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Índice
1.- Representación de la figura de poder a finales del Imperio Romano de
Occidente y comienzos del Paleocristiano…………………………………….. 2
1.1Surgimiento del arte Paleocristiano ………………………………….. 3
1.2 Representación de la figura de poder a finales
del Imperio Romano ………………………………………………………... 4
2.- Representación de la figura de poder en el período Bizantino……………..6
3.- Diseño de una pieza de joyería ………………………………………………… 7
3.- Conclusiones…………………………………………………………………….. ..8
4.- Bibliografía…………………………………………………………………………9
5.- Anexos…………………………………………………………………………… 10
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1.- Representación de la figura de poder a finales del Imperio Romano de
Occidente y comienzos del Paleocristiano
Con la llegada del emperador Constantino al poder en el años 312 d.C,
se da inicio a varias reformas, entre ellas la más importante: trasladar la nueva
capital del imperio Romano a la que en ese entonces era conocida como
Bizancio; a partir de ese momento podría decirse que surgen dos imperios: el
de Oriente y el de Occidente.
Esta división se haría oficial en el año 395 d.C. cuando los dos hijos del
emperador Teodosio, se quedan con una parte del imperio cada uno. Honorio
(Occidente) y Arcadio (Oriente).
Además, Constantino es considerado el primer emperador cristiano,
gracias a esta cercanía con esta religión, en el año 313 d.C se proclama el
‘Edicto de Milán’ el cual permite la libertad de culto para los cristianos, quienes
para ese momento habían sido perseguidos y torturados por sus creencias.
A pesar de que el cristianismo fue declarado legal, la figura del
emperador no perdió importancia. “El emperador ha perdido su carácter divino,
pero está consagrado, es el sol invicto, el vicario de Cristo en la tierra” (Hartt.
1985)
Para la época de Constantino, el arte tomaba un nuevo giro, no se
enfocaba tanto en la maestría de la ejecución sino en el contenido, una
muestra es el ‘Arco de Constantino’, construido en Roma entre el 313 y 315
d.C, el cual conmemora el ascenso al poder de Constantino y el posterior
Edicto.
Honour & Fleming (1987) sostienen que los relieves en el monumento
parecen una vuelta a un arte menos civilizado por la simplicidad de la
representación.
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“No hay perspectiva ni sugestión de movimiento; el espacio se aplasta,
se ignora la escala y los gestos se repiten sin variación, casi mecánicamente”
(Honour & Fleming. 1987)
No obstante, a pesar de la falta de técnica, la representación puesta en
el ‘Arco de Constantino’ tiene una gran carga de contenido. Las figuras de los
emperadores que están plasmadas allí a parte de Constantino: Trajano,
Adriano y Marco Aurelio, eran considerados los emperadores “buenos” y
Constantino quería ser asociado con ellos.
“En la selección de imágenes realizadas por el arquitecto se haya
implícita la función y contenido del monumento. Fue así como la idea tras la
obra de arte adquirió más importancia que la ejecución” (Honour & Fleming.
1987)
1.1 Surgimiento del arte Paleocristiano
Antes de que Constantino legalizara la cristiandad, el negarse a rendir
culto a las imágenes del emperador era considerado un delito de traición; por
esta razón los cristianos se vieron obligados a buscar lugares ocultos para
practicar sus nuevas creencias monoteístas, las cuales el Estado imperial veía
como una amenaza.
Al comienzo la práctica cristiana se llevó a cabo en viviendas privadas,
pero a medida que la nueva religión se extendía, los fieles, cada vez más
numerosos, buscaron nuevos lugares. Uno de estos sitios eran las
‘Catacumbas’. “Necrópolis subterráneas, de largas y angostas galerías, con
nichos en los muros para los enterramientos de los cadáveres” (Andreu
Pintado, Javier. 2011)
“En estas catacumbas, un modesto arte pictórico aporta nuevas bases
estéticas e iconográficas, y supone la novedad de este primer arte cristiano”
(Andreu Pintado, Javier. 2011)
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Aunque este arte es muy sencillo desde su apreciación formal y desde la
técnica, es muy importante porque muestra como los primeros cristianos
representaron escenas del antiguo y nuevo Testamento.
De acuerdo con Andreu Pintado, Javier (2011) el naciente cristianismo:
“motiva la formulación de una iconografía que en principio, recurre a prototipos visuales preexistentes en la plástica romana: temas paganos como el Orfeo, se transforma en Cristo, mientras que el Moscoforo es interpretado como el Buen Pastor. Pero además, este arte tiene que expresar, con la imagen, una fe abstracta –algo que era ajeno a la tradición grecorromana-, la idea de la salvación del alma y el ferviente deseo del hombre de liberarse de sus vínculos terrenales para alcanzar la vida eterna” (p. 198)
Para expresar esta nueva fe, las representaciones en las catacumbas
toman una representación sencilla, que se enfoque en la narración de las
historias de la Biblia, con carácter educativo.
