A Cidade Filmada

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    508   +   Jean-Louis Comolli

    ' , , -tador: la pulsión escópica conectada Con el pulso de la ciudad. Constante-mente la operación cinematográfica -que insiste de manera obsesiva en po-ner en relación los cuerpos filmados con el sujeto-espectador- intenta, fil-mando la ciudad anónima y masiva, restablecer allí signos de distinción(Vertov); diferencias, por lotanto relaciones, incluso las conflictivas (Oliveira);el afecto, tanto positivo como negativo (Vigo). EI cine no se contenta conproducir la ciudad como gran máquina deseante, produce también su rever-so, su negativo, su maldición: el miedo de las ciudades, la ciudad de los mie-dos. Basta con evocar algunos filmes de F.W. Murnau, de Nosferatu   (1921)   aSunrise   (1927)   pasando por   Der Letzte Mann   (1924),   para ver montar lossignos de la perdición urbana, la peste, la locura, la alienación, la perver-sión... en el mismo momento en el que dei otro lado de la pantalla la ciudad \\.es exaltada como fiesta moderna. Es preciso esperar bastante tiempo en lahjstoria del cine y  de la historia de este siglo para que este paradigma cam-b~~ bue~ o mala, la ciudad es siempre filmada como neurál ica. Es nece-sario esperar a uno de los hec os estéticos mayores de nuestro tiempo (notemo usar el término "estético" en su sentido más responsable), quiero men-

    cionar las ciudades arrasadas por los bo'mbardeos de la Segunda GuerraMundial: Dresden, Berlín, Hiroshima, Nagasaki, para que cambie radical-mente la relación ciudadl cine. Sucede que la catástrofe se volvió espectáculode la catástrofe; que, por primera vez en la historia, estas ciudades destrui-das fueron filmadas y que vimos esto en imágenes documentales. A dlez anosde distancia, dos filmes testimonian la mutación brutal que, después del des-encadena~iento de fuerzas de~tiuctivas, afecta el ver yel oír, mina la posibi-lidad misma de filmar, suspénde toda relación:   Allemagne année zéro   deRoherto Rossellini   (1948)   y Hiroshima mon amour  de Alain Resnais   (1959).La ciudad filmada.l...~~laciµdag deslOJj~IDo reconstruir no lª~ad,~ino el.lugar deI espectador freJltg,.a_~~~i&m~estadestrucción? t.a ciudad en ruinas es ciertamente un decorado más fantástico

    -~.~.~-.~~ 

    que la ciudad reconstruida de los estudios que caracteriza el cine de antes dela guerra, pero elvínculo se rompió y el cine no puede hacer menos que con-frontar la impotencia de los hombres con la indiferencia de las ruinas. El cineconstata que la ciudad se ha convertido en lo contrario de una máquinadeseante, una máquina indiferente: lcómo los filmes no darían testimoniodeI malestar mismo que tiene el cine cuando filma la indiferencia? Fría, pa-ralizada, reticente, encerrada en el rechazo, fuera deI sentido y deI impulso,es así como se encuentra filmada la ciudad de Milán en  Europe 51  (Rossellini),

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    así como en  La Notte   (Michelangelo Antonioni,   1961);  caóticos y congeladosl,radicalmente indiferentes, son filmados los suburbios de las ciudades en

     L'amour existe (Maurice Pialat,  1961),  enAccatone  (Pier Paolo Pasolini,  1961).Desde la herida mayor de este siglo (los campos de exterminio nazis), esta-mos en la tentativa desesperada deI cine de corregir aquello que le es imposi-

    ble aceptar: la neutralidad atroz de toda cosa. La indiferencia o el despreciodeI hombre por sÍ mismo, por los otros hombres y por el mundo, esto es loque a partir de ahora se trata de filmar. La ciudad participa de esta retirada yel cine, que no puede hacer gran cosa allí, despliega tesoros de puesta enescena para Ilegar a hacer que toda esta indiferencia no sea indiferente parael espectador.

    Síntoma: ellugar actual de la publicidad en las ciudades habla de lanormalización deI deseo, su puesta en cuadro. No hay más fuera de campo:todo el espacio y todo el tiempo están ocupados por imágenes de marcas.lCómo filmar las calles sin filmar carteles publicitarios, qué hacer con la sa-turación deI paisaje urbano por la publicidad? El cine no vivemás una histo-ria de amor con la ciudad. Haría falta un deseo libre de todo marketing. Mo-derna utopía. "Fin de la ciudad, incluso de la ciudad moderna, como espaciodeterminado, cualitativo, como síntesis original de una sociedad" (JeanBaudrillard). Frente a la ciudad dominante actual, la de los publicitarios, delos turistas, de la vigilancia generalizada, quedaría para el cine la tarea dereencontrar la ciudad deI uerrillero tal como la filmó Robert Kramer   Ice,1970 :   a ciu a gue escapa aI espectáculo, que se despliega de improviso, la~dad mental. Lo contrario de las visiones domin~s de los poderes. Esta

    .,..5iudadin'visible, diria que ~s aÇ!ueIladeI cine docun;ental, la ciudad gue seguarda como rese~~del c\ladro, que no se deja mirar,/ gue se

    •ocul ta de la toma. Marsella, s i les]arece. . .

    Notas / La ciudad filmada

    1. Publicado en el catálogo deI Festival de cine de Salônica.