Bertrand Russell - Autoridad e Individuo

7/26/2019 Bertrand Russell - Autoridad e Individuo

1/52


2/52

nnotation

El filsofo ingls Bertrand Russell, que a sus mritos intelectuales uni la ejemplaridad su trayectoria pacifista, escribi este libro con la fundamental preocupacin de enco

uciones conciliadoras entre los intereses individuales, necesarios para el progreso, y los dciedad altamente desarrollada y tecnificada.en la que es indispensable un adecuado gradhesin social para sobrevivir.

NOTA PRELIMINARI.II.III.IV.V.VI.


3/52


4/52

Ttulo original:Authority and the IndividualTraduccin: Marcara Villegas 1949, Bertrand Russell 1949, George Alien & Unwin, Ltd. 1949, Fondo de Cultura EconmicaISBN: 978-9681638535


5/52

OTA PRELIMINAR

He contado, en la preparacin de este libro, con la asistencia vital de mi esposa, Patricia Ruslo por lo que respecta a los detalles, sino tambin a las ideas generales y a su aplicacin

cunstancias actuales.


6/52

A COHESIN SOCIAL Y LA NATURALEZA

HUMANA

El problema fundamental que me propongo tratar en este ensayo es el siguiente: demos combinar el grado de iniciativa individual necesario para el progreso con el gra

hesin social indispensable para sobrevivir? Empezar por los impulsos de la naturaleza hue hacen posible la cooperacin social. Primero examinar las formas que tomaron estos implas comunidades ms primitivas y, despus, las adaptaciones que trajeron consig

ganizaciones sociales al cambiar gradualmente segn iba avanzando la civilizacin. A continunsiderar el alcance y la intensidad de la cohesin social en diversas pocas y diversos lusta llegar a las comunidades de nuestros das, y las posibilidades de nuevos desarrollos uro no muy lejano. Despus de esta exposicin de las fuerzas que mantienen unida a la soc

ocupar del otro aspecto de la vida del hombre en las comunidades, es decir, la inicdividual, mostrando la parte que sta ha desempeado en las diferentes fases de la evolmana, la parte que desempea en la actualidad y las consecuencias futuras del exceso o de lainiciativa, en individuos y grupos. Luego abordar uno de los problemas fundamentales de nmpo, es decir, el conflicto entre la organizacin y la naturaleza humana, creado por la tderna O, en otras palabras, el divorcio del mvil econmico y de los impulsos de creacin

sesin. Una vez planteado este problema, considerar lo que se puede hacer para resolverlo imo, examinar, desde el punto de vista tico, la relacin total entre el pensamiento, el esfuemaginacin individual, por una parte, y la autor idad de la comunidad por otra.

En todos los animales sociales, incluyendo al hombre, la cooperacin y la unidad de un grundan, en cierto modo, en el instinto. Esto es ms completo en las hormigas y en las abejaarentemente nunca muestran inclinacin a efectuar actos antisociales y permanecen siempre

hormiguero o la colmena. Hasta cierto punto podemos admirar este rg ido cumplimiento del blico, pero hay que reconocer que tiene sus inconvenientes, pues ni las hormigas ni las aan grandes obras de arte, ni hacen descubrimientos cientficos, ni fundan religiones que en

e todas las hormigas son hermanas. Su vida social es, en efecto, mecnica, precisa y estticasotros no tenemos inconveniente en que la vida humana tenga un elemento de turbulencia so nos libramos de un estancamiento evolutivo semejante. El hombre pr imitivo era una especieescasa, cuya supervivencia fue precaria en su principio. En alguna poca sus antepascendieron de los rboles y perdieron la ventaja de tener pies con dedos prensil, s, pero gade tener brazos y manos, Gracias a esta evolucin consiguieron no tener que vivir ya e

sques, pero, en cambio, los espacios abiertos por los que se diseminaron les proporcionabamentacin menos abundante de la que haban disfrutado en las selvas tropicales de fricthur Keith calcula que el hombre primitivo, para proveerse de alimentos, necesitaba dos madradas de territorio por individuo, y otros autores estiman en mucho ms el total de terrquerido. A juzgar por los antropoides y las comunidades ms primitivas que han sobrevivido mpos modernos, los primeros hombres debieron de haber vivido en pequeos grupos no myores que familias, que podemos calcular de unos cincuenta a cien individuos.

Al parecer, dentro de cada grupo exista un grado bastante considerable de cooperacin, pstraban hostiles con los otros de la misma especie siempre que entraban en contacto con

entras el hombre fue una especie escasa, el contacto con otros grupos sola ser ocasionalyora de las veces, de poca importancia. Cada uno tena su propio territorio y los conflicto


7/52

producan en las fronteras. En aquellos tiempos remotos el matrimonio parece haber emitado al grupo y, por consiguiente, debi de haber habido una gran proporcin de endogam

variedades, cualquiera que fuera su origen, tendan a perpetuarse. Si un grupo aumentamero hasta el punto de resultar insuficiente el territorio de que dispona, lo ms fcil errara en conflicto con alguno vecino, y en un conflicto de este gnero era probable que cua

ntaja biolgica que un grupo endgamo hubiese adquirido sobre el otro le diera a aqul la vicrpetuando as la variacin favorable. Todo esto ha sido expuesto muy convincentemente pthur Keith.

Es indudable que nuestros primeros antepasados, apenas humanos, no obraban conforrmas reflexivas y deliberadas, sino que, seguramente, se guiaban por un mecanismo instintible mecanismo de la amistad dentro de su propia tribu y la hostilidad hacia todas las dems. tribu primitiva era tan pequea, cada individuo conoca ntimamente a los otros, de modo quntimiento amistoso era coextensivo con el mutuo conocimiento.

La familia era, y sigue siendo, el ms fuerte y el ms instintivamente compulsivo de todupos sociales. La institucin de la familia es necesaria entre los seres humanos por la racin de la infancia y por el hecho de que la madre de las criaturas tropieza con serias dificula tarea de adquirir alimentos. Esta circunstancia fue la que, tanto entre los seres humanos re la mayora de las especies de aves, ha hecho del padre un miembro esencial en el grupo

milia, lo que probablemente impuso una divisin del trabajo, dedicndose el hombre a laentras la mujer permaneca en el hogar. Desde el punto de vista biolgico, la transicin

milia a la pequea tribu probablemente estuvo 3 relacionada con el hecho de que la caza resus eficaz si se haca en forma cooperativa y, sin duda, desde tiempos muy remotos, la cohestribu aument y se desarroll gracias a los conflictos con otras tribus.

Los restos de los primeros hombres y semi-hombres que se han descubierto, son ahoicientemente numerosos para poder tener una idea bastante clara de las etapas de la evol

sde los antropoides hasta los seres humanos ms primitivos. Los primeros restos indudablemanos ms antiguos descubiertos hasta ahora, se calcula que pertenecen a un periodo de ha

lln de aos, poco ms o menos, pero varios millones de aos antes de esta poca parece sebo antropoides que ya no vivan en los rboles, sino en el suelo. La caracterstica ms distr la cual se determina el estado de evolucin de estos primeros antepasados, es el tamaebro, que aument con bastante rapidez hasta alcanzar aproximadamente su capacidad actuale ha permanecido virtualmente estacionado desde hace cientos de miles de aos. Durantentos de miles de aos el hombre ha progresado en conocimiento, en destreza adquirida

ganizacin social, pero no, por lo que se puede apreciar, en capacidad intelectual congnitaance puramente biolgico, a juzgar por los restos seos, se complet hace largo tiemponsiguiente, ha de suponer que nuestra dotacin mental congnita, contrariamente a lo que s

sea, no es muy diferente de la que tena el hombre paleoltico. Al parecer, todava conservinstintos que, antes de que su conducta fuera deliberada, inducan a los hombres a vivqueas tribus con una acusada anttesis de amistad interna y de hostilidad externa. La fpulsora de los cambios ocurridos desde aquellos tiempos remotos ha tenido que dependrte, de esta primitiva base instintiva y, en parte, de un sentimiento, apenas consciente, de iectivo. Una de las causas de tensin en la vida social humana est en que es posible darse cu

sta cierto punto, de los motivos racionales de una conducta no aguijoneada por el instinto naro cuando semejante conducta violenta los instintos naturales con excesiva severidad, la natuvenga dando lugar a la indiferencia o a un instinto destructor; y cualquiera de las dos cosas

cer que una estructura inspirada por la razn se derrumbe.La cohesin social que empez con la lealtad hacia un grupo, reforzada por el miedo


8/52

emigos, fue transformndose, mediante procesos en parte naturales y en parte deliberados, gar a las vastas aglomeraciones que conocemos ahora como naciones.

Varias fuerzas contribuyeron a estos procesos. En una etapa muy primitiva la lealtad a un bi de ser reforzada por la lealtad a un jefe. En una tribu numerosa el jefe o el rey debnocido por todo el mundo aun cuando los individuos particulares eran a menudo extraos losos otros. De esta manera, la lealtad personal, en contraposicin con la lealtad a la tribu,sible un aumento en el tamao del grupo sin violentar el instinto. En cierta etapa tuvo lugevo desarrollo. Las guerras, que primitivamente fueron guerras de exterminio, se transformadualmente por lo menos en parte en guerras de conquista; los vencidos, en lugar derminados, eran sometidos a la esclavitud y obligados a trabajar para sus conquistadores. Curra esto, surgan dentro de la comunidad dos clases de personas: los miembros originarion los nicos libres, as como los depositarios del espritu tribal, y los sometidos que obedvidos no por una lealtad instintiva, sino por el miedo. Nnive y Babilonia dominaron vritorios, no porque los sometidos tuvieran el menor sentido instintivo de cohesin social cdad dominante, sino tan slo por el terror que les inspiraban sus proezas en la guerra. D

uellos remotos das, hasta las guerras de los tiempos modernos, el terror ha sido el mncipal del aumento del tamao de las comunidades, y el miedo ha reemplazado cada vez midaridad tribal como factor de cohesin social. Este cambio no se limit a las grmunidades; se manifest lo mismo en Esparta, por ejemplo, donde los ciudadanos libres eraquea minora, mientras los ilotas eran oprimidos sin misericordia. En la Antigedad se elogparta por su admirable cohesin social, pero en esa cohesin nunca se tuvo el propsito de aboda la poblacin, excepto en lo que se refera a la lealtad externa, inspirada por el terror.