Gombrich. Ernst. (1972) señala que los artistas ya no se sentían
atraídos a realizar obras escultóricas ricas en detalles que hicieran honor al
arte griego repleto de buen gusto, por el contrario, los nuevos artistas del
cristianismo buscaba ser más libres y ágiles. Este cambio trajo como
consecuencias que muchos de los secretos del arte antiguo, se perdieran.
1.2 Representación de la figura de poder a finales del Imperio Romano
En el año 380 el emperador Teodosio reconoce al cristianismo como la
religión oficial del Estado y prohíbe otros cultos y la adoración a los dioses del
pasado. De esta manera Roma pasa a ser gobernada por un monarca cristiano
escogido por Dios.
Cuando el cristianismo pasa a ser practicado libremente surge la
necesidad de representar la figura de Cristo; sin embargo, la adoración a las
imágenes eran consideradas practicas paganas y por lo tanto, se condeno a
todo tipo de representación artística que se hiciera sobre la figura de Cristo.
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Pero este odio no impidió que surgieran las primeras imágenes de un
Cristo situado en el centro de las composiciones, con un rostro joven y su
tamaño era más grande que el de la figuras de sus seguidores. Este tipo de
orden en la composición era común de las técnicas antiguas.
Honour & Fleming (1987) describen las representación de Cristo en el
sarcófago del prefecto de la ciudad de Roma, Junio Basso,
“Cristo no viste una toga romana, sino un palio griego que en Italia había llegado a asociarse con los filósofos y maestros. Sin embargo, no lleva barba, como un filósofo sino que tiene un limpio rostro adolescente. El escultor parece haber tomado como modelo a un juvenil Apolo”
Es precisamente las técnicas pasadas, que se usaron en la
representación de dioses como Zeus o Jupiter, las que se aplicaron para la
representación de la figura de Cristo y la del propio emperador.
En el disco de Plata de Teodosio, realizado para conmemorar el décimo
aniversario de la llegada al poder del emperador, se observa figuras de las
mitologías paganas.
Honour & Fleming (1987) resalta varías características, por ejemplo,
“Teodosio está entronizado delante de un frontón partido con arco, forma que
había adquirido un significado simbólico a partir de su uso imperial”; mientras
que el retrato del emperador fue idealizado y “está rodeado por un halo que
probablemente tiene su origen en las imágenes helenísticas y de los sasánidas,
pero que posteriormente vino a indicar el aura divina”
Asimismo, Teodosio está representado más grande que las figuras que
lo rodean, la mirada está al frente y él ubicado en el centro. “Así, los
significados laicos y religiosos se fundían y se reforzaban uno en el otro en el
arte de un imperio gobernado por un rey cristiano designado por la divinidad”
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2.- Representación de la figura de poder en el período Bizantino
La antigua Bizancio convertida en Constantinopla, quería mantener viva
el esplendor de las mejores épocas del imperio romano. El imperio de Oriente
se transformó en otra sociedad diferente a la occidental, pues fue una gran
urbe cristiana desde su nacimiento y que planifico por lo tanto, su crecimiento
se base en espacio abiertos para llevar a cabo ceremonias.
A diferencia de Roma, en la capital del imperio oriental las iglesias y las
basílicas formaban parte del núcleo de Constantinopla. Fueron precisamente
estos recintos los que sirvieron para plasmar el arte del período Bizantino.
Gombrich. Ernst. (1972) sostiene que decorar las iglesias y basílicas
representó múltiples debates, pues estaba claro que no se quería la
reproducción de imágenes talladas que alimentaran la adoración a ídolos
paganos. No obstante, la idea de decorar las iglesias con pinturas, era algo
más aceptado.
“Algunos las consideraban útiles, porque recordaban a los fieles las
enseñanzas que habían recibido y porque mantenían viva la evocación de los
episodios sagrados” (Gombrich. Ernst. 1972)
Sin embargo, la reproducción de imágenes de los emperadores y sus
familiares si aparecieron en espacios públicos. Honour & Fleming (1987)
explican que Constantino mandó a levantar una estatua de su madre al lado del
palacio Daphne.
