años... Cubierta con

la Talit, la mirada hacia Yerushalaim y con las manos cubriendo el

rostro, como una forma de reverencia al Eterno, recordando, con este

Maaseh Nevií, cómo los Seres Vivientes14de la Presencia cubren su faz

con dos de sus seis alas, mientras proclaman reverentes y a gran voz,

delante de Hamakom.

14 Keruvim (Heb.: Los más próximos) y Serafim (Heb.: Los más ardientes).

Antes de proclamarlo se declara:

Al D’os Bendito, canten agradables melodías… Al Rey, D’os Vivo

y Existente, entonen salmos y hagan oír alabanzas, porque Él solo, el

Alto y el Purísimo, obra poderosamente, renueva lo creado, es Soberano

en las batallas contra el Mal, siembra la Justicia, hace brotar la

Salvación, proporciona Salud y es venerado con loores. El Señor de las

maravillas renueva, con Su Bondad, sin cesar, cada día, la Obra de la

Creación, según está dicho: Demos las gracias al que ha creado luceros

grandes, pues para siempre es Su Misericordia. Bendito seas Tú, oh

Hashem, Creador de las luminarias. Con Amor Eterno nos has amado,

oh Eterno. Con Misericordia grande y excesiva Te has apiadado de

nosotros... ¡Padre nuestro!... ¡Rey nuestro!... Por amor a Tu Gran

Nombre y por amor a nuestros Patriarcas, los que confiaron en Ti, y a

quienes impartiste Preceptos de Vida para hacer Tu Voluntad con pleno

corazón... Así... En el Nombre de Yeshúah Hamashíaj… Compadécete,

Padre nuestro, Padre Piadoso... Tú que Te compadeces... Apiádate, Te

rogamos, de nosotros, y pon, en nuestro corazón, inteligencia para

comprender, discernir, oír, aprender, impartir, guardar, hacer y

ejecutar todas las Palabras de Tu Torah, con Amor. Ilumina nuestros

ojos con Tu Torah, haz que fijemos nuestro corazón en Tus Preceptos y

une nuestros corazones, para amar y para reverenciar Tu Nombre, para

que no nos avergoncemos, ni sintamos bochorno, ni tropecemos nunca

jamás, pues en Tu Nombre Purísimo, que es Grande, Poderoso y

Temible, confiamos. Nos alegraremos y regocijaremos en Tu

Salvación... Tu Clemencia, oh D’os, y Tu Gran Misericordia nunca nos

abandonarán. Siempre nos impartirás Brajah y Shalom... Prontamente,

de los cuatro rincones del Planeta Tierra, terminarás de romper, de

nuestra cerviz, el yugo de las naciones idólatras y continuarás

conduciéndonos, con la cabeza erguida, a nuestra Tierra, porque Tú

eres el D’os que obra Salvación... Nos has escogido de entre todo

pueblo y lengua. Nos acercaste, oh Rey nuestro, a Tu Nombre Grande,

con Amor, para agradecerte, para unificarte, para temer y amar Tu

Nombre. Bendito seas Tú, oh Adonái, que escogiste a Tu Pueblo Israel,

con Amor.

“Escucha, oh Israel, el Eterno es nuestro D’os, el Eterno es

Uno. Bendito sea el Nombre del Peso de la Esencia Distinta, Apartada y Pura de Su Reino

para siempre15. Amarás al Eterno, tu D’os, con todo tu corazón, con

toda tu alma y con toda tu fuerza. Que las palabras que te mando

hoy: Estén en tu corazón. Impártelas a tus hijos, habla de ellas en

tu estadía en casa y cuando vayas por el camino, al acostarte y al

levantarte. Átalas como señal en tu brazo, llévalas como frontal en

medio de tus ojos, escríbelas en los dinteles de tu casa y en tus

portones (Dt 6: 4-9)... Si obedecen diligentemente Mis

Mandamientos, los que les ordeno hoy: De amar al Eterno su D’os

y de servirlo con todo su corazón y con toda su alma… Daré las

lluvias de su tierra, a su tiempo, las primeras y las últimas, para

que recojan su grano, su vino y su aceite. Daré la hierba, en su

campo, a sus ganados, ustedes comerán y quedarán satisfechos.

Cuídense, que no suceda que su corazón se engañe y se desvíen y

sirvan a otros dioses y se postren de bruces delante de ellos provocando

que la ira del Eterno se encienda en contra de ustedes, que cierre los Cielos y no haya lluvia,

que la tierra no dé su producto y que pronto sean eliminados de la Buena Tierra que el Eterno

15 En voz baja para recordar que esta declaración no forma parte del texto de Shemah Israel que se halla en la Torah. Durante el Servicio de Yom Kipur, la porción de proclama en voz alta.

les ha dado16. Pongan, pues, éstas, Mis palabras, en su corazón y en su

alma; átenlas como señal en su brazo, que estén como frontal en

medio de sus ojos. Impártanlas a sus hijos, hablen de ellas cuando

estén en la casa y cuando vayan por el camino, al acostarse y al

levantarse. Escríbanlas en los dinteles de su casa y en sus portones,

con el fin de que se multipliquen sus días y los de sus hijos en la

Tierra que el Eterno, bajo juramento, prometió dar a sus

Patriarcas, para que sean tan numerosos como los días de los Cielos

que están sobre el Planeta Tierra (Dt 11: 13-21)... Dijo el Eterno a

Mosheh: Habla a los hijos de Israel y diles que hagan Tzitzit en

las esquinas de sus indumentarias, por sus generaciones… En cada

extremo Tzitzit con un cordón de Tjélet17. Tzitzit para ver y así

recordar todos los Mandamientos del Eterno, para que los

cumplan, para que no se vayan detrás de los deseos de su corazón y

de los de sus ojos, detrás de los cuales andan cometiendo

inmoralidad. Acuérdense de todos Mis Mandamientos, cúmplanlos

16 La obra perfecta realizada por Yeshúah Hamashíaj a favor de todo aquel que se acoge a Su Beneficio, creyendo que Él es Adonái, Mashíaj, Rofeh (Heb.: Sanador) y Moshíah (Heb.: Salvador), lo excluye de toda Maldición, pero no de las consecuencias destructivas de la Desobediencia a D’os. El Amor a Adonái se expresa mediante la Obediencia a Sus Mandamientos. 17 Hasta el día de hoy no hay certeza en relación con su significado: Puede tratarse de un color, de una fibra textil, o de alguna sustancia extraída de un animal desconocido.

y sean purísimos para su D’os. Yo soy el Eterno, su D’os, Yo los

saqué de la Tierra de Egipto para ser su D’os: ¡Yo soy el Eterno, su

D’os!” (Nm 15: 37-41)... ¡El Eterno es Verdad!

AMIDAH 18

Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu Tehilah.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

Patriarcas, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. El D’os Grande,

Poderoso y Temible, D’os Altísimo que recompensas a los que han sido

justificados y que practican el Bien, porque eres el Dueño Absoluto de

todo, que, en ese sentido, tomaste en cuenta Tu Testimonio, dado a los

Protopatriarcas y a los Patriarcas, y trajiste un Redentor, a Yeshúah

Hamashíaj, a los hijos de sus hijos, a causa de Tu Nombre, con Amor,

oh Rey que auxilias, que pones a salvo y que resguardas. Bendito seas

Tú, oh Hashem, Escudo de Avraham. (Sal 51: 15, 96: 1-6)

18 Para seguir, al pie de la letra, el texto hebreo de la Amidah, es recomendable utilizar un Sidur (Heb.: Libro de plegarias). Las citas bíblicas del modelo propuesto en este trabajo ayudarán a enriquecer la temática correspondiente.

Tú eres Poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. Tú das

vida a los muertos y eres Grande para poner a salvo. Soplas el viento y

traes la lluvia. Sostienes a los caídos, sanas a los enfermos y mantienes

Tu Fidelidad con los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, oh

Eterno de los portentos y, quién es semejante a Ti, oh Rey que das la

muerte y la vida y que hiciste germinar la Salvación mediante Yeshúah

Hamashíaj? Eres Fiel para levantar a los muertos. Bendito seas Tú, oh

Eterno, que das vida a los muertos. (Ex 15: 11, Sal 66: 1-7)

Nosotros declaramos Tu Esencia Purísima, y Te reverenciamos

como lo hacen con agrado los Puros Serafines, en su lenguaje

misterioso, en su triple proclama de Tu Pureza, como está escrito por

medio de Tu Navih19: Uno llama al otro y dice: Kadosh, Kadosh,

Kadosh es el Eterno de las Huestes, todo el Planeta Tierra está lleno del

Peso de Su Esencia Purísima. Frente a ellos otros Enviados de Hashem,

uniendo sus loores, dicen: “Bendito el Peso de la Pureza del Eterno

desde Su Mansión.” En Tus Escrituras Puras está dicho: “El Eterno

reinará para siempre; tu D’os, oh Tziyón, de generaciones en

generaciones... ¡Haleluiah! Tú eres Kadosh y Tu Nombre es Kadosh, los

Kedoshim, todo el día, Te alabarán... ¡Selah20!” D’os, Rey Grande y

Kadosh eres Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os Distinto, Apartado y

Puro. (Is 6: 1-3, Sal 146: 10)

19 Heb.: El hijo (Heb.: Navih), o la hija (Heb.: Neviah) de D’os que, de diversas formas (visión, sueño, revelación,

voz audible, etc.) aprehende el Dicho del Eterno, lo enuncia y lo imparte a otros, mediante el Triarmónico:

Davar/Palabra, Shir/Cántico y Keriah/Proclama… Para que se acate y se implemente (Is 2:1, Jr 2:1-2, Ez 1:3, Jl

1:1-3, Abd 1:1, Sf 1:1-2, Hg 1.1-2, Zc 1.1-6). 20 Heb.: ¡Con fuerza!... Es decir, como cuando se lanza una piedra (Heb.: Selah).

Tú das el conocimiento al ser humano y le impartes el

entendimiento. Danos, por Gracia, conciencia, entendimiento e

inteligencia, sabiduría, ciencia y conocimiento. Bendito seas Tú, oh

Hashem, que das gratuitamente el conocimiento. (Prob 2: 6)

Haznos regresar, Padre nuestro, a Tu Torah. Acércanos, Rey

nuestro, a Tu Servicio. Haznos retornar, con Arrepentimiento Perfecto,

ante Ti. Bendito seas Tú, oh Eterno, que Te complaces con la Teshuvah.

(Sal 19: 7-13, Lc 15: 7, II Pd 3: 9)

Perdónanos, oh Padre nuestro, porque hemos transgredido.

Restáuranos, oh Rey nuestro, porque hemos faltado. Perdonador y

Restaurador, oh D’os Bueno que perdonas, eres Tú. Bendito seas Tú, oh

Eterno, Piadoso y Amplio para perdonar. (II Cro 7: 14)

Mira nuestra aflicción, pelea nuestra disputa. Nos has redimido

con Perfecta Redención en Yeshúah Hamashíaj, por Amor de Tu

Nombre. D’os, Redentor Fuerte, eres Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno,

Redentor de Israel. (Ap 5: 9-10)

Sánanos21, oh Eterno, y seremos curados, así como nos salvaste y

fuimos puestos a salvo. Nuestra Tehilah eres Tú. Trae Longevidad, y

Sanidad para todas nuestras enfermedades, para todos nuestros

pesares, para todas nuestras plagas... ¡Salud Perfecta para todas ellas!

D’os, Rey, Fiel y Misericordioso eres Tú. Bendito seas Tú, oh Adonái,

Sanador de las enfermedades de Tu Pueblo Israel. (Jr 17: 14)

Bendice, para nuestro favor, oh Eterno, D’os nuestro, este año y

todos los productos de la tierra, para bien. Da rocío y lluvia...

Bendición sobre la superficie de la Tierra. Sácianos de su beneficio.