En una etapa posterior del desarrollo de la civilizacin empez a manifestarse un nuevo tiltad; una lealtad basada no en una afinidad territorial, sino en una identidad de credo. En lo qiere al Occidente, parece ser que esto tuvo su origen en las comunidades rficas, que admilavos en condiciones de igualdad. Aparte de estas comunidades, la religin en la Antigedantimamente asociada con el gobierno, que los grupos de correligionarios, en un sentido ge

n idnticos a los grupos que se haban creado sobre la antigua base biolgica.Pero poco a poco la identidad de credo se fue transformando en una fuerza cada vez

tente. El Islam demostr por primera vez el podero militar de esta identidad de credo conquistas de los siglos VII y VIII. Fue la fuerza impulsora de las Cruzadas y de las guerrigin. En el siglo xvi las lealtades teolgicas sobrepujan con frecuencia a las de la nacionacatlicos ingleses se identificaban a menudo con Espaa, los hugonotes franceses con Inglanuestra misma poca dos credos muy difundidos cuentan con la lealtad de una gran parte

manidad. Uno de ellos, el credo del comunismo, tiene la ventaja de abrigar un fanatismo inteestar expuesto en un Libro Sagrado. Al otro, menos definido pero, sin embargo, potente,

mrsele el modo de vida norteamericano. Norteamrica, formada por inmigrantes de mses diferentes, no tiene unidad biolgica, pero posee una unidad tan fuerte como la de las nacropeas.

Como dijo Abraham Lincoln, est dedicada a un propsito. Los inmigrantes en Esides sienten a menudo nostalgia por Europa, pero sus hijos, por lo general, consideran el mo

da norteamericano preferible al del Viejo Mundo, y creen firmemente que sera beneficioso pmanidad que este modo de vida se hiciera universal. Tanto en los Estados Unidos como en Rudad de credo y la unidad nacional se han confundido y, por lo tanto, han adquirido una rza, pero estos credos rivales tienen un atractivo que traspasa sus lmites naturales.

La lealtad moderna a los vastos grupos de nuestros tiempos utiliza todava el antiguo mecacolgico creado en los das de las tribus pequeas, por ser fuerte y satisfactorio desde el pun


9/52

ta subjetivo. La naturaleza humana congnita, al contrario de lo que ensean las escuelasigiones, la propaganda y las organizaciones econmicas, no ha cambiado mucho desdmpos en que los hombres empezaron a tener el cerebro del tamao a que estamos acostumbtintivamente dividimos la humanidad en amigos y enemigos: los amigos, respecto a quemos una tica de cooperacin; los enemigos, respecto a quienes tenemos una ti

mpetencia. Pero esta divisin cambia constantemente; en un momento determinado un hombru competidor en los negocios; en otro, cuando ambos se ven amenazados por el socialismo enemigo exterior, empieza a considerarlo de pronto como a un hermano. Cuando pasamo

de los lmites de la familia, siempre es el enemigo exterior el que aporta la fuerza cohesivocas de seguridad podemos permitirnos el lujo de odiar a nuestros vecinos, pero en tiempigro tenemos que amarlos. Por lo general, la gente no siente ningn afecto por la persona q

cuentra sentada a su lado en el autobs, pero s lo ha sentido durante la Blitzkrieg [gmpago de los alemanes].

Por eso es difcil encontrar medios para lograr la unidad mundial. Si se estableciera firmemestado mundial no tendra enemigos que temer y, por lo tanto, estara en peligro de derrum

r falta de una fuerza cohesiva. Dos grandes religiones el budismo y el cristianismo sorzado por extender a todo el gnero humano el sentimiento cooperativo que es espontneomiembros de las tribus. Han predicado la hermandad del hombre, mostrando por el empleo

abra hermandad que tratan de extender ms all de sus lmites naturales una actitud emotivsu origen, es puramente biolgica. Si todos somos hijos de Dios, entonces todos formamosuna misma familia. Pero en la prctica, aquellos que en teora han adoptado este credo, estuv

nvencidos siempre de que los que no lo adoptaban no eran hijos de Dios, sino de Satansparecido el antiguo mecanismo de odio hacia los extraos a la tribu, dando as nuevo vigdo, pero en una direccin que lo desva de su propsito original. La religin, la moral, el i

onmico bien entendido, el mero deseo de supervivencia biolgica, todo ello proporciestra inteligencia incontables argumentos en favor de una amplia cooperacin mundial, pejos instintos que hemos heredado de nuestros antepasados tribales surgen indignados, sint

e la vida perdera su sabor si no hubiera nadie a quien odiar y que quien fuera capaz de amabn como fulano, sera un ser despreciable, que la lucha es ley de la vida, y que en un mnde todos nos amramos unos a otros no habra nada por lo que mereciera la pena vivir. Si az ha de realizarse la unificacin de la humanidad, ser necesario encontrar medios de engaestra primitiva ferocidad, en gran parte inconsciente, por un lado estableciendo un rgimden,. y por otro encontrando salidas inocentes para nuestros instintos pugnaces.

No se trata de un problema fcil, ni que pueda resolverse recurriendo slo a la morcoanlisis, aunque indudablemente tiene sus exageraciones, e incluso quizs sus absurdos, nseado muchas cosas que son ciertas y valiosas. Dice un antiguo refrn que si se echara fuer

uraleza a palos, siempre volvera a aparecer; pero el psicoanUsis nos ha proporcionado la este texto. Ahora sabemos que una vida que va en contra de los impulsos naturales de un agerado, puede implicar consecuencias de tensin tan perjudiciales como las que resultarder a los impulsos prohibidos. Las personas que viven de un modo anormal ms all de

mite, suelen ser envidiosas, malvolas y desprovistas de bondad. Estn predispuestas a desardencias crueles o, por otra parte, a perder tan completamente la alegra de vivir que dejan de

pacidad para cualquier esfuerzo. Se ha observado este ltimo resultado entre los saentinamente puestos en contacto con la civilizacin moderna. Los antroplogos han de

mo los cazadores de cabezas papes, privados por las autoridades blancas de su deporte hab

rden el gusto por todo y no son capaces ya de sentir inters por nada. No quiero dar a entendo que se les debera haber permitido continuar cortando cabezas, pero creo que vala la pen


10/52

psiclogos se hubieran tomado la molestia de encontrar alguna actividad inocente cotituir la otra. En todas sus partes el hombre civilizado est, en cierto grado, en la posicin

pes, vctimas de la virtud. Los hombres tenemos toda clase de impulsos agresivos, y tapulsos creadores, a los que la sociedad nos impide entregarnos, y las alternativas quoporciona bajo la forma de partidos de ftbol y lucha libre apenas sirven. Aquel que espergar un da en el que sea posible abolir la guerra debera pensar seriamenfe en el problemisfacer de un modo inofensivo los instintos que hemos heredado de largas generacionvajes. Por mi parte, encuentro suficiente desahogo con las novelas de detectives, identificnernativamente con el asesino y con el detective-cazador, pero s que hay otros para quienesahogo es demasiado moderado, y para ellos se debera inventar algo ms fuerte.

No creo que los seres humanos corr ientes puedan ser felices sin pugna, porque la pugnacido, desde el origen del hombre, el estmulo para las actividades ms serias. Por consiguienbemos intentar abolir la pugna, sino procurar que tome formas que no sean demarjudiciales. Primitivamente, consista en el conflicto entre dos hombres para ver cul desinaba al otro y a su mujer y a sus hijos; en nuestros tiempos la pugna bajo la forma de la g

dava presenta estas caractersticas. Pero en el deporte, en la rivalidad literaria y artstica y ltica parlamentaria, adquiere formas que hacen muy poco dao y que, sin embargo, ofrecape bastante adecuado para nuestros instintos combativos. Lo que est mal a este respecto no

e tales formas de lucha sean malas, sino el que constituyen una parte demasiado insignificanteda de los hombres y mujeres cor rientes.

Menos en el caso de la guerra, la civilizacin moderna ha tendido cada vez ms a la seguro yo no estoy completamente seguro de que la eliminacin de todo peligro contribuyaicidad. Respecto a este punto, me gustara citar un pasaje de la New Theory of Human EvolutiArthur Keith:

Los que han visitado los pueblos que viven bajo un rgimen de justicia salvaje hablanicidad entre los nativos que viven en tales condiciones. Freya Stark, por ejemplo, dice lo sigubre la Arabia Meridional: Cuando viaj por esa parte del pas donde no existe la segu

contr un pueblo que, aunque lamentndose sobre su vida de constante chantaje y robo, etimista y estaba tan lleno de alegra de vivir como cualquier otro de la tierra. El Dr. H. K. Frya experiencia semejante entre los aborgenes de Australia. Un nativo en estado salvaje dve en constante peligro; se encuentra rodeado siempre de espritus hostiles. Sin embargo, es pacible..., indulgente con sus hijos y bondadoso con sus ancianos padres. Mi tercer ejempl

mado de los indios cuervo de Amrica, que han estado viviendo bajo la vigilancia del Dr. R. Lrante muchos aos, y que ahora viven en seguridad dentro de un terr itorio r eservado. Pregucuervo dice el Dr. Lowrie si prefiere sentirse en seguridad como ahora, o en peligro iguamente, y su contestacin ser 'en peligro, como antiguamente... ; en l haba gloria'.

ndo por supuesto que las condiciones salvajes de vida que he descrito eran semejantes a lanoci la humanidad durante todo el periodo prstino de su evolucin. En estas condiciones,cuales figuraba tambin la prctica de la venganza sangrienta, se forj la naturaleza y el cahombre.Tales efectos de la psicologa humana explican algunas cosas que, para m al menos

prendentes cuando en 1914 me di cuenta de ellas por primera vez. Muchas personas sonices en tiempos de guerra que en tiempos de paz, con tal de que el sufriminto directo ocasior la lucha no caiga sobre ellos personalmente con excesivo r igor. Una vida tranquila puede sda ms bien aburrida. La existencia montona de un ciudadano de buena conducta que se

corosamente la vida con cualquier trabajo modesto, deja completamente insatisfecha toda esasu naturaleza que, si hubiera vivido 400 000 aos antes, habra encontrado amplia satisfacci


11/52

ocurarse alimento, en cercenar las cabezas de los enemigos y en eludir las atenciones de los tando llega la guerra, el empleado de banco puede escapar y convertirse en un comandtiendo que al fin est viviendo segn los imperativos de la naturaleza. Pero, desgraciadamenncia ha puesto en nuestras manos medios tan enormemente poderosos para satisfacer nutintos destructivos que, al dejarles campo libre, ya no cumplen ninguna funcin evolutiva, urra cuando los hombres estaban divididos en pequeas tribus. El problema de estar en paestros impulsos anrquicos es un problema al que no se ha prestado la debida atencin, perda vez resulta ms urgente a medida que avanza la tcnica cientfica. Desde el punto deramente biolgico es una desdicha que el lado destructivo de l tcnica haya avanzado con ms rapidez que el lado creador. Un hombre puede matar en un momento a 500 000 personaspuede tener hijos con ms rapidez que en los das de nuestros antepasados salvajes. Si a un hofuera posible tener 500000 hijos con la prontitud con que es capaz de destruir por medio dmba atmica a 500 000 enemigos, podramos, a costa de enormes sufrimientos, abandooblema biolgico a la lucha por la existencia y a la supervivencia del ms apto. Pero en el mderno ya no se cuenta confiadamente con el antiguo mecanismo de evolucin.

