2012 Principales Autoridades Represaliadas

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  • De las urnas al paredn: la represin franquista en Castilla y Len coordinadores, Javier Rodrguez Gonzlez, Enrique Berzal de la Rosa. Valderas, Len: Fundacin 27 de Marzo, 2012. ISBN 978-84-616-1998-6

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    Principales Autoridades Represaliadas

    por los Sublevados en Salamanca durante

    la Guerra Civil Espaola

    Severiano Delgado Cruz con la colaboracin de Isabel Nez Paz

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    Principales Autoridades Represaliadas

    por los sublevados en Salamanca

    durante la Guerra Civil Espaola

    Severiano Delgado Cruz

    Desde la lectura del bando de declaracin del estado d~ guerra el 19 de julio de 1936, en la Plaza Mayor de Salamanca, la detencin de las autoridades representantes del orden constitucional fue uno de los primeros objetivos de los sublevados. En Salamanca no se produjeron detenciones significativas dentro de las fuerzas armadas, ya que todos los mandos militares se plegaron a la nueva situacin, pero s se produjo un importante descabezamiento de la administracin local, es decir, la Diputacin Provincial y los ayuntamientos, as como del gobierno civil y la representacin parlamentaria de la provincia.

    En este artculo nos limitaremos a resear lo ocurrido con las prin-cipales autoridades: el gobernador civil, los diputados a Cortes, el pre-sidente de la Diputacin y los alcaldes de Salamanca, Bjar, Ciudad Rodrigo y Pearanda de Bracamonte.

    El gobierno civil lo desempeaba Antonio Cepas Lpez, de Iz-quierda Republicana. Diputados a Cortes eran Casto Prieto Carrasco (Izquierda Republicana), Jos Andrs y Manso (PSOE), Valeriana Ca-sanueva Picaza (PSOE), Filiberto Villalobos Gonzlez (liberal dem-crata), Jos Mara Gil Robles (CEDA), Cndido Casanueva Gorjn (CEDA) y Jos Cimas Leal (CEDA). El presidente de la Diputacin Provincial era Antoln Nez Bravo (Unin Republicana). Por ltimo, la alcalda de Salamanca era desempeada por el tambin diputado Cas-to Prieto Carrasco, la alcalda de Bjar por Eloy Gonzlez Benito, la de Ciudad Rodrigo por Manuel Martn Cascn y la de Pearanda de Bracamonte por Salvador Ruiprez Cristbal.

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    El Gobernador Civil

    El gobierno civil lo desempeaba desde el 8 de mayo de 1936 el capitn de Intendencia retirado Antonio Cepas L6pez, de Izquierda Republicana. A l le toc6 vivir el momento crucial en que se produjeron las primeras muertes a causa de la guerra civil en Salamanca.378

    El 18 de julio de 1936, sbado, la vida transcurra en Salamanca con normalidad, a pesar de las noticias que comenzaban a llegar por medio de la radio acerca del levantamiento del ejrcito en frica, con-firmando los rumores sobre la inminencia de un golpe de estado que se haban difundido en los ltimos das.

    Al medioda, una compaa de la guardia de Asalto, mandada por el capitn Jess Valds, sali6 para Madrid, siguiendo 6rdenes del Gobierno.

    El Ayuntamiento celebr por la tarde sesin plenaria, bajo la presi-dencia del alcalde Casto Prieto Carrasco, para debatir acerca de asuntos corrientes, sesiones que terminaron a las nueve de la noche, mientras que la comisi6n gestora de la Diputacin Provincial, presidida por An-roln Nez Bravo, tambin desarrollaba una reunin ordinaria; al final de la misma, el gestor provincial Manuel de Alba Ratero hiw constar el apoyo del grupo socialista ante la difcil situaci6n por la que atraviesa el Gobierno de la Repblica, exigiendo la adopcin de medidas rigurosas y enrgicas para oponerse a toda maniobra fachista, apoyo al que se sum6 el grupo de Izquierda Republicana.

    A las ocho de la tarde, el gobernador Cepas encarg6 al comisario de polica que mandara llamar a su despacho al coronel Jos Servi Sn-chez, de la Caja de Reclutas, el cual se present en el gobierno civil de paisano y se entrevisr6 con el gobernador en su despacho. El gobernador

    378 La mayor parte de la informacin recogida en este apartado procede del expediente militar abierto a Antonio Cepas Lpez, que se conserva en el Archivo Militar Intermedio del Ferrol, caja 101, causa 1098, al que corresponden las frases entrecomilladas. Se han utilizado tambin los expedientes de Arcadio Lucas Velasco (caja 110, causa 1199), Segismundo Snchez Grande (caja 99, causa 1082) y Nemesio Fernndez Fernndez (caja 81, causa 721).

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    Pnncipale.< Aurnridade< Represalia

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    comandante militar para preguntarle por la situacin militar de la pobla-cin, y alguna vez tambin le llam el general, pero en todas las ocasiones el general dijo que la normalidad era absoluta, aunque se quej de que algunos grupos obreros rondaban los cuarteles, incomodando a los ofi-ciales, por lo que el gobernador dio orden a la polica de que vigilara este asunto, as como recomend a algunas personas de las organizaciones obreras que se encontraban en el gobierno civil que dieran instrucciones para que esos grupos se retiraran de aquellos parajes, cosa que se hizo.

    El diputado Manso trat de organizar cierta resistencia repartien-do algunas pistolas en su propio domicilio (calle de las Heras, 1) y en-comend a su secretario y jefe de las Juventudes Marxistas Unificadas, Antero Prez, que se trasladara a Ciudad Rodrigo durante la noche para organizar all la resistencia.

    Los militantes de las organizaciones obreras se fueron reuniendo en la Casa del Pueblo (calle del Arco de la Lapa), donde haban puesto una radio en la ventana para escuchar las noticias. Algunos miembros de las Juventudes Marxistas Unificadas se fueron reuniendo en sus ofi-cinas (calle de San Pablo, 72), donde se formaron varios grupos: lama-yora, que no tenan pistola, deban quedarse en las oficinas a la espera de instrucciones; otros deban ir a los alrededores de los cuarteles para vigilar los movimientos militares; los pocos que tenan pistolas forma-ron grupos que, provistos de un salvoconducto firmado por el diputado Manso, se dirigieron al fielato del paseo de Canalejas, al paseo de Car-melitas (para custodiar la vivienda de Casto Prieto) y a las Cuatro Ca-lles. En rotal, entre los que se quedaron y los que salieron, no pasaran de quince o veinte jvenes.

    En la tarde del 18 de julio, el regimiento de Caballera Calatrava ha-ba despachado dos enlaces a Valladolid para informarse de lo ocurrido en esa plaza, los cuales regresaron a Salamanca por la noche. En Valladolid, los generales Andrs Saliquet y Miguel Ponte, siguiendo las instrucciones elaboradas por el general Emilio Mola, se haban apoderado del mando de la V11 Divisin, deteniendo en su despacho al general Molero sobre la medianoche y declarando el estado de guerra a las dos de la maana.

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    Principales Auwridades Represaliadas por los Sublevados ~n Salaman

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    Despus de la llamada del general, Cepas cit a su despacho al diputado Manso para rogarle que influyera ante las organizaciones obreras para que le secundaran en su actitud. Manso telefone desde el propio despacho del gobernador a varias personas y se qued junco al gobernador a la espera de acontecimientos.

    A las once de la maana entraron en la Plaza Mayor un escuadrn de Caballera mandado por el capitn Jos Barros Manzanares, por el arco de la calle de Prez Pujo! (Concejo), y un piquete de Infantera mandado por el teniente Marcelino Velasco Grande, por el arco de la calle del Doctor Riesco (Toro). Todos ellos iban con casco de acero en la cabeza. La Plaza Mayor se encontraba en aquellos momentos repleta de pblico, ya que era la hora del paseo habitual, mucha gente haba ido a informarse de lo que estaba ocurriendo y adems estaban saliendo de misa de la iglesia de San Martn. En aquellos momentos el pblico no saba si los soldados estaban con el Gobierno de Madrid o se haban unido a la sublevacin.

    A esas horas se haba reunido en la Plaza un grupo de militantes de las Juventudes Marxistas Unificadas formado por Jos Collantes, Arca-dio Lucas Velasco (ambos camareros del caf Astoria), Flix Palomero Rivas, Aguscn Froufe Carlos, Segismundo Snchez Grande y Manuel Manchado. 379

    Tambin se encontraban en el interior del caf Las Torres de la Plaza Mayor los catedrticos Miguel de Unamuno y Ramos Loscertales.

    -'79 Antera Prez Rodrguez, presidente de las Juventudes Marxistas Unificadas, fue fusilado en

    ejecucin de sentencia de consejo de guerra. E! grupo de las Juventudes que se encontraba en la Plaza Mayor junto al caf Asroria fue

    acusado de ser los autores de la agresin contra el piquete de Infantera, en especial Arcadio Lu-cas, el nico que tena una pistola. Arcadio estuvo huido varios das en el campo y fue detenido cuando regres a Salamanca.

