Carlos Vilas
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Carlos Vilas
Después del neoliberalismo: estados y procesos políticos en America
Latina
POPULISMO Y DEMOCRACIA EN AMERICA LATINA: CONVERGENCIAS Y
DISONANCIAS
En este capítulo, se vinculan dos conceptos: DEMOCRACIA que recibe
siempre una calificación altamente positiva y POPULISMO que lleva
consigo las más de las veces, una fuerte carga peyorativa. Ningún
populista acepta ser catalogado como tal, pero todo el mundo quiere
ser considerado democrático. El populismo vendría a ser, de acuerdo
con el saber convencional, una PATOLOGIA, una perversión de la
democracia. Pero no se hablará aquí de patologías ni de
perversiones; ya que hablar de patología significa hablar de algo
referido a la salud; tratándose de regímenes políticos y de procesos
sociales las ideas de salud y de patología resultan particularmente
ambiguas y subjetivas.
Objetivo del autor: pasar revista a algunas caracterizaciones de la
democracia y el populismo en la literatura dedicada a ellos en AL, y
a la gravitación que en esas caracterizaciones tienen o han tenido
algunos acontecimientos políticos en algunos países de la región.
DEMOCRACIA Y POPULISMO: conceptos y situaciones, proximidades y
distancias
Los debates sobre la democracia, sus características y alcances se
reavivaron en la década de 1980 en el marco de las llamadas
“transiciones a la democracia”. Esos debates fueron impulsados por
el contraste que muchos académicos vimos entre el tipo de regímenes
que estaban surgiendo de esas transiciones y el modo en que la
democracia era conceptualizada por un arco amplio de actores
políticos y sociales. A lo largo del siglo XX, por una variedad de
factores (ascenso de las luchas sociales, universalidad del
sufragio, revoluciones sociales) se instaló en AL la idea de que un
régimen democrático implicaba:
Libre e igualitaria participación de los ciudadanos en la elección
del gobierno y de los que ocupan cargos públicos.
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Reconocimiento institucional de derechos, libertades y
obligaciones iguales y universales.
Eficacia del entramado institucional para mejorar la calidad de
vida de la población y el ejercicio de la ciudadanía.
En contraste, las nuevas democracias pos-dictatoriales aparecieron
como más circunscriptas a cuestiones institucionales y a una
separación típicamente liberal entre lo político y lo económico-
social. En esta visión, se supone que los individuos dejan atrás el
desigual acceso a recursos y condiciones de vida, cuando ingresas al
espacio público y se constituyen como ciudadanos. Las crisis que
estallaron en varios países de América del Sur, entre fines del
siglo XX y principios del XXI, fueron detonadas en gran medida por
el funcionamiento de DEMOCRACIAS de MERCADO y las recomendaciones
del Consenso de Washington. Esas crisis, alimentaron la discusión
académica y política sobre la democracia, sus supuestos y
proyecciones sociales… DEMOCRACIA VINCULADA A LO POLITICO, LOS
SECTORES POPULARES NO ERAN DE SU INTERES.
Mutaciones conceptuales parecidas ocurren con el populismo. Después
de las experiencias latinoamericanas de mediados del siglo pasado,
el populismo reapareció como tema de estudio y debate en el marco de
las reformas estructurales de la década de 1990, y más recientemente
en torno a algunos regímenes políticos normalmente referidos como
“populismos radicales”.
EL POPULISMO COMO FENOMENO COMPLEJO
La sociología política latinoamericana de la segunda mitad del siglo
pasado puso el acento en lo que el populismo significó como
expresión de la crisis del capitalismo primario exportador y de la
sociedad que este había producido, crisis que se manifestaba en las
crecientes contradicciones entre distintas facciones de la burguesía
y las clases trabajadoras. Por ello, el POPULISMO, fue visto como
una respuesta a esa crisis por vía de la incorporación al mercado de
trabajo y de consumo… explica en qué consiste el populismo y de
las causas que lo llevaron a ponerse en marcha. POPULISMO como un
fenómeno multidimensional. Lo realmente novedoso del populismo no
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son los ingredientes o dimensiones que están presentes sino el modo
específico de articulación política de los mismos.