Bendice nuestro año como los años buenos, para Bendición. D’os Bueno

y Bondadoso eres Tú, que bendices los años. Bendito seas Tú, oh

Eterno, que bendices los años. (Dt 28: 1-14)

21 Debido a que la Amidah es una guía para la plegaria ordenada, integral y coherente, en el caso de algunas Kehilot Mesiánicas, no está mal visto el hecho de que, en cada momento temático, el devoto incluya peticiones específicas: En el caso particular de este apartado, se puede orar por nuestra Salud y por la de aquellos que Hashem ponga en nuestro corazón.

Toca el Shofar22 Grande de nuestra Completa Liberación. Eleva el

Estandarte para reunir a todos los de Tu Pueblo que habitan fuera de la

Tierra de Israel. Sigue conduciéndonos de los cuatro cabos del Planeta

Tierra, a nuestra Tierra. Bendito seas Tú, oh Adonái, que reúnes a los

dispersos de Tu Pueblo Israel. (Is 51: 11, Ab 15-21)

Restaura nuestros Jueces como en el Principio y nuestros

Consejeros como al Inicio. Quita de nosotros la tristeza y la afrenta.

Reina sobre nosotros, pronto y solamente Tú, oh Eterno, con Piedad y

Misericordia. En Yeshúah Hamashíaj ya nos has juzgado con Justicia y

con Juicio. Bendito seas Tú, oh Eterno, que amas la Justicia y el Juicio.

(Hb 13: 17-25)

Para los malignos23 no hay Esperanza y los impíos se pierden en

un momento, sin el Mashíaj. Corta a los enemigos de Tu Pueblo.

Desarraiga a los que han renegado de Tu Deidad24. Extermina al

Adversario. Bendito seas Tú, oh Adonái, que quebrantas y arrasas a los

que se Te oponen. (Sal 68: 1-2)

22 Cuerno de carnero o de antílope. 23 Los malignos son todos los espíritus de las tinieblas: Para ellos no hay Esperanza. Los impíos son todos los seres humanos que no han adquirido el derecho de ser reconocidos como hijos de D’os: Ellos sí tienen Esperanza en el Mashíaj Yeshúah, pero se perderían si, en Él, no se hubieren renovado. 24 Los que dejan de creer que Yeshúah es Adonái y Mashíaj.

Sobre los que han sido justificados, sobre los piadosos, los

ancianos, los escribas, los que han venido a Tu Fe, sobre todos

nosotros, Remanente de Tu Pueblo, sea Tu Misericordia, oh Eterno,

D’os nuestro. Da Buen Galardón a todos los que confían en Tu Nombre,

en verdad. Nos has dado parte. No seremos avergonzados los que hemos

confiado en Ti. Por Tu Inmensa Piedad, en verdad, haz que nos

apoyemos en Ti. Bendito seas Tú, oh Hashem, que haces estar

sostenidos y confiados a los que han sido justificados. (Sal 91: 1-2)

Y a Yerushalaim, Tu Ciudad, regresa con Misericordia. Reside en

medio de ella de conformidad con lo que dijiste. Continúa

reconstruyéndola. El Servicio a Ti y el Trono de David, Tu siervo,

restablece en medio de ella. Bendito seas Tú, oh Eterno, Reconstructor

de Yerushalaim. (Ap 21: 1-7, 10-11)

Al Vástago de David, Tu siervo, ya hiciste florecer. Su

Fundamento ya ha sido exaltado con Tu Salvación, en la que esperamos,

contemplándolo a Él. Bendito seas Tú, oh Eterno, que hiciste florecer al

Vástago de la Salvación, a Yeshúah Hamashíaj. (Is 11: 1-10)

Padre Misericordioso, Tú escuchas nuestra voz. Oh Eterno, D’os

nuestro, Tú Te apiadas y Te condueles. Recibes con Misericordia y

agrado nuestra Tefilah. Tú eres el D’os que escucha las oraciones y las

súplicas. De delante de Tu Rostro, oh Rey nuestro, no volveremos

vacíos. Tú Te apiadas, nos respondes y escuchas nuestra Tefilah. Tú

escuchas los rezos de todas las bocas de Tu Pueblo Israel, con

Misericordia. Bendito seas Tú, oh Eterno, que escuchas la Tefilah. (Sal

5: 1-2)

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias, gracias a los méritos del Mashíaj. Restaura el modelo

completo del Servicio de Tu Templo: El Principio del derramamiento de

Sangre para Remisión de las transgresiones, hecho una vez y para

siempre por el Mashíaj, conforme se lo mostraste a Mosheh Rabeinu, y

la Tehilah, como se la revelaste a David, Tu siervo. Restaura a los hijos

de Israel y perfecciona en nosotros las formas correctas de elevar las

plegarias, con Amor. Recibe con Complacencia y Agrado, siempre, el

Servicio que, en Yeshúah, Te ofrece el Remanente de Israel, Tu Pueblo.

Puedan ver nuestros ojos Tu Regreso a Tziyón, con Misericordia.

Bendito seas Tú, oh Eterno, que harás retornar Tu Shejinah25 a Tziyón.

(Rm 12: 1)

25 Heb.: El Peso Visible de la Esencia Purísima del Lleno de Gracia.

Nosotros Te alabamos con acción de gracias, pues Tú eres Adonái,

nuestro D’os, el D’os de nuestros Patriarcas, por toda la Eternidad. Oh

Roca nuestra, oh Roca de nuestra Vida, oh Escudo de Salvación. Tú eres

de generación en generación. Te agradecemos. Contaremos de Tu

Tehilah, contaremos de nuestras vidas entregadas en Tus Manos, de

nuestras Almas Espirituales subordinadas a Ti, de los Prodigios

Milagrosos que están cada día con nosotros, de Tus Maravillas y

Bondades en todo tiempo: Al anochecer, en la mañana y al mediodía.

Benevolente eres porque no se ha acortado Tu Merced. Desde siempre

hemos esperado en Ti. Por todo esto Te bendecimos: ¡Exaltado y

enaltecido sea Tu Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la

Eternidad! Que todos los seres vivientes Te alaben con acción de

gracias... ¡Selah! Alaben y bendigan Tu Nombre Grande, en verdad,

para siempre. Bueno es el D’os de nuestra Salvación y de nuestro

Socorro... ¡Selah! D’os Bondadoso. Bendito eres Tú, oh Eterno, Bondad

es Tu Nombre y es un honor darte gracias. (Sal 18: 1-2, 136: 1-26)

Pon Paz Buena26, Bendición, Vida, Gracia, Piedad y Misericordia

en nosotros y en todo Tu Pueblo Israel. Bendícenos, Padre nuestro, a

todos juntos, a la Luz de Tu Rostro, pues a la Luz de Tu Rostro nos

diste a Yeshúah, la Torah de Vida, y con Él, Amor, Piedad, Justicia,

Bendición, Misericordia, Vida y Paz. Es bueno delante de Tus ojos

bendecirnos y bendecir a todo Tu Pueblo Israel, en todo tiempo y a toda

hora, con Shalom. Bendito seas Tú, oh Adonái, que bendices a Tu

Pueblo Israel con Shalom. (Sal 122: 6, Jn 14: 27, Flp 4: 7)

26 Shalom Tovah: La Paz Buena, la Paz Perfecta de Adonái es un estado renovador, profundo y permanente que trasciende a las circunstancias, a las emociones, a los resultados de los acuerdos y a las quebradizas declaraciones de tregua.

D’os mío, libra mi lengua del Mal y mis labios de hablar

calumnia. Ante mis detractores, enmudezca. Sea mi alma como el polvo,

humilde con todos. Sigue abriendo mi corazón con Tu Torah. Detrás de

Tus Preceptos corra mi Alma Espiritual. Todos los que se levantan

contra mí, para mal, pronto caigan en su consejo y se averíen en sus

pensamientos, sean como la hojarasca ante el viento, el Enviado del

Eterno los detenga y los arroje. Hazlo por Amor a Tu Nombre, por

Amor a Tu Diestra, por Amor a Tu Torah, por Amor a Tu Pureza, en

síntesis, por Amor a Tu Mashíaj, a fin de que se deleiten Tus amados. Tu

Diestra me ha puesto a salvo y me has respondido. Sean gratos los

dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh

Eterno, mi Roca y mi Redentor. El que ya hizo la Paz en Su Alta

Mansión, siga perfeccionando, con Sus Piedades, la Paz en nosotros y

en todo Israel, y digan, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj: ¡Amé”n!”

(Sal 19: 14)

Se pueden añadir otros rezos, elevar loas, leer, o cantar Tehilín27,

proclamar un Kadish, decir Aleinu (Heb.: Es nuestro deber...) y Al Ken

(Heb.: Por lo tanto...).

27 Heb.: Las ciento cincuenta alabanzas compiladas en la Tana”j, en un tratado llamado incorrectamente “Salmos”. El término “salmo” proviene del griego y, técnicamente, corresponde al vocablo hebreo Mizmor (proclama del testimonio personal), que es, tan sólo, una de las doce formas de Tehilah que se recopilan en el rollo de Tehilín, conocido en Occidente como “Libro de los Salmos”.

LECTURA, O ENTONACIÓN DE TEHILÍN

La siguiente lista de Tehilín suele leerse de la forma en que se

indica a continuación:

SHABAT: SAL2892: “Bueno es alabarte, oh Hashem...” Adonái

reinará sobre todo. El Peso de Su Esencia Purísima y Su Sharet29

llenarán todo el Universo... ¡Cuando regrese Yeshúah Hamashíaj!

DÍA PRIMERO30: SAL 24: “De Hashem es el Planeta Tierra y

su Plenitud...” En el primer día de la Beriah (Heb.: Creación), el Eterno

poseyó el Mundo y gobernó sobre él.

DÍA SEGUNDO: SAL 48: “Grande es el Eterno y Digno de ser,

en gran manera, alabado...” En el segundo día de la Beriah,

Hamakom dividió Sus obras y reinó sobre ellas.

28 Sal. (de “Salmo” ) es la abreviatura convencional de Tehilín. 29 Heb.: Servicio, labor, trabajo, desempeño, ministerio. 30 Es decir, día primero después del Shabat.

DÍA TERCERO: SAL 82: “D’os se levanta en medio de la

reunión de los fuertes...” En el tercer día de la Beriah, el que habita en

la Alta Mansión hizo aparecer la Tierra, sobre la cual se halla el Juez y

los que son juzgados.

DÍA CUARTO: SAL 94: “El Eterno es el D’os de las

venganzas...” En el cuarto día, el Lleno de Gracia hizo aparecer el Sol,

la Luna y las estrellas. Él ha de llamar a cuentas a las personas que los

han tomado como objetos de culto y de adivinación.

DÍA QUINTO: SAL 81: “Canten con gozo a D’os, Fortaleza

nuestra...” En el quinto día, Hashem hizo una gran variedad de seres

para la Tehilah de Su Nombre.

DÍA SEXTO: SAL 93: “El Eterno reinará...” En el sexto día, el

Purísimo... Bendito sea Él... Terminó Sus obras, hizo al Adam y fue Rey

sobre todo el Universo.

La costumbre de realizar la lectura anterior data de los tiempos del

Segundo Templo y tiene relación con algo que Hashem realizó en cada

día de Su Creación. En el caso singular del Shabat, el mismo Sal 92

expresa que fue compuesto especialmente para ese Día Purísimo.

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 127

“Cántico de las gradas:

¡Sea dichosa toda persona que, con reverencia, teme al Eterno

y que anda en Sus Caminos!

Comerás del trabajo de tus manos,

feliz serás y te irá bien.

Tu esposa será como parra fructífera

a los lados de tu casa…

Tus hijos, como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

¡Miren!... Así será bendecido el ser humano

que, con reverencia, teme a Hashem.

Desde Tziyón te bendecirá Adonái,

verás la prosperidad de Yerushalaim

todos los días de tu vida

y verás a los hijos de tus hijos... Así

la Paz caerá sobre Israel.”