    Arcadio Lucas Velasco, Flix Palomero Rivas y Agustn Froufe Carlos fueron fusilados en ejecucin de sentencia de consejo de guerra. Segismundo Snchez Grande, por tener 17 aos fue condenado a 20 aos de reclusin. Sali en libertad en 1948.

    Jos Callantes y Manuel Manchado fueron detenidos en su domicilio por unos falangistas y desde entonces estn desaparecidos.

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    Principales Autoridades Repres.aliadas por !os Sublevados en Salamanca durante la Guerra Civil E.spaflola

    Por la parte del caf Novelcy se encontraban los habituales de la tertulia de jvenes abogados, como Luis Clavijo Cano. 380

    Abrindose paso entre el gento y los jardincillos que decoraban la Plaza, los militares tomaron posiciones en el centro de la Plaza, donde se form un espacio vaco a su alrededor. El capitn Barros, montado a caballo, ley el bando de declaracin del estado de guerra dictado por el general Saliquet, que finalizaba con un "Viva Espaa" ampliamente contestado por los presentes.

    Tras dejar algunos bandos sujetos a las farolas, anee los que se arre-molin la gente, el escuadrn de Caballera sali de la Plaza por el arco del Poeta Iglesias para bajar por la calle de San Pablo hacia la carretera de circunvalacin y montar puestos de control en los puentes, mientras que el piquete de Infantera al mando del teniente Marcelino Velasco se dirigi a ocupar el gobierno civil, en la calle del Prior, formndose una aglomeracin de personas bajo los soportales, al dejar paso a los militares. Cuando el piquete se encontraba a la altura del caf Astoria y la sombrerera Argeso, se oy un grito de "Viva la Repblica" que fue unnimemente contestado por el pblico, al tiempo que un disparo procedente del interior de los soportales de la Plaza hiri al cabo Julin Riao lvarez.381 De inmediato el piquete de soldados hizo una descar-ga contra la masa, resultando muertas en el acto cinco personas (cuatro hombres y una nia). La muchedumbre que se encontraba en la Plaza sali huyendo y en poco tiempo qued desierta no slo la Plaza Mayor, sino las calles de Salamanca. La Cruz Roja se hizo cargo de la atencin a las vctimas del tiroteo.

    Aproximadamente a las doce lleg al gobierno civil el piquete de Infantera. El gobernador civil hizo entrega del mando "sin ninguna resistencia" al teniente Velasco. Cepas pidi al teniente proteccin para

    1so Expediente de Luis Clavija Cano en el Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 136, causa 1691. -

    1s1 No est claro si despus de "Viva la Repblica" alguien grit "Viva la revolucin so-

    cial."

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    el diputado Manso, que se encontraba en el despacho, a lo que el militar accedi, saliendo el diputado libremente del gobierno civil.

    La transmisin de poderes se realiz "sin ms incidentes, segn refe-rencias del propio oficial que mandaba el piquete, de que al pasar por la Plaza Mayor las fuerzas que iban al gobierno civil hubo un grito de 'Viva la Repblica' al que contest la fuerza disparando y ocasionando algunas vctimas cuyo nmero no conoce el declarante [Antonio Cepas]."

    El teniente Velasco invit a Cepas a salir en libertad del gobierno civil, segn orden que traa del comandante militar de la plaza. El ya exgobernador se aloj en el Hotel del Pasaje.

    Otras fuerzas militares ocuparon a lo largo de la maana el Ayun-tamiento, Correos, la Telefnica, la emisora lnter Radio Salamanca y la estacin del tren, y distribuyeron destacamentos por distintos lugares de la carretera de circunvalacin y de las vas frreas que pasaban por la ciudad.

    A las cinco de la tarde del 19 de julio, el comandante militar orden por escrito al teniente coronel Rafael Santa Pau Ballester que se hiciera cargo del gobierno civil de la provincia, al comandante Francisco del Valle Marn que se hiciera cargo de la alcalda de Salamanca y al coronel retira-do Ramn Cibrn Finot que se hiciera cargo de la presidencia de la Di-putacin Provincial. Tras la toma de posesin del nuevo gobernador, un suboficial de la Guardia Civil revis en la comisara las armas requisadas en las armeras, comprobando que estaban en orden y no faltaba nada.

    En la noche del 19 al 20, algunos militantes socialistas y comunis-tas mantuvieron tiroteos infructuosos con los centinelas de los cuarteles y las patrullas militares.

    20 de julio de 1936, lunes

    El lunes 20, a las seis y media de la maana, el comandante militar llam por telfono a la comisara de polica y orden que se hicieran

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    Principale Auroridade.< Represaliadas por !m Subkvados en Salamanca durante la Guerra Civil Espaola

    listas de individuos extremistas para proceder a su detencin inmediata. Ese mismo da fueron liberados todos los detenidos gubernativos falan-gistas y derechistas que haba en la prisin provincial, entre ellos Fran-cisco Bravo Martnez, jefe provincial de Falange Espaola, redactor jefe de La Gaceta Regional, a cuyas rdenes se pusieron las milicias fascistas que se formaron por coda la provincia como agentes de la autoridad para el mantenimiento del orden.

    Ese mismo lunes, con autorizacin firmada por el nuevo goberna-dor civil, Antonio Cepas y su fumilia se rrasladaron a su domicilio en vila en el coche particular del diputado Jos Cimas Leal, que se lo pres-t para tal efecto, siendo detenido Cepas en vila a las seis de l" tarde.

    Antonio Cepas Lpez fue sometido a consejo de guerra y condena-do a una multa de 5.000 pesetas.

    21 de julio de 1936, martes

    El nuevo gobernador civil dio orden de sustituir "todas las gestoras municipales socialistas con elementos patriticos,382 y adems se invita a todos los patriotas a que se presenten con urgencia en el cuartel de Infantera para ser militarizados. En los pueblos, todos los labradores, los valientes patriotas, debern ponerse inmediatamente en contacto con la Guardia Civil, secundndola en la tarea de reducir los pequeos focos extremistas. Las fuerzas de la Benemrita tienen orden de entregar las armas a las personas que las depositaron anteriormenre.383 Los afilia-

    1~ 2 Tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, el gobernador civil nombr. nuevas co-misiones gestoras en decenas de municipios de la provincia, destituyendo a los alcaldes y concejales vigentes hasta entonces. Estas destituciones y nombramientos eran posibles por las competencias que otorgaba al gobernador civil la ley de Orden Pblico de 1933, que permita a los gobernadores tomar esas decisiones cuando en la provincia estuvieran vigentes los estados de alarma o preven-cin, como as era en febrero de 1936. Posteriormente, aplicando esa misma ley, los sublevados des-cituyeron a todas las comisiones gestores vinculadas al Frente Popular y nombraron otras nuevas.

    18' El ministerio de la Gobernacin haba iniciado en marzo una campaa de revisin de las li-

    cencias de armas, encomendada a la Guardia Civil, por lo que en julio haba multitud de armas largas y cortas en los cuarteles de la Guardia Civil de roda Espaa.

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    dos de Falange Espaola, Accin Popular, Bloque Agrario, Renovacin Espaola y Requets, y dems organizaciones de tipo nacional, deben presentarse a secundar las decisiones de la Benemrita, acabando en horas con el poder socialista refugiado en las Gestoras.

    "Salmantinos, la victoria de las fuerzas armadas es segura. Ayu-dadlas todos por Espaa y para Espaa. Viva la Patria!" (La Gaceta Regional, 21 de julio de 1936).

    Por su parte, el general Garca Alvarez, deca que "se recuerda a todos que los preceptos del Bando declarando el estado de guerra sern cumplimentados con todo rigor. Durante toda la noche las fuerzas pro-cedern con la mxima energa para acabar con los alarmistas.

    "En toda la provincia la opinin se suma al movimiento. En los pueblos la Guardia civil procede a destituir a las Comisiones gestoras socialistas, entregando el mando a los patriotas.

    "El entusiasmo patritico en las masas agrarias de toda la regin es enorme. Se ha decidido que en aquellos pueblos donde no haya fuerzas de la Benemrita, las fuerzas nacionales de cada localidad se incauten del Ayuntamiento, manteniendo el orden a todo trance. ( ... )

    "Una pequea columna recorri Ciudad Rodrigo y su partido, res-tableciendo la confianza de la masa popular, que con sin igual entusias-mo se suma al movimiento de las fuerzas armadas, que llevan adelante con toda decisin para evitar que Espaa se una a la barbarie comunis-ta. ( ... )

    "En cuanto a la capital, es menester que todos los ciudadanos hagan su vida normal, que abran los comercios, que se trabaje en los talleres y f.bricas y que la clase obrera, desengaada del rumbo lamen-table que se imprima al pas entero, vuelva al trabajo, colaborando en el pronto restablecimiento de la normalidad. Para lograr lo anterior, la autoridad no escatimar esfuerzos y observar una actitud implaca-ble.