Por lo tanto, el problema del reformador social no consiste simplemente en buscar mediguridad, pues si esos medios, una vez encontrados, no nos proporcionan una profunda satisfaabandonar la seguridad por la gloria de la aventura. El problema consiste ms bien en comgrado de seguridad, que es esencial para las especies, con las formas de aventura, de peligrogna que sean compatibles con la vida civilizada. Y al intentar resolver este problema debordar siempre que, aunque nuestro modo de vida y nuestras instituciones y nu

nocimientos han sufrido cambios profundos, nuestros instintos, tanto para el bien como pl, siguen siendo muy semejantes a lo que eran cuando los cerebros de nuestros antepaanzaron su tamao presente. Yo no creo que sea imposible la reconciliacin de los impmitivos con la vida civilizada, y los estudios de los antroplogos han demostrado la aaptabilidad de la naturaleza humana a diferentes tipos de cultura. Pero tampoco creo que esto pgrarse por la total exclusin de cualquier impulso bsico. Una vida sin elemento de aventur

obablemente poco satisfactoria, pero una vida en que se permita que la aventura tome una alquiera con seguridad ser cor ta.

Creo que quizs la esencia de la cuestin se encierra en la frase de los indios americanos qado hace un momento, en la que se expresa aoranza de la antigua vida porque en ella ria. Toda persona enrgica necesita algo que pueda considerarse gloria. Hay gente q

gra: estrellas del cine, atletas famosos, jefes militares, e incluso unos cuantos polticos, pera pequea minora, y para el resto queda el soar despiertos, y de esta clase de ensoacioveen el cine, las novelas de aventuras del Oeste salvaje y el poder imaginativo de cada cuay de los que consideran enteramente nocivos estos sueos en estado de vigiUa; son una

ncial de la vida imaginativa. Pero cuando a travs de una larga existencia no hay medacionarlos con la realidad, pueden volverse nocivos e incluso peligrosos para la cordura. Qdava sea posible, incluso en nuestro mundo mecnico, encontrar alguna salida verdadera papulsos que estn ahora limitados al reino de la fantasa. En inters de la estabilidad hay que ese esto llegue a ser posible, porque, de no ser as, las filosofas destructivas arraridicamente lo mejor de las realizaciones humanas. Si ha de impedirse esto, el salvaje queo lleva dentro de s encontrar alguna salida no incompatible con la vida civilizada ni cicidad de su vecino igualmente salvaje.


12/52

.

A COHESIN SOCIAL Y EL GOBIERNO

El mecanismo original de cohesin social, tal como todava se conserva entre las tribumitivas, obraba a travs de la psicologa individual sin necesidad de nada que pudiera ser llabierno. Haba, sin duda, costumbres tribales que todos tenan que obedecer, pero es de suponeexista la tendencia a desobedecer esas costumbres, y que no hacan falta magistrados ni po

ra que se cumplieran. Durante el Paleoltico, en lo que se refiere a autoridad, parece que lavi en un estado que ahora calificaramos de anrquico. Pero se diferenciaba de lo que la ana

resentara en una comunidad moderna en que los impulsos sociales moderaban suficienteactos de los individuos.Los hombres del Neoltico ya fueron bastante diferentes. Contaban con una organizaci

bierno, con autoridades capaces de imponer obediencia y con una cooperacin obligatoria enala. Sus obras lo demuestran de un modo evidente; el tipo primitivo de cohesin de las peq

bus no podra haber producido los monumentos de piedras de los celtas, ni menos amides. El desarrollo de la unidad social seguramente fue, ante todo, una consecuencia

erra. Si dos tribus se lanzaban a una lucha de exterminio, la tribu victoriosa, graciasquisicin de nuevos territorios, podra aumentar su nmero. Por otra parte, en tiempo de gsta una ventaja evidente en la alianza de dos o ms tribus. Si el peligro que produjo la a

rsista, sta, con el tiempo, llegaba a convertirse en una amalgama. Cuando una unidad alcanzdemasiado grande para que todos sus miembros se conociesen, surga la necesidad de

canismo para adoptar decisiones colectivas, y este mecanismo se iba desarrolvitablemente, por etapas sucesivas, hasta convertirse en algo que el hombre moderno recono

mo un gobierno. En cuanto existe una organizacin de gobierno, algunos hombres tienender que otros, y el poder que tienen depende, hablando en trminos generales, del tamaoidad que gobiernan. El afn de poder impulsa, por lo tanto, a los gobernantes a desear conqute mvil se ve reforzado cuando los vencidos son convertidos en esclavos en lugar derminados. De esta manera, en poca muy temprana, surgieron comunidades en las cualpulsos primitivos hacia la cooperacin social, que ya existan, estaban enormemente reforr el poder del gobierno para castigar a aquellos que lo desobedecieran.

En la primera comunidad plenamente histrica, el antiguo Egipto, econtramos un reyder sobre un extenso territorio con excepcin de alguna limitacin impuesta por los sacerera absoluto, y tambin una numerosa poblacin de esclavos que el rey poda utilizar a voempresas estatales como las Pirmides. En una comunidad de esta naturaleza slo una minor

beza de la escala social el rey, la aristocracia y los sacerdotes necesitaba un mecan

colgico para la cohesin social; todos los dems se limitaban a obedecer. Grandes sectoresblacin eran, sin duda, desgraciados. Los primeros captulos del xodo nos dan idea uacin. Pero, por regla general, mientras no haba enemigos externos a quienes temerndicin de sufrimiento general no impeda la prosperidad del Estado, ni estorbaba a los podeel goce de la vida. Ese estado de cosas debi de existir durante largo tiempo en todo lo qu

mamos el Medio Oriente. Su estabilidad dependa de la religin y de la naturaleza divina dedesobediencia era impa, y la rebelin poda provocar la ira de los dioses. Mientras las

ciales superiores lo creyeran sinceramente, bastaba con someter a los dems a una disciplinmo hoy da hacemos con los animales domsticos.

Es curioso que la conquista militar produca frecuentemente en los conquistados una aut


13/52

ltad hacia sus dominadores. Tal ocurri, en pocas posteriores, en la mayora de las conqlizadas por los romanos. En el siglo v, cuando Roma ya no poda imponer la obediencia, la

rmaneci totalmente leal al Imperio. Los grandes estados de la Antigedad deban sus existender miUtar, pero la mayor parte de ellos, cuando duraban lo bastante, eran capaces de crentido de cohesin en el todo, a pesar de la resistencia violenta de muchas de las partes mento de su incorporacin. Lo mismo volvi a suceder con la formacin de los esdernos durante la Edad Media. Inglaterra, Francia y Espaa lograron la unidad como resultavictoria militar de un gobernante de una de la regiones de lo que haba de conve

steriormente en una sola nacin.En la Antigedad, los grandes estados, salvo Egipto, padecan de una falta de estabilida

usas principalmente tcnicas. Cuando no exista nada que pudiera moverse ms aprisa qballo era difcil para el gobierno central mantener una mano firme sobre los strapocnsules de territorios distantes, siempre dispuestos a rebelarse, que unas veces lognquistar todo el Imperio y otras llegaban a convertirse en soberanos independientes de una paAlejandro, Atila y Gengis Kan tuvieron grandes imperios que se deshicieron a sU muerte,

ales la unidad haba dependido por completo del prestigio de un gran conquistador. Estos divperios no tenan unidad psicolgica, sino solamente la unidad de la fuerza. Roma alcanzto, porque la civilizacin grecorromana 11 era algo que las personas cultas apreciaban

ntrastaba fuertemente con la barbarie de las tribus de ms all de las fronteras. Hasta la invelas tcnicas modernas apenas fue posible mantener un gran imperio unido a no ser que las

periores de la sociedad en todo l tuvieran algn sentimiento comn que las uniera. Y los mcrear un sentimiento comn de esta naturaleza se conocan mucho menos que en la actualid

ndamento psicolgico de la cohesin social, por lo tanto, todava adquira importancia, aunqcesario solamente entre la minora gobernante. En las comunidades antiguas, la ventaja primser muy numerosas, es decir, la posibilidad de disponer de ejrcitos grandes, quedaba equilir la desventaja del tiempo que se tardaba en trasladar un ejrcito desde una parte del imperioa y tambin por el hecho de que los gobiernos civiles no haban descubierto la manera de

insurrecciones militares. Estas condiciones perduraron en cierto grado hasta los tiedernos. Fue principalmente la falta de movilidad la que hizo que Inglaterra, Espaa y Po

rdieran sus posesiones en el Hemisferio Occidental. Pero desde la aparicin del vaporgrafo se ha hecho mucho ms fcil que en otros tiempos el conservar un territorio extensde la implantacin de la educacin universal se ha vuelto ms sencillo el inculcar una lealtamenos ar tificial en un nmero muy grande de personas.

La tcnica moderna no solamente ha facilitado la psicologa de la cohesin en grupos grahecho tambin que los grupos grandes sean necesarios tanto desde el punto de vista econ

mo del militar. Las ventajas de la produccin en masa constituyen un tema trillado sobre el q

ero extenderme. Como es bien sabido, se han presentado estas ventajas como una de las rara la mayor unidad entre las naciones de la Europa Occidental. Desde los tiempos ms remolo facilit la cohesin de Egipto, puesto que un gobierno que dominase nicamente elperior poda destruir la fertilidad del bajo Egipto. Aqu no intervino ninguna tcnica avanro el Tennessee Valley Authority y el St. Lawrence Water Way, que est en proyectopliaciones cientficas del mismo efecto cohesivo de los ros. Las centrales de energa elctrictribuyen electricidad a amplias zonas tienen cada vez mayor importancia, y son muchontajosas cuando la zona es grande que cuando es pequea. Si se logra como parece probalizar la energa atmica en gran escala, se ampliara enormemente la zona de distribuci

das estas creaciones modernas aumentan el dominio que tienen los que gobiernan grganizaciones sobre las vidas de los individuos y, al mismo tiempo, hacen que unas cu


14/52

ganizaciones grandes sean mucho ms productivas que un nmero mayor de organizacionequeas. Ni las organizaciones econmicas ni las polticas conocen lmite aparente en cuantontajas de un gran tamao, a no ser el que constituye la totalidad de nuestro planeta.