CARACTERISTICAS DEL POPULISMO
a) El populismo es POLICLASISTA (vinculación entre las clases). La
incorporación de las masas al populismo tiene lugar con marcados
rasgos de clase (organizaciones sindicales y campesinas) y ejercicio
activo de derechos de ciudadanía, como participación electoral,
integración a partidos políticos… las clases trabajadoras y los
sectores medios desempeñaron papeles mucho más activos y posiciones
de poder más relevantes que en las experiencias tradicionales de
dominación oligárquica.
b) Conjugación de mecanismos de democracia representativa,
participación social la desconfianza hacia los partidos políticos
o el parlamentarismo no es exclusiva del populismo pero presenta en
él aspectos particulares. los movimientos y organizaciones de
orientación populista no tienen más alternativa que organizar sus
propios partidos políticos y participar de la competencia electoral
para llevar a sus dirigentes al gobierno y ocupar la mayor cantidad
posibles de bancas en los cuerpos parlamentarios.
c) Una estrategia de acumulación extensiva acento puesto en la
ampliación del mercado de trabajo, incorporación de nuevos recursos
materiales, financieros y humanos a los procesos de producción,
expansión de la frontera agrícola, incremento de volúmenes de
producción, desarrollo de nuevas ramas de la industria, educación,
etc. La orientación reformista del populismo implicó la
introducción, mediante el Estado, de modificaciones importantes en
la asignación de los recursos: re-direccionamiento del crédito,
reforma agraria (caso de Cárdenas en México), promociones
industriales, nacionalizaciones, políticas sociales, etc. Se buscó
dar satisfacción a un arco amplio de demandas de los trabajadores y
los sectores medios. FORTALECIMIENTO DE LA INTEGRACION SOCIAL.
d) Ampliación del papel del ESTADO en la regulación y orientación
del proceso económico y del conflicto social, incluyendo su
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intervención activa en áreas vistas hasta entonces como exclusivas
del mercado.
e) Ideología altamente movilizadora, legitimadora del cambio y las
demandas sociales principio de SOBERANIA POPULAR y la unidad
sustancial del pueblo. La ideología populista concibe a la política
como una relación de lucha entre proyectos antagónicos en los que se
juegan destinos colectivos. Reconoce el conflicto social pero tiende
a presentarlo en términos éticos más que de intereses y clases. La
ideología del populismo es ANTIOLIGARQUICA, ANTIELITES,
ANTIBURGUESA… no critica al capitalismo, pero sí al capitalismo
voraz, especulativo, egoísta, etc.
f) Una especie de REPUBLICANISMO PRACTICO primacía de los
intereses y el bienestar del conjunto, pueblo, nación, patria, por
encima de los intereses y privilegios particulares. Variedad de
políticas públicas, programas de desarrollos…
g) Transformación de la cultura política apertura de espacios
políticos y sociales, materiales y simbólicos; participación amplia
de nuevos sectores y actores. Incremento de movilizaciones,
demandas, reclamos, a través de los cuales la gente hace sentir su
presencia en las nuevas instancias y ámbitos de participación
ciudadana. Ocupación física de espacios públicos que hasta entonces
eran transitados por clases medias y altas. Nuevas formas de
sociabilidad, nuevas expresiones literarias y artísticas, etc. No
todas estas dimensiones estuvieron presentes de la misma manera o
con la misma intensidad, en cada movimiento populista. Para muchos
autores, el populismo fue algo así como el estado de bienestar.
POPULISMOS UNIDIMENSIONALES Y NEOPOPULISMOS
La vinculación entre populismos y democracia cambia de sentido en
las visiones unidimensionales que de una u otra manera reducen el
populismo a alguno de sus aspectos constitutivos. El POPULISMO dejó
de ser visto como la articulación particular de una variedad de
ingredientes históricamente situados para convertirse en el nombre
dado a una cantidad enorme y heterogénea de fenómenos respecto de
los cuales os propios analistas están lejos de ponerse de acuerdo.