KADISH

Hay muchas y bellísimas formas de exclamar desde lo más

profundo del corazón agradecido de un hijo de Hashem. Una de ellas se

llama Kadish (Heb.: Proclama de acción de gracias con exaltación y

reconocimiento de la Esencia Purísima del Nombre del Lleno de

Gracia). A continuación, un ejemplo, conocido como Kadish Titkabal, o

Kadish Shalem:

Exaltado sea Su Gran Nombre y reconocida Su Esencia Purísima...

¡Amé”n!...

En el mundo que Él creó por Su Voluntad.

Establezca Su Reino.

El que hizo germinar Su Redención, en Yeshúah,

apresure el Regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida de ustedes, en los días de ustedes

y en vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo próximo y digan: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente...

Sea bendito, alabado, reconocido el Peso de Su Esencia Pura,

enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre del Eterno... ¡Amé”n!...

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el Mundo

y digan: ¡Amé”n!

Haya: Paz emanada de los Cielos…

Vida, Abundancia, Salvación, Consolación, Liberación, Cura,

Redención y Perdón... Todos ellos,

Beneficios de la Expiación hecha por

Yeshúah... Así como: Descanso y Rescate para nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digan: ¡Amé”n!

El que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionando la Paz en nosotros

y en todo Israel y digan,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!”

BARJÚ ET ADONÁI, ALEINU Y AL KEN

Si el tiempo de oración se realiza en asamblea pública, la Edah se

pone de pie y dice:

Oficiante:

KYFBOE EFEJ [A FLYB

[BARJÚ ET ADONÁI HAMEVORAJ]

BENDIGAN AL ETERNO, AL BENDITO

Oficiente y Edah:

DSF NMFSM KYFBOE EFEJ KFYB

[BARUJ ADONÁI HAMEVORAJ LEOLAM VAED]

BENDITO SEA EL ETERNO, EL BENDITO,

POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE

ALEINU leshabéaj laadón hakol (es deber nuestro alabar al Señor

de todo lo que existe), aclamar la grandeza del Creador del Principio31.

Por Yeshúah has hecho que ya no pertenezcamos a una nación idólatra.

Ya no tenemos el porvenir que teníamos entonces. Ya no nos inclinamos

ante la vanidad ni ante seres inanimados. Ya no nos postramos de

bruces delante de dioses que nunca nos pudieron salvar. Ahora nos

postramos de bruces delante del Supremo Rey de todos los reyes, el que

habita en la Alta Mansión. Él extendió los Cielos y colocó los

fundamentos del Planeta Tierra. La Morada del Peso de Su Esencia

Pura está en los Cielos... ¡Arriba! Su Divina Majestad... ¡En las Alturas

de las Alturas! Él es nuestro D’os, no hay otro. Él es nuestro Rey de

verdad. No existe otro fuera de Él... Como está escrito en la Torah:

Aprende pues, hoy, y ponlo en tu corazón: El Eterno es D’os, arriba en

los Cielos y abajo en la Tierra... ¡No hay otro!

31 En otras palabras: El que creó el Tiempo, el Universo y la Persona.

AL KEN nekaveh laj Adonái Eloheinu lir’ot meherah betif’éret

usaj (por eso esperamos en Ti, oh Eterno, D’os nuestro, ver pronto el

Peso de la Esencia Pura de Tu Poderío) barriendo las abominaciones

del Planeta, destruyendo la idolatría y perfeccionado al Mundo bajo la

Soberanía del Todopoderoso. Todas las criaturas invocarán Tu Nombre,

todos los malvados del Planeta Tierra se volverán a Ti. Sepan y

entiendan cuántos habitantes hay en el Planeta: Toda rodilla deberá

doblegarse ante Ti, toda lengua ha de jurarte Obediencia. Se postrarán

de bruces delante de Ti, oh Hashem, D’os nuestro, honrarán el Peso de

la Esencia Purísima de Tu Nombre, aceptarán, todos ellos, el Dominio

de Tu Reino. Reinarás sobre ellos, pronto y por todos los siglos. Tuya es

la Soberanía, por toda la Eternidad reinarás con el Peso de Tu Esencia

Purísima, como está escrito en Tu Torah: El Eterno reinará para

siempre. Fue dicho también: El Eterno será Rey sobre todo el Planeta.

En aquel día D’os será Ejad y Su Nombre Ejad. En Tu Torah, oh

Hashem, está escrito para que se diga: Shemah, Israel, Adonái

Eloheinu, Adonái ejad... Escucha, oh Israel, Adonái es nuestro D’os,

Adonái es Ejad. (Mt 6: 9-13, Flp 2: 5-11, Ap 11: 15-19)

MINJAH, O TIEMPO VESPERTINO DE ORACIÓN

(14:30-17:30 hrs.)

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 84

“Al músico principal, sobre Guitit:

Mizmor de los hijos de Kóraj.

¡Cuán amables son Tus Moradas,

oh Eterno de las Huestes!

Desea y ansía ardientemente mi alma

los Atrios del Eterno…

Mi corazón y mi carne cantan al D’os Vivo.

También el pájaro halla casa

y la golondrina encuentra nido para ella,

donde pongan sus polluelos junto a Tus Altares,

oh Eterno de las Huestes, Rey mío y D’os mío.

Dichosos los que habitan en Tu Casa,

perpetuamente Te alabarán... ¡Selah!

Dichoso el ser humano que tiene su fortaleza en Ti,

y en cuyo corazón están Tus Caminos.

Los que atraviesan el valle de los llantos

lo convierten en fuerte,

cuando la lluvia temprana llena los estanques…

Irán de fuerza en fuerza,

hasta aparecer ante D’os, en Tziyón.

¡Oh Hashem, D’os de las Huestes!...

Oye mi Tefilah, escucha, oh D’os de Yaakov... ¡Selah!

Mira, oh D’os, Escudo nuestro,

y pon los ojos en el rostro de Tu Ungido.

Porque mejor es un día en Tus Atrios

que mil días fuera de ellos.

Escogería antes estar a la puerta de la Casa de mi D’os

que habitar en las moradas de la Maldad…

Porque Sol y Escudo es el D’os Eterno,

Gracia y el Peso de Su Pureza dará el Eterno.

No quitará el Bien de quienes caminan en la Rectitud.

¡Oh Eterno de las Huestes!...

Dichoso el ser humano que confía en Ti.”

TIKÓN TEFILATÍ KETÓRET LEFANEIJA

“Sea dirigida mi Tefilah hacia Ti,

el regalo de mis manos,

como la Ofrenda de Incienso de la tarde.

Y fue dicho: Muéstrate atento a la voz de mi clamor,

Rey mío y D’os mío, porque a Ti rezaré.”

AMIDAH

Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu Tehilah.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

Patriarcas, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. El D’os Grande,

Poderoso y Temible, D’os Altísimo que recompensas a los que han sido

justificados y que practican el Bien, porque eres el Dueño Absoluto de

todo, que, en ese sentido, tomaste en cuenta Tu Testimonio, dado a los

Protopatriarcas y a los Patriarcas, y trajiste un Redentor, a Yeshúah

Hamashíaj, a los hijos de sus hijos, a causa de Tu Nombre, con Amor,

oh Rey que auxilias que pones a salvo y que resguardas. Bendito seas

Tú, oh Hashem, Escudo de Avraham. (Sal 51: 15, 96: 1-6)

Tú eres Poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. Tú das

vida a los muertos y eres Grande para poner a salvo. Soplas el viento y

traes la lluvia. Sostienes a los caídos, sanas a los enfermos y mantienes

Tu Fidelidad con los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, oh

Eterno de los Portentos y, quién es semejante a Ti, oh Rey que das la

muerte y la vida y que hiciste germinar la Salvación mediante Yeshúah

Hamashíaj. Eres fiel para levantar a los muertos. Bendito seas Tú, oh

Eterno, que das vida a los muertos. (Ex 15: 11, Sal 66: 1-7)

Nosotros reconocemos Tu Esencia Purísima, y Te reverenciamos

como lo hacen con agrado los Puros Serafines, en su lenguaje

misterioso, en su triple proclama de Tu Pureza, como está escrito por

medio de Tu Navih: Uno llama al otro y dice: Kadosh, Kadosh, Kadosh

es el Eterno de las Huestes, todo el Planeta Tierra está lleno del Peso de

Su Pureza. Frente a ellos otros Enviados de Hashem, uniendo sus

loores, dicen: “Bendita sea el Peso de la Pureza del Eterno desde Su

Mansión.” En Tus Escrituras Puras, está dicho: “El Eterno reinará

para siempre; tu D’os, oh Tziyón, de generaciones en generaciones...

¡Haleluiah! Tú eres Kadosh y Tu Nombre es Kadosh, los Kedoshim,

todo el día, Te alabarán... ¡Selah!” D’os, Rey Grande y Kadosh eres Tú.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os Distinto, Apartado y Puro.

(Is 6: 1-3, Sal 146: 10)

Tú das el conocimiento al ser humano y le impartes el

entendimiento. Danos, por Gracia, conciencia, entendimiento e

inteligencia, sabiduría, ciencia y conocimiento. Bendito seas Tú, oh

Hashem, que das gratuitamente el conocimiento. (Prob 2: 6)

Haznos regresar, Padre nuestro, a Tu Torah. Acércanos, Rey

nuestro, a Tu Servicio. Haznos retornar, con Arrepentimiento Perfecto,

ante Ti. Bendito seas Tú, oh Eterno, que Te complaces con la Teshuvah.

(Sal 19: 7-13, Lc 15: 7, II Pd 3: 9)

Perdónanos, oh Padre nuestro, porque hemos transgredido.

Restáuranos, oh Rey nuestro, porque hemos faltado. Perdonador y

Restaurador, oh D’os Bueno que perdonas, eres Tú. Bendito seas Tú, oh

Eterno, Piadoso y amplio para perdonar. (II Cro 7: 14)

Mira nuestra aflicción, pelea nuestra disputa. Nos has redimido

con perfecta redención en Yeshúah Hamashíaj, por Amor de Tu

Nombre. D’os, Redentor Fuerte, eres Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno,

Redentor de Israel. (Ap 5: 9-10)

Sánanos, oh Eterno, y seremos curados, así como nos salvaste y

fuimos puestos a salvo. Nuestra Tehilah eres Tú. Trae longevidad, y

Sanidad para todas nuestras enfermedades, para todos nuestros

pesares, para todas nuestras plagas... ¡Salud perfecta para todas ellas!

D’os, Rey, Fiel y Misericordioso eres Tú. Bendito seas Tú, oh Adonái,

Sanador de las enfermedades de Tu Pueblo Israel. (Jr 17: 14)

Bendice por nosotros, oh Eterno, D’os nuestro, este año y todos

los productos de la tierra, para bien. Da rocío y lluvia... Bendición

sobre la superficie de la Tierra. Sácianos de su beneficio. Bendice

nuestro año como los años buenos, para Bendición. D’os Bueno y

Bondadoso eres Tú, que bendices los años. Bendito seas Tú, oh Eterno,

que bendices los años. (Dt 28: 1-14)

Toca el Shofar Grande de nuestra Completa Liberación. Eleva el

Estandarte para reunir a todos los de Tu Pueblo que habitan fuera de la

Tierra de Israel. Tráenos, pronto, de los cuatro cabos del Planeta, a

nuestra Tierra. Bendito seas Tú, oh Adonái, que reúnes a los dispersos

de Tu Pueblo Israel. (Is 51: 11, Ab 15-21)

Restaura nuestros Jueces, como en el Principio, y nuestros

Consejeros, como al Inicio. Quita de nosotros la tristeza y la afrenta.

Reina sobre nosotros, pronto y solamente Tú, oh Eterno, con Piedad y

Misericordia. En Yeshúah Hamashíaj ya nos has juzgado con Justicia y

con Juicio. Bendito seas Tú, oh Eterno, que amas la Justicia y el Juicio.

(Hb 13: 17-25)

Para los malignos no hay Esperanza y los impíos se pierden en un

momento, sin el Mashíaj. Corta a los enemigos de Tu Pueblo.