Pasemos ahora al examen de aproximadamente los mismos aspectos del desarrollo ganizacin gubernamental, pero desde otro punto de vista. El dominio de los gobiernos soda de los miembros de la comunidad ha variado a lo largo de la historia, no solamente pensin de la zona gobernada, sino tambin por el grado de intervencin n la vida d

dividuos. Lo que puede llamarse civilizacin comienza con imperios de un tipo bien definidcuales Egipto, Babilonia y Nnive son los ms notables; los imperios azteca e inca fuer

ncia del mismo tipo. En estos imperios la casta superior tuvo al principio un grado considiniciativa personal, pero el gran sector de poblacin esclava, adquirida por conquistas ranjero, no posea ninguna. El sacerdocio intervena considerablemente en la vida diaria. Exlo concerniente a la religin, el rey tena poder absoluto y poda obligar a sus subditos a comsus guerras. La divinidad del rey y la reverencia por la clase sacerdotal produjeron una socable, en el caso de Egipto, la ms estable de las que se conocen. Dicha estabilidad se consimbio de rigidez y aquellos antiguos imperios llegaron a ser estereotipados hasta el extremo der resistir la agresin extranjera; fueron absorbidos por Persia y, por ltimo, Persia fue derrr los griegos.

Los griegos perfeccionaron un nuevo tipo de civilizacin que fue iniciada por los feniciosciudad Estado, basada en el comercio y en el podero naval. Las ciudades griegas di

ucho en cuanto al grado de libertad individual concedido a los ciudadanos; en la mayor paas era bastante alto, pero en Esparta era un mnimo absoluto. Muchas, sin embargo, acusabdencia a caer bajo el dominio de tiranos, y durante largos periodos tuvieron un rgim

spotismo moderado por revoluciones. En una ciudad-Estado la revolucin era fcil.scontentos slo tenan que atravesar unas cuantas millas para salir del territorio del gobntra el cual deseaban rebelarse, y siempre haba ciudades hostiles dispuestas a ayudarlos. Duda la gran poca de Grecia existi un grado de anarqua que hubiera resultado intolerable p

ntalidad moderna. Pero los ciudadanos de una ciudad griega, incluso aquellos que se enconrebelin contra el gobierno existente, conservaban una psicologa de lealtad primiUva; amapropia ciudad con una devocin muchas veces imprudente, pero casi siempre apasionad

andeza de los griegos en lo que respecta a realizaciones individuales se encontraba, en mi opimamente ligada a su incompetencia poltica, puesto que la fuerza de la pasin personal nte, tanto de las realizaciones individuales como de la imposibilidad de lograr la unidad grieGrecia cay bajo la dominacin primero de Macedonia y luego de Roma.

El Imperio romano, durante su expansin, permiti un grado bastante alto de autondividual y local en las provincias, pero a partir de Augusto, el gobierno fue adquiriendo p

co un grado de dominio cada vez mayor, y al final, principalmente a causa de la carga dpuestos, motiv el derrumbe del sistema en la mayor parte del territorio. Sin embargo, en led del Imperio romano, no disminuy la intervencin. La oposicin a esta intervenuciosa fue la causa principal de que la reconquista de Italia y frica por Justiniano fuensitoria. Pues los que al principio recibieron a sus legiones como liberadoras de los godos

vndalos, cambiaron de modo de pensar cuando a las legiones sigui un enjambcaudadores de contribuciones.

El esfuerzo de Roma por unificar al mundo civilizado fracas principalmente porque, qual mismo tiempo un esfuerzo remoto y extrao, no logr proporcionar cierta felicidad inst

siquiera a los ciudadanos acomodados. En los ltimos siglos del Imperio prevalecierosimismo y una falta de vigor universales. Los hombres sentan que la vida terrenal tena poc


15/52

ecer, y este sentimiento ayud a la cristiandad a enfocar los pensamientos de los hombres soundo venidero.

Con el eclipse de Roma, el Occidente sufri una transformacin completa. El comerciosapareci, los grandes caminos romanos cayeron en desuso, los reyezuelos estaban constanteguerra entre s y gobernaban territorios pequeos lo mejor que podan, al mismo tiemp

can frente a la anarqua de una turbulenta aristocracia teutnica y a la hosca aversin de la anblacin romanizada.

La esclavitud en gran escala desapareci casi por completo en toda la cristiandad occidro fue reemplazada por la servidumbre. Las pequeas comunidades, con pocos y raros conn el exterior, en lugar de ser mantenidas por las grandes flotas que traan grano de frica a Rbsistan como podan con los productos de su propio territorio. La vida era dura y spera, petena ese carcter de indiferencia y desesperanza que haba tenido en los ltimos das de Rrante la Edad Media rein el desorden, con el resultado de que todos los hombres de crntuvieron el culto a la ley. Poco a poco el vigor a que haba dado lugar ei desorden restabrta medida de orden y permiti que una serie de grandes hombres edificara una nueva civiliz

Desde el siglo xv hasta la poca presente, el poder del Estado frente al individuo ha aumenstantemente, al principio, sobre todo, a consecuencia de la invencin de la plvora. As co

primitivos tiempos de anarqua los hombres de ms criterio profesaron el culto a la lerante el perodo de poder creciente del Estado hubo una tendencia cada vez ms acusada a proculto a la libertad. Los siglos xvm y xix tuvieron un xito notable en lo que se refiere al aum

poder del Estado hasta el grado necesario para conservar el orden, dejando no obstante unrgen de libertad a los ciudadanos que no pertenecan a las capas sociales inferiores.

El impulso hacia la libertad, sin embargo, parece haber perdido actualmente gran parte rza entre los reformadores. Ha sido sustituido por el amor a la igualdad, estimncipalmente por la ascensin a la riqueza y el poder de los nuevos magnates industriales qnen ningn derecho tradicional a la superioridad. Y las exigencias de la guerra totanvencido a casi todo el mundo de que es necesario un sistema social mucho ms rgido que

isfizo a nuestros abuelos.Existe en gran parte de la superficie terrestre algo como una vuelta al antiguo sistema egip

narqua divina, regida por una nueva casta sacerdotal. Aunque esta tendencia no ha avanzadoOccidente como en Oriente, ha llegado, siii embargo, a extremos que en los siglos xvm

bran asombrado tanto a Inglaterra como a Amrica del Norte.La iniciativa individual est limitada por el Estado o por poderosas corporaciones, y existe

igro de que esto ocasione, como en la antigua Roma, una especie de indiferencia y fatasastrosos para la vida vigorosa. Recibo constantemente cartas que dicen: Veo que el maviesa una mala poca, pero qu puede hacer sola una persona humilde? La vida y la prop

n a merced de unos cuantos individuos que deciden respecto a la guerra y la paz.Las actividades econmicas en gran escala se determinan por los que rigen el Estado andes corporaciones. Aun cuando nominalmente existe una democracia, la parte que un ciudede conseguir en lo que se refiere al dominio de la poltica suele ser infinitesimal. Encunstancias, no sera mejor olvidar los asuntos pblicos y gozar todo lo posible en la formrmitan los tiempos? Encuentro que estas cartas son muy difciles de contestar, y estoy segue el estado de nimo que conduce a que sean escritas es muy perjudicial para una vida socialmo consecuencia de su magnitud, el gobierno se aleja cada vez ms de los gobernados y tiluso dentro de una democracia, a tener una vida independiente propia. No pretendo saber c

dra curar completamente este mal, pero creo que es importante reconocer su existencia y busma de aminorarlo.


16/52

El mecanismo instintivo de la cohesin social, es decir, la lealtad a una tribu pequea embros se conocen todos entre s, es algo muy distinto de la lealtad a un Estado grande quetituido en la vida moderna, e inclusive lo que queda de la forma ms primitiva de lealta

puesto a desaparecer en la nueva organizacin del mundo requerida por los peligros actualels o un escocs puede sentir una lealtad instintiva hacia la Gran Bretaa; es posible que coque dice Shakespeare acerca de ello; sabe que es una isla cuyas fronteras son todas natunoce la historia inglesa, al menos en lo que tiene de gloriosa, y no ignora que los habitantntinente hablan idiomas extranjeros. Pero si ha de sustituirse la lealtad a la Gran Bretaa pltad a la Unin Occidental, ser necesaria una conciencia de la cultura occidental como una esunidad que traspase las fronteras nacionales; pues, aparte de esto, slo existe un mvil psicol

paz de cumplir este fin, y es el temor a los enemigos externos. Pero el temor es un mvil nege deja de serlo en el momento de la victoria. Si se compara con el amor de un gr iego por su cal, es evidente 15 cuan insignificante es la influencia que ejerce la lealtad fundada nicamenteedo sobre los instintos y pasiones de los hombres y mujeres en general, cuando no exigros inmediatos y amenazadores.

Los gobiernos, desde que empezaron a existir, desempearon dos funciones, una negativa sitiva. La funcin negativa ha consistido en evitar la violencia ejercida por particulares, proteda y la propiedad, establecer las leyes penales y ponerlas en vigor. Pero adems de esto han t

fin positivo, el de facilitar la realizacin de las aspiraciones que se estiman comunes a layora de los ciudadanos. Las funciones positivas de los gobiernos se limitaron, por lo generaerra. Si se poda vencer a un enemigo y conquistar su territorio, todos los habitantes de la ntoriosa participaban de los beneficios en mayor o menor grado. Pero ahora, las funcsitivas de los gobiernos han aumentado considerablemente. En primer lugar, est la educacinsiste, no slo en la adquisicin de conocimientos, sino tambin en inculcar ciertas lealtaencias. Entre stas se encuentran las que el Estado estima convenientes y, en menor gradunos casos las que reclama alguna corporacin religiosa. Existen adems grandes emp

dustriales. Incluso en los Estados Unidos, que intentan limitar todo lo posible las activi

onmicas del Estado, la intervencin gubernamental en estas empresas aumenta rpidamenpecto a las empresas industriales hay poca diferencia, desde el punto de vista psicolgico, ene dirige el Estado y las dirigidas por grandes corporaciones particulares.

En ambos casos existe un gobierno que, de hecho, si no intencionalmente, est lejos de aqbre quienes ejerce una intervencin. Slo los miembros del gobierno, pertenezcan a un Estada gran corporacin, pueden conservar el sentido de la iniciativa individual; e, inevitablemre los gobiernos existe una tendencia a considerar a los que trabajan para ellos ms o menos nsideran a las mquinas, es decir, simplemente como medios necesarios.