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Para HERMET, la característica del populismo es la ausencia de una
visión a largo plazo; el dirigente populista está dispuesto a
incorporar a la agenda política cualquier fantasía o ensoñación de
la gente… el objetivo es juntar la mayoría de votos. Para otros
autores, lo definitorio del populismo es su mala política
macroeconómica que se desentiende de los equilibrios y los
fundamentos de la teoría neoclásica. El propio pragmatismo de los
gobiernos populistas, les permitió ensayar, cuando fue necesario,
una variedad de estilos de política macroeconómica. En otros casos,
se caracteriza por la fuerte imagen del líder carismático;
generalmente el pueblo es presentado como una masa estúpida y
manipulable, a la voluntad del dirigente, pero para el autor, esto
no es así.
Resulta que el POPULISMO SE ENCUENTRA CARGADO DE VALORACIONES
NEGATIVAS A PARTIR DE UN DOBLE REFERENTE TEÓRICO-POLÍTICO: la teoría
política liberal y la teoría económica neoclásica. EL POPULISMO ES
UNA PATOLOGIA, UNA ENFERMEDAD TIPICA DE LA DEMOCRACIA.
Para otros autores, en cambio, el populismo es un modo de
interpelación política que constituye discursivamente al pueblo en
una relación de confrontación con el bloque de fuerzas en el poder.
La POLISEMIA característica del populismo, se explica por ser éste
uno de los tantos significados vacíos de la política.
Gobiernos en los que se destaca el fuerte personalismo del
ejercicio presidencial y los estilos de conducción.
Estilos de liderazgos.
Neopopulismo políticas, estrategias, visiones y efectos
opuestos en circunstancias diferentes. Este neopopulismo, metió en
la misma bolsa la promoción del crecimiento industrial y el
desmantelamiento industrial, la nacionalización de las industrias y
la privatización de las mismas.
El POPULISMO LATINOAMERICANO, inicialmente interpretado como el
equivalente de los procesos de democratización fundamental e
integración social, es presentado ahora como una política de
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enfrentamiento radical a las democracias de mercado y al capitalismo
neoliberal.
DEMOCRACIAS DE TRANSFORMACION
Las crisis económicas y políticas que estallaron en varios países de
AMÉRICA DEL SUR, a finales de la década pasada e inicios de la
actual, crearon condiciones para que los procesos electorales
permitieran el acceso al gobierno de nuevas coaliciones de fuerzas,
muchas de las cuales habían sido protagonistas del enfrentamiento a
los diseños macroeconómicos e institucionales del llamado Consenso
de Washington Se entiende por Consenso de Washington un listado
de políticas económicas consideradas durante los años 90 por los
organismos financieros internacionales y centros económicos, con
sede en Washington D.C. (District of Columbia), Estados Unidos, como
el mejor programa económico que los países latinoamericanos deberían
aplicar para impulsar el crecimiento. A lo largo de la década el
listado y sus fundamentos económicos e ideológicos se afirmaron,
tomando la característica de un programa general.
Originalmente, ese paquete de medidas económicas estaba pensado para
los países de América Latina, pero con los años se convirtió en un
programa general. Las políticas económicas del consenso son las
siguientes:
1. Disciplina presupuestaria (los presupuestos públicos no pueden
tener déficit)
2. Reordenamiento de las prioridades del gasto público de áreas como
subsidios (especialmente subsidios indiscriminados) hacia sectores
que favorezcan el crecimiento, y servicios para los pobres, como
educación, salud pública, investigación e infraestructuras.