Desarraiga a los que han renegado de Tu Deidad. Extermina al

Adversario. Bendito seas Tú, oh Adonái, que quebrantas y arrasas a los

que se Te oponen. (Sal 68: 1-2)

Sobre los que han sido justificados, sobre los piadosos, los

ancianos, los escribas, los que han venido a Tu Fe, sobre todos

nosotros, Remanente de Tu Pueblo, sea Tu Misericordia, oh Eterno,

D’os nuestro. Da buen galardón a todos los que confían en Tu Nombre,

en verdad. Nos has dado parte. No seremos avergonzados los que hemos

confiado en Ti. Por Tu Inmensa Piedad, en verdad, haz que nos

apoyemos en Ti. Bendito seas Tú, oh Hashem, que haces estar

sostenidos y confiados a los que han sido justificados. (Sal 91: 1-2)

Y a Yerushalaim, Tu Ciudad, regresa con Misericordia. Reside en

medio de ella de conformidad con lo que dijiste. Continúa

reconstruyéndola, aún en nuestros días. El Servicio de la Casa Eterna y

el Trono de David, Tu siervo, sigue restableciendo, en medio de ella.

Bendito seas Tú, oh Eterno, Reconstructor de Yerushalaim. (Ap 21: 1-7,

10-11)

Al Vástago de David, Tu siervo, ya hiciste florecer. Su

Fundamento ya ha sido exaltado con Tu Salvación, en la que esperamos,

contemplándolo a Él. Bendito seas Tú, oh Eterno, que hiciste florecer al

Vástago de la Salvación, a Yeshúah Hamashíaj. (Is 11: 1-10)

Padre Misericordioso, Tú escuchas nuestra voz. Oh Eterno, D’os

nuestro, Tú Te apiadas y Te condueles. Recibes con Misericordia y

Agrado nuestra Tefilah. Tú eres el D’os que escuchas las oraciones y las

súplicas. De delante de Tu Rostro, oh Rey nuestro, no volveremos

vacíos. Tú Te apiadas, nos respondes y escuchas nuestra Tefilah. Tú

escuchas los rezos de todas las bocas de Tu Pueblo Israel, con

Misericordia. Bendito seas Tú, oh Eterno, que escuchas la Tefilah. (Sal

5: 1-2)

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias, gracias a los méritos del Mashíaj. Sigue restaurando el

modelo completo del Servicio de Tu Templo: El Principio del

derramamiento de Sangre para Remisión de transgresiones, hecho una

vez y para siempre por el Mashíaj, conforme se lo mostraste a Mosheh

Rabeinu, y la Tehilah, como se la revelaste a David, Tu siervo. Continúa

restaurando a los hijos de Israel y mantente perfeccionando, en

nosotros, las formas correctas de elevar las plegarias, con Amor. Recibe

con Complacencia y Agrado, siempre, el Servicio que, en Yeshúah, Te

ofrece el Remanente de Israel, Tu Pueblo. Puedan ver nuestros ojos Tu

Regreso a Tziyón, con Misericordia. Bendito seas Tú, oh Eterno, que

harás retornar Tu Shejinah a Tziyón. (Rm 12: 1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias, pues Tú eres Adonái,

nuestro D’os, el D’os de nuestros Patriarcas, por toda la Eternidad. Oh

Roca nuestra, oh Roca de nuestra Vida, oh Escudo de Salvación. Tú eres

de generación en generación. Te agradecemos. Contaremos de Tu

Tehilah, contaremos de nuestras vidas entregadas en Tus Manos, de

nuestras Almas Espirituales subordinadas a Ti, de los Prodigios

Milagrosos que están cada día con nosotros, de Tus Maravillas y

Bondades en todo tiempo: Al anochecer, en la mañana y al mediodía.

Benevolente eres porque no se ha acortado Tu Merced. Desde siempre

hemos esperado en Ti. Por todo esto Te bendecimos: ¡Exaltado y

enaltecido sea Tu Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la

Eternidad! Que todos los seres vivientes Te alaben con acción de

gracias... ¡Selah! Alaben y bendigan Tu Nombre Grande, en verdad,

para siempre. Bueno es el D’os de nuestra Salvación y de nuestro

Socorro... ¡Selah! D’os Bondadoso. Bendito eres Tú, oh Eterno, Bondad

es Tu Nombre y es un honor darte gracias. (Sal 18: 1-2, 136: 1-26)

Pon Shalom Tovah, Bendición, Vida, Gracia, Piedad y

Misericordia en nosotros y en todo Tu Pueblo Israel. Bendícenos, Padre

nuestro, a todos juntos, a la Luz de Tu Rostro, pues a la Luz de Tu

Rostro nos diste a Yeshúah, la Torah de Vida, y con Él, Amor, Piedad,

Justicia, Bendición, Misericordia, Vida y Paz. Es bueno delante de Tus

ojos bendecirnos y bendecir a todo Tu Pueblo Israel, en todo tiempo y a

toda hora, con Paz. Bendito seas Tú, oh Adonái, que bendices a Tu

Pueblo Israel con la Paz. (Sal 122: 6, Jn 14: 27, Flp 4: 7)

D’os mío, libra mi lengua del Mal y mis labios de hablar

calumnia. Ante mis detractores, enmudezca. Sea mi alma como el polvo,

humilde con todos. Sigue abriendo mi corazón con Tu Torah. Detrás de

Tus Preceptos corra mi Alma Espiritual. Todos los que se levantan

contra mí, para mal, pronto caigan en su consejo y se averíen en sus

pensamientos, sean como la hojarasca ante el viento, el Enviado del

Eterno los detenga y los arroje. Hazlo por Amor a Tu Nombre, por

Amor a Tu Diestra, por Amor a Tu Torah, por Amor a Tu Esencia Pura,

en síntesis, por Amor a Tu Mashíaj, a fin de que se deleiten Tus amados.

Tu Diestra me ha salvado y me has respondido. Sean gratos los dichos

de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh Eterno, mi

Roca y mi Redentor. El que ha hecho la Paz en Su Alta Mansión, siga

perfeccionando, con Sus Piedades, la Paz en nosotros y en todo Israel, y

digan, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj: ¡Amé”n!” (Sal 19: 14)

LECTURA, O ENTONACIÓN DE TEHILÍN

La siguiente lista de Tehilín suele leerse de la forma en que se

indica a continuación:

SHABAT: SAL 92:

“Bueno es alabarte, oh Hashem…” Adonái reinará sobre todo.

El Peso de Su Esencia Pura y Su Sharet llenarán todo el Universo...

¡Cuando llegue el Mashíaj!

DÍA PRIMERO: SAL 24: “De Hashem es el Planeta Tierra y su

Plenitud...” En el primer día de la Beriah (Heb.: Creación), el Eterno

poseyó el Mundo y gobernó sobre él.

DÍA SEGUNDO: SAL 48: “Grande es el Eterno y Digno de ser,

en gran manera, alabado...” En el segundo día de la Beriah, Hashem

dividió Sus obras y reinó sobre ellas.

DÍA TERCERO: SAL 82: “D’os se levanta en medio de la

reunión de los fuertes...” En el tercer día de la Beriah, Hakadosh-

Baruj-Huh hizo aparecer la Tierra, sobre la cual se halla el Juez y los que

son juzgados.

DÍA CUARTO: SAL 94: “El Eterno es el D’os de las

venganzas...” En el cuarto día, el que habita en la Alta Mansión hizo

aparecer el Sol, la Luna y las estrellas. Él llamará a cuentas a todas las

personas que los han hecho objeto de culto y de adivinación.

DÍA QUINTO: SAL 81: “Canten con gozo a D’os, Fortaleza

nuestra...” En el quinto día, Adonái hizo una gran variedad de seres

para la Tehilah de Su Nombre.

DÍA SEXTO: SAL 93: “El Eterno reinará...” En el sexto día, el

Distinto, Apartado y Puro... ¡Bendito sea Él!... Terminó Sus obras, hizo

al Adam y fue Rey sobre todo el Universo.

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 25

“De David. A Ti, oh Eterno, elevo mi alma…

D’os mío, en Ti confío.

No sea yo avergonzado,

no se alegren de mí mis enemigos.

Porque ninguno de los que esperan en Ti será avergonzado.

Avergonzados serán los que, en vano,

proceden traicioneramente.

Muéstrame, oh Adonái, Tus Caminos,

impárteme Tus Senderos.

Guíame en Tu Verdad e impárteme,

porque Tú eres el D’os de mi Salvación.

En Ti espero todo el día.

Acuérdate, oh Hashem, de Tus Piedades y de Tus Mercedes,

porque ellas existen desde siempre.

No Te acuerdes de las transgresiones de mi mocedad,

ni de mis infracciones.

Según Tu Benignidad... Acuérdate de mí,

por Amor de Tu Bondad, oh Eterno.

Bueno y recto es Él,

por eso mostrará el Camino a los transgresores,

guiará a los humildes en el Juicio,

impartirá a los sencillos Su Camino.

Todos los Senderos del Eterno son Benevolencia y Verdad

para los que guardan Su Alianza y Sus Testimonios.”

KADISH TITKABAL (KADISH SHALEM)

Exaltado sea Su Gran Nombre y reconocida Su Esencia Purísima...

¡Amé”n!...

En el mundo que Él creó por Su Voluntad.

Establezca Su Reino.

El que hizo germinar Su Redención, en Yeshúah,

apresure el Regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida de ustedes, en los días de ustedes

y en vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo próximo y digan: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente...

Sea bendito, alabado, reconocido el Peso de Su Pureza, enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre de Hakadosh-Baruj-Huh... ¡Amé”n!...

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el Mundo

y digan: ¡Amé”n!

Haya Paz emanada de los Cielos…

Vida, Abundancia, Salvación, Consolación, Liberación, Cura,

Redención, Perdón, Beneficios de la Expiación hecha por

Yeshúah, Descanso y Rescate para nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digan: ¡Amé”n!

El que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionando la Paz en nosotros

y en todo Israel y digan,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n!

BARJÚ ET ADONÁI, ALEINU Y AL KEN

Si el tiempo de oración se realiza en asamblea pública, la Edah se

pone de pie y dice:

Oficiante:

KYFBOE EFEJ [A FLYB

[BARJÚ ET ADONÁI HAMEVORAJ]

BENDIGAN AL ETERNO, AL BENDITO

Oficiente y Edah:

DSF NMFSM KYFBOE EFEJ KFYB

[BARUJ ADONÁI HAMEVORAJ LEOLAM VAED]

BENDITO SEA EL ETERNO, EL BENDITO,

POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE

ALEINU leshabéaj laadón hakol… Es deber nuestro alabar al

Señor de todo lo que existe, aclamar la grandeza del Creador del

Principio. Por Yeshúah has hecho que ya no pertenezcamos a una

nación idólatra. Ya no tenemos el porvenir que teníamos entonces. Ya

no nos inclinamos ante la vanidad ni ante seres inanimados. Ya no nos

postramos de bruces delante de dioses que nunca nos pudieron salvar.

Ahora nos postramos de bruces delante del Supremo Rey de todos los

reyes, Hakadosh-Baruj-Huh. Él extendió los Cielos y colocó los

fundamentos del Planeta. La Morada del Peso de Su Esencia Pura está

en los Cielos... ¡Arriba! Su Divina Majestad... ¡En las Alturas de las

Alturas! Él es nuestro D’os, no hay otro. Él es nuestro Rey de verdad.

No existe otro fuera de Él... Como está escrito en la Torah: “Aprende

pues, hoy, y ponlo en tu corazón: El Eterno es D’os, arriba en los Cielos

y abajo en el Planeta Tierra... ¡No hay otro!”