La conveniencia de una cooperacin eficaz tiende constantemente a aumentar el tamao

dades y, por consiguiente, a disminuir el nmero de aquellos que poseen la capacidad de inicipeor desde nuestro punto de vista actual es el sistema que existe en la Gran Bretaa en mividades, donde los que tienen una iniciativa nominal estn perpetuamente sometidos al domina burocracia que posee solamente la facultad del veto y ningn deber activo y que, por lo quiere una psicologa negativa con tendencia insistente a las prohibiciones. Bajo un sistema uraleza las personas enrgicas se encuentran reducidas a la desesperacin; las que, en un ambs alentador, podan haber llegado a ser enrgicas, tienden a la indiferencia y a la frivolidadprobable que las funciones positivas del Estado se desenvuelvan en ima forma vigor

mpetente.

Es posible que la entomologa econmica pudiera producir ganancias muy superiores tenidas en la actualidad, pero para ello sera necesario que se aprobasen los salarios de un n


17/52

nsiderable de entomlogos, y en la actualidad el gobierno sostiene que una polticprendedora como la que representa contratar a entomlogos debe aplicarse con precaucto, naturalmente, es la opinin de hombres que han adquirido la costumbre de esos pprudentes que se limitan a decir no hagas eso, sin detenerse a considerar si eso es perjuno. Estos males son muy difciles de evitar cuando la direccin se ejerce desde lejos, que es obablemente ocurra en cualquier organizacin muy grande.

En otro captulo considerar lo que puede hacerse para mitigar estos males sin perddudables ventajas de la organizacin en gran escala. Puede ser que las tendencias actuales hantralizacin sean demasiado fuertes para ser combatidas antes de que hayan llevado al desae, como sucedi en el siglo V, el sistema deba derrumbarse totalmente, con todos los resuvitables de anarqua y pobreza, antes de que los seres humanos puedan adquirir de nuev

ado de libertad personal sin el cual la vida pierde su encanto. Espero que no sea ste el casocabe duda de que as ser si no se comprende el peligro y no se toman medidas enrgica

mbatirlo.En este breve bosquejo de los cambios que, respecto a la cohesin social, se han prod

rante los tiempos histricos, podemos observar un doble movimiento.Por una parte, tiene lugar un desarrollo peridico, que va de una organizacin de tipo flex

mitivo a un gobierno cada vez ms reglamentado, que abarca una zona cada vez mayor, y quz reglamenta una parte mayor de la vida de los individuos.

En cierto momento de este desarrollo, cuando acaba de producirse im gran aumento ueza y la seguridad, sin que el vigor y el espritu de empresa de pocas ms salvajes cado, pueden realizarse grandes avances en el progreso de la civilizacin. Pero cuanilizacin se vuelve estereotipada, cuando el gobierno tuvo tiempo para consolidar su p

ando las costumbres, las tradiciones y las leyes han establecido normas lo bastante minuciosaogar el espritu de empresa, la sociedad en cuestin entra en una etapa de estancamientombres ensalzan las hazaas de sus antepasados, pero ya no pueden igualarlas; el arte se conalgo convencional y la ciencia se asfixia por respeto a la autor idad.

Este tipo de desarrollo, seguido por un proceso de osificacin, puede apreciarse en China ydia, en Mesopotamia y en Egipto, y en el mundo grecorromano. Generalmente se acaba conquista llevada a cabo por pueblos extranjeros. Existen antiguas mximas para combemigos antiguos, pero cuando surge un enemigo de un tipo nuevo la comunidad debilitada cla capacidad necesaria para adoptar las nuevas mximas que seran las nicas que podran salcomo ocurre con frecuencia, los conquistadores son menos civilizados que los conquistad

uy posible que no se encuentren capacitados para gobernar un gran imperio, o para mantemercio dentro de una zona extensa. El resultado es una disminucin de la poblacin, del tama

unidades de gobierno y de la intensidad de la intervencin gubernamental. Poco a poco,

evas condiciones ms o menos anrquicas, va renaciendo el vigor y se inicia un nuevo ciclo.Pero, adems de este movimiento peridico, existe otro. En el momento culminante delo, la zona gobernada por un solo Estado es mayor que en cualquier otro tiempo, y el graervencin ejercido por la autoridad sobre el individuo es ms intenso que en cualquiermento culminante. El Imperio romano fue mayor que los imperios babilnico y egipcio,perios de la actualidad son mayores que lo fue el de Roma. Jams ha existido en el transcursotoria ningn gran Estado que haya ejercido un dominio tan completo sobre sus ciudadanos que ejerce la Unin Sovitica sobre los suyos, ni tan siquiera como el que se ejerce en los paropa Occidental.

Puesto que la Tierra tiene una extensin finita, esta tendencia, si no se reprime, culminar acin de un Estado mundial nico. Pero como entonces no habr ningn enemigo extern


18/52

ovoque la cohesin social por medio del temor, los antiguos mecanismos psicolgicos ya noecuados. No habr razn para el patriotismo en los problemas del gobierno mundial; la fpulsora tendr que buscarse en el inters particular y en la benevolencia, sin los podeentivos del odio y el temor. Puede persistir una sociedad de esta naturaleza? Y si persiste,

paz de progresar? Estas preguntas son difciles. En captulos ulteriores expondr alnsideraciones que deben tenerse en cuenta al contestarlas.

He hablado de un doble movimiento en el transcurso de la histor ia, pero no considero que da que sea ineluctable en las leyes de los procesos histricos que podamos descubrir. Nnocimientos pueden cambiar el curso de la historia hacindola totalmente distinta a como huo. sta fue, por ejemplo, una de las consecuencias del descubrimiento de Amrica. Ntituciones tambin pueden causar efectos imprevisibles: no creo posible que ningn romanooca de Julio Csar hubiera podido predecir nada parecido a la Iglesia catlica. Y nadie, en elx, ni siquiera Marx, pudo prever la Unin Sovitica. Por estas razones, todas las profecas souro de la humanidad deberan ser consideradas simplemente como hiptesis que puede

madas en consideracin.Opino que, aunque toda profeca definitiva es temeraria, existen ciertas posibilidades no

e es prudente tener en cuenta. Por una parte, una guerra prolongada y destructora puede proderrumbamiento de la industria en todos los Estados civilizados, que conducira a una situaci

arqua en pequea escala como la que prevaleci en la Europa Occidental despus de la cama. Esto implicara una disminucin enorme en la poblacin y, durante algn tiempo pnos, la suspensin de las actividades que consideramos como caractersticas de una forma dilizada, Pero parecera razonable abrigar la esperanza de que, como ocurri en la Edad Mednimo suficiente de cohesin social ser restablecido con el tiempo, y que poco a pouperar el terreno perdido.

Existe, sin embargo, otro peligro que quizs se comprenda mejor. Las tcnicas modernas sible una nueva intensificacin de la intervencin gubernamental, y esta posibilidad haplotada muy ampliamente en los estados totalitarios. Puede ser que bajo la tensin de la gue

r el temor a ella, o como consecuencia de la conquista por los totalitarios, las partes del mnde sobreviva en cierto grado la libertad individual vayan siendo cada vez menores y que, inestos pases, la libertad se restrinja cada vez ms. No hay muchos motivos para suponeulte una situacin inestable, pero es casi seguro que sera esttica y no progresiva. Y tnsigo un recrudecimeinto de males antiguos; la esclavitud, el fanatismo, la intolerancia seria abyecta para la mayora de la humanidad. Es ste, en mi opinin, un mal contra el cndamental estar prevenidos. Por este motivo, el subrayar el valor del individuo es ancesario hoy que en cualquier tiempo pasado.

Existe otra falacia que es importante evitar. Creo que es cierto, como he estado sosteniendo

que es congnito a la naturaleza humana ha cambiado poco durante cientos de miles de aoscongnito constituye slo una pequea parte de la estructura mental del ser humano modernisiera que nadie infiriese de lo que he dicho que en un mundo sin guerras tendra necesariae haber una sensacin de frustracin de los instintos. Suecia no ha estado en guerra desde 18cir, durante un periodo de cuatro generaciones, pero no creo que nadie pueda sostener quecos hayan sufrido en su vida instintiva como consecuencia de esta inmunidad. Si la humagra abolir la guerra, no debera ser muy difcil encontrar otros escapes para el afn de aventuigros. Los antiguos, que en un tiempo sirvieron para un fin biolgico, ya no sirven y, por lonecesario hallar escapes nuevos. Pero no hay nada en la naturaleza humana que nos obli

nformarnos con un estado de salvajismo prolongado. Nuestros impulsos menos serenoigrosos nicamente cuando son negados o incomprendidos. Cuando este error se evi


19/52

oblema de acoplarlos a un buen sistema social puede resolverse con ayuda de la inteligencia yena voluntad.


20/52

I.

A FUNCIN DE LA INDIVIDUALIDAD

En este captulo me propongo examinar las influencias, tanto benficas como perniciosas, pulsos y deseos que sienten, no todos, pero s algunos de los 19 miembros de la comunidaa comunidad primitiva estos impulsos y deseos alcanzan poca importancia. La caza y la guerrividades en las que un hombre puede tener ms xito que otro, pero en las que todos persigu

comn. Mientras las actividades espontneas de un hombre son de tal naturaleza que toda laacepta y las comparte, su iniciativa apenas encuentra oposicin entre los otros miembros, y actos ms espontneos se adaptan a las normas de conducta establecidas. Pero a medida q

mbre se civiliza empiezan a manifestarse diferencias cada vez mayores entre las actividades mponentes de la comunidad, y, si sta ha de prosperar, es necesario que cierto nmedividuos dislenta del criterio general. Casi todos los adelantos artsticos, morales e intelectuaben a esa clase de individuos, que constituyen un factor decisivo en la transicin de la barbariilizacin. Si una comunidad ha de progresar, necesita personas excepcionales cuyas activid

nque tiles, no sean de las que se consideran como corrientes. En las sociedades mejor organ

ste siempre la tendencia a entorpecer indebidamente las actividades de dichas personas, peroa parte, si la comunidad no ejerce ninguna vigilancia, la misma iniciativa individual que p


21/52

En nuestros tiempos el artista no desempea en la vida pblica un papel ni con mucho tanmo el cumplido en pocas anteriores. Hoy en da existe la tendencia a despreciar a los bardosrte y a imaginar que un poeta ha de ser un ente solitario que proclama algo que los filistesean or. En otro tiempos las cosas eran muy diferentes; Homero, Virgilio y Shakespeare fetas de la corte, cantaron las glorias de su tribu y las nobles tradiciones. (Respecto a Shakesgo que confesar que esto slo es verdad en parte, pero que indudablemente puede aplicarse

amas histricos.) Los bardos galeses mantuvieron vivas las glorias del Rey Arturo, gloriaron ensalzadas ms tarde por escritores ingleses y franceses a los que el Rey Enrique II est

r razones imperialistas. Las glorias del Partenn y de las ctedras medievales estuvimamente ligadas con fines pblicos. La msica, aunque desempeara su papel en los galanteaba principalmente para estimular el valor en las batallas, fin al cual, segn Platn, debiera

mitada por la ley. Pero en el mundo moderno han desaparecido estas antiguas glorias del avo en el caso del gaitero de los regimientos escoceses. Honramos todava al artista, pelamos; consideramos el arte como algo separado, no como elemento integrante de la vidamunidad. Slo el arquitecto, porque su faena sirve a un propsito utilitario, conserva algiguo prestigio del artista.