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    Principales Aumridades Rcpn:saliadas por los Sublevados en Salamanca durante la Guerra Civil Espaola

    "Salmantinos, espaoles todos. Viva Espaa. Viva la Repblica con dignidad." (La Gaceta Regional, 21 de julio de 1936).

    Los diputados a Cortes

    El 7 de enero de 1936 se convocaron elecciones a Cortes para el 16 de febrero. Salamanca y su provincia elegan siete diputados, para los que presentaron sus candidaturas tres opciones polticas: el Fren-te Popular (formado por Izquierda Republicana, Unin Republicana, PSOE y PCE), la CEDA (agrupada en Salamanca alrededor del Bloque Agrario) y el reformismo liberal de Filiberto Villalobos.

    La derecha obtuvo en principio un triunfo arrollador, consiguien-do seis de los siete escaos, de tal manera que el Frente Popular logr solamente el escao de Jos Andrs y Manso por la capital, a pesar de haber ganado ampliamente en Bjar, Ciudad Rodrigo y Pearanda. Sin embargo, en el proceso de revisin de actas, la izquierda salmantina lo-gr demostrar las irregularidades electorales en las que haba incurrido la CEDA, por lo que fueron anuladas tres actas cedistas384, que fueron asignadas a Filiberto Villalobos Gonzlez, Valeriana Casanueva Picazo (PSOE) y Casto Prieto Carrasco (Izquierda Republicana). En la dere-cha mantuvieron su escao Jos Mara Gil Robles, Cndido Casanueva Gorjn -ministro de Justicia en 1935 con Lerroux- y Jos Cimas Leal.

    De todos los diputados derechistas, el que podra haber salido ms beneficiado por el golpe de estado del 18 de julio era Jos Mara Gil Robles, jefe de la CEDA, catedrtico de la Universidad de Salaman-ca, presidente desde 1933 del consejo de administracin de La Gaceta Regional de Salamanca y ministro de la Guerra en 1935 con Lerroux y Chapapietra, ocasin en la que estableci estrecha relacin con los generales Franco y Mola. Incluso don secretamente una generosa caii-tidad de dinero para ayudar al general Mola a preparar la sublevacin facciosa. Cuando sta se produjo, Gil Robles se refugi en Francia y

    384 Jos Mara Lamami de Clairac, Ernesto Castao Arvalo y Ram6n Olleros Grcgcrio

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    poco despus en Portugal, desde donde mantuvo buenas relaciones con las nuevas autoridades, animando a sus seguidores a colaborar con la junta militar.

    Sin embargo, nada de todo ello le sirvi. El Nuevo Estado nacido de la sublevacin militar se basaba en unos parmetros polticos que nada tenan que ver con la vieja poltica de partidos. El personal poltico dirigente de la Restauracin y la Repblica qued arrumbado enseguida por una nueva hornada de dirigentes que, o bien procedan directamen-te de las escalas militares de mando, o bien eran cooptados desde las filas de aquel partido de aluvin llamado Falange Espaola Tradiciona-lista y de las JONS, en ambos casos sin ms programa ni objetivos que la lealtad y la obediencia al Generalsimo, de quien proceda la gracia para el ejercicio del poder.

    A pesar de la disolucin de todos los partidos polticos en la zona sublevada, se mantena cierta actividad informal basada en las relacio-nes personales, tal vez en espera de refundar las organizaciones cuando cambiaran los tiempos. En abril de 1938 el ejrcito nacionalista lleg hasta el Mediterrneo por Vinaroz, partiendo en dos la zona guberna-mental, e inici un avance por Catalua que pareca presagiar el final de la guerra. Posiblemente por esa razn, los principales dirigentes de la CEDA salmantina y de otras provincias se reunieron del 28 al 31 de mayo de 1938 en una finca cercana a Ciudad Rodrigo, lo cual no pas desapercibido ni a la Guardia Civil ni al servicio de investigacin de FET y de las JONS.385

    Gil Robles, que resida en Estoril, lleg en automvil el da 28 a Fuentes de Ooro, donde le esperaban Cndido Casanueva, Ernesto Cas-tao y Aureliano Snchez Ferrero. Se desplazaron de inmediato a la finca Rabida, propiedad de Ernesto Castao, en Tenebrn, a 5 kilmetros de Ciudad Rodrigo, en la que se haban preparado 25 colchones para los vi-sitantes. Desde el primer momento llegaron gran cantidad de personas a

    _lS'i Diligencias informativas del juzgado militar eventual de Salamanca, del 5 de julio de 1938. Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 146, causa 1912.

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    Principales Autoridades Rc-prt,1aliada, por lo.< Sublevado, '" Salamanc:i dutant~ !a Guerra Civil Espaflola

    saludar a Gil Robles, codos ellos conocidos dirigentes de la CEDA, como Jos Cimas Leal, ngel Nuo, Clemente Arjona, e incluso dos seoritas de la Seccin Femenina de la JAP. El da 29 salieron de Salamanca 11 coches de alquiler con destino a Rabida, donde llegaron a juntarse 160 personas. Gil Robles volvi a Portugal el da 31 por la maana y los asis-tentes a la reunin aparentaban estar muy satisfechos de lo acontecido.

    El servicio de informacin de FET y de las JONS no pudo averi-guar gran cosa acerca de lo tratado en la informal asamblea cedista, salvo que Gil Robles les anim a seguir obedeciendo a Franco, puesto que no haba otro camino, y que los asistentes se mostraban muy despectivos hacia la Falange, en especial Casanueva, quien deca que al igual que la Repblica haba fracasado, tambin fracasara la Falange.

    Dado que esa reunin podra constituir un delito de reunin ile-gal, previsto en el bando de guerra del 28 de julio de 1936, el juzgado militar procedi a tomar declaracin a 31 personas, pero finalmente acord el sobreseimiento de la causa.

    El final de la guerra, casi un ao despus de la reunin de Rabida, no se tradujo en la implantacin de un rgimen poltico que permitiera a los antiguos diputados cedistas ocupar posiciones polticas destaca-das, pero tampoco les supuso mayores molestias ni represalias. Cndi-do Casanueva, que era notario adems de terrateniente, se retir a sus negocios y falleci en 1947. Jos Cimas Leal, juez de primera instancia en excedencia, director de La Gaceta Regional de Salamanca de 1931 a 1933, tampoco fue molestado. Ni siquiera fue interrogado por la re-unin de la finca Rabida.

    Jos Mara Gil Robles y Quiones, 386 licenciado en Derecho en 1919, comenz su carrera docente en 1922 como catedrtico de De-

    '~6 Sobre Gil Robles y la Facukad de Derecho de la Universidad de Salamanca, vase: Javier Infante Miguel-Mona, "Por el imperio hacia Dios bajo el mando del Caudillo: profesores de la Facukad de Derecho de Salamanca durante el primer franquismo", en: Salustiano de Dios, Eugenia Torijano (Coords.), Cultura, poltcay prctica del Derecho: Juristas de Salamanca, sigJJ XV--XX, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 2012, pp. 473-567.

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    recho en la Universidad de La Laguna, pero probablemente estuvo en excedencia hasta que en 1931 logr la misma categora en la Universi-dad de Granada, permutando de inmediato la plaza para senrar credra en Salamanca. Poco tiempo estuvo en activo, ya que en junio de 1931 fue elegido diputado a las Cortes Constituyentes, y en diciembre de 1933 fue reelegido, en ambos casos con excedencia forzosa. Al poco de producirse el golpe militar, en septiembre de 1936 se present en Salamanca para cumplimentar la conocida orden de la Junta de Burgos de 5 de ese mismo mes. Das despus se fue a residir a Estoril, pero sigui en situacin de servicio activo en la Universidad de Salamanca, percibiendo el sueldo ntegro, debido a que estaba desempeando fun-ciones "a las rdenes de esta Junta'', segn dice un oficio del presidente de la Junta Tcnica del Estado, general Dvila, de febrero de 1937. En mayo de 1943 pas a la situacin de excedencia voluntaria. En 1953 regres a Espaa y en 1968 se reincorpor a la ctedra, esta vez en la Universidad de Oviedo. Tras fracasar en su intento de organizar un partido demcrata-cristiano, se retir de la vida poltica y falleci en Madrid en 1980.

    Muy distinto fue el caso de los diputados leales al orden consti-tucional: Jos Andrs y Manso, Casto Prieto, Valeriana Casanueva y Filiberto Villalobos.