AL KEN nekaveh laj Adonái Eloheinu lir’ot meherah betif’éret

usaj… Por eso esperamos en Ti, oh Eterno, D’os nuestro, ver pronto el

Peso de la Pureza de Tu Poderío barriendo las abominaciones del

Planeta Tierra, destruyendo la idolatría y perfeccionado al Mundo bajo

la Soberanía del Todopoderoso. Todas las criaturas invocarán Tu

Nombre, todos los malvados del Planeta se volverán a Ti. Sepan y

entiendan cuántos habitantes hay en el Planeta Tierra: Toda rodilla

deberá doblegarse ante Ti, toda lengua ha de jurarte Obediencia. Se

postrarán de bruces delante de Ti, oh Hashem, D’os nuestro, honrarán

el Peso de la Esencia Purísima de Tu Nombre, aceptarán, todos ellos, el

Dominio de Tu Reino. Reinarás sobre ellos, pronto y por todos los

siglos. Tuya es la Soberanía, por toda la Eternidad reinarás con el Peso

de Tu Esencia Purísima, como está escrito en Tu Torah: “El Eterno

reinará para siempre.” Fue dicho también: “El Eterno será Rey sobre

todo el Planteta. En aquel día D’os será Ejad y Su Nombre Ejad.” En

Tu Torah, oh Hashem, está escrito para que se diga: “Shemah, Israel,

Adonái Eloheinu, Adonái ejad... Escucha, oh Israel, Adonái es nuestro

D’os, Adonái es Ejad.” (Mt 6: 9-13, Flp 2: 5-11, Ap 11: 15-19)

MAARIV, O TIEMPO NOCTURNO DE ORACIÓN

(17:30-00:00 hrs.)

LECTURA O ENTONACIÓN DEL SAL 16

“Mijtam de David... ¡Mantenme guardado, oh D’os,

porque en Ti me refugié!

Dijiste, oh alma mía, al Eterno:

Tú eres mi Señor.

Aparte de Ti no tengo otro bien.

En cuanto a los Kedoshim que están en la Tierra,

ellos son los íntegros…

Toda mi afición está en ellos.

Se multiplicarán los dolores de aquellos

que se esmeran en servir a otro dios.

No ofreceré yo sus libaciones de sangre,

ni en mis labios tomaré sus nombres.

El Eterno es la porción de mi Herencia y de mi Copa…

Tú sustentarás mi porvenir.

Los designios me cayeron en lugares deleitosos

y es hermosa la Heredad que me ha tocado.

Bendeciré al Eterno que me aconseja…

Aún en las noches me imparten mis entrañas.

Al Eterno he puesto siempre delante de mí,

porque estando a mi diestra no seré removido.

Se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma.

También mi carne reposará segura,

porque no dejarás mi alma en el Sheol32…

No permitirás que Tu hombre piadoso vea corrupción.

Me mostrarás la Senda de la Vida.

Hartura de alegrías hay en Tu Presencia…

Deleites a Tu Diestra para siempre.”

32 Heb.: Sepulcro y Lugar de los Perplejos.

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 134

“Shir hamaalot.

Hineh barjú et Adonái kol avdéi Adonái,

haovdim bevéit Adonái baleilot…

Cántico de las gradas:

¡Miren!... Bendigan al Eterno,

todos ustedes, siervos de Adonái,

los que, de noche, asisten, para alabar,

en la Casa de Hashem.

Levanten sus manos puras,

y bendigan a Hakadosh-Baruj-Huh.

Desde Tziyón te bendiga el Eterno,

que hizo los Cielos y el Planeta Tierra.”

ADONÁI TZEVAOT IMANU…

“Que el Eterno de las Huestes esté con nosotros:

El D’os de Yaakov sea nuestro Amparo... ¡Selah!”

HOSHÍAH ET AMEJA…

“Hoshíah et ameja uvárej et najalateja ur’em venas’em ad

haolam… Salva a Tu Pueblo y bendice a Tu Heredad…

Pastoréalos y levántalos para siempre. Tú, oh Adonái, haces que

habite con Seguridad. D’os ordena Su Merced de día y Su Canción

está conmigo de noche, una plegaria a D’os, que me da vida. La

Salvación de los justos es del Eterno… Él es su Fuerza en tiempos

de angustia… Los ayudará el Eterno, los librará de los malvados y

los salvará porque, en Él, confían.”

YIHIÚ LERATZÓN IMRÉI FI VEHEGUIÓN LIBÍ LEFANÉIJA

ADONÁI TZURÍ VEGOALÍ…

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi

corazón delante de Ti, oh Eterno, mi Protector y mi Redentor.”

KADISH

Exaltado sea Su Gran Nombre y reconocida Su Esencia Purísima...

¡Amé”n!...

En el Mundo que Él creó por Su Voluntad.

Establezca Su Reino.

El que hizo germinar Su Redención, en Yeshúah,

apresure el Regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida de ustedes, en los días de ustedes

y en Vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo próximo y digan: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente...

Sea bendito, alabado, reconocido el Peso de Su Pureza, enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre de Hakadosh-Baruj-Huh... ¡Amé”n!...

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el Mundo

y digan: ¡Amé”n!

Haya Paz emanada de los Cielos…

Vida, Abundancia, Salvación, Consolación, Liberación, Cura,

Redención, Perdón, Beneficios de la Expiación hecha por

Yeshúah, Descanso y Rescate para nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digan: ¡Amé”n!

El que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionando la Paz en nosotros

y en todo Israel y digan,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n.

SHEMAH ISRAEL

Antes de proclamar Shemah Israel, se dice: “Bendito seas Tú, oh

Eterno, nuestro D’os, Rey del Universo, por Cuya Palabra se producen

las sombras de la noche, con Sabiduría abres las Puertas de los Cielos,

con Inteligencia cambias las estaciones y los ciclos del tiempo; colocas

las estrellas en las alturas, y en sus vigilias, según Tu Voluntad. Tú

creas cada día y creas cada noche, y haces que se desvanezca la

oscuridad ante la luz, y la luz ante la oscuridad. Haces desaparecer el

día, y llegar la noche; así separas el día de la noche. Eterno de las

Huestes es Tu Nombre. Bendito seas Tú, oh Eterno, que haces aparecer

el crepúsculo... Has amado la Casa de Israel, Tu Pueblo, con Amor

Perenne. Nos has impartido la Torah, sus Preceptos, sus Estatutos y sus

Juicios. Por eso, oh Eterno, D’os nuestro, hablaremos en todo tiempo,

al acostarnos y al levantarnos, de Tus Leyes, alegrándonos y

regocijándonos con el estudio de las Palabras de Tu Torah, de Tus

Preceptos y Estatutos para siempre. Pues ellos existen para el Bienestar

de nuestra Vida y para la prolongación de nuestros días. Meditaremos

en ellos día y noche. Tu Amor y Tu Piedad nunca nos abandonarán.

Bendito seas Tú, oh Eterno, que amas a Tu Pueblo Israel.”

“Escucha, oh Israel, el Eterno es nuestro D’os, el Eterno es

Uno. Bendito sea el Nombre de la Gloria de Su Reino para siempre. Amarás al

Eterno, tu D’os, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda

tu fuerza. Que las Palabras que te mando hoy estén en tu corazón.

Impártelas a tus hijos, habla de ellas en tu estadía en casa y

cuando vayas por el camino, al acostarte y al levantarte. Átalas

como señal en tu brazo, llévalas como frontal en medio de tus ojos,

escríbelas en los dinteles de tu casa y en tus portones (Dt 6: 4-9)...

Si obedecen diligentemente Mis Mandamientos, los que les ordeno

hoy, de amar al Eterno su D’os y de servirlo con todo su corazón y

con toda su alma, daré las lluvias de su tierra, a su tiempo, las

primeras y las últimas, para que recojan su grano, su vino y su

aceite. Daré la hierba, en su campo, a sus ganados; ustedes

comerán y quedarán satisfechos. Cuídense, que no suceda que su

corazón se engañe y se desvíen y sirvan a otros dioses y se postren

de bruces delante de ellos provocando que la ira del Eterno se encienda en contra

de ustedes, que cierre los Cielos y no haya lluvia, que la tierra no dé su producto y que

pronto sean eliminados de la Buena Tierra que el Eterno les ha dado. Pongan, pues,

Éstas, Mis Palabras en su corazón y en su alma; átenlas como

señal en su brazo, que estén como frontal en medio de sus ojos.

Impártanlas a sus hijos, hablen de ellas cuando estén en la casa y

cuando vayan por el camino, al acostarse y al levantarse.

Escríbanlas en los dinteles de su casa y en sus portones con el fin

de que se multipliquen sus días y los de sus hijos en la Tierra que el

Eterno, bajo juramento, prometió dar a sus Patriarcas, para que

sean tan numerosos como los días de los Cielos que están sobre la

Tierra (Dt 11: 13-21)... Dijo el Eterno a Mosheh: Habla a los hijos

de Israel y diles que hagan Tzitzit en las esquinas de sus

indumentarias, por sus generaciones… En cada extremo, Tzitzit

con un cordón celeste. Tzitzit para ver y así recordar todos los

Mandamientos del Eterno, para que los cumplan, para que no se

vayan detrás de los deseos de su corazón y de los de sus ojos, detrás

de los cuales andan cometiendo inmoralidad. Acuérdense de todos

Mis Mandamientos, cúmplanlos y sean distintos, apartados y

puros para su D’os. Yo soy el Eterno, su D’os, Yo los saqué de la

Tierra de Egipto para ser su D’os: ¡Yo soy el Eterno, su D’os!”

(Nm 15:37-41)... ¡El Eterno es Verdad!

KADISH

Exaltado sea Su Gran Nombre y reconocida Su Esencia Purísima...

¡Amé”n!...

En el mundo que Él creó or Su Voluntad.

Establezca Su Reino.

El que hizo germinar Su Redención, en Yeshúah,

apresure el Regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida de ustedes, en los días de ustedes

y en vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo próximo y digan: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente...

Sea bendito, alabado, reconocido el Peso de Su Esencia Distinta,

Apartada y Pura, enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre del que habita en la Alta Mansión... ¡Amé”n!...

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el Mundo

y digan: ¡Amé”n!

Haya Paz emanada de los Cielos…

Vida, Abundancia, Salvación, Consolación, Liberación, Cura,

Redención, Perdón, Beneficios de la Expiación hecha por

Yeshúah, Descanso y Rescate para nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digan: ¡Amé”n!

El que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionando la Paz en nosotros

y en todo Israel y digan,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n.

AMIDAH

Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu Tehilah.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

Patriarcas, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. El D’os Grande,

Poderoso y Temible, D’os Altísimo que recompensas a los que han sido

justificados y que practican el Bien, porque eres el Dueño Absoluto de

todo, que, en ese sentido, tomaste en cuenta Tu Testimonio, dado a los

Protopatriarcas y a los Patriarcas, y trajiste un Redentor, a Yeshúah

Hamashíaj, a los hijos de sus hijos, a causa de Tu Nombre, con Amor,

oh Rey que auxilias que pones a salvo y que resguardas. Bendito seas

Tú, oh Hashem, Escudo de Avraham. (Sal 51: 15, 96:1 -6)

Tú eres Poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. Tú das

vida a los muertos y eres Grande para poner a salvo. Soplas el viento y

traes la lluvia. Sostienes a los caídos, sanas a los enfermos y mantienes

Tu Fidelidad con los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, oh

Eterno de los Portentos y, quién es semejante a Ti, oh Rey que das la

muerte y la vida y que hiciste germinar la Salvación mediante Yeshúah

Hamashíaj. Eres Fiel para levantar a los muertos. Bendito seas Tú, oh

Eterno, que das vida a los muertos. (Ex 15: 11, Sal 66: 1-7)

Nosotros reconocemos Tu Esencia Distinta, Apartada y Pura, y Te

reverenciamos como lo hacen con agrado los Serafines Hakedoshim, en

su lenguaje misterioso, en su triple reconocimiento de Tu Esencia

Purísima, como está escrito por medio de Tu Navih: Uno llama al otro y

dice: Kadosh, Kadosh, Kadosh es el Eterno de las Huestes, todo el

Planeta está lleno del Peso de Su Kódesh. Frente a ellos otros Enviados

de Hashem, uniendo sus loores, dicen: “Bendita sea el Peso de la

Pureza del Eterno desde Su Mansión.” En Tus Escrituras Distintas,

Apartadas y Puras está dicho: “El Eterno reinará para siempre; tu

D’os, oh Tziyón, de generaciones en generaciones... ¡Haleluiah! Tú eres

Kadosh, y Tu Nombre es Kadosh, los Kedoshim, todo el día, Te

alabarán... ¡Selah!” D’os, Rey Grande y Kadosh eres Tú. Bendito seas

Tú, oh Eterno, D’os Distinto, Apartado y Puro. (Is 6: 1-3, Sal 146: 10)

Tú das el conocimiento al ser humano y le impartes el

entendimiento. Danos, por gracia, conciencia, entendimiento e

inteligencia, sabiduría, ciencia y conocimiento. Bendito seas Tú, oh

Hashem, que das gratuitamente el conocimiento. (Prob 2: 6)

Haznos regresar, Padre nuestro, a Tu Torah. Acércanos, Rey

nuestro, a Tu Servicio. Haznos retornar, con Arrepentimiento Perfecto,

ante Ti. Bendito seas Tú, oh Eterno, que Te complaces con la Teshuvah.