La decadencia del arte en nuestra poca no se debe, nicamente, a que la funcin sociista no sea ya tan importante como en tiempos pasados; se debe, tambin, a que ya no portancia a la capacidad para disfrutar de un placer espontneo. Entre los pueblos relativam

genuos todava florecen la msica y los bailes populares y muchos hombres que tienen aletas. Pero a medida que el hombre se industrializa y se hace ms metdico, ya no perimentar esos placeres espontneos de que se goza en la infancia, porque siempre est penlo venidero y no se entrega al momento presente. De los hbitos del intelecto, el ms fu

ra el logro de cualquier clase de excelencia esttica es este hbito de estar siempre pensando enidero, y si el arte perdura como algo importante no ser porque se funden pomposas acadeo porque se recobre la capacidad para sentir hondamente las alegras y las penas, capacidad

udencia y la previsin han destruido casi por completo.

Los hombres que suelen reconocerse como los grandes de la humanidad han sido innovareligin y en moral. A pesar de la admiracin que se les ha otorgado en pocas posteriores, lcasi todos fue, en menor o mayor grado, un conflicto constante con sus comunidades. Los avrales se han debido, principalmente, a protestas contra costumbres crueles y a esfuerzoender la compasin de los hombres. En Grecia los sacrificios humanos desapareciencipios de la poca histrica. Los estoicos ensearon que haba que sentir piedad, no slo pegos libres, sino tambin por los brbaros y los esclavos, por la humanidad en generdismo y el cristianismo propagaron una doctrina similar. La religin, que originalmente mado parte del mecanismo de cohesin de la tribu, al promover conflictos en el exterior al m

mpo que fomentaba la cooperacin en el interior, adquiri un carcter ms universal, y prscender los estrechos lmites establecidos por la moral primitiva. No es extrao qunovadores religiosos fueran execrados en su poca, puesto que trataron de privar a los hombalegra de las batallas y de las salvajes delicias de la venganza. Se empez a sostener qocidad primitiva, considerada anteriormente como una virtud, era un pecado, y surg

ofundo dualismo entre la moral y la vida de los impulsos o ms bien entre la moraseaban aquellos en los que el impulso humanitario era ms fuerte, y la moral tradicional prer los que eran incapaces de sentir simpata fuera de su propia comunidad.

Los innovadores religiosos y morales han ejercido una influencia enorme sobre la vida hu

nque no siempre, hay que confesarlo, la que se haban propuesto; pero por regla general hauy provechosa. Es cierto que en el siglo actual hemos visto en muchos sitios una prdida de v


22/52

rales que considerbamos bastante seguros, pero es de esperar que este retroceso no bemos a los innovadores que primero intentaron hacer de la moral algo universal y nestin meramente de tribu, que se haya llegado a desaprobar la esclavitud, a despertntimiento del deber hacia los prisioneros de guerra, y a poner un lmite a la autoridad dposos y de los padres, y al reconocimiento, aunque sea imperfecto, de que no se debe explotaas sojuzgadas en beneficio de sus conquistadores. Sin embargo, hay que admitir qrudecimiento de la antigua ferocidad ha puesto en peligro estos progresos morales, pero no

e llegue a perderse para la humanidad el avance tico que han representado.Aunque la mayor parte de los profetas y de los sabios que iniciaron este progreso mor

ibi en vida los honores merecidos, pudo, sin embargo, realizar su trabajo sin entorpecimiun Estado totalitario moderno las cosas estn peor de lo que estaban en los tiempos de Scrla poca de los Evangelios. En un Estado totalitario, a un innovador cuyas ideas no sea

rado del gobierno, no slo se le condena a muerte, accidente ante el cual puede permadiferente un hombre valeroso, sino que se le impide en absoluto dar a conocer su doctrinmejantes comunidades las innovaciones solamente pueden venir del gobierno y no es probabgobierno, como tampoco lo hizo en tiemiios pasados, apruebe nada contrario a sus prereses inmediatos. En un Estado totalitario acontecimientos como la aparicin del budismostianismo son casi imposibles y, por muy grande que sea su herosmo, un reformador modr ejercer influencia alguna. Es un hecho nuevo en la historia humana, que se debe almento del control de los individuos que ha hecho posible la tcnica moderna de gobierno. cho muy grave que demuestra lo funesto que es un rgimen totalitario para todo progreso mo

Hoy da, si un individuo de dotes excepcionales se dedica al arte o a la reforma religiral, tiene pocas esperanzas de llegar a hacer una carrera tan brillante o a ejercer una influ

cial tan grande como en tiempos pasados. Sin embargo, todava se le ofrecen cuatro carede llegar a ser un gran dirigente poltico, como Lenin; puede adcjuirir un poder indumenso, como Rockefeller; puede transformar el mundo con descubrimientos cientficos, comn haciendo los investigadores del tomo; o, finalmente, si no tiene la capacidad necesaria

nguna de estas carreras, o si no se le ofrece la oportunidad, su energa, a falta de otra salida, astrarle a una vida de crimen. Los criminales, en el sentido legal, rara vez ejercen unaluencia en el curso de la histor ia, y, por lo tanto, un hombre demasiado ambicioso, si le es po

coger otra carrera.El encumbramiento de los hombres de ciencia a una posicin eminente en el Estado

nmeno moderno. Lo mismo que otros innovadores tuvieron que sostener una penosa luchagrar que se les reconociera; unos fueron desterrados, otros perecieron en la hoguera, se encos cuantos en mazmorras, y a los ms afortunados no se les hizo ms que quemarles los lro poco a poco empez a comprenderse que sus descubrimientos podan poner una fuerza inm

manos del gobierno. Los revolucionarios franceses, despus de cometer el error de guillotvoisier, emplearon a los colegas que le sobrevivieron en la manufactura de explosivos. erra moderna todos los gobiernos civilizados han reconocido que los hombres de ciencia sodadanos ms tiles, siempre que se les pueda domesticar e inducir a poner sus servicposicin de un solo gobierno ms bien que de la humanidad.

Lo mismo para el bien que para el mal, casi todo lo que caracteriza a nuestra poca se debncia. En la vida diaria disfrutamos de luz elctrica, de la radio y del cine. En la industria utilizquinas y energa que debemos a la ciencia. Gracias al aumento en el rendimiento del trdemos dedicar ahora una porcin mayor de nuestras energas a las guerras y a los prepar

ra las guerras, y tambin permitir que los jvenes permanezcan en la escuela ms tiempo des permanecan. Debido a la ciencia podemos, por medio de la prensa y la radio, dise


23/52

ticias tanto verdaderas como equvocas, virtualmente a todo el mundo. Gracias a la cdemos impedir, con mucha ms eficacia que antes, que se escapen las personas no grabierno. Todo lo que constituye nuestra vida diaria y nuestra organizacin social es lo qacias a la ciencia. Hoy da, 23 esta vasta creacin es sostenida por el Estado, pero en un princisarroll en oposicin al mismo, y donde, como en Rusia, ha retornado a un modelo anlvera a aparecer de nuevo la antigua oposicin si el Estado no fuera omnipotente hasta un soado por los tiranos de edades pretritas.

La oposicin a la ciencia en el pasado no es nada sorprendente. Los hombres de crmaron cosas que se oponan a lo que todo el mundo crea; desbarataron las ideas preconcebir tanto, se les tach de irreverentes. Anaxgoras enseaba que el sol era una piedra al rojo ve la luna estaba hecha de tierra. Por esta impiedad fue desterrado de Atenas, pues no se sncia cierta que el sol era un dios y la luna una diosa? Las ciencias llegaron a ser toleradasrto punto slo gracias al dominio que proporcionaban sobre las fuerzas naturales, y as y to

oceso fue muy lento, porque al principio se atribua su poder a la magia.Nada tendra de sorprendente que, en la actualidad, se produjera un violento movim

icientfico con motivo de los peligros que para la vida humana suponen las bombas atmicase podran resultar de la guerra bacteriolgica. Pero cualquiera que sea la actitud que las peredan adoptar frente a estos horrores, no osarn volverse contra los hombres de ciencia mista la probabilidad de la guerra, porque si uno de los dos lados dispusiera de ellos y el otro ni seguro que ganara el que contara con el apoyo de la ciencia.

La ciencia, en cuanto es conocimiento, debe considerarse valiosa, pero en cuanto es tcniestin de si ha de ser ensalzada o reprobada depende del empleo que de ella se haga. En s mneutral, ni buena ni mala, y cualquier parecer definitivo que podamos tener acerca de lo que or a esto o aquello debe provenir de alguna fuente que no sea la ciencia.

A pesar de la profunda influencia que ejercen en la vida moderna los hombres de ciencia, suchos aspectos, menos poderosos que los polticos. Hoy da los polticos tienen ms influenque jams tuvieron en ninguna otra poca de la historia de la humanidad. Su relacin co

mbres de ciencia es como la de los magos de Las mil y una noches con los duendecillos. El dce cosas asombrosas que el mago no podra hacer sin su ayuda; pero las hace slo porquee que las haga, no obedeciendo a un impulso propio. As ocurre hoy con los investigadores

erga atmica; un gobierno se apodera de ellos en sus hogares o en alta mar, y los pone a tralavos, segn el azar de su captura, de un lado o del otro. El poltico, cuando triunfa, no est emejante coercin. La carrera ms asombrosa de nuestros tiempos ha sido la de Lenin. Despejecucin de su hermano por el gobierno zarista, pas siete aos en la pobreza y en el destiepronto, en unos cuantos meses, lleg a dominar uno de los estados ms grandes. Y este dofue como el de Jerjes o Csar, meramente el poder de disfrutar del lujo y de la adulacin, q

haber existido l cualquier otro hombre hubiera disfrutado. Fue el poder de moldear un vastnforme a un plan concebido en su mente, de alterar la vida de todos los trabajadores, de todmpesinos y de todas las personas de la clase media; de instituir un tipo de organizmpletamente lauevo, de convertirse de un extremo a otro del mundo en el smbolo de un evo, admirado por algunos, execrado por muchos, pero de ninguno ignorado. Ni el sueo galmano poda haber sido ms terrible. Napolen afirmaba que se puede hacer todo co

yonetas excepto sentarse encima; Lenin refut la excepcin.Los grandes hombres que se destacan en la historia han sido, en parte, bienhechores

manidad y, en parte, todo lo contrario. Unos, como los grandes innovadores religiosos y mo

n hecho cuanto estaba en su poder para que los hombres sean menos crueles unos con otros, nerosos en sus simpatas. Algunos, como los hombres de ciencia, nos han proporcio