    Valeriana Casanueva Picazo (Madrid, 1889), era el que menos relacin tena con Salamanca. Abogado del Estado, fue director general de lo Contencioso del Estado, secrerario de la Real Academia de Juris-prudencia. Resida en Madrid, donde ingres en la agrupacin socialis-ta en 1931. Fue candidato del PSOE por Salamanca en las elecciones generales de 1933. Perteneci al sector de la izquierda del PSOE. Elegi-do diputado por Salamanca en las elecciones generales de 1936, form parte de las comisiones de Hacienda, Presupuesto, Tribunal de Cuentas, Estado (suplenre) y Presidencia (suplenre). Adems perteneci a la Di-putacin Permanente de las Cortes como suplenre desde el 8 de abril de 1936 al 1 de octubre de 1938. En septiembre de 1936 fue nombrado Subsecretario de Estado y poco despus Cnsul General de Espaa en Odesa (Ucrania, Unin Sovitica) cargo que desempe hasta 1939.

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    Principales Aucoridades Rcpre

  • nizaba la candidatura socialista, de tal manera que Manso no se afili al PSOE hasta que en octubre de 1933 fue elegido por la Federacin Provincial Obrera candidato a diputado en la candidatura socialista, obteniendo el escao. El otro escao de la minora fue para Filiberto Villalobos, mientras la candidatura de la derecha obtena los cinco es-caos restantes.

    En la legislatura 1933-1936 form parte de las comisiones de Jus-ticia, Responsabilidades y Suplicatorios. Manso fue uno de los diputa-dos socialistas que ms intervino en plenos y comisiones, sobre todo para denunciar la situacin de los trabajadores del campo en Castilla, Extremadura y Andaluca, y en asuntos relacionados con los sucesos de octubre de 1934. Se aline siempre en la izquierda caballerista.

    En las elecciones de febrero de 1936, la derecha obtuvo seis es-caos de los siete posibles. Por el Frente Popular sali elegido sola-mente Manso. A continuacin tuvo lugar en las Cortes el dursimo debate sobre la limpieza de las actas de Salamanca, en el que Manso tuvo un papel estelar con vibrantes intervenciones, que termin en la anulacin de tres actas de la derecha, como se ha mencionado ante-riormente.

    El 20 de julio de 1936 fue detenido por los facciosos e ingresado en la prisin provincial como detenido gubernativo a disposicin del comandante militar, general Manuel Garca lvarez.

    El da 28 el general Garca lvarez orden por escrito al director de la prisin la entrega de Manso y del alcalde y diputado Casto Prieto Carrasco para su conduccin a Valladolid, a disposicin del general jefe de la VII Divisin Orgnica. Ambos fueron sacados de la crcel en la noche del 28 al 29 por un piquete formado seguramente por falangistas y guardias civiles, y poco despus fueron asesinados a tiros en la carre-tera de Salamanca a Valladolid, en el monte de La Orbada, a la entrada de la rampa de las Vacas. Sus cadveres fueron abandonados en el sitio, hasta que por la maana temprano los encontr un vaquero, que los traslad en un carro de bueyes al cementerio de La Orbada, donde fue-

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  • Severiano Delgado Crui

    li una amplia labor como presidente de Accin Republicana (despus Izquierda Republicana) en Salamanca y su provincia, convirtiendo poco a poco el partido en una organizacin de clases medias, abierta tambin a los obreros.

    En octubre de 1934 fue destituido por el gobernador civil a causa de la huelga general revolucionaria, en la que Prieto no tuvo ninguna participacin. En las elecciones del 14 de febrero de 1936, el Frente Po-pular gan con holgura las elecciones en el distrito de Salamanca ciudad, lo cual permiti a Prieto regresar de inmediato a la alcalda. Adems, tras la revisin de las actas de Salamanca en las Cortes result elegido dipu-tado, tomando posesin de su escao el 3 de abril. El 20 de mayo, junto con los diputados Manso y Casanueva Picaza, visit a varios ministros para recabar su atencin hacia el problema de la crisis de trabajo en Sala-manca: al de Agricultura, que agilizara la reforma agraria en la provincia; al de Trabajo, que asignara cantidades para el paro obrero; al de Obras Pblicas, que agilizara las obras de construccin del pantano del gueda y las obras de desviacin del ferrocarril de Salamanca a Tejares.

    Prcticamente fue la nica gestin parlamentaria que pudo hacer, puesto que fue uno de los primeros detenidos tras la declaracin del estado de guerra. El 21 de julio ingres en la prisin provincial como detenido gubernativo a disposicin del gobernador civil, coronel Rafael Santa Pau. Lo instalaron en la celda nmero 2, con Pepe Manso y el concejal socialista Manuel de Alba.

    El 25 de julio se constituy el nuevo ayuntamiento, con el coman-dante Francisco del Valle como nuevo alcalde y Miguel de Unamuno, entre otros, como concejal.

    Se han conservado las cartas a la familia y el diario que Prieto es-cribi en prisin, que termina el lunes 27 de julio. Un poco antes, el 23, pas a la jurisdiccin militar. El 28 de julio, el general comandante militar de la plaza, Manuel Garca lvarez, orden su entrega al piquete portador de la orden, para su conduccin a Valladolid, a disposicin del general jefe de la VII Divisin. De camino a Valladolid, junto con

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    Principales Autoridades Represaliadas por los Sublevado< en Salamanca durante la Guerra Civil Esp:..ola

    Pepe Manso, fue asesinado de numerosos disparos en el encinar de La Orbada, a la entrada de la rampa de las Vacas. 389

    Casto Prieto y Pepe Manso eran los principales representantes del orden constitucional republicano, as como los principales dirigentes de Izquierda Republicana y del sindicalismo socialista, y por tanto del Frente Popular en Salamanca. La saca de Prieto y Manso fue la primera que se produjo en Salamanca, y tuvo lugar en unos momentos en que la capital de la provincia y Bjar se encontraban paralizadas por una huelga general. Aunque se ha dicbo que el asesinato de estos dos dirigentes fue una venganza o represalia de los falangistas por la muerte en combate de Onsimo Redondo, parece ms lgico atribuir estas ejecuciones a un deliberado intento de los sublevados para infundir terror a la poblacin y con ello el estrangulamiento de la huelga.

    Filiberto Villalobos Gonzlez (Salvatierra de Tormes, 1879), m-dico, era una de las principales figuras de la poltica salmantina, con una clara proyeccin a nivel nacional. 390 Mantuvo durante toda su vida una coherente trayectoria republicana, liberal y reformista, desde que en 1909 fuera elegido concejal republicano del Ayuntamiento de Sala-manca y en 1922 participara en la fundacin de la agrupacin salman-

    189 El 30 de septiembre de 2012, el Ayuntamiento de Salamanca, a propuesta de la Asociacin Sa-lamanca y la Justicia, organiz un acto de reconocimiento y homenaje institucional a Casto Prieto Carrasco y los otros tres ediles que fueron vctimas mortales de la represin: Casimiro Paredes Mier (vctima de saca de la crcel, 13/11/1936), Luis Maldonado Bomaci (vctima de saca de la crcel, 20/12/1936) y Manuel de Alba Ratero (fusilado por sentencia de consejo de guerra, 20/06/1937). Durante el acto, que cont con la presencia de la corporacin municipal en pleno, se descubri una lpida con el nombre de estas personas y se modific el nombre de la plaza donde se celebr el mismo, que pas a llamarse ''Alcalde Prieto Carrasco" (antes era "Profesor Prieto Carrasco"). -

    190 Del 12 de febrero al 31 de mayo de 2005 tuvo lugar en Salamanca una magna exposicin so-bre Filiberto Villalobos, organizada por Caja Duero y la Universidad de Salamanca, comisariada por Ignacio Francia y Antonio Rodrguez de las Heras. El catlogo se public con el t culo Suefos de concordia: Pi liberto Villalobos y su tiempo histrico, 1900-1955, donde destacados historiadores examinan los diferentes aspectos de la biografa de Villalobos. la estancia en la crcel es estu-diada por Josefina Cuesta Bustillo: "Un republicano en la inclemencia: Filiberto Vi!lalobos en-carcelado en la Guerra Civil espaola (1936-1938)", p. 447-478. En ese trabajo se explican con detalle los avatares de Villalobos en la prisin de Salamanca. Para los aos vividos por Villalobos tras su salida de la crcel, vase en ese mismo Sueos de concordia el trabajo de Manuel Redero "Filiberto Villalobos en la Salamanca del primer franquismo (1938-1955)", p. 479-513.

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  • tina del Partido Reformista (ms tarde Partido Republicano Liberal Demcrata). En 1918 fue elegido diputado a Cortes por el distrito de Bjar y desde entonces fue reelegido, bien por ese mismo distrito o bien por el de la capital, hasta las elecciones de febrero de 1936. Gozando de una enorme popularidad entre las clases modestas, la actividad poltica de Villalobos se centr siempre en la mejora de la enseanza y de la sanidad, especialmente de la gente humilde del medio rural. Ocup dos veces el ministerio de Instruccin Pblica: de abril a diciembre de 1934, en los gobiernos Samper y Lerroux, y de diciembre de 1935 a febrero de 1936, en el gobierno Portela. En la poca de su segundo desempeo ministerial, la hostilidad entre Villalobos y la CEDA era muy grande, debido a que Villalobos consideraba a la CEDA como una fuerza antiliberal y antirrepublicana, y a su vez la CEDA acusaba a Villalobos de restar votos a las candidaturas catlicas y de utilizar los medios de que dispona como ministro para dispensar favores en los pueblos y conseguir, de esa manera, votos agradecidos.

    En las elecciones de febrero de 1936, Villalobos qued en prin-cipio fuera de las Cortes, hasta que la revisin de las actas le asign el escao antes ocupado por el tradicionalista Lamami de Clairac. No obstante, Villalobos no regres a la actividad parlamentaria.

    El 1 O de agosto de 1936, para sorpresa general, el doctor Villalobos fue detenido. El motivo de la detencin fue rebuscado e inverosmil: el hallazgo de documentos y cartas de las Juventudes Socialistas en el cajn de la mesa de un empleado de la Caja de Previsin Social, de la que Vi-llalobos era consejero delegado. El propio comisario jefe llam por tel-fono al mdico para rogarle que se personara en la comisara en calidad de detenido. Permaneci diez das en la comisara, recibiendo a diario la visita de Unamuno, antes de ser trasladado a la prisin provincial.

    Se le acus de negligencia por no haber vigilado los papeles que tenan en sus mesas los oficinistas a sus rdenes. Aunque la causa fue sobreseda, se le impuso un arresto de tres meses y una multa de 50.000 pesetas, que hizo efectiva, a pesar de lo cual continu detenido hasta el 20 de julio de 1938. Se le sigui una confusa y malintencionada

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    Principa!e, Aumridade< llepre

  • Sevcriano Delgado Cruz

    Pueblo. Adems de declarar la huelga general, los trabajadores hicieron barricadas en la Corredera y en la Puerta de vila, donde se dispusieron, con algunas armas, a defender la ciudad. El da 20 hubo un tiroteo con unos camiones militares que desde Plasencia se dirigan a vila y el da 21 hubo un choque con un grupo falangista que vena de Salamanca, en el que muri el falangista Ignacio Snchez Cobaleda; esa misma tarde una centuria de Falange Espaola, mandada por Ramn Laporta y Abe! Mayorga, y una compaa del regimiento de Infantera La Victoria, mandada por el capitn Mariano Moreno de Vega, tomaron el control de la ciudad, sin encontrar resistencia. De inmediato comenzaron las detenciones, que alcanzaron un nmero desmesurado: unas 400 per-sonas. A pesar de todo, la huelga se prolong hasta el da 29. En las carreteras que iban de Bjar a los pueblos cercanos aparecan todos los das, desde la llegada de los falangistas, cadveres de hombres tirados en las cunetas.

    Manuel Francisco Crespo, maestro, socialista, presidente del Casi-no Obrero de Bjar, fue alcalde de la ciudad textil desde abril de 1931, en que result elegido en las elecciones municipales que dieron paso a la Repblica, hasta diciembre de 1932, que dimiti por discrepancias con la lnea poltica del Gobierno, aunque despus volvi a asumir la alcalda en funciones. En febrero de 1936 form parte de la candidatura del Frente Popular de Salamanca. El 19 de julio fue hasta Salamanca junto con Eloy Gonzlez Benito y otros ms para recibir instrucciones del gobernador civil, el cual se encontraba en el Hotel del Pasaje, tras haber sido desrituido. El seor Cepas les recomend que no hicieran resistencia, porque el ejrcito se haba apoderado de Salamanca. A con-tinuacin volvieron a Bjar.

    Tras la toma de Bjar por los sublevados, permaneci escondido un tiempo en casa de un compaero, hasta que fue detenido. Sometido a consejo de guerra, fue condenado a muerte y fusilado en las tapias del cementerio de Salamanca el 21 de abril de 1937.391

    J?I Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 93, causa 987.

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    Principa!.,,, Allroridadc> Repr~saliadas por los Sublevados en Salamanca durante la Guerra Civil Espatiola

    Eloy Gonzlez Benito, socialista, dependiente de comercio, des-empe la alcalda en 1934, sucediendo a Manuel Francisco Crespo y a Claudia Gascn (republicano radical, 1932-1933). Dimiti en diciem-bre de 1934 por sentirse desasistido por parte de sus compaeros de partido y fue sustituido por Ramn Olleros Gregario (Accin Popular, 1935-1936). Tras la victoria del Frente Popular, Eloy Gonzlez asumi la alcalda como presidente de la comisin gestora nombrada por el gobernador civil. Ramn Olleros fue elegido diputado, pero finalmente las Corres anularon su acta, siendo sustituido por Valeriana Casanueva Pi cazo.

    Durante los momentos iniciales del golpe de estado, el alcalde se vio superado en todo momento por los grupos obreros, que organiza-ron la resistencia sin contar con l. Eloy Gonzlez fue detenido junto con 34 hombres ms el 26 de julio de 1936 y conducido a la prisin provincial de Salamanca. El 5 de diciembre fueron sometidos a consejo de guerra, relacionndolos con la muerte del falangista Ignacio S.nchez Cobaleda. La sentencia conden a muerte a 11 bejaranos, entre ellos Eloy Gonzlez, que fueron ejecutados por fusilamiento el 1 de enero de 1937.392

    En Ciudad Rodrigo, capital de una comarca muy castigada por el desempleo de los trabajadores del campo, y sumida en un complicado proceso de reforma agraria, la resistencia al golpe de estado no pas de ser simblica. En la noche del 18 al 19 de julio, el diputado Pepe Manso haba encomendado a Antera Prez Rodrguez, secretario de las Juven-tudes Marxistas Unificadas, que se trasladara a Ciudad Rodrigo para organizar la resistencia. El alcalde era Manuel Martn Cascn, aboga-do, de Izquierda Republicana, que haba accedido a la alcalda como presidente de la comisin gestora nombrada por el gobernador civil el 29 de febrero de 1936. Cuando se tuvo conocimiento de la sublevacin militar, el alcalde se reuni en el ayuntamiento con los miembros de la gestora y dirigentes de los partidos del Frente Popular. Numerosos vecinos se agolparon en las dependencias municipales para comentar

    _in Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 102, causa 1112.

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  • Scvniano Ddgado Crut

    los acontecimientos y or las noticias radiadas desde Madrid. Tras la llegada de Antera Prez, el alcalde comenz a organizar la resistencia confiscando todos los vehculos de traccin mecnica que haba en la ciudad, al tiempo que solicitaba al jefe del puesto de la Guardia Civil que le entregara las armas que el instituto armado haba confiscado en las semanas anteriores por orden del Gobierno, a lo que el citado jefe no accedi, pero tampoco tom ninguna medida. Se limit a esperar con sus fuerzas dentro del cuartel, mientras los vecinos que seguan las ins-trucciones del alcalde se reunan en el ayuntamiento y patrullaban por la ciudad y sus alrededores, sin apenas armas. El da 20 por la maana, el jefe de la Guardia Civil, capitn Juan Sez Chorot, se person en la Plaza Mayor y ley el bando de declaracin del estado de guerra, ha-cindose con el control de la ciudad sin mayores problemas. El alcalde y numerosos vecinos de Ciudad Rodrigo fueron detenidos y conducidos a la prisin provincial de Salamanca. Al da siguiente, el capitn Chorot nombr una nueva comisin gestora, "autorizada para organizar en la localidad una milicia fascista que, recogiendo todos los elementos de las juventudes de Falange Espaola, Accin Popular, Renovacin, Blo-que Agrario, Requets, etc., constituyan un cuerpo de agentes para el mantenimiento del orden. A los que se inscriban en estas milicias se les facilitar un arma de las que existen en depsito en los cuarteles y de un volante que acredite su carcter de agentes de la autoridad."393

    El alcalde Manuel Martn Cascn fue condenado a muerte por un consejo de guerra y fusilado en las tapias del cementerio de Salamanca el 30 de agosto de 1936. 394 De los nueve miembros de la comisin ges-tora, ocho murieron vctimas de fusilamiento por consejo de guerra o por ejecucin extrajudicial.

    Pearanda de Bracamonte era otra de las ciudades importantes de la provincia, como cabecera de una comarca cerealista. Al proclamarse la Repblica en abril de 1931 el primer alcalde fue Germn Daz Bru-no, con Jess Ruiprez Cristbal, del Partido Radical, como teniente de

    wi Libro de actas del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, sesin del 21 de julio de 1936. l'N Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 99, causa 1073.

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    i l '

    Principales Autoridades Represaliada. por lo' Sublevados en Solamanca durame la Guerra Civil fapaola

    alcalde. Jess se mantuvo en el cargo hasta que en febrero de 1934 fue nombrado presidente de la Diputacin Provincial, con los gobiernos radical-cedistas, hasta febrero de 1935, en que fue nombrado alcalde de Pearanda.

    En marzo de 1936 se constituy una comisin gestora nombrada por el gobernador civil, siendo elegido presidente Salvador Ruiprez Cris-tbal, de Izquierda Republicana, en sustitucin de su hermano Jess.

    La familia Ruiprez era de las ms influyentes de Pearanda, dado que varios de sus numerosos miembros desempeaban cargos directivos en el Partido Radical, Izquierda Republicana y el PSOE.395

    Al estallar la sublevacin militar, la resistencia en Pearanda fue ms bien simblica. Adems de la declaracin espontnea de huelga general, un grupo de unos veinte hombres sabote un cambio de agujas y provoc la detencin de un tren en el que se rumoreaba que llegaba de Salamanca un tren cargado de falangistas, pero realmente era el tren correo con su carga habitual. Al atardecer del da 20, el jefe de la Guar-dia Civil ley el bando de declaracin del estado de guerra y se hizo con el control del pueblo sin ningn problema.

    El alcalde, Salvador Ruiprez Cristbal, fue detenido el 22 de ju-lio, puesto en libertad unos das despus y detenido de nuevo el 13 de agosto. Trabajaba como directivo en la fbrica de calzado. Fue condena-do a 12 aos de crcel, cumpliendo pena en el fuerte de San Cristbal (Pamplona) entre agosto de 1937 y noviembre de 1940, cuando fue puesto en libertad condicional. En noviembre de 1938 le impusieron una sancin de 750.000 pesetas, rebajada luego a 250.000 pesetas, y en 1945 fue absuelto, por buena conducta moral y falta de peligrosidad.

    195 Para ampliar la informacin sobre la familia Ruiprez, vase: - Severiano Delgado y Javier Infante, "Nadie preguntaba por ellos: guerra y represin en

    Salamanca'', en: Enrique Berzal de la Rosa (coord.), Testimonio de voces olvidadas, Le6n, Funda-cin 27 de Marzo, 2007, vol. !, p. 283-355.

    - Manuel Corral Baciero, Vt:z dolorosa: repreJin y Guerra Civil en Pearanda, Pearanda de Bracamonte, [el autor], 2007.

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  • Sevcriano Ddgado Cruz

    En realidad, el inters de las autoridades facciosas era extraer todo el dinero que pudieran a la familia Ruiprez. El 17 de noviembre de 1936 fue detenido Jess Ruiprez Cristbal, propietario y gerente de la fbrica de calzado, y puesto a disposicin del juzgado militar, a pesar de que haba desarrollado una actividad poltica contraria a las izquier-das y al Frente Popular, como era pblico y notorio, tanto desde el ayuntamiento de Pearanda como desde la Diputacin Provincial. In-vestigado su patrimonio, result que tena 855.299 pesetas en diversas cuentas bancarias, en realidad las cuentas de la fbrica de calzado, que fue embargada el 28 de junio de 1937 junto con todos los bienes de la familia Ruiprez Cristbal, dado que el juez consider que los bienes estaban a medias con Salvador Ruiprez. En noviembre de 1937 el ge-neral jefe de la VII Divisin le impuso una multa de 350.000 pesetas, que no pag por presentar recurso. Comenz aqu un largo proceso judicial, hasta que fue absuelto en 1943, recuperando el capital de la fbrica.

    No parece casual que el joven abogado Luis Clavijo Cano fuera de-tenido el 19 de noviembre de 1936, por orden del gobernador civil de Salamanca, ingresando en la prisin provincial en calidad de detenido gubernativo, hasta el 6 de diciembre de 1936, en que fue puesto en li-bertad sin ser interrogado ni acusado de nada, pero el 1 de diciembre de 1936 el Jefe Superior de Orden Pblico y Seguridad Interior le impuso una multa de 200.000 pesetas por simpatizante del Frente Popular, que el padre de Luis abon en efectivo. Clavijo era juez en excedencia y abogado, pero lo realmente relevante era que perteneca a una familia rica de Alba de Tormes.

    En febrero de 1939 Luis Clavijo recurri la multa y el juzgado militar abri expediente informativo para determinar nada menos que la conducta de Clavijo durante la declaracin del estado de guerra en la Plaza Mayor, de la que se desprende tan solo que Clavijo frecuenta-ba la tertulia de juristas que se reuna en el caf Novelty, entre los que haba de varias tendencias polticas. A los pocos das de la declaracin del estado de guerra, Clavija se present voluntario en el cuartel de la Guardia Civil de Alba de Tormes con su propio automvil, haciendo

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    Principales A1.11oridades Repre>aliada> por los Sublcv,ido> en Salamanca durante la Guena Civil Espaola

    servicios de conductor para codas las tareas para las que era requeri-do. Unos meses despus de su puesta en libertad, se incorpor como teniente de complemento al Ejrcito del Sur, sirviendo de conductor a las rdenes del general Queipo de Llano, amigo de su familia, hasta 1939. El expediente termina sin sancin, pero tampoco se le devuelve la multa. 396

    La coincidencia de fechas entre la sancin a Salvador Ruip-rez y las detenciones de Jess Ruiprez y Luis Clavijo, as como el perfil poltico y familiar de estos dos ltimos, parecen indicar que en noviembre de 1936 las autoridades facciosas tenan necesidad ur-gente de recaudar grandes cantidades de dinero, de manera rpida y en efectivo, por lo que recurrieron a esas detenciones que ms bien parecen extorsiones mafiosas. Tal vez se encuentre relacionado con la financiacin de la ofensiva contra Madrid comenzada el 8 de no-viembre.

    Siguiendo con el hilo de la familia Ruiprez, tenemos que Francis-co Ruiprez Crist6bal, abogado, presidente de Izquierda Republicana en Pearanda de Bracamonte, fue candidato a diputado en la lista del Frente Popular, siendo el ms votado en ese distrito, con 1.225 votos, seguido por Jos Andrs y Manso, con 901. Detenido el 22 de julio de 1936, fue sometido a consejo de guerra y condenado a 30 aos de crcel. En junio de 1937 le fue rebajada la condena a 20 aos y fue tras-ladado al fuerte de San Cristbal, en Pamplona. En octubre de 194 1 se benefici de una nueva rebaja, dejando la condena en 6 aos. En a.bril de 1941 sali en libertad provisional. En el proceso de responsabilidad civil, perdi todos sus bienes. En 1943 se le aadi una multa de 5.000 pesetas y cinco aos de inhabilitacin para el ejercicio de cargo pblico. Falleci en Pearanda el 17 de marzo de 1947. 397

    '96 Archivo Militar Intermedio del Ferro!, caja 136, causa 1691.

    1'17 Su hijo Fortunato Ruiprez Morant, de las Juventudes Socialistas Unificadas, fue condenado

    a muerte y fusilado el 22 de mayo de 1937. Sus hijos Higinio y Arturo, tambin de las JSU, estuvieron presos en Pamplona hasta l 943.

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  • :.everiano Ddgado Crw

    Resea biogrfica de Antolin Nez Bravo, por Maria Isabel Nez Paz. 398

    Antoln Niiez Bravo fue el ltimo Presidente constitucional (Cons-titucin de 9 de diciembre de 1931) de la Diputacin salmantina, antes de que el llamado Alzamiento Nacional propiciara la dictadura franquista.

    Naci en Salamanca el da 28 de enero de 1891, hijo de Marceli-no, conserje de las Escuelas Menores en la Universidad de Salamanca, y de Lorenza. Era el menor de cuatro hermanos varones. Uno de ellos, Miguel, trabajaba como gerente en el Balneario de Babilafuente, pue-blo de nacimiento de Bernarda, la que sera su mujer. Se instalaron en Salamanca, donde l desempe su trabajo como artesano orfebre, y abrieron un negocio de platera en la calle de la Ra, 2, esquina del Co-rrillo. En esa casa nacieron sus tres hijos: Ruperto, Marcelino y Toms. Era Antoln hombre de paz, sencillo y afable, con un innegable don de gentes. Inculc a sus hijos en casa los mismos principios que entonces se ensenaban en la escuela: "La Repblica es el gobierno del pueblo por el pueblo, el gobierno de todos para todos. En la Repblica todo es or-den, todo es respeto, todo es regularidad. La libertad es el ms sabio de los principios que conducen al orden y al respeto, pues tiene un lmite natural que nadie discute, esto es: la libertad de un ciudadano termina donde comienza la libertad de otro ciudadano. El lmite de la libertad lo fijan las leyes." (El nio republicano: Cuarto libro de lectura, de Joaqun Sec Sabat, Maestro nacional, Barcelona, 1932). O como deca aquel otro maestro republicano:" .. . De algo estoy seguro, si conseguimos que una generacin, una sola generacin, crezca libre en Espaa, ya nadie les podr arrancar nunca la libertad. Nadie les podr robar ese tesoro" (La lengua de las mariposas, de Manuel Rivas, A Coruiia, 1996).

    Probablemente el negocio de joyera, junto a una pequeiia herencia de su esposa, hubiera sido ms prspero si sus profundas convicciones

    l'!R Mara Isabel Nez Paz, hija de Ruperto Nez Barbero, nieta mayor de Antoln Nez Bra~ vo, en nombre y representacin de su familia. Conferencia leda en el acto de homenaje a Anroln Nez Bravo organizado por la Asociacin Salamanca por la Memoria y la Justicia, que tuvo lugar en un aula del Edificio Histrico de la Universidad de Salamanca el 22 de abril de 20 l l.

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    Prmcip~le~ Autorid.des R~pr

  • Severiano Delgado Cruz

    Montalvos", con quinientas camas, cuya primera piedra fue colocada el 25 de abril de 1935. Pero de todas las obras que se hicieron, tal vez la ms querida por l fuese el Preventorio provincial infantil para nios pretuberculosos de Llano Alto, en la Sierra del Castaar de Bjar, con cabida para ciento cincuenta nios y nias, que fue inaugurado el 30 de julio de 1933.

    De aquella poca se conserva una carta dirigida a Antoln Nez, escrita por Queipo de Llano, quien en el futuro optara por seguir otros derroteros, en la que pide a D. Antoln recomendacin para que un pariente suyo acceda a una plaza de "encargado vigilante del edificio de la colonia veraniega de Llano Alto." La firma de su puo y letra "Suyo buen amigo Gonzalo Queipo de Llano" el 14 de abril de 1934.

    Perteneca Antoln Nez a esa clase de hombres convencidos de que el ser humano merece ser atendido por s mismo, sin cielos ni in-fiernos de por medio. Pero l y su compaero, Manuel de Alba Ratero, tuvieron una relacin muy especial "entre lo humano y lo divino", con las monjas del Hospicio de la calle del Espejo y con las que directamen-te se encargaban del Hospital Provincial y del Manicomio. Fueron mu-chas las horas e intereses compartidos con sor Marciana, sor Carmen, sor Luisa, sor Josefina, para mejorar la calidad de vida de los enfermos y necesitados de Salamanca. El espritu generoso del socialista Manuel de Alba Ratero, qued retratado en una ancdota que protagoniz du-rante su etapa como concejal cuando, despus de la visita pblica a una de las zonas ms deprimidas del barrio de "La Prospe", volvi a su casa con las manos aferradas al cuello de su chaqueta. Ante la extraeza de su familia, explic que su camisa la llevaba puesta ahora otro hombre ms necesitado que l. No sospechosos de coquetear con una Iglesia en la que nunca creyeron, pero libres de sectarismo, reconocieron siempre el buen hacer de las monjas que entonces se ocupaban de los centros sociales y las defendieron en pblico en momentos de acoso y crisis.

    El da 18 de julio de 1936 se hace pblica el acta de la ltima re-unin democrtica de la Comisin gestora de la Excma. Diputacin, bajo la presidencia de Antoln Nez Bravo. La lectura de la misma, a da

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    '

    Prim:ip.ik> AuroriJ.ides Repre>.ili.id~.< I"" lo Suhkvados en Salamanca duram~ la Guerra Civil Espaola

    de hoy, con la perspectiva que da la historia, resulta un documento estre-mecedor, tanto por la fecha en que se redact, como por su contenido.

    Entre las cuestiones que se contemplan en el acta se encuentran las siguientes "actividades subversivas": la concesin de becas a estu-diantes universitarios; el informe del director mdico del Manicomio para que dos nios enfermos sean trasladados de la Casa de Hurfanos al Hospital Psiquitrico de Ciempozuelos, donde se acoge a menores; la mencin al Decreto de 15 de junio de 1934 con el objeto de construir unas Escuelas Graduadas con ocho grados; se trata exhaustivamente de caminos vecinales en la provincia; se notifica la carta enviada al diario El Adelanto por el violinista Francisco Macas desde Pars, (quien aos despus obtendra reconocimiento internacional como gran msico) en la que hace constar su gratitud a la Diputacin por la subvencin reci-bida, y se menciona la importancia de la "independencia del arte"; se da cuenta de la necesidad de adquirir un ventilador para la cocina del Hospital Provincial; se discute sobre la conveniencia o no de llevar a las nias del Hospicio de vacaciones a la Colonia de Bjar a la vista de la epidemia de sarampin y de las posibilidades de contagio. Pero en el acta se percibe tambin el ambiente previo a la revuelta que se avecina-ba. Muy descriptivas en este sentido son las palabras del concejal Alba Ratero quien previene del inminente peligro y hace constar en acta "la necesidad de oponerse a toda maniobra fachista''.

    Un documento excepcional, en definitiva, que trata de paz y de cultura, de sensibilidad social y de democracia y en el que se pone de manifiesto la presencia de nimo y la educacin cvica de las autorida-des firmantes: los vocales D. Manuel de Alba Ratero, D. Valentn Ga-rrido Muoz, D. Gerardo Manuel Arce, D. Luis Maldonado Bomati, D. Elas Garca Holgado y D. Aristteles Gonzlez Riesco, actuando como secretario de la Corporacin D. Ricardo Gonzlez Ubierna, en sesin ordinaria del da 18 de julio de 1936, bajo la presidencia de D. Antoln Nez Bravo.

    Pocas horas faltaban para aquel fatdico domingo en que el atro-nador ruido que provocaron los disparos en la Plaza Mayor hiciera huir

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  • aterrorizados a los transentes, y entre ellos a los dos hijos mayores de Antoln, que corrieron hacia su casa sin poder recoger el tebeo que com-praban cada domingo en el quiosco de la Plaza.

    Todos los firmantes del ltimo acta democrtica de la Diputacin iran siendo asesinados uno a uno.

    Antoln Nnez, el Presidente, fue detenido el 1 O de agosto de 1936. En la comisara, coincidi con dos detenidos bien conocidos por l. Eran D. Filiberto Villalobos y D. Pablo Sots Potenciano. Despus de una atropellada y brutal entrada en su casa y un registro sin mi-ramientos, se procedi a una confiscacin de bienes, vano intento de rapifla al ser la vivienda de alquiler y no encontrarse joyas de valor.

    Antoln es sometido a un consejo de guerra sumarsimo. En la Causa 4/86 de 1937 del Juzgado Militar nmero 8, aparece conde-nado junto con otros ciudadanos, "por ser elementos todos dirigen-tes de las sociedades marxistas de Salamanca y su provincia." Se hace mencin especial a la persona de Antoln Nez, en los siguientes trminos: "Destacado elemento dirigente del partido fundado por el masn Martnez Barrios, gestor primero y presidente de la diputacin, contribuy a crear el ambiente que foment la rebelin, ms culto que los dems, y por tanto ms peligroso". Se les aplica el artculo 238, prrafo 2 en relacin con el 23 7 del Cdigo de Justicia Militar por "delito de adhesin a la rebelin" y adems, por haber sido, se consi-dera, dirigentes de organizaciones marxistas se les aplica "la agravante de perversidad".

    En el consejo de guerra celebrado el 21 de octubre de 1937, se concluye en la sentencia que "El Consejo falla que debe condenar y condena a la pena de muerte."

    Se haba puesto fin al Estado de Derecho. A los tribunales militares les bastaba por entonces con aplicar el bando de declaracin del estado de guerra publicado por el general Saliquet en Valladolid el 19 de julio de 1936.

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    Principoles Autoridades Rcpre;alia por los Sllblevado, rn Salamarn:a durane IA Guerra Civil Espm'tola

    Sobrevino entonces la intercesin en fuvor del cesado Presiden te de las monjas del Hospicio y de ilustres salmantinos, como D. Manuel, el vecino prroco de San Martn, quien por propia iniciativa hace constar en una carta manuscrita, que Antoln fue siempre "moderado y res-petuoso con la Iglesia, sin que se le pueda acusar ni probar desmanes, atropellos o persecuciones a las ideas religiosas." Estas circunstancias, junto a algunas otras, fruto de venturoso azar, hicieron que el indulto llegara el da 12 de mayo de 1939, conmutndose la pena de muerte por la de prisin de 30 anos.

    Fue el comienzo de un largo calvario de ms de diez aos a travs de algunas de las peores crceles de Espana. De la penitenciara del Dueso, al confinamiento en el penal de Santona; de Porlier, en Madrid, al penal de Burgos; de Burgos a la crcel de Salamanca; de Salamanca a Santiago de Compostela ...

    Se le aplican las leyes ms extravagantes por las acusaciones ms disparatadas y as va pasando Antoln los anos, siempre con la idea fija de que, ante la carencia absoluta de garantas jurdico-procesales, en cualquier momento correra la suerte de la mayora de sus amigos y lo sacaran para fusilarlo.

    No puede olvidarse que los que se levantan en armas contra la Re-pblica haban sustituido la legislacin ordinaria y democrtica por la de la Espaa ocupada por los militares. Al no modificarse el Cdigo Penal, pero s endurecerse el poder poltico, el resultado para los condenados era terrible, porque se crearon leyes especiales, y as como los delitos contenidos en el Cdigo se resuelven en la jurisdiccin ordinaria, los de-litos militares se extienden al mbito civil y la represin se ejerca enton-ces a travs de leyes especiales, las cuales son sin duda manifestaciones mucho ms claras del poder represivo. Como es bien sabido, a partir del 1 de abril de 1939 se produjo una clara proliferacin de leyes penales especiales: "Ley de represin de la masonera y el comunismo", "Ley de responsabilidades polticas", "Ley de bandidaje y terrorismo", tremendo cajn de sastre donde caba todo. Y que eran aplicadas por tribunales pe-nales especiales y tribunales de orden pblico de composicin militar.

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  • s~vniano Delgado Cmz

    Pocas veces ha habido tanto Derecho penal vigente, y pocas veces en la historia la pena de muerte se ha aplicado con tanta facilidad. Cual-quier individuo que conviniera poda ser masn o comunista.

    Entre otros muchos desmanes jurdicos, consta una carta de la Di-reccin General de Seguridad, firmada el 25 de abril de 1941 por el Jefe del servicio de ejecutorias del tribunal de represin de la masonera y el comunismo, en que se le desestim el recurso en el que se solicitaba por enfermedad pulmonar su traslado de Santiago a vila.

    Cuando contaba poco ms de cuarenta aos los testimonios fo-togrficos resultan elocuentes, mostrando a Antoln como un anciano decrpito.

    En todo este tiempo, no obstante, pasaban muchas cosas en Sala-manca. La autntica calidad de la condicin humana suele salir a la luz en los momentos ms difciles, y poco se imaginaba Antoln que iban a salir en su defensa algunas de las personas a las que l por conviccin haba apoyado. A pesar de la aconfesionalidad que mantuvo con cohe-rencia hasta el final de su vida, siempre reconoci el buen hacer de las religiosas de Salamanca que entonces regentaban los centros sociales, y a las que se hizo referencia ms arriba.

    No eran aquellas mujeres, que regentaban la Casa de Hurfanos y Desamparados, el Manicomio, o el Hospital Provincial, insensibles a la injusticia. Ellas pusieron de relieve ante las nuevas autoridades militares la bonhoma y entrega generosa de estos hombres dedicados al servicio a sus semejantes. Sor Carmen, fuerte mujer de origen navarro, propu-so a Manuel de Alba, cuando se alzaron los rebeldes, huir a su tierra nortea y montaosa, a casa de su familia. Pero l no quiso escapar. Aquel hombre que haba regalado su propia camisa y donaba la mitad de su sueldo a Beneficencia, fue fiel a sus principios, generoso y valiente hasta el herosmo. Cuando horas antes de ser fusilado se le propuso confesar catlicamente, l inst a la confesin a aqullos que en poco tiempo iban a atentar contra el quinto mandamiento: "No matars", en su propia persona, en junio de 1937. Fue enterrado en el estigmatizado

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    cementerio civil y all permaneci hasta que el obispo D. Mauro, de talante abierto y conciliador, permiti el traslado de sus restos al cemen-terio de todos.

    Mientras ste y otros de sus amigos eran asesinados, Ancoln con-tinuaba su peregrinaje de crcel en crcel, siempre en lugares hmedos que empeoraban su enfermedad pulmonar.

    El da 1 de octubre de 1944 se le notifica de parte del director de la prisin de Burgos que ha llegado un "certificado de libertad" en el que se hace constar "su comportamiento irreprensible demostrado con ello que ha hecho buen uso de la GRACIA que se le concedi."

    Pero las arbitrariedades continuaran. Confinado en el ao 45 a lo que entonces era arrabal de Salamanca, obtiene el salvoconducto 6731, siempre bajo prohibicin de pasar Tejares, de manera que no poda cruzar el Tormes para entrar en la ciudad.

    De aquella larga etapa, aparte de las religiosas, hubo otras mu-jeres cuyo apoyo y gratitud siempre permaneceran en el recuerdo de Antoln. Entre ellas se encuentra Rosala Raa, viuda de Vilas, del que despus sera famoso restaurante Vilas de Santiago de Compostela, cuya generosidad, buena comida y mejor talante le ayud a sobrellevar la situacin. Hasta tierras gallegas viajaban su mujer Bernarda y sus hijos para vender embutidos salmantinos y ganar algo de dinero para espan-tar el hambre. Tampoco olvidara a los lecheros con los que tuvo la suerte de topar durante su reclusin en Tejares. Aquellos vasos de leche ofrecidos por "la mujer del motorista" que tan amigo suyo se hizo, le hacan recuperar la vida que se le iba.

    Pero de todas las mujeres que pasaron por su vida, la fundamental fue sin duda su esposa, Bernarda Barbero Bellido, una de las muchas mujeres fuertes de la Repblica. Hurfana de madre desde los seis aos, vio encarcelar al padre de sus tres hijos cuando stos contaban con ocho, diez y doce aos respectivamente. Los sac adelante y consigui que estudiaran. En la misma casa donde detuvieron a su padre, y en cuyo

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  • Severiano Delvdo C:ruz

    desvn generaciones posteriores encontraramos primeras ediciones de los poemas de Lorca y de Miguel Hernndez, los tres hijos de Antoln y Bernarda estudiaron carreras universitarias.

    A pesar de que no lo tenan fcil por entonces "los hijos de rojo", Toms, el menor, fue mdico gineclogo; Marcelino, el ms celoso de los recuerdos de la familia y gracias al que conservamos todos los docu-mentos que hoy presentamos, se licenci en la Universidad como Pro-fesor Mercantil. Ruperto, el mayor, inici un camino que le llevara a ser Profesor de Derecho Penal en la Universidad de Salamanca y Magis-trado de la Audiencia. Fue su maestro y el director de su tesis doctoral D. Jos Antn Oneca, uno de los retornados que aos antes haba sido expulsado de su ctedra (sancionado el 28 de septiembre de 1936 no fue rehabilitado hasta el 8 de enero de 1948) para cavar en esa absurda obra que es el valle de los Cados.

    Inhabilitado para el ejercicio de cargos y funciones pblicas y con los bronquios tan agujereados como su vida, Antoln Nez Bravo re-gres al mostrador de su joyera de la plaza del Corrillo. En las largas tardes lo visitaban viejos amigos, algunos represaliados como Maximi-liano Vallejo, o familiares cuya presencia era el recuerdo de la ausencia de otros.

    Muere en Salamanca el 3 de febrero de 1967. Aquel escrito de desprecio, fechado el 13 de diciembre de 1937

    que le dirigi el Gobierno civil de Salamanca en los siguientes trminos: "Era la figura ms destacada en el Partido de Unin republicana y pro-pagandista incansable en la poltica de defensa del Frente Popular" hoy se acoge como un honor ms a su persona y a su cargo.

    El paso por la vida poltica de Antoln Nez Bravo es un captulo de la historia de nuestra Salamanca, que merece pasar de la memoria familiar a la memoria universal.

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    SALAMANCA ANEXO FOTOGRFICO

  • Jo~ Andrs y Manso, Diputado a Corres.

    Fuente: Archivo Lon1eso de lu~ Diputado~.

    Manuel Martn Cascn, Alc.dJe de Ciudad Rodrigo.

    FusiLido. hl10: Aro:hivo de b familia /\1.ucn C,1~dm.

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    Casto Prieto Carrasco, alcalde de 'i.ibmanca.

    A.-.csi1udo el 2') de julio de 19 )6 en "'La Orhada".

    Manuel Francisco Crespo, alcalde de Bj,ir.

    Fusil.ido. Fuente: El Adclan10.

    Antoln Nez Bravo, pre~idcntc de 1.1 OipuLKn Prmindal. Dos foto~: En 19-'16, .inte~ del golpe miliur, y cn l'J4.~ al salir de L1 c:rccl.

    r:uenrc: Archivo de l.1 fa1nili.1 N10

    (;aleda dcc cdJas de la prisin provincial de Sal:nn.tnca en 1999, ames de su co1wcr.'>n en Centro de Arte. En l 9J6 L''t;i!u igual.

    Foto: Scvcriano Dclg:ido.

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