(Sal 19: 7-13, Lc 15: 7, II Pd 3: 9)

Perdónanos, oh Padre nuestro, porque hemos transgredido.

Restáuranos, oh Rey nuestro, porque hemos faltado. Perdonador y

Restaurador, oh D’os Bueno que perdonas, eres Tú. Bendito seas Tú, oh

Eterno, Piadoso y amplio para perdonar. (II Cro 7: 14)

Mira nuestra aflicción, pelea nuestra disputa. Nos has redimido

con Perfecta Redención en Yeshúah Hamashíaj, por Amor de Tu

Nombre. D’os, Redentor Fuerte, eres Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno,

Redentor de Israel. (Ap 5: 9-10)

Sánanos, oh Eterno, y seremos curados, así como nos salvaste y

fuimos puestos a salvo. Nuestra Tehilah eres Tú. Trae Longevidad y

Sanidad para todas nuestras enfermedades, para todos nuestros

pesares, para todas nuestras plagas... ¡Salud Perfecta para todas ellas!

D’os, Rey, Fiel y Misericordioso eres Tú. Bendito seas Tú, oh Adonái,

Sanador de las enfermedades de Tu Pueblo Israel. (Jr 17: 14)

Bendice por nosotros, oh Eterno, D’os nuestro, este año y todos

los productos de la tierra, para bien. Da rocío y lluvia... Bendición

sobre la superficie de la Tierra. Sácianos de su beneficio. Bendice

nuestro año como los años buenos, para Bendición. D’os Bueno y

Bondadoso eres Tú, que bendices los años. Bendito seas Tú, oh Eterno,

que bendices los años. (Dt 28: 1-14)

Toca el Shofar Grande de nuestra Completa Liberación. Eleva el

Estandarte para reunir a todos los de Tu Pueblo que habitan fuera de la

Tierra de Israel. Continúa trayéndonos de los cuatro cabos del Planeta,

a nuestra Tierra. Bendito seas Tú, oh Adonái, que reúnes a los dispersos

de Tu Pueblo Israel. (Is 51: 11, Ab 15-21)

Restaura nuestros Jueces como en el Principio y nuestros

Consejeros como al Inicio. Quita de nosotros la tristeza y la afrenta.

Reina sobre nosotros, pronto y solamente Tú, oh Eterno, con Piedad y

Misericordia. En Yeshúah Hamashíaj ya nos has juzgado con Justicia y

con Juicio. Bendito seas Tú, oh Eterno, que amas la Justicia y el Juicio.

(Hb 13: 17-25)

Para los malignos no hay Esperanza y los impíos se pierden en un

momento, sin el Mashíaj. Corta a los enemigos de Tu Pueblo.

Desarraiga a los que han renegado de Tu Deidad. Extermina al

Adversario. Bendito seas Tú, oh Adonái, que quebrantas y arrasas a los

que se Te oponen. (Sal 68: 1-2)

Sobre los que han sido justificados, sobre los piadosos, los

ancianos, los escribas, los que han venido a Tu Fe, sobre todos

nosotros, Remanente de Tu Pueblo, sea Tu Misericordia, oh Eterno,

D’os nuestro. Da buen galardón a todos los que confían en Tu Nombre,

en verdad. Nos has dado parte. No seremos avergonzados los que hemos

confiado en Ti. Por Tu Inmensa Piedad, en verdad, haz que nos

apoyemos en Ti. Bendito seas Tú, oh Hashem, que haces estar

sostenidos y confiados a los que han sido justificados. (Sal 91: 1-2)

Y a Yerushalaim, Tu Ciudad, regresa con Misericordia. Reside en

medio de ella de conformidad con lo que dijiste. Sigue

reconstruyéndola, aún en nuestros días. El Servicio de la Casa Eterna y

el Trono de David, Tu siervo, continúa restableciendo, en medio de ella.

Bendito seas Tú, oh Eterno, Reconstructor de Yerushalaim. (Ap 21: 1-7,

10-11)

Al Vástago de David, Tu siervo, ya hiciste florecer. Su

Fundamento ya ha sido exaltado con Tu Salvación, en la que esperamos,

contemplándolo a Él. Bendito seas Tú, oh Eterno, que hiciste florecer al

Vástago de la Salvación, a Yeshúah Hamashíaj. (Is 11: 1-10)

Padre Misericordioso, Tú escuchas nuestra voz. Oh Eterno, D’os

nuestro, Tú Te apiadas y Te condueles. Recibes con Misericordia y

Agrado nuestra Tefilah. Tú eres el D’os que escucha las oraciones y las

súplicas. De delante de Tu Rostro, oh Rey nuestro, no volveremos

vacíos. Tú Te apiadas, nos respondes y escuchas nuestra Tefilah. Tú

escuchas los rezos de todas las bocas de Tu Pueblo Israel, con

Misericordia. Bendito seas Tú, oh Eterno, que escuchas la Tefilah. (Sal

5: 1-2)

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias, gracias a los méritos del Mashíaj. Continúa

restaurando el modelo completo del Servicio de Tu Templo: El Principio

del derramamiento de Sangre para Remisión de transgresiones, hecho

una vez y para siempre por el Mashíaj, conforme se lo mostraste a

Mosheh Rabeinu, y la Tehilah, como se la revelaste a David, Tu siervo.

Sigue restaurando a los hijos de Israel y perfecciona en nosotros las

formas correctas de elevar las plegarias, con Amor. Recibe con

Complacencia y Agrado, siempre, el Servicio que, en Yeshúah, Te ofrece

el Remanente de Israel, Tu Pueblo. Puedan ver nuestros ojos Tu

Regreso a Tziyón, con Misericordia. Bendito seas Tú, oh Eterno, que

harás retornar Tu Shejinah a Tziyón. (Rm 12: 1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias, pues Tú eres Adonái,

nuestro D’os, el D’os de nuestros Patriarcas, por toda la Eternidad. Oh

Roca nuestra, oh Roca de nuestra vida, oh Escudo de Salvación. Tú eres

de generación en generación. Te agradecemos. Contaremos de Tu

Tehilah, contaremos de nuestras Vidas entregadas en Tus Manos, de

nuestras Almas Espirituales subordinadas a Ti, de los Prodigios

Milagrosos que están cada día con nosotros, de Tus Maravillas y

Bondades en todo tiempo: Al anochecer, en la mañana y al mediodía.

Benevolente eres porque no se ha acortado Tu Merced. Desde siempre

hemos esperado en Ti. Por todo esto Te bendecimos: ¡Exaltado y

enaltecido sea Tu Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la

Eternidad! Que todos los seres vivientes Te alaben con acción de

gracias... ¡Selah! Alaben y bendigan Tu Nombre Grande, en verdad,

para siempre. Bueno es el D’os de nuestra Salvación y de nuestro

Socorro... ¡Selah! D’os Bondadoso. Bendito eres Tú, oh Eterno, Bondad

es Tu Nombre y es un honor darte gracias. (Sal 18: 1-2, 136: 1-26)

Pon Shalom Tovah, Bendición, Vida, Gracia, Piedad y

Misericordia sobre nosotros y sobre todo Tu Pueblo Israel. Bendícenos,

Padre nuestro, a todos juntos, a la Luz de Tu Rostro, pues a la Luz de

Tu Rostro nos diste a Yeshúah, la Torah de Vida, y con Él, Amor,

Piedad, Justicia, Bendición, Misericordia, Vida y Paz. Es bueno delante

de Tus ojos bendecirnos y bendecir a todo Tu Pueblo Israel, en todo

tiempo y a toda hora, con Paz. Bendito seas Tú, oh Adonái, que bendices

a Tu Pueblo Israel con la Paz. (Sal 122: 6, Jn 14: 27, Flp 4: 7)

D’os mío, libra mi lengua del Mal y mis labios de hablar

calumnia. Ante mis detractores, enmudezca. Sea mi alma como el polvo,

humilde con todos. Sigue abriendo mi corazón con Tu Torah. Detrás de

Tus Preceptos corra mi Alma Espiritual. Todos los que se levantan

contra mí, para mal, pronto caigan en su consejo y se averíen en sus

pensamientos, sean como la hojarasca ante el viento, el Enviado del

Eterno los detenga y los arroje. Hazlo por Amor a Tu Nombre, por

Amor a Tu Diestra, por Amor a Tu Torah, por Amor a Tu Pureza, en

síntesis, por Amor a Tu Mashíaj, a fin de que se deleiten Tus amados. Tu

Diestra me ha salvado y me has respondido. Sean gratos los dichos de

mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh Eterno, mi

Roca y mi Redentor. El que ha hecho la Paz en Su Alta Mansión, siga

perfeccionando, con Sus Piedades, la Paz en nosotros y en todo Israel, y

digan, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj: ¡Amé”n! (Sal 19: 14)

YEHÍ SHEM…

“Yehí shem Adonái mevoraj meatah vead olam... Bendito sea

el Nombre del Eterno desde ahora y para siempre. Desde el

nacimiento del Sol hasta su ocaso, es digno de loor el Nombre de

Hashem. Oh Eterno, Señor nuestro: ¡Cuán Poderoso es Tu Nombre

en todo el Planeta Tierra!”

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 91

“Yoshev beséter Eliyón betzél Shadái itlonán.

Aquel que habitare en el Lugar Secreto del Altísimo,

se abrigará a la sombra del de los muchos pechos que amamantan.

Diré al que habita en la Alta Mansión:

Él es mi Refugio y mi Fortaleza,

el D’os mío en el cual confiaré.

Porque Él te librará del lazo que atrapa,

de la peste perniciosa.

Con Su Poder te protegerá…

Bajo Su Talit encontrarás Refugio.

Su Verdad te resguardará cual escudo y fortaleza.

No temerás al terror nocturno,

ni a la flecha lanzada a la luz del día,

al mal decreto que te acecha en la Oscuridad,

a la mortandad que impera en pleno día.

Caerán mil a tu lado y diez mil a tu diestra,

pero a ti no se acercarán.

Con tus propios ojos verás

y presenciarás la retribución del impío.

Pues Tú, oh Adonái, eres mi Refugio…

En las Mayores Alturas pusiste Tu Morada.

El Mal no te alcanzará,

las plagas no se acercarán a tu morada.

A Sus Mal’ajim te confiará,

te guardarán en todos tus caminos.

Ellos te llevarán en sus manos

para que tus pies no tropiecen con piedras.

Pisarás sobre el león y la serpiente,

hollarás al cachorro del león y al reptil.

Por su Amor a Mí lo salvaré, lo protegeré,

pues conoce Mi Nombre.

Cuando Me invoque, le responderé…

En sus angustias estaré con él.

Lo libraré y lo honraré,

lo colmaré con Vida Larga

y le manifestaré Mi Salvación.”

KADISH

Exaltado sea Su Gran Nombre y reconocida Su Esencia Purísima...

¡Amé”n!...

En el Mundo que Él creó por Su Voluntad.

Establezca Su Reino.

El que hizo germinar Su Redención, en Yeshúah,

apresure el Regreso del Mashíaj... ¡Amé”n!...