24/52

nocimientos de los procesos naturales, que por muy mal que se utilicen, deben considerarsesmos como algo magnfico. Otros, como los grandes poetas, compositores y pintores, han d

undo esplendores y bellezas, que, en momentos de desaliento, contribuyen a hacer ms sopoespectculo del destino humano. Pero otros, igualmente capaces, igualmente eficaces a su mn hecho todo lo contrario. No creo que la humanidad haya ganado nada con la existencia de Gn. No s qu beneficio nos aport Robespierre, y, a mi juicio, no hay ninguna razn pararadecidos a Lenin. Pero todos estos hombres, as los buenos como los malos, tienen una cue no quisiera ver desaparecer del mundo, una cua Udad de energa e iniciativa persondependencia de criterio y de visin imaginativa. Un hombre que posea estas cualidades puede ucho bien, o mucho dao, y si la humanidad no ha de hundirse en la somnolencia, estos hocepcionales deben encontrar campo de accin, aunque es de desear que sus actos sean pneficio de la humanidad. Entre el temperamento de un gran criminal y el de un gran estadista ber menos diferencia de la que suele creerse. Es posible que si un encantador hubiera cambiapitn Kidd y a Alejandro Magno uno,por otro, al nacer, el uno hubiera seguido la carrera qlidad fue realizada por el otro. Otro tanto puede decirse de algunos artistas; las memorinvenuto Cellini nos representan a un hombre sin el respeto por la ley que todo ciudadano nbe tener. En el mundo moderno, y, ms an, por lo que podemos prevenir, en el mundo ximo, es y seguir siendo casi imposible para un individuo llevar a cabo ima obra de imporno consigue dominar una vasta organizacin. Si logra llegar a ser jefe de un Estado, como La poseer el monopolio de una gran industria, como Rockefeller, o a dominar el crdito, cociano Pierpont Morgan, su accin puede tener repercusiones importantes en el mundo. Y lo mcaso de ser un hombre de ciencia, si convence a algn gobierno de que su labor puede ser guerra. Pero el hombre que trabaje sin la ayuda de una organizacin, como el profeta hebreta, el filsofo solitario a lo Spinoza, ya 25 no puede abrigar la esperanza de alcanzportancia que los hombres de su clase llegaban a tener en pocas pasadas. Este cambio afentfico tanto como a hombres de otros tipos. En el pasado, los hombres de ciencia realizaba

dos sus trabajos por s solos, pero hoy necesitan un equipo y un laborator io con muchos ayud

to slo lo puede obtener mediante el favor de un gobierno, o en Norteamrica, de hombresos. Por tanto, ha dejado de ser un trabajador independiente, para convertirse en esencia enegrante de alguna organizacin de importancia. El cambio es muy de lamentar, porque erobable que fueran beneficiosas las cosas que un hombre poda hacer en la soledad que laede hacer nicamente con la ayuda de los que estn en el poder. Quien desee influir eestiones humanas slo lograr triunfar como esclavo o como tirano; puede llegar a ser, ltico, el jefe de un Estado, o vender su trabajo al gobierno como hombre de ciencia, pero eso deber servir a los propsitos del rgimen y no a los suyos propios.

Y esto es aplicable no slo a los hombres de rara y excepcional grandeza, sino a una a

ala de talentos. En las pocas en que hubo grandes poetas, hubo tambin un gran nmero de pnores, y cuando haba grandes pintores haba gran nmero de pintores de segundo ordenandes compositores alemanes surgieron en un medio donde se apreciaba la msica y dchos msicos de menor vala podan tambin destacarse. En aquellos das la poesa, la pintur

sica formaban parte vital de la vida ordinaria del hombre comn, como ahora lo es sporte. Los grandes profetas fueron hombres que se destacaron de entre una multitud de prnores. La inferioridad de nuestra poca, en esos aspectos, es el resultado inevitable de q

ciedad est centralizada y organizada hasta un grado tal que la iniciativa individual ha queducida a un mnimo. Siempre que el arte prosper en el pasado, por regla general f

mimidades pequeas que tenan rivales entre sus vecinos, tales como las ciudades-Estaecia, los pequeos principados del Renacimiento italiano, y las pequeas cortes de los gobern


25/52

manes del siglo 3cvin. Cada uno de estos gobernantes deba tener su msico, que a veces resun Johann Sebastian Bach, pero aunque no lo fuera, siempre poda demostrar su mrito. Hay

las rivalidades locales que es esencial en esas preocupaciones, un algo que intervino inclusonstruccin de las catedrales, pues cada obispo deseaba tener una catedral ms hermosa que ispo vecino. Sera bueno que en las ciudades fuera posible desarrollar un orgullo artsticimulara a una rivalidad mutua, y que cada una poseyera su escuela propia de msica y pispreciando al mismo tiempo la escuela de la ciudad vecina. Pero un patriotismo local uraleza no es fcil que prospere en un mundo de imperios y de libertad de desplazamientmbre de Manchester no abriga fcilmente los mismos sentimientos hacia un hombre de Shee los de un ateniense respecto a un corintio, o que los de un florentino respecto a un venero, a pesar de sus dificultades, considero que si se quiere impedir que la vida humana se 26da vez ms incolora y montona, tendr que atacarse el problema de aumentar la importanlocalidades.

El salvaje, a pesar de pertenecer a una pequea comunidad, vivi sin que sta pusiera grbas a su iniciativa. Las cosas que quera hacer, por lo general cazar y guerrear, eran la

mbin queran hacer sus vecinos, y si acaso senta inclinacin por la hechicera, le bastabnquistar el favor de algn hechicero ya eminente en esta profesin, y heredar con el tiempderes mgicos. Si era un hombre de talento excepcional, poda inventar algn perfeccionamlas armas, o un nuevo sistema para cazar. Estas innovaciones no slo no provocaban la hostla comunidad, sino que, al contrario, eran bien recibidas. La vida del hombre moderno eserente. Si se pone a cantar en la calle, lo toman por borracho; si baila, lo reprende un policorpecer el trfico. Su jornada de trabajo, a menos que sea excepcionalmente afortunado, couna labor montona para producir algo que se apreciar, no por ser bella obra de arte, coudo de Aquiles, sino por ser til. Una vez terminada su jornada, no puede, como el paslton, contar sus cuitas bajo el espino del vallecico, porque no suele haber vallecico cernde l vive, o, si lo hay, est lleno de latas vacas. Y siempre, en nuestro modo decesivamente regularizado, le obsesiona el pensamiento del maana. De todos los preceptos d

angelios, el que ha pasado ms inadvertido para los cristianos es el de no pensar para nadaana. Si es prudente, el pensar en el da que vendr le inducir a ahorrar; si imprudente, ten

rensin de no poder pagar sus deudas. En cualquier caso, el momento presente pierde su endo est organizado, nada es espontneo. Los nazis organizaron La Fuerza por la Alegra,alegra prescrita por el gobierno es probable que no sea muy alegre. Tambin para los que tbiciones loables, el efecto de la centralizacin los enfrenta con la competencia de un gran nrivales, y les obliga a someterse a las normas de un gusto demasiado uniforme. Si alguien pintor, no se sentir satisfecho con competir con las personas del mismo pueblo que teng

sma apiracin, y tendr que irse a alguna escuela de pintura en una metrpoli

obablemente acabar por comprender que es una mediana, y una vez que llegue a esta concentrar tal desaliento que sentir la tentacin de tirar los pinceles y dedicarse a hacer dinerber, pues para llegar a ser algo notable es esencial cierto grado de confianza en uno mismo.lia del Renacimiento se poda tener esperanzas de ser el mejor pintor de Siena, y esta poda ser suficientemente honrosa. Pero ahora uno no se contentara con formarse en un pqueo y competir con sus vecinos. Sabemos demasiado y sentimos demasiado poco. Por lo mntimos muy poco de esas emociones creadoras en que se basa una vida digna. Somos papecto a lo que es importante y activos respecto a las cosas triviales. Si la vida ha de salvarurrimiento interrumpido slo por el desastre, hay que encontrar medios de restablecer la inic

dividual, no slo en las cosas triviales, sino en las cosas que realmente 27 importan. No qcir con esto que debamos destruir aquellas partes de la organizacin moderna de las que depe


26/52

stencia misma de grandes poblaciones, sino quiero dar a entender que sera conveniente qganizacin fuera mucho ms flexible, que gozara de mayor autonoma local, y menos opra el espritu humano, por su inmensidad impersonal, de lo que ha llegado a ser graciascimiento increblemente rpido y a su centralizacin, cuyo ritmo no han podido seguir nunera de pensar y nuestros sentimientos.


27/52

V.

L CONFLICTO ENTRE LA TCNICA Y LA

ATURALEZA HUMANA

Son muchas las cosas por las que el hombre se distingue de los dems animales. Una densiste en que siempre est dispuesto a emprender actividades que en s mismas son desagrad

ando son medios para los fines que desea. Los animales hacen cosas que, desde el punto de vislogo, parecen tener un propsito determinado: los pjaros construyen nidos, y los casros. Pero hacen estas cosas por instinto, obedeciendo a un impulso, y no porque se den cue

e son tiles. Desconocen el autodominio, la prudencia y la previsin y no reprimen sus impr la voluntad. Los seres humanos hacen todo esto, pero cuando sobrepasan el lmite quraleza humana puede sopor tar, sufren un castigo psicolgico. Parte del castigo es inevitable

da civilizada, pero otra parte es innecesaria y podra remediarse con una organizacin erente.

Para el hombre primitivo el conflicto entre los medios y los impulsos fue casi desconocidza, la guerra y la reproduccin eran necesarias para la supervivencia y para el progreso evolro no constituan la razn que les mova a dedicarse a tales actividades; sino que lo hacan pro hecho de que les proporcionaban placer. Con el tiempo, la caza se convirti en un pasatirico ocioso; perdi su utilidad biolgica pero continu siendo agradable. La lucha espon

pirada directamente por el impulso, slo se permite ahora a los colegiales, pero persiste el inmbativo, y, si se le niega una salida mejor, encuentra expresin principalmente en la guerra.