“Al lado se dispuso de una plaza, denominada Augustaeum en honor de la madre de Constantino, la emperatriz Helena Augusta (…) y que posteriormente sería canonizada como Santa Elena. En el centro de la plaza se colocó una estatua suya, encima de una columna de pórfido.” (Honour & Fleming.1987. p.320 - 321)
Del mismo modo, los autores describen una de las calles principales de
Constantinopla, la Mese, que conducía a un foro circular sobre la cual se erigía
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una estatua de bronce de Constantino, “con rayos brillantes sobre su cabeza,
como Helios, el dios sol, en el centro del universo”. Honour & Fleming (1987)
Durante la época del emperador Justiniano (527 – 565), el arte estaba
“al servicio del poder temporal y espiritual recogido en una única persona, el
emperador, como representante de Dios en la tierra” (Andreu Pintado, Javier.
2011)
Es por esta razón que durante el período de Justiniano toda expresión
de arte estará destinada a resaltar el poder del emperador. Una muestra de
esto es que la construcción de Santa Sofía contemplaba una columna que
soportara una estatua ecuestre de Justiniano sosteniendo la cruz.
3.- Diseño de una pieza de joyería
Para el presente trabajo se escogió la escultura en mármol de Louis
Ernest Barrias “Los primeros funerales”.
El motivo por el cual fue seleccionada esta obra, es que tiene bastante
fuerza dramática en las expresiones de Adán y Eva quienes lamentan la
muerte de su hijo. Esta escultura transmite movimiento y tiene a pesar de su
escala, una proporción armónica entre su cuerpo y su rostro. Además las
posiciones de sus cuerpos son bastante realistas y expresan gran
conocimiento de la figura humana.
Las características anteriormente señaladas son propias del período de
la escultura helenística, que de cierto modo se contrapone con el período
Paleocristiano, el cual no le dio importancia a la maestría en la ejecución de la
obra.
La pieza diseñada es un broche que tiene como figura central el rostro
de Eva y Abel. La técnica de ejecución de este broche sería el cincelado, pues
permite la realización de piezas con altos y bajos relieves en metal. Para darle
contorno a la escena, se utilizaron las formas que el escultor le dio al cabello
de Adán.
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4.- Conclusiones.
Cuando empezó decadencia del imperio romano de occidente, el arte
dio un giro en cuanto a su técnica, ya los artistas no buscaban la belleza
contemplativa llena de detalles del arte helenístico; por el contrario apostaban
más a la claridad de las representaciones, que aunque pareciera que carecían
de habilidad por parte del artista, estaban llenas de símbolos y de nuevas
ideas.
Se crearon nuevos íconos y nuevos significados para cada uno de ellos;
pero incluso para el arte cristiano naciente, fue la herencia de los griegos la
que sirvió de apoyo para los nuevos esquemas de representación. Un Cristo
joven sentado en el centro entre sus discípulos, quienes son representados
como filósofos griegos, es parte de estos aportes.
Aunque esto demuestra que los artistas del Paleocristiano estaban
familiarizados con la técnicas del arte helenístico, también demuestran que no
estaban interesados en practicarlo a exactitud, lo que buscaron fue adaptarlo a
un estilo más claro, que ilustrara de la manera más sencilla, pasajes de la
Biblia y de la salvación.
Para conseguir ilustrar a los nuevos cristianos y expresarles de la
manera más sencilla en qué consistía una fe tan nueva y al mismo tiempo
abstracta, los artistas crearon nuevos símbolos para hablar de la resurrección y
la fe en Dios.
Por su parte, los emperadores no dejaron que su figura fuera
destronada por la nueva religión, a pesar de erigir iglesias y basílicas que
permitieran celebrar el culto a Dios y Cristo, ellos siguieron siendo
representados como el enviado divino para gobernar y esto lo dejaron claro a
través de estatuas y esculturas.
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Bibliografía
Gombrich. Ernst. (1972) Historia del Arte. (15° ed) Alianza – Madrid.
Hartt, Federick. (1985) Arte. Historia de la pintura, escultura y arquitectura.
Madrid. Ediciones Akal.
Recuperado 29 de septiembre de 2012 http://books.google.com.ar/books?id=4-
PE1IzhRiMC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false
Honour, Hugh & Fleming, John (1987) Historia Del Arte. Barcelona. Editorial
Reverté.
Recuperado 29 de septiembre de 2012
http://books.google.com.ar/books?id=6R-
F6SdKVO8C&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false
Andreu Pintado, Javier. (2011) Complementos Para la Formación Disciplinar en
Historia e Historia Del Arte. Madrid. Universidad Nacional de Educación a
Distancia, UNED.
Recuperado 29 de septiembre de 2012
http://books.google.com.ar/books?id=ysYerTW6xBwC&printsec=frontcover&hl=
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