Durante la vida de ustedes, en los días de ustedes

y en vida de toda la Casa de Israel, prontamente,

en tiempo próximo y digan: ¡Amé”n!

Sea Su Gran Nombre bendito eternamente...

Sea bendito, alabado, reconocido el Peso de Su Pureza, enaltecido,

ensalzado, magnificado, exaltado y loado

el Nombre del Adonái... ¡Amé”n!...

Por encima de todas las bendiciones, cánticos,

alabanzas y consuelos que puedan ser proferidos en el Mundo

y digan: ¡Amé”n!

Haya Shalom emanada de los Cielos…

Vida, Abundancia, Salvación, Consolación, Liberación, Cura,

Redención, Perdón, Beneficios de la Expiación hecha por

Yeshúah, Descanso y Rescate para nosotros

y para todo el Pueblo de Israel y digan: ¡Amé”n!

El que ya hizo la Paz en Su Alta Mansión,

siga perfeccionando la Paz en nosotros

y en todo Israel y digan,

en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj... ¡Amé”n.

LECTURA, O ENTONACIÓN DEL SAL 121

“Shir hamaalot esah einái el heharim meain iavoh ezrí ezrí

meim Adonái oseh shamaim vehaáretz Al itén lamot ragleja al

ianum shomreja hineh loh ianum veloh ishán shomer Israel.

Cántico de las gradas: Alzaré mis ojos a los montes... ¿De dónde

vendrá mi Socorro? Mi Socorro viene del Eterno, Quien hizo los

Cielos y el Planeta Tierra. No permitirá que tu pie resbale, ni se

dormirá el que te guarda. ¡Miren!... No se adormecerá, ni dormirá

el que guarda a Israel. Él es tu Guardador… El Eterno es tu

sombra, a tu mano derecha. El Sol no te fatigará de día, ni la

Luna de noche. Hashem te guardará de todo mal… Él guardará tu

alma. Adonái guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para

siempre.”

BARJÚ ET ADONÁI, ALEINU Y AL KEN

Si el tiempo de oración se realiza en asamblea pública, la Edah se

pone de pie y dice:

Oficiante:

KYFBOE EFEJ [A FLYB

[BARJÚ ET ADONÁI HAMEVORAJ]

BENDIGAN AL ETERNO, AL BENDITO

Oficiente y Edah:

DSF NMFSM KYFBOE EFEJ KFYB

[BARUJ ADONÁI HAMEVORAJ LEOLAM VAED]

BENDITO SEA EL ETERNO, EL BENDITO,

POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE

ALEINU leshabéaj laadón hakol... Es deber nuestro alabar al

Señor de todo lo que existe. Aclamar la grandeza del Creador del

Principio. Por Yeshúah has hecho que ya no pertenezcamos a una

nación idólatra. Ya no tenemos el porvenir que teníamos entonces. Ya

no nos inclinamos ante la vanidad ni ante seres inanimados. Ya no nos

postramos de bruces delante de dioses que nunca nos pudieron salvar.

Ahora nos postramos de bruces delante del Supremo Rey de todos los

reyes, Hamakom. Él extendió los Cielos y colocó los fundamentos del

Planeta Tierra. La Morada del Peso de Su Esencia Purísima está en los

Cielos... ¡Arriba! Su Divina Majestad... ¡En las Alturas de las Alturas!

Él es nuestro D’os, no hay otro. Él es nuestro Rey de verdad. No existe

otro fuera de Él... Como está escrito en la Torah: “Aprende pues, hoy, y

ponlo en tu corazón: El Eterno es D’os, arriba en los Cielos y abajo en

el Planeta Tierra... ¡No hay otro!”

AL KEN nekaveh laj Adonái Eloheinu lir’ot meherah betif’éret

uzaj... Por eso esperamos en Ti, oh Eterno, D’os nuestro, ver pronto el

Peso de la Esencia Purísima de Tu Poderío barriendo las

abominaciones del Planeta, destruyendo la idolatría y perfeccionado al

Mundo bajo la Soberanía del Todopoderoso. Todas las criaturas

invocarán Tu Nombre, todos los malvados del Planeta Tierra se

volverán a Ti. Sepan y entiendan cuántos habitantes hay en el Planeta:

Toda rodilla deberá doblegarse ante Ti, toda lengua ha de jurarte

Obediencia. Se postrarán de bruces delante de Ti, oh Hashem, D’os

nuestro, honrarán el Peso de la Pureza de Tu Nombre, aceptarán, todos

ellos, el Dominio de Tu Reino. Reinarás sobre ellos, pronto y por todos

los siglos. Tuya es la Soberanía, por toda la Eternidad reinarás con el

Peso de Tu Kódesh, como está escrito en Tu Torah: “El Eterno reinará

para siempre.” Fue dicho también: “El Eterno será Rey sobre todo el

Planeta. En aquel día D’os será Ejad y Su Nombre Ejad.” En Tu Torah,

oh Hashem, está escrito para que se diga: “Shemah, Israel, Adonái

Eloheinu, Adonái ejad... Escucha, oh Israel, Adonái es nuestro D’os,

Adonái es Uno.” (Mt 6: 9-13, Flp 2: 5-11, Ap 11: 15-19)

AMIDOT DE SHABAT

AMIDAH NOCTURNA

(viernes en la noche)

Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu alabanza.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

primeros ancestros33. (Sal 51:15, 96:1-6)

Tú eres poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. (Ex

15:11, Sal 66:1-7)

Nosotros reconocemos Tu Pureza. (Is 6:1-3, Sal 146:10)

33 En esta primera Amidah de Shabat, he optado por transcribir sólo el encabezado de cada una de sus porciones.

Tú apartaste el séptimo día en honor a Tu Nombre, como

complemento de la creación de los cielos y del planeta Tierra. Lo

bendijiste más que a todos los otros días y lo hiciste distinto, apartado y

puro, más que a todos los otros tiempos. Así está escrito en Tu Torah:

“Acabaron de ser creados los cielos, el planeta Tierra y todo el

contenido de ellos. Terminó Hashem, en el día séptimo, la obra que

había hecho y reposó, en el día séptimo, de toda la obra que hizo.

Bendijo Adonái al día séptimo y lo apartó, porque en él descansó

de toda Su obra, de la que el Eterno creó y fue hecha.”

Alégrense, en Tu reino, todas las personas que guardan el Shabat

y que lo califican de delicia. El Pueblo que aparta el séptimo día se

saciará y se regocijará con Tu bondad, porque Tú Te complaciste con el

séptimo día, lo apartaste y lo llamaste día de delicias, en recuerdo de la

obra de la creación.

D’os nuestro y de nuestros primeros ancestros, complácete, Te

rogamos, con nuestro reposo, apártanos con Tus mitzvot y mantén

nuestro camino, en Tu Torah. Sácianos con Tu bondad, alegra nuestra

alma con Tu salud y purifica nuestro corazón para que Te podamos

servir, de verdad. Haznos partícipes, oh Eterno, D’os nuestro, con amor

y agrado, de la herencia de Tu Shabat Purísimo, que, en él, repose todo

Israel, el que reconoce la pureza de Tu Nombre. Bendito seas Tú, oh

Adonái, que has apartado el Shabat.

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias. (Rm 12:1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias. (Sal 18:1-2, 136:1-

26)

Otorga paz buena. (Sal 122:6, Jn 14:27, Flp 4:7)

D’os mío, libra mi lengua del mal y mis labios de hablar calumnia.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón

delante de Ti, oh Eterno, mi Roca y mi Redentor. El que ya

consolidó la paz en Su Alta Mansión, siga perfeccionándola, con Sus

piedades, en cada una y en cada uno de nosotros, sobre todo Israel y

digan, en el Nombre de Yeshúah Hamashíaj… ¡Amé”n!” (Sal 19:14)

AMIDAH MATUTINA

“Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu Alabanza.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

primeros padres, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. El D’os

Grande, Poderoso y Temible, D’os Altísimo que recompensas a los que

han sido justificados y que practican el bien, porque eres el dueño

absoluto de todo, que, en ese sentido, tomaste en cuenta Tu Testimonio,

dado a los Protopatriarcas y a los Patriarcas, y trajiste un Rendentor, a

Yeshúah Hamashíaj, a los hijos de sus hijos, a causa de Tu Nombre, con

amor, oh Rey que auxilia, que pone a salvo y que resguarda. Bendito

seas Tú, oh Hashem, Escudo de Avraham. (Sal 51:15, 96:1-6)

Tú eres Poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. Tú das

vida a los muertos y eres Grande para poner a salvo. Soplas el viento y

traes la lluvia. Sostienes a los caídos, sanas a los enfermos y mantienes

Tu Fidelidad con los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, oh

Eterno de los portentos? Y… ¿Quién es semejante a Ti, oh Rey que das

la muerte y la vida y que hiciste germinar la Salvación mediante

Yeshúah Hamashíaj? Eres fiel para levantar a los muertos. Bendito,

seas Tú, oh Eterno, que das vida a los muertos. (Ex 15:11, Sal 66:1-7)

Nosotros declaramos Tu Pureza y Te reverenciamos como lo

hacen con agrado los puros serafines, en su lenguaje misterioso, en su

triple reconocimiento de Tu Pureza, como está escrito por medio de Tu

Profeta: Uno llama al otro y dice: “Purísimo, Purísimo, Purísimo es el

Eterno de las huestes, todo el Planeta Tierra está lleno del Peso de Su

Esencia Distinta, Apartada y Pura.” Frente a ellos otros Enviados de

Hashem, uniendo sus loores, dicen: “Bendita sea el Peso de la Pureza

del Eterno desde Su Mansión.” En Tus Sagradas Escrituras está dicho:

“El Eterno reinará para siempre; tu D’os, oh Tziyón, de generaciones

en generaciones... ¡Haleluiah!” Tú eres Puro y Tu Nombre es Puro, los

distintos, apartados y puros, todo el día, Te alabarán... ¡Selah! D’os,

Rey Grande y Purísimo eres Tú. Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os

Purísimo. (Is 6:1-3, Sal 146:10)

Regocíjese Mosheh con la porción que se le encomendó. Le has

llamado Siervo Fiel, con corona de Pureza Pesada ceñiste su cabeza

cuando estaba de pie ante Ti, en el Monte Sinai. Descendió con las dos

tablas de piedra en su mano. En ellas estaba escrita la Observancia del

Shabat. Así está escrito en Tu Torah: Y los hijos de Israel observarán el

Shabat, para celebrarlo para siempre, de generación en generación,

como Pacto Perpetuo Tuyo. Entre Mí y los hijos de Israel: Señal

Perpetua es. En seis días hizo el Eterno los Cielos y el Planeta Tierra,

en el Séptimo Día descansó y reposó. No lo otorgaste, Oh Hashem, D’os

nuestro, a los otros pueblos del Planeta Tierra, ni lo diste en Herencia a

los que sirven a los ídolos. No participarán de Su reposo los

incircuncisos, sólo a Tu Pueblo Israel se lo otorgaste con amor, a la

descendencia de Yaakov, a la que escogiste.

Alégrense en Tu Reino los que guardan el Shabat y los que lo

califican de Delicia. El Pueblo que reconoce la Pureza del Séptimo Día,

todo él se saciará y se regocijará con Tu Bondad, porque Tú Te

complaciste con el Séptimo Día, lo hiciste Distinto, Apartado y Puro, y

lo llamaste Día de Delicias, en recuerdo de la Obra de la Creación.

D’os nuestro y de nuestros padres, complácete, Te rogamos, con nuestro

Reposo, apártanos con Tus Mitzvot y mantén nuestro camino en Tu

Torah. Sácianos con Tu Bondad, alegra nuestra alma con Tu Salud y

purifica nuestro corazón para que Te podamos servir de verdad. Haznos

partícipes, oh Eterno, D’os nuestro, con amor y agrado, de la Herencia

de Tu Shabat Puro, que en él repose todo Israel, el que reconoce la

Pureza de Tu Nombre. Bendito seas Tú, oh Adonái, que hiciste al Shabat

Purísimo.