Sin embargo, el hombre primitivo tambin se dedicaba algunas veces a actividadensideraba tiles ms bien que intrnsecamente atractivas. La fabricacin de utensilios de pmenz en una etapa primitiva de la evolucin humana, y as se inici el largo proceso que har resultado nuestro complejo sistema econmico actual. Pero al comienzo de la Edad de Pie

sible que el placer de la creacin artstica y la esperanza de un aumento de poder contribuyeavizar las fases tediosas del trabajo. Cuando el recorrido que va de los medios al fin masiado largo, los propios medios resultan atractivos si el fin se desea ardientementuchacho har un gran esfuerzo por subir a lo alto de una colina con un deslizador a cuestas, sin de los breves momentos felices de 28 la bajada; nadie lo apremia a persistir en su tareastante, aunque resople y jadee, se siente contento. Pero si en lugar de la recompensa inmediatomete que a los setenta aos se le conceder una pensin para la vejez, su energa deidamente.

Un impulso creador puede inspirar esfuerzos mucho ms prolongados que los del much

n el deslizador, sin que dejen de ser espontneos. Un hombre llega a soportar aos de penaliigros y privaciones para intentar escalar el Everest o arribar al Polo Sur o hac

scubrimiento cientfico, y vivir durante todo este tiempo, como el muchacho del deslizadmona con sus propios impulsos con tal de que desee con ardor un fin y ponga su orgulncer obstculos. Como deca el indio americano: en ello hay gloria.

La aparicin de la esclavitud inici el divorcio entre la finalidad de la obra y las finalidadtrabajadores que la ejecutaban. Las Pirmides se construyeron para perpetuar la gloria d

raones; los esclavos que realizaban el trabajo no compartan la gloria y trabajan solamentedo al ltigo del capataz. De la misma manera, la agricultura, cuando estuvo a cargo de escla

rvos, tampoco aport una satisfaccin directa a los que realizaban realmente el trabajo; su isfaccin consista en estar vivos y, si tenan suerte, libres de dolor fsico.


28/52

En tiempos modernos, antes de la Revolucin Industrial, la disminucin de la servidumbrsarrollo de la artesana acrecent el nmero de trabajadores que eran sus propios patronos, yr lo tanto, podan sentir cierto orgullo por lo que producan. Estas circunstancias fueron laomovieron el tipo de democracia preconizado por Jefferson y la Revolucin Francesa, y qndaba en la existencia de un gran nmero de productores, ms o menos independientes, en conn las inmensas organizaciones econmicas que ha creado la tcnica moderna.

Consideremos una gran empresa dedicada por ejemplo a la fabricacin de automvilealidad de la organizacin es hacer automviles, pero la de los obreros es ganarse un jbjetivamente, no existe una finalidad comn. Slo los propietarios y los gerentes concuerdanalidad sin que la compartan en absoluto la mayora de los que ejecutan el trabajo. Tal vez alsientan orgullosos de la excelencia de los automviles fabricados, pero la mayor parte se intncipalmente, a travs de sus sindicatos, en los jornales y las horas de trabajo.

Este mal obedece principalmente a la mecanizacin combinada con la organizacin encala. Debido a la primera condicin, ningn hombre fabrica por s solo una gran parte omvil, sino nicamente una pequea porcin de alguna parte determinada; el trabajo en ge

quiere poca habilidad y resulta muy montono. Debido a la segunda condicin, la organizacian escala, en el grupo que fabrica un automvil colectivamente no existe el sentido de solidare la direccin y los empleados. Hay solidaridad entre los trabajadores, y puede haberla tamre los directores. Pero la solidaridad de los obreros no tiene nada que ver con el producto bajo; concierne exclusivamente a la disminucin de las horas de labor. La direccin puede gullo por los productos, pero cuando una industria est enteramente comercializada se tiensar slo en los beneficios que pueden aumentarse con mayor facilidad por medio de la pubUe mejorando la calidad del producto.

Dos factores han contribuido a restar importancia al trabajo primoroso. Primero, la invedinero y, ms tarde, la produccin en masa. El dinero hizo que se valorase un artcu

nsumo por su precio, que no es propiedad intrnseca, sino una abstraccin compartida conculos. Las cosas que no han sido hechas para el intercambio pueden valorarse por lo que so

r lo que se puede comprar con ellas. Los jardines de las casas de campo suelen ser encantadeden haber costado un gran esfuerzo, pero no fueron hechos con miras a ninguna remunernetaria. Los trajes de los campesinos, que ahora apenas existen, salvo para embeleso distas, los hacan las familias de los que los usaban, y no tenan precio. Los templos de la Acras catedrales medievales no fueron erigidos con fines lucrativos y no eran cosas propias percambio. Poco a poco, una economa monetaria fue reemplazando a una economa en qusas se producan para el uso del productor, y este cambio ha sido la causa de que los bienrecian por su utilidad ms bien que por el placer que proporcionan.

La produccin en masa ha llevado este proceso a nuevos extremos. Pongamos por caso

ricante de botones: por muy excelentes que sean sus botones, no querr ms que unos cuantopropio uso. El resto desear cambiarlos por alimentos, una vivienda, un automvil, la educsus hijos, etc. Lo nico que estas cosas tienen de comn con los botones es el valor monetasiquiera el valor de los botones es lo importante para nuestro hombre; lo que realmente le imel beneficio, es decir, la diferencia entre su precio de venta y su costo de produccin, beneficede aumentar disminuyendo su excelencia intrnseca. En efecto, la substitucin de mtodomitivos por la produccin en masa suele causar, por lo general, una prdida de la excernseca.

Hay otras dos consecuencias de la organizacin moderna, adems de las ya mencionada

nden a disminuir el inters del productor en el producto. Una consiste en lo remoto dultados que se espera alcanzar por el trabajo; la otra en el divorcio entre la direccin


29/52

bajador.Respecto a lo remoto de los resultados, consideremos a un individuo que, en la actua

liza una tarea subordinada en la fabricacin de algn artculo de exportacin, pongamos pora vez un automvil. Se le dice con mucha insistencia que la campaa para aumentaportaciones es necesaria para t]ue podamos importar vveres. Los alimentos que se adqumo resultado de su trabajo no llegarn a l personalmente, sino que se repartirn entre los cullones de personas, ms o menos, que viven en la Gran Bretaa. Si falta un da a la fbrica, no patente para la economa nacional, y slo haciendo un esfuerzo intelectual podr llegar aenta del perjuicio que causa con no trabajar ms de lo que es imprescindible para conservpleo. Pero todo cambia totalmente cuando la necesidad es obvia y apremiante, como ocurrmplo, en un naufragio. En un naufragio, los miembros de la tripulacin obedecen las rdencesidad de razonar consigo mismos, porque todos tienen un propsito comn que no es rem

medios para su realizacin son fciles de comprender. Pero si el capitn, como le sucebierno, tuviera que explicar los principios monetarios para demostrar que sus rdene

udentes, el barco se hundira antes de que pudiese terminar la conferencia.El divorcio entre la direccin y el obrero ofrece dos aspectos, uno de los cuales es el con

nflicto entre el capital y el trabajo, mientras cue el otro consiste en un mal ms general que odas las grandes organizaciones. No es mi propsito hablar sobre el conflicto entre el trabajpital, pero el distanciamiento de los elementos directivos en una organizacin, ya sea polonmica, ya sea bajo el capitaUsmo o bajo el socialismo, es un tema algo menos trillado rece consideracin.

Como quiera que se organice la sociedad, es inevitable una amplia zona de conflicto eners general y el inters de este o el otro sector. Un aumento en el precio del carbn puedntajoso para la industria del carbn y originar un aumento en los jornales de los mineros, pesventajoso para todos los dems. Cuando los precios y los jornales son fijados por el Gobmpre habr personas a quienes defrauden sus decisiones.

Las consideraciones que debe tener en cuenta el Gobierno son tan generales y en aparienc

nas a la vida cotidiana de los trabajadores, que es muy difcil presentarlas de una mnvincente. Una ventaja concreta siempre se percibe ms fcilmente que una desventaja vao se debe que sea difcil para los gobiernos resistir la inflacin, y que, cuando lo hacepongan a hacerse impopulares.

Un Gobierno que acta verdaderamente en inters del pblico en general, cor re el riesgo dda sector diferente considere que ignora intencionadamente los intereses de ese determinado sta dificultad tiende a aumentar en una democracia a medida que se hace mayor el graervencin gubernamental.

Adems, sera de un optimismo infundado esperar que los gobiernos, incluso los democr

ren siempre pensando en lo que es mejor para el inters pblico. He hablado antes de algunmales relacionados con la burocracia; voy a considerar ahora los que existen en la relacincionario con el pblico. En una comunidad altamente organizada, las personas que desem

funciones de Gobierno desde los ministros hasta los funcionarios municipales ms insignifilas oficinas locales, tienen sus intereses particulares propios, que no coinciden, ni mucho m

n los de la comunidad. Entre estos intereses predominan el amor al poder y la aversin al trfuncionario que dice no a un proyecto satisface a un mismo tiempo su inclinacin al ejela autoridad y su repugnancia al esfuerzo. Y as liega a parecer y, hasta cierto punto, a s

alidad, el enemigo de aquellos a quienes se supone que debe servir.

Tomemos como ejemplo las medidas que es necesario adoptar para hacer frente a una esvveres. La dificultad para obtener alimentos puede inducir a la persona que posee una par


30/52

bajar de firme, si se le permite utilizar los productos de su trabajo como suplemento diones. Pero la mayor parte de la gente, que no se dedica a la agricultura, tiene que comprarvveres. Bajo un rgimen de laissez-faire, los precios subiran y todos, excepto los

riran las consecuencias de la desnutricin. Pero aunque nada de esto deje de ser cierto, scos los que agradecemos debidamente los servicios que prestan las seoras de las oficinastecimiento, y raro es tambin encontrar entre ellas funcionaras que mantengan, a pesansancio y las preocupaciones, una actitud benvola hacia el pblico. Al pblico, aunque sea inas seoras le parecen dspotas ignorantes; a ellas el pblico les parecer aburrido, exigepido, gente que siempre est perdiendo cosas o cambiando de direccin. En esas condicionfcil ver cmo puede establecerse una verdadera armona entre el Gobierno y el gobernado.

Es posible oponer diversas objeciones a los medios que, segn se ha comprobado, produsta el presente una armona parcial entre las formas de sentir particulares y el inters pblico.

El camino ms fcil y evidente para conseguir la armona es la guerra. En una guera dando est en peligro la existencia misma de la nacin, es fcil inducir a todo el mundo a tran voluntad, y si se considera competente al Gobierno se obedecern sus rdenes de buen grauacin es anloga a la que se produce en un naufragio. Pero a nadie se le ocurrira abogar pufragios como medio de

Bertrand Russell - Autoridad e Individuo

Documents

Transcript of Bertrand Russell - Autoridad e Individuo