3. Reforma Impositiva (buscar bases imponibles amplias y tipos
marginales moderados)
4. Liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés.
5. Un tipo de cambio de la moneda competitivo
6. Liberalización del comercio internacional (trade liberalization)
(disminución de barreras aduaneras)
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7. Eliminación de las barreras a las inversiones extranjeras
directas
8. Privatización (venta de las empresas públicas y de los monopolios
estatales)
9. Desregulación de los mercados
10. Protección de la propiedad privada.
Los populismos clásicos o viejos, del siglo XX, que se creían
liquidados por sus propios fracasos, por las reacciones
conservadoras y los golpes militares y más recientemente por el
neoliberalismo, y sucedidos por los neopopulismos del Consenso de
Washington. Aparente giro de reorientación de la política
latinoamericana hacia lo que algunos califican como la nueva
izquierda, centro izquierda, izquierda moderna, para diferenciarlos
de la vieja izquierda comunista, socialista, revolucionaria.
Teoría del derrame Concepto asumido por las teorías del
crecimiento optimista de las décadas del ‘50 y ‘60, según la cual
los frutos del crecimiento penetran en las capas más carenciadas a
través de las fuerzas del mercado, en virtud de una mayor demanda de
mano de obra y aumentos en la productividad y los salarios. Aún
cuando los mercados fueran insuficientes para generar estos efectos,
el crecimiento resultaba ser la base económica necesaria para que
los gobiernos pudieran reducir la pobreza con medidas destinadas a
corregir la distribución del ingreso implementando un sistema
impositivo progresivo y de prestaciones sociales para los más
carenciados (HEMMER, 1995)
“La estrategia económica de la década del 90 estuvo enmarcada en la
‘teoría del derrame’, es decir, en la idea de que el crecimiento
automáticamente fluiría desde la cima de la pirámide social hacia
abajo, sin necesidad de una intervención estatal a favor de una
mejor distribución del ingreso. Con una importante dosis de
tragedia, la historia demostró que el crecimiento económico, aún
obtenido, no se transforma automáticamente en desarrollo social”
(DINATALE, 2004, p.26)
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Los populismos radicales, surgidos de las competencias electorales
en esos escenarios llaman la atención no tanto por los estilos de
hacer política de sus principales dirigentes, como por las
decisiones que toman y, en consecuencia, por la construcción de los
apoyos y antagonismos que hacen posible la toma de ciertas
decisiones. Se trata de GOBIERNOS y REGIMENES POLITICOS que podemos
caracterizar como democracias de transformación. Lo de democráticos
tiene que ver con la participación ciudadana en la elección y
renovación de cargos políticos, a la conceptualización del pueblo
como ciudadanos. Democracias que han incorporado nuevas dimensiones
como los derechos de tercera dimensión: derechos culturales, medio
ambiente, preferencias de vida, etc. Democracias orientadas a la
trasformación de las relaciones preexistentes de poder, a través de
la reasignación de recursos económicos e institucionales, la nueva
construcción estatal en la medida que el Estado es siempre expresión
de una estructura de poder.
POPULISMOS Y POLITICA REPRESENTATIVA
Los populismos tienen una relación incómoda con la política
representativa, pero no con la democracia. Puede objetarse que desde
hace por lo menos dos siglos la única manera de hacer más o menos
efectiva la democracia es recurriendo a sistemas de representación
política. Los populismos radicales, como el populismo en general,
plantea una situación ambigua respecto de la política
representativa: son producto de su crisis pero al mismo tiempo los
mecanismos de la democracia les permiten llegar al gobierno;
participan de la dinámica de partidos pero la incorporan a una
matriz formal tanto como informal de articulaciones con
organizaciones sociales que, adquieren un notorio protagonismo
público. Recurren a las elecciones para ratificar el liderazgo…
La tensión manifiesta entre los populismos radicales y la democracia
representativa no refieren únicamente a los gobiernos y sus
dirigentes, a sus organizaciones políticas o sociales y al modo en
que observan los procedimientos institucionales. Pero el POPULISMO,
como cualquier otro régimen político, depende de la calidad de los
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liderazgos y de la existencia de mecanismos y criterios y controles
que contribuyan a optimizar la calidad. El momento populista tiene
una esencialidad fundacional. Es un momento en el que están en juego
concepciones antagónicas de los temas sustantivos de la política: el
poder, la organización del Estado, el ejercicio de derechos, la
concepción y la vigencia de la justicia y de la democracia, los
fines hacia los que se ordena el conjunto social.
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