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias, gracias a los Méritos del Mashíaj. Restaura el modelo

completo del Servicio de Tu Templo: El derramamiento de Sangre para

Remisión de pecados, hecho una vez y para siempre por el Mashíaj,

conforme se lo mostraste a Mosheh Rabeinu, y la alabanza plena, como

se la revelaste a David, Tu siervo. Restaura a los hijos de Israel y

perfecciona en nosotros las formas correctas de elevar las plegarias,

con amor. Recibe con complacencia y agrado, siempre, el Servicio que,

en Yeshúah, Te ofrece el Remanente de Israel, Tu Pueblo. Puedan ver

nuestros ojos Tu Regreso a Tziyón, con misericordia. Bendito seas Tú,

oh Eterno, que harás retornar Tu Shejinah a Tziyón. (Rm 12:1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias, pues Tú eres Adonái,

nuestro D’os, el D’os de nuestros ancestros, por toda la Eternidad. Oh

Roca nuestra, oh Roca de nuestra vida, oh Escudo de Salvación. Tú eres

de generación en generación. Te agradecemos. Contaremos de Tu

Tehilah, contaremos de nuestras vidas entregadas en Tus Manos, de

nuestras almas espirituales subordinadas a Ti, de los prodigios

milagrosos que están cada día con nosotros, de tus maravillas y

bondades en todo tiempo: Al anochecer, en la mañana y al mediodía.

Benevolente eres porque no se ha acortado Tu Merced. Desde siempre

hemos esperado en Ti. Por todo esto Te bendecimos: ¡Exaltado y

enaltecido sea Tu Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la

Eternidad! Que todos los seres vivientes Te alaben con acción de

gracias... ¡Selah! Alaben y bendigan Tu Nombre, grande, en verdad,

para siempre. Bueno es el D’os de nuestra Salvación y de nuestro

socorro... ¡Selah! D’os bondadoso. Bendito eres Tú, oh Eterno, Bondad

es Tu Nombre y es un honor darte gracias. (Sal 18:1-2, 136:1-26)

Pon paz buena, bendición, vida, gracia, piedad y misericordia sobre

nosotros y sobre todo Tu Pueblo Israel. Bendícenos, Padre nuestro, a

todos juntos, a la Luz de Tu Rostro, pues a la Luz de Tu Rostro nos diste

a Yeshúah, la Torah de Vida, y con Él, amor, piedad, justicia, bendición,

misericordia, vida y paz. Es bueno delante de Tus ojos bendecirnos y

bendecir a todo Tu Pueblo Israel, en todo tiempo y a toda hora, con paz.

Bendito seas Tú, oh Adonái, que bendices a Tu Pueblo Israel con la paz.

(Sal 122:6, Jn 14:27, Flp 4:7)

D’os mío, libra mi lengua del Mal y mis labios de hablar

calumnia. Ante mis detractores, enmudezca. Sea mi alma como el polvo:

Humilde con todos. Sigue abriendo mi corazón con Tu Torah. Detrás de

Tus Preceptos corra mi alma espiritual. Todos los que se levantan

contra mí, para mal, pronto caigan en su consejo y se averíen en sus

pensamientos, sean como la hojarasca ante el viento, el Enviado del

Eterno los detenga y los arroje. Hazlo por amor a Tu Nombre, por amor

a Tu Diestra, por amor a Tu Torah, por amor a tu Pureza, en esencia,

por amor a Tu Mashíaj, a fin de que se deleiten Tus amados. Tu Diestra

me ha puesto a salvo y me has respondido. Sean gratos los dichos de mi

boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh Eterno, mi Roca y

mi Redentor. El que ha hecho la paz en Su Alta Mansión, siga

perfeccionándola, con Sus piedades, sobre nosotros y sobre todo Israel,

y digan: ¡Ame”n!” (Sal 19:14)

AMIDAH VESPERTINA

“Adonái, abre mis labios y mi boca anunciará Tu Alabanza.

Bendito seas Tú, oh Eterno, D’os nuestro y D’os de nuestros

padres, D’os de Avraham de Yitzjak y de Yaakov. El D’os grande,

poderoso y temible, D’os Altísimo que recompensas a los que han sido

justificados y que practican el bien, porque eres el dueño absoluto de

todo, que, en ese sentido, tomaste en cuenta Tu Testimonio, dado a los

Protopatriarcas y a los Patriarcas, y trajiste un Rendentor, a Yeshúah

Hamashíaj, a los hijos de sus hijos, a causa de Tu Nombre, con amor,

oh Rey que auxilia, que pone a salvo y que resguarda. Bendito seas Tú,

oh Hashem, Escudo de Avraham. (Sal 51:15, 96:1-6)

Tú eres poderoso, por siempre y para siempre, oh Adonái. Tú das

vida a los muertos y eres grande para poner a salvo. Soplas el viento y

traes la lluvia. Sostienes a los caídos, sanas a los enfermos y mantienes

Tu Fidelidad con los que duermen en el polvo. ¿Quién es como Tú, oh

Eterno de los portentos y, quién es semejante a Ti, oh Rey que das la

muerte y la vida y que hiciste germinar la Salvación mediante Yeshúah

Hamashíaj? Eres fiel para levantar a los muertos. Bendito, seas Tú, oh

Eterno, que das vida a los muertos. (Ex 15:11, Sal 66:1-7)

Nosotros declaramos Tu Esencia Purísima y Te reverenciamos

como lo hacen con agrado los puros serafines, en su lenguaje

misterioso, en su triple reconocimiento de Tu Pureza, como está escrito

por medio de Tu Profeta: “Uno llama al otro y dice: “Purísimo,

Purísimo, Purísimo es el Eterno de las huestes, todo el Planeta Tierra

está lleno del Peso de Su Pureza.” Frente a ellos otros enviados de

Hashem, uniendo sus loores, dicen: “Bendita sea el Peso de la Esencia

Purísima del Eterno desde Su Mansión.” En Tus Puras Escrituras está

dicho: “El Eterno reinará para siempre. Tu D’os, oh Tziyón, de

generaciones en generaciones... ¡Haleluiah!” Tú eres Puro y Tu

Nombre es Puro, los distintos, apartados y puros, todo el día, Te

alabarán... ¡Selah! D’os, Rey Grande y Purísimo eres Tú. Bendito seas

Tú, oh Eterno, D’os Puro. (Is 6:1-3, Sal 146:10)

Tú eres Uno y Tu Nombre es Uno. ¿Quién es como Tu Pueblo

Israel, calificado de Nación Única en el Planeta Tierra? Como pesada

grandeza y como corona de salud, diste día de reposo y de Pureza a Tu

Pueblo. Avraham se alegra, Yitzjak se regocija, Yaakov y sus hijos

reposan en él: Reposo de amor y de generosidad, reposo de verdad y de

fidelidad, reposo de paz, sosiego y seguridad, reposo perfecto en el que

Tú Te complaces. Tus hijos reconocemos y sabemos que nuestro reposo

mana de Ti y, por este reposo, reconocen la Pureza de Tu Nombre.

Alégrense en Tu Reino los que guardan el Shabat y los que lo

califican de delicia. El Pueblo que reconoce la Pureza del séptimo día,

todo él se saciará y se regocijará con Tu Bondad, porque Tú Te

complaciste con el séptimo día, lo hiciste Distinto, Apartado y Puro y lo

llamaste Día de Delicias, en recuerdo de la obra de la Creación. D’os

nuestro y de nuestros padres, complácete, Te rogamos, con nuestro

reposo, apártanos con Tus Mitzvot y mantén nuestro camino en Tu

Torah. Sácianos con Tu Bondad, alegra nuestra alma con Tu Salud y

purifica nuestro corazón para que Te podamos servir de verdad. Haznos

partícipes, oh Eterno, D’os nuestro, con amor y agrado, de la Herencia

de Tu Puro Shabat, que en él repose todo Israel, el que reconoce la

Pureza de Tu Nombre. Bendito seas Tú, oh Adonái, que has hecho Puro

el Shabat.

Tú Te complaces, oh Eterno, nuestro D’os, en Tu Pueblo Israel y

en sus plegarias, gracias a los Méritos del Mashíaj. Restaura el modelo

completo del servicio de Tu Templo: El derramamiento de Sangre para

Remisión de transgresiones, hecho una vez y para siempre por el

Mashíaj, conforme se lo mostraste a Mosheh Rabeinu, y la alabanza

plena, como se la revelaste a David, Tu siervo. Restaura a los hijos de

Israel y perfecciona en nosotros las formas correctas de elevar las

plegarias, con amor. Recibe con complacencia y agrado, siempre, el

servicio que, en Yeshúah, Te ofrece el remanente de Israel, Tu Pueblo.

Puedan ver nuestros ojos Tu regreso a Tziyón, con misericordia.

Bendito seas Tú, oh Eterno, que harás retornar Tu Shejinah a Tziyón.

(Rm 12:1)

Nosotros Te alabamos con acción de gracias, pues Tú eres Adonái,

nuestro D’os, el D’os de nuestros ancestros, por toda la Eternidad. Oh

Roca nuestra, oh Roca de nuestra vida, oh Escudo de Salvación. Tú eres

de generación en generación. Te agradecemos. Contaremos de Tu

Tehilah, contaremos de nuestras vidas entregadas en Tus Manos, de

nuestras almas espirituales subordinadas a Ti, de los prodigios

milagrosos que están cada día con nosotros, de Tus maravillas y

bondades en todo tiempo: Al anochecer, en la mañana y al mediodía.

Benevolente eres porque no se ha acortado Tu Merced. Desde siempre

hemos esperado en Ti. Por todo esto Te bendecimos: ¡Exaltado y

enaltecido sea Tu Nombre, oh Rey nuestro, siempre y por toda la

Eternidad! Que todos los seres vivientes Te alaben con acción de

gracias... ¡Selah! Alaben y bendigan Tu Nombre, grande, en verdad,

para siempre. Bueno es el D’os de nuestra Salvación y de nuestro

socorro... ¡Selah! D’os bondadoso. Bendito eres Tú, oh Eterno, Bondad

es Tu Nombre y es un honor darte gracias. (Sal 18:1-2, 136:1-26)

Pon paz buena, bendición, vida, gracia, piedad y misericordia

sobre nosotros y sobre todo Tu Pueblo Israel. Bendícenos, Padre

nuestro, a todos juntos, a la Luz de Tu Rostro, pues a la Luz de Tu

Rostro nos diste a Yeshúah, la Torah de Vida, y con Él, amor, piedad,

justicia, bendición, misericordia, vida y paz. Es bueno delante de Tus

ojos bendecirnos y bendecir a todo Tu Pueblo Israel, en todo tiempo y a

toda hora, con paz. Bendito seas Tú, oh Adonái, que bendices a Tu

Pueblo Israel con la paz. (Sal 122:6, Jn 14:27, Flp 4:7)

D’os mío, libra mi lengua del Mal y mis labios de hablar

calumnia. Ante mis detractores, enmudezca. Sea mi alma como el polvo:

¡Humilde con todos! Sigue abriendo mi corazón con Tu Torah. Detrás

de Tus Preceptos corra mi alma espiritual. Todos los que se levantan

contra mí, para mal, pronto caigan en su consejo y se averíen en sus

pensamientos, sean como la hojarasca ante el viento, el enviado del

Eterno los detenga y los arroje. Hazlo por amor a Tu Nombre, por amor

a Tu Diestra, por amor a Tu Torah, por amor a Tu Pureza, en esencia,

por amor a Tu Mashíaj, a fin de que se deleiten Tus amados. Tu Diestra

me ha puesto a salvo y me has respondido. Sean gratos los dichos de mi

boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, oh Eterno, mi Roca y

mi Redentor. El que ha hecho la paz en Su Alta Mansión, siga

perfeccionándola, con Sus piedades, en nosotros y sobre todo Israel, y

digan: ¡Ame”n!” (Sal 19:14)

Dr./Rb. Conrado Umaña Rojas

[